Decenas de lucenses todavía viven en tierra de nadie

Reportaje | Problemas de lindes entre ayuntamientos
El Concello de Outeiro inició un deslinde con Lugo. Algunos vecinos no registran su casa porque no saben adónde pertenecen


(Firma: María Cuadrado | Lugar: lugo)

Con el desarrollo urbanístico, los ayuntamientos se han vuelto envidiosos. El suelo es un plato apetitoso en pleno auge de la construcción y provoca enfrentamientos entre concellos que ya han comenzado a disputarse núcleos de población. Es el caso de Lugo y Outeiro de Rei, donde la falta de varios límites oficiales provoca situaciones tan ridículas como la de que los vecinos de algunas parroquias no se pueden empadronar en ninguno de los dos ayuntamientos porque ninguno de ambos organismo les aclara a cuál pertenecen.

Aunque este problema se repite en varios lugares, en Constante (Outeiro de Rei) es fácil encontrar hasta a treinta propietarios afectados. Eva adquirió hace tres años una vivienda cuya licencia de construcción fue aprobada por el Ayuntamiento de Outeiro de Rei, aunque actualmente está siendo registrada en Lugo. Su historia es de cine. Ha paseado su caso por ambos consistorios, por el catastro y hasta llegó a pedir, sin éxito, documentación en el Archivo Histórico Provincial.

Por parte de Outeiro de Rei no encontró muchas facilidades y optó por acudir al de Lugo. Cree que es una solución para registrar su vivienda, que entonces pasaría a ser de la parroquia lucense de Tirimol y no de Constante.

Sorpresa

En esta tierra de nadie la sorpresa saltó hace un par de años, a raíz de una denuncia a un particular por un exceso de altura en un muro. Hasta entonces, ningún concello parecía haberse preocupado de solventar un problema que ya denunciaron en repetidas ocasiones algunos vecinos. Otros no, porque tampoco tienen legalizadas sus viviendas.

Ahora, cuando el Concello lucense tramita el Plan Xeral de Ordenación Municipal, muchos propietarios han reconocido sus viviendas unifamiliares en los planos.

Alegaciones

A diez días de que concluya el plazo para presentar alegaciones, la corporación de Outeiro se ha puesto manos a la obra y ha iniciado un expediente de deslinde.

Este Concello, gobernado por el Partido Popular, ha sido testigo del crecimiento industrial y residencial de este municipio rural. Presume de ser, junto con la capital, el único de la zona centro donde aumenta la población. Con normas subsidiarias en vigor, sigue siendo un reclamo para los promotores de viviendas.

A tan sólo cien metros de Eva vive otra vecina que acaba de pagar por primera vez el recibo de la contribución. Abonó cinco años de golpe, pero todo este dinero acabó en las arcas municipales de Outeiro de Rei. Construyó su casa hace siete años y paga aquí la luz, la basura y otros recibos. También reconoce que a pesar de llevar toda la vida trabajando en Lugo «agora estou empadroada aquí e considérome de aquí».

Si los servicios mandan, el Concello de Outeiro recoge la basura y las cartas van dirigidas a éste, pero es el de Lugo el que lleva el transporte urbano hasta esta zona. El verdadero límite está en el alumbrado público: las luces blancas son lucenses y las amarillas, del municipio vecino.

Los límites también mandan en el precio del suelo. En la parte de Outeiro prolifera la construcción de viviendas. Es más fácil y más barato conseguir licencia. Pero realmente ¿qué validez tiene?


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