CATALUÑA SEÑERA
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Yo soñé una vez con una Escuela Catalana en la Bética, en cuyas radiantes aulas se estudiara a Ramon Llull y a Eugenio D'Ors, y, en tardes apacibles de primavera, nuevos peripatéticos leyeran a Joseph Plá, paseando por el claustro. Una Escuela Catalana soné... Que enseñara a los béticos a honrar y vivir la laboriosidad, elevando la anécdota a categoría filosófica, haciendo del "seny" un principio rector que erradicara tanta chabacanería andalusí.
Pero ganaron los que impusieron un trapo blanquiverde, para rememorar una Andalucía moruna de ajo y agua, una Andalucía de pandereta y castañuelas que, como cornudo mantenido, bosteza, y cuando se lo piden, vota a los caciques que, con distinto collar, remedan a sus abuelos, aquellos ricachones de la ominosa Restauración que, bajo la égida de Cánovas del Castillo, nos puso al hijo de la Potra Rijosa de las Caballerizas en el Trono de España. Una Andalucía que se afana por las subvenciones, en vez de tomar las riendas de su destino y aprovechar su riqueza; la Andalucía de la sopa boba, el "no pasa ná", el "ojú, májareee"... Y el disfraz carnavalero. Esa Andalucía proyectada desde la cutrez televisiva autonómica, con JuanyMedio y el coro de sus zagalejos... O Bigorra con sus libros infumables -ecologistas indulgentes que no denuncian el despilfarro de papel y bosques que supone eso que llaman literatura actual.
Yo soñé con una Escuela Catalana para la Bética, para toda España; porque Cataluña tiene mucho que enseñarnos a todos. Una Escuela Catalana que modelara un Tipo de Español industrioso y emprendedor, capaz de dominarse a sí mismo y enseñorear el mundo. Una España en que se desterraran todos los tópicos que caricaturizan al catalán, haciéndolo un grotesco y ridículo avariento -¡Pues eso es mentira! Y cuánto daño no hacen esos chistes de catalanes... Yo te amo, Cataluña: católica con centro espiritual en la Moreneta de Montserrat, española en tu venganza catalana y en tu tambor del Bruc, tradicionalista con antelación a la llegada de los Borbones (esos que pueden decir "España bien vale una misa en la Almudena, y también una tenida en la Logia..."), carlista tempranera y leal en Cuba a la Madre España que ofendieron los yanquis.
Y, Cataluña, te recordaré las palabras de un amante que tuviste, al que fusilaron cuando estaba en agraz los demonios del resentimiento y el odio, ese caballero que murió como un valiente, dando la cara a los fusiles y al sol:
"Nosotros amamos a Cataluña por española, y porque amamos a Cataluña la queremos más española cada vez, como al país vasco, como a las demás regiones... Porque España cumplió sus destinos universales cuando estuvieron juntos tod sus pueblos, porque España fue nación hacia fuera, que es como se es de veras nación, cuando los almirantes vascos recorrían los mares del mundo en las naves de Castilla, cuando los catalanes admirables conquistaban el Mediterráneo unidos en naves de Aragón, porque nosotros entendemos eso así... el patriotismo de la misión, el patriotismo de lo trascendental, el patriotismo de la Gran España" (José Antonio Primo de Rivera, Discurso pronunciado en el Parlamento, el 4 de enero de 1934).
Yo te amo Cataluña, y por eso me declaro discípulo de tus más grandes filósofos, prosistas y poetas. Atrévete a ser española... Cataluña. No dejes de ser tú misma. Rebélate contra los charnegos que te prostituyen, para llenar sus billeteras. Vuelve, Cataluña, a tus mejores... Y serás otra vez grande.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
