Según un estudio social realizado por el «Latinobarómetro», y presentado esta semana en Santiago de Chile de cara a la próxima visita del Papa Francisco al país, la profesión de la fe católica en hispanoamérica ha sufrido un fuerte descenso en las dos últimas décadas, al mismo tiempo que se detecta un auge del protestantismo, el agnosticismo y el ateísmo.

El estudio, que muestra la evolución religiosa de 18 países hispanoaméricanos entre los años 1995 y 2017 y que según sus autores cuenta con un margen de error de entre el 2,8 y el 3%, se sostiene sobre la base de 1.200 entrevistas personales y refleja, a juicio de la directora del centro que lo ha realizado, una fuerte caída del catolicismo, agudizada en países como Chile por las noticias de casos y condenas ocurridos por abusos.

Los países donde más personas se declaran católicas son Paraguay, México, Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia. Sin embargo el porcentaje de católicos ha ido cayendo paulatinamente durante las dos últimas décadas. En 1995 los católicos representaban el 80% de la población, un porcentaje que ha caído hasta el 59% en 2017, año en que se ha realizado este último estudio. En República Dominicana, Chile, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Uruguay y Honduras, los católicos ya representan menos de la mitad de la población.

En Honduras y Guatemala, el auge de los evangélicos ha ido paralelo al descenso del catolicismo, convirtiéndose hoy en la religión mayoritaria, según el estudio. De otro lado en Chile o Uruguay, la pérdida de la fe católica ha ido pareja al auge del agnosticismo. Según Marta Lagos: "A esta velocidad, de aquí a diez años la cantidad de países de América Latina que tendrán la religión católica dominante va a ser una minoría".

Según puede verse igualmente en los datos publicados, los hispanoamericanos evalúan la figura del Papa con una nota algo más baja de la que recibió en 2013, cuando fue elegido para suceder a Benedicto XVI. Los que mejor valoran la figura del Pontífice son Paraguay, Brasil, Ecuador y Colombia, mientras que en el otro extremo están Uruguay y Chile, país este último salpicado por casos de corrupción eclesial. Cabe señalar qué, según las valoraciones realizadas por las personas encuestadas, quienes mejor valoran al Papa son los católicos, seguidos por los ateos o agnósticos, siendo los protestantes aquellos que peor valoración hacen. Es curioso este dato porque ateos y agnósticos dan una valoración superior a cinco sobre diez de la figura del Papa.

El 65% de los encuestados manifiesta confiar en la Iglesia, siendo Honduras, Paraguay y Guatemala las que mayor confianza les despierta la Institución. De otro lado destaca Chile, donde solo el 36 % de los ciudadanos dice tener confianza en la misma. Según Marta Lagos, la directora del instituto que ha realizado el estudio, "el punto de quiebre en el caso chileno es la condena por abusos sexuales contra el influyente sacerdote Fernando Karadima que el Vaticano dictó en 2011". Antes que se destapara ese escándalo, la confianza de los chilenos en la Iglesia católica bordeaba el 60%, pero en 2011 descendió estrepitósamente hasta el 38%.

Los creadores del estudio destacan que el descenso de la fe católica está directamente relacionado con el descenso del nivel de pobreza y la aparición de una clase media más individualista y alejada de las instituciones.