Re: El 26 de mayo de 2021
Yo no sé tanto de astronomía como tú que eres muy aficionado, pero he presenciado al menos un par de eclipses de luna hace años en Sudamérica. No sé si este que dices será más espectacular que otros. Siempre he desconfiado un poco de eso de ver señales en los astros, teniendo en cuenta que se trata de fenómenos periódicos que vuelven a repetirse aunque pasen muchos años entre una vez y la siguiente. Algunos lo han llevado al extremo. Pero no niego, desde luego, que Dios se pueda servir puntualmente como es natural de su creación, como ha hecho en numerosas ocasiones, para dar avisos a una humanidad descarriada. Y en efecto, ahí ese pasaje que acabas de citar de los Hechos de los Apóstoles, en el que se cita al profeta Joel. Aunque como se puede leer en ese pasaje, quien habla es San Pedro explicando a la multitud en el día de Pentecostés lo que estaba sucediendo tras el derramamiento del Espíritu Santo. La parte de la profecía que habla del Sol volviéndose tinieblas recuerda a los famosos tres días de oscuridad de tantas profecías privadas; lo de la luna de sangre suena algo inquietante, pero sin duda deberá de tratarse de algún fenómeno astronómico, tal vez un eclipse, pues Dios normalmente obra por medios naturales. Habrá que esperar a ver qué pasa. Lo malo es que la gente se ha alejado tanto del Señor que ya no hace caso de sus advertencias. Antiguamente cuando había una epidemia o alguna otra catástrofe la gente acudía a la iglesia, se hacían rogativas y procesiones, se hacía penitencia y el Señor retiraba el castigo. Hoy en día ya es que ni siquiera los sacerdotes hablan de que Dios castiga a sus hijos para que se arrepientan y corrijan. Se pueden contar con los dedos de la mano los que se han atrevido a hablar de esto con relación a la epidemia de covid; Viganò, Schneider y alguno más. Como tampoco hablan hoy en las homilías del Infierno y el Purgatorio; ahora todos se van derechitos al Cielo, los mismos curas ya les sitúan en el Cielo durante el entierro para que no se entristezcan sus parientes, que ya no se acuerdan de rezar más por ellos: el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Qué solos decían los muertos, como decía Bécquer.
Pero si la humanidad no despierta con este tirón de orejas del coronavirus, me temo que recurrir a un medio más expeditivo, una patada en donde yo me sé o algo más contundente.
Re: El 26 de mayo de 2021
El anterior eclipse con Luna de sangre fue en 2018, concretamente finales de junio o julio, ahora no recuerdo la fecha y la tengo anotada en algún cuaderno de observaciones. Recuerdo que la fotografié, pero las fotos están en un "pendrive" y cualquiera sabe dónde. Es un fenómeno muy llamativo realmente, especialmente sí se observa su totalidad. Y, en efecto, este tipo de eventos, "efemérides" en términos astronómicos, suelen dar lugar a interpretaciones diversas, muchas de las cuales circulan por la red. En este caso lo he venido a comentar pues me llegó algo vía "whatshapp" y no se limita a interpretar este pasaje, sino que toca otros. La verdad es que podría poner un enlace, pero ya bastante disparate es al que estamos asistiendo como para añadir más inquietud. Y es que hay un aviso, uno de tantos ya predichos, que asocia esa fecha en la que se da ese eclipse natural, con el surgimiento de cierto personaje.
Luego, lo que he destacado algo de la cita testamentaria, está determinado por la primera frase: "Y sucederá en los últimos días...", a los que ya empezamos a identificar con nuestros días de hoy y, en tal caso, ya no es sólo una cuestión que vean algunos más o menos iluminados, o pretendidamente inspirados, es que ya se empieza a hablar de ello a la vista de la continua concatenación de acontecimientos mundiales -también nacionales-, y su correspondencia con las profecías contenidas tanto en el AT, como especialmente en el Nuevo.
Y es que entre los acontecimientos, los pasajes testamentarios y la pluralidad de profecías privadas desde hace siglos hasta nuestros días, pues no resulta sorprendente que haya cierto número de presuntas explicaciones. Personalmente pienso que muchos de esos avisos no son sino posibles descripciones que buscan orientar acerca de cuando estará cerca el día. El mismo Cristo así se lo hizo ver a sus discípulos al indicarles que no era a ellos a quienes correspondía presenciar ese momento. Y es que, en efecto, la tendencia antes de Cristo y después, durante tantos siglos, ha sido la de buscar explicaciones milagrosas, todas ellas lógicamente fundamentadas en la ignorancia de esos tiempos en conocimientos científicos. Sin embargo, hay un "pero" y es que, en efecto, no sabemos ni el día, ni la hora y hay versículos que resultan sorprendentes:
"Cuanto al tiempo y a las circunstancias no hay, hermanos, porqué escribir. Sabéis bien que el día del Señor llegará como ladrón en la noche. Cuando se dicen <<Paz y seguridad>>, entonces de improviso, les sobrevendrá la ruina como los dolores del parto a la preñada, y no escaparán."
(TESALONICENSES 5: 1-3)
No conozco ninguna etapa histórica en la que se persiga tanto la paz como un objetivo al mismo tiempo que la seguridad nos está llevando a la mayor tiranía mundial, nada como esto se ha conocido en toda la historia de la Humanidad.