Falso. La diferencia es que aquelllos malos papas fueron malos para ellos mismos y por su ejemplo, pero no tocaron el dogma ni llamaron blanco a lo negro ni negro a lo blanco, y ni muchísimo menos obligaron a otros a llamarlo.
Mejor le hubiera venido al catolicismo un Pablo VI y un Juan XXIII pecadores, blasfemos y fornicadores... pero que NO hubieran tocado la Doctrina, que haber sido unos recatados virtuosos, pero mortíferos lobos con piel de cordero, corruptores de la ortodoxia dogmática.
Un millón de Borgias pecadores antes que un Juan XXIII vestido con piel de cordero.
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