Tomás Domínguez Arévalo, más conocido por su título de
Conde de Rodezno, destacó en el panorama literario con esta breve biografía de
Carlos VII que ahora añadimos a la biblioteca en línea de Carlismo.es. El que fuera notable político carlista fue también autor de otros libros como
Donosa farsa de un aventurero,
De tiempos históricos (1913) o
La propiedad privada en Navarra (1926).
Carlos VII. Duque de Madrid fue editado por primera vez en la casa Espasa-Calpe en 1929. Su estilo ameno y fácil de leer propició la reedición; interrumpida por el estallido de la guerra, se publicaría en 1944 sin ningún cambio.
El hecho de que tras quince años el texto no se hubiese ampliado, salvo el prólogo del Conde, causó la decepción de muchos carlistas, sentimiento manifiesto en el preámbulo de
Cartas inéditas de Carlos VII por Luis Cortés Echanove. Años más tarde, el director de
El Pensamiento Navarro, Francisco López Sanz, escribiría
Carlos VII. Rey de los caballeros y caballero de los reyes.
Domínguez Arévalo recorre la vida de Don Carlos en doce capítulos desde su nacimiento en una fonda de
Laybach hasta su muerte en el balneario de
Varese. Fotografías y el Testamento político del Rey como apéndice acompañan la lectura. Dedica sólo dos capítulos a la etapa final de su vida. Presenta a Carlos VII "adormecido en las delicias de Loredán y en las dulzuras de su segundo enlace" y obvia los acontecimientos del 98. En definitiva, un Carlos VII que se habría alejado del Carlismo, sometido como estaba a Doña Berta de Rohán. Imagen falsa que limpiaron las publicaciones de
Cartas inéditas de Carlos VII y de la
Historia del tradicionalismo español. Melchor Ferrer hizo una fuerte crítica de la historiografía de Rodezno, pues "no tuvo nunca idea de lo que era la crítica histórica [...] No parece pues, que el Conde de Rodezno hubiese profundizado en estas materias, lo que si bien se le puede reprochar, es concorde con la ligereza con que se han tratado las cosas carlistas por la mayoría de los historiadores. El defecto principal, y esto imprime carácter en el Conde de Rodezno en su obra política y en sus escritos históricos del carlismo, es su profundo escepticismo".
A pesar de sus defectos, y una vez advertidos de ellos, se lee con agrado.
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Carlos VII. Duque de Madrid
