No hay de qué, amigo peruano. Es cierto que las cumbres iberoamericanas al menos sirven para que se tenga consciencia de que somos una comunidad de naciones hermanas con un mismo pasado, igual que los británicos con su Commonwealth. En mi opinión, si de verdad tuvieramos un monarca católico como antaño, éste debería presidir la sesión y no sentarse como uno más. Hay quien considera que Don Sixto de Borbón Parma (hijo de Don Javier, el último pretendiente carlista y hermano de Don Carlos Hugo, traidor a la Causa) es el abanderado de la Tradición y el legítimo regente, aunque la Comunión Tradicionalista Carlista no lo reconoce como tal. En cualquier caso viaja a menudo a Hispanoamérica y la tiene en gran estima.
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