"En tiempos venideros han de apostatar algunos de la fe,dando oídos a espíritus falaces y a doctrinas de demonios, que con hipocresía hablaran mentiras..."
(I Tim., 4. 1-2)
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"... vendrá tiempo en que no podrán sufrir la sana doctrina, sino que, teniendo una comezón extremada de oír, recurrirána una caterva de maestros siguiendo sus propias concupiscencias. Cerraran sus oídos a la verdad, y los aplicaran a las fábulas..."
(II Timoteo, 4, 3-4)