Revista FUERZA NUEVA, nº 527, 12-Feb-1977
EL OBISPO IRURITA, OTRA VEZ ENTRE NOSOTROS
De mi larga vida de propagandista por todos los caminos de España, sembrando tradicionalismo, coraje y amor a Dios y a la Patria, jamás se me olvidará que, cuando atracaba en Barcelona, para campañas intensas en mítines y conferencias, siempre encontraba un tiempo para visitar al doctor Irurita, obispo de la Ciudad Condal, en los años de la República. Le visitaba porque su conversación era para mí luz, consuelo espiritual, y me dejaba un embrujo de santidad que me valía para una renovación de toda mi vida. El doctor Irurita no me hablaba de política, sino de Dios. Y él, obispo entero, en cada frase suya sellaba la auténtica doctrina de la Iglesia, pura, limpia, defendida con gallardía.
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Se acaba de cumplir (1977) el centenario del nacimiento del doctor Irurita. En Larraínzar se han celebrado actos conmemorativos. En Barcelona, una misa solemne en la parroquia de Santa Inés, gracias a la iniciativa de su digno párroco, don Jaime Armengol, en aquel lugar que había sido la tristemente célebre checa de San Elías.
¿Y nada más? Muchos dicen y echan en falta actos más resonantes en honor del obispo mártir, así como una intervención pública del mismo cardenal Jubany. Pero Barcelona no ha fallado. Más allá de las sesiones académicas, se ha publicado una biografía del doctor Irurita, que me atrevo a calificar como escrita con el mismo estilo literario del santo prelado. Me refiero a “Un obispo de antes del Concilio”, que firma don José Ricart Torréns, a quien no conozco personalmente, pero que he oído predicar varias veces. ¿Qué diré de esta biografía? Pues que los que conocimos al doctor Irurita nos encontramos con la sorpresa de reencontrarle de nuevo, con su lenguaje, con su fuerza, con su valentía, con su llamamiento a defender la fe de Cristo. Es imposible escribir una biografía más realista sobre el doctor Irurita.
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En estos momentos, el doctor Irurita tiene una actualidad especial. Yo guardo en mi memoria aquel párrafo de una de sus pastorales: “¡Cataluña! Tú te sientes mal, desasosegada, y piensas hallar remedio en un cambio de postura. Pero, ¿a qué lado te quieres cambiar? Vuélvete a tu Virgen; en sus brazos maternales hallarás a Jesús, que es tu única salvación. Arroja lejos de ti la impiedad, la corrupción de costumbres, la maldita blasfemia, el espíritu de discordia y otras plagas morales que se han entrado por tus puertas. No es eso la herencia que te legaron tus mayores. No es eso, Cataluña. He aquí el mejor cambio de postura que te conviene”. Esto, actualizado, es el mensaje del libro “Un obispo de antes del Concilio” de José Ricart Torréns, cuya lectura acabo de hacer, arrepentida de haber conocido tan tarde esta obra.
Por esto, como en mis mejores tiempos, quiero levantar mi voz y gritar a todos los buenos católicos españoles: ¡leed este libro! ¿Necesitamos pastores santos? Pues ha vuelto el doctor Irurita, el obispo que dio su sangre por Jesucristo, arrebatado únicamente por su fidelidad al ministerio episcopal. ¿Cómo es un obispo santo? Es tal como lo describe “Un obispo de antes del Concilio”. Y si a mí sus consejos se me grabaron para siempre en mi corazón, como católica, española y batalladora hasta el final de mis días, os digo que me he remozado, recreando mi imaginación con mi nueva entrevista con el doctor Irurita a través de este libro: “Un obispo de antes del Concilio”. Que un día veamos en los altares al doctor Irurita y que Dios bendiga la pluma del sacerdote que nos lo ha biografiado. Una verdadera espuela para las horas de brega.
María Rosa URRACA PASTOR |
