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Indigenismo peligroso
por María Saavedra
Una introducción a una ideología que está siendo usada, relevando al marxismo, para sustituir los valores de la hispanidad, entendida como la cristiandad encarnada en el mundo hispánico.
La llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia ha desatado muchas lenguas y plumas que se afanan por comprender el fenómeno político del indigenismo.
Las consecuencias que este fenómeno traerá para la vida política y económica de los países iberoamericanos y de los grandes inversores europeos no son todavía fáciles de prever.
No se trata ahora de buscar esas consecuencias, y mucho menos de hacer un análisis político. Mi pretensión es mucho más modesta. Simplemente quiero hacer una cuantas reflexiones desde mi punto de vista de historiadora y apasionada por las culturas prehispánicas de América acerca de lo que estos días está apareciendo continuamente en la prensa.
Precisamente porque admiro muchos de los rasgos de las culturas precolombinas –y de manera especial las que se desarrollaron en la región andina- me resulta duro escuchar el empleo manipulado, sesgado e interesado que se viene haciendo de esas culturas desde los partidos indigenistas.
No voy a entrar en las consecuencias políticas y económicas que puede tener la llegada al poder de estos líderes. Simplemente quiero detenerme en un análisis de algunos aspectos en los que la carga ideológica raya lo grotesco. El problema es que lo grotesco puede convertirse en dramático para aquellos que lo padecen más de cerca.
Orígenes políticos
A pesar de lo que en algunas instancias se quisiera hacer creer, no podemos encontrar el origen de los movimientos indigenistas en tiempos de lo virreinatos, y mucho menos en tiempos de la Independencia de las repúblicas americanas. Su origen ideológico podemos localizarlo a mediados del pasado siglo. La situación de auténtica injusticia en la que vivían sectores de población, en ocasiones mayoritarios, de estos países generó el nacimiento de movimientos a favor de los más desfavorecidos, que en muchos casos coincidían con las comunidades indígenas. La orientación marxista de muchos de estos movimientos hizo que en lugar de buscar fórmulas de conciliación entre los distintos sectores, se abrieran brechas que cada vez sería más difícil cerrar.
Recordemos la actuación política de la que fue nada menos que premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú. Aquel año, que podía haber sido momento de reconciliación histórica y de proyectos comunes entre Europa y América, fue aprovechado por algunas instancias más o menos politizadas para reabrir viejas brechas. Nuevamente se aprovechó la interpretación malévola de la Historia para proclamar falsas consignas a favor de los marginados. Pero flaco favor se hace a nadie cuando se quiebran puentes. Estas ideologías buscan siempre la opción única, que rompe relaciones. No se trata de abrazar a todos pero dando prioridad a los más necesitados: se busca romper para siempre todo vínculo entre el fuerte y el débil, haciendo creer a este que aquel es su enemigo y que esta dialéctica no tiene solución posible.
Al agradecer la recepción del Nobel, Menchú (uno de los personajes más admirados por el actual presidente boliviano), afirmaba:
“Reconforta esta creciente atención, aunque llegue 500 años más tarde, hacia el sufrimiento, la discriminación, la opresión y explotación que nuestros pueblos han sufrido, pero que gracias a su propia cosmovisión y concepción de la vida han logrado resistir y finalmente ver con perspectivas promisorias cómo, de aquellas raíces que se quisieron erradicar, germinan ahora con pujanza esperanzas y representaciones para el futuro” [1] </B>.
Y continúa su discurso haciendo referencia a las manifestaciones de júbilo expresadas pro diferentes organizaciones indígenas del mundo entero ante este premio, que constituye
“el reconocimiento de una deuda de Europa para con los pueblos indígenas americanos; es un llamado a la conciencia de la Humanidad para que se erradiquen las condiciones de marginación que los condenó al coloniaje y a la explotación de los no indígenas; y es un clamor por la vida, la paz, la justicia, la igualdad y hermandad entre los seres humanos”.
Es decir, la relación establecida hace 500 años entre Europa y América es considerada en su totalidad como perjudicial para los pueblos americanos. Nada que reconocer, en el caso de la América española, a los cientos de escuelas, colegios, hospitales, decenas de Universidades, centenares de ciudades fundadas en tierra americana bajo el impulso directo de la Corona española. Y para qué hablar de la imprenta en Indias, de la evangelización, de los cientos de misioneros que arrostraron todo tipo de peligros para llevar a aquellos nativos lo que en España se consideraba el bien más preciado: la luz del Evangelio. Olvidemos el esfuerzo ímprobo que realizaron los misioneros para aprender las lenguas de los indígenas americanos y poder así hacerles más comprensible el dogma.
Los pueblos andinos, tan orgullosos de su pasado prehispánico, ¿olvidan que a pesar de la genialidad que demostraron los incas en política y administración eran pueblos ágrafos? ¿Que fueron los españoles quienes les enseñaron a escribir en la bella y sonora lengua de los quechua y de los aymara?
Aquí se encuentra la raíz de estos movimientos. No la busquemos en tiempos de la colonia, pues solo hallaremos algunos movimientos insurgentes, y muy pocos de ellos se realizaban contra la Corona. Mucho más frecuente era el grito de “Viva el rey, abajo el mal gobierno”, con el que se rebelaban frente a las autoridades delegadas que impedían se cumplieran los verdaderos designios de la Corona para aquellos súbditos americanos.
Y hoy están legando a la lucha política los herederos de aquellos movimientos ideológicos del siglo pasado. La constatación del fracaso de las diferentes propuestas políticas ha logrado que aquellos que podrían haberse quedado en meros agitadores sociales se conviertan en protagonistas de la vida política. El rechazo contra modelos neoliberales que han fracasado en la gestión de estos países y que en muchos casos han generado una política corrupta, es la principal arma de la dialéctica de líderes como Evo Morales.
Por supuesto, la denuncia del sistema pasa por la crítica al que es paradigma de ese sistema neoliberal: los Estados Unidos de Norteamérica, la gran “bestia negra”, el gringo, es sin duda el causante último de todos los males de estos países. Y en sus apreciaciones de los norteamericanos se ponen de manifiesto esas mezclas que tan a menudo se dan, en la que el complejo, el odio y el rencor se hacen compañeros inseparables.
Manipulación histórica
Un análisis del discurso de estos políticos lleva inmediatamente a comprender que se utiliza la verdad pseudo-histórica como arma arrojadiza contra los contendientes en el ruedo de la política. Y empleo el término verdad porque ese es el grave delito de la manipulación histórica: no todo el discurso es falsedad. Se citan hecho que tienen una base real, pero lo que era una realidad puntual se generaliza hasta extremos increíbles, y parece que esos hechos se extienden a lo largo de años, lustros, decenios e incluso siglos. Lo demás, simplemente, se omite.
En España sabemos mucho de las consecuencias que puede producir la manipulación de la historia. Si en torno a algún país se ha tejido consciente y pacientemente una leyenda negra, ese país tiene un nombre: España. Leyenda difundida por los enemigos y alimentada por los propios que, ingenuamente, creen todo lo que se dice más allá del Pirineo.
El discurso de Evo Morales encierra en todas sus variantes una consciente utilización de algunos hechos reales para falsear la visión de la historia del pueblo boliviano. Veamos algunos ejemplos:
Es muy recurrente en su mensaje la mención a “nosotros, los pueblos originarios” de América. ¿De verdad se puede considerar originario a un pueblo porque lleve 25.000 o 30.000 años en una superficie geográfica, y se elimina directamente al que remonta su presencia a 500 años?
¡Estamos hablando de siglos! Entonces, en España, ¿quiénes son los pueblos originarios? ¿Tendríamos que dejarnos gobernar por aquellos que remonten su origen a Tartessos y no hayan recibido la “contaminación” biológica y cultural de Roma?
El Presidente Morales, en su mensaje, engloba toda la etapa española entre dos hechos: la violencia cometida contra los aymaras, a la llegada de los españoles, y la ejecución de Tupac Katari. Todo lo demás se omite. Basta con estas dos referencias para dar una visión global de la presencia española en América.
Leamos las palabras con que Morales hace referencia a estos hechos:
“Quiero decirles, para que sepa la prensa internacional, a los primeros aymaras, quechuas que aprendieron a leer y a escribir, les sacaron los ojos, les cortaron las manos para que nunca más aprendan a leer, escribir” [2]. En cambio, omite muchas otras realidades, como la aparición de la primera obra impresa en Sudamérica: un catecismo escrito en lengua castellana, quechua y aymara, cuya elaboración fue impulsada en el III Concilio Limense por el obispo Santo Toribio de Mogrovejo, de cuya muerte se cumplen ahora 400 años.
Volviendo al discurso de Morales, señalábamos que su peculiar recorrido por la América española se inicia con la violencia ejercida sobre los aymaras y se cierra con la ejecución de Tupac Katari. Es de notar que con esta breve mención, convierte a Tupac Katari en mártir de la lucha indigenista. También aquí se busca la trampa. Este líder indígena fue ejecutado por los gobernantes de la etapa colonial. Pero aclaremos los matices: si bien es cierto que fue ejecutado, lo mismo que su mujer, en circunstancias extremadamente crueles, también es preciso decir que la condena no la recibió por ser indio. Se le condenó por rebelión contra la autoridad del rey, y esta condena siempre se castigaba con la pena capital. Estamos nuevamente ante un caso de verdades manipuladas. No muere por ser indio, muere por ser un rebelde, independientemente de la tonalidad de su piel.
Los “500 años de sufrimiento” padecidos por la población indígena. Introducir en una sola etapa la América española y la vida de la república independiente, visión reduccionista de la historia. ¿Qué tiene que ver la historia del Alto Perú, de la Audiencia de Charcas, con la evolución política de la República de Bolivia a partir de 1825?
Aymaras y quechuas hermanados en una lucha común, fruto de una historia común. Este es uno de los mensajes recurrentes. La elección de Tiahuanaco por Evo Morales como escenario para la “toma de posesión indígena” no pudo ser más acertada. Efectivamente, en aquel enclave tan especial se encuentran referencias religiosas antiquísimas para la población andina. Se trata de un santuario preinca que fue incorporado por los propios incas a su estructura religiosa. Hasta aquí, nada que objetar. Pero esa visión idílica en la que quechuas, aymaras y guaraníes han compartido un pasado armonioso cuya ruptura se dio a raíz de la entrada de los españoles es otra falacia más.
Los incas eran un pueblo de tronco quechua que se instaló en Cuzco no mucho antes de la llegada de los españoles, a comienzos del siglo XIV de nuestra era, e inició desde esa ciudad un proceso de integración del Tahuantinsuyu como no se había conocido antes en el mundo andino. Y ese proceso se realizó, como tantos, a través de la conquista armada. Precisamente uno de los primeros objetivos de los incas será la anexión del territorio de los collas, poblado por gentes del tronco cultural aymara. A partir de ahí, la expansión cobra fuerza y va ganando territorios hacia los cuatro puntos cardinales. Los Incas lograron imponer a todos los pueblos dominados una admirable y compleja red administrativa y política. Funcionaba como perfecta maquinaria que asimilaba todos y cada uno de los habitantes de su imperio. Pero describir aquello como un paraíso… parece cuanto menos una alegre e ilusa fantasía.
Mensaje racista y excluyente</SPAN>
Otro de los elementos preocupantes del discurso de los líderes indigenistas es el fuerte componente racista de sus proclamas. La afirmación de Ollanta Humala acerca de que sólo los “cobrizos” podrán ocupar puestos de importancia en la política del país en caso de que gane las elecciones, no permite una lectura diferente que la xenófoba.
Pero Ollanta, de momento, no es más que un candidato. Mucho más peligroso me parece el discurso que adopta el ya elegido presidente Morales.
En la ceremonia de Tiahuanaco, víspera de su toma de posesión en el Parlamento, ante cerca de cincuenta mil indígenas, realizó una serie de declaraciones que pueden tener consecuencias verdaderamente dramáticas. Terminaba su discurso y no le tembló la voz al proclamar: “Muchas gracias, hermanas y hermanos, esta lucha no se para, esta lucha no termina, en el mundo gobiernan los ricos o gobiernan los pobres [3]</B> ”. Decir esto ante miles de personas que viven en condiciones durísimas de pobreza, que ven correr sus días bajo la amenaza real del hambre, es una cruel imprudencia.
La llamada a la lucha –pese a estar matizada por afirmaciones del mismo dirigente acerca de su búsqueda de reconciliación- nunca es camino para un buen gobernante, que debe contar con el máximo de apoyos a la hora de sacar adelante un país que hoy es el segundo más pobre de toda América, después de Haití.
Toda división excluye, y este carácter excluyente propio del discurso indigenista no puede conducir sino a una fractura social de consecuencias muy difíciles de prever, y que será aún más difícil arreglar cuando el daño ya esté hecho.
El problema es que, frente a la “opción preferencial” por el desfavorecido, se impone la “opción única”. En esa dialéctica es imposible la reconciliación.
Negación de la propia identidad</SPAN>
Un pueblo, igual que una persona, tiene su propia biografía. La biografía de una comunidad constituye su historia y, al igual que la personal trayectoria compone la identidad, la historia de los pueblos marca igualmente su identidad común.
Pues otro de los errores que comete este supuesto indigenismo es el de pretender anular una parte de su historia. Tarea imposible, ciertamente, pero en el intento tratarán de dejar unos cuantos cadáveres por el camino. En este caso, cadáveres con nombre español, y algún que otro político de la etapa republicana, pero estos serán los menos.
Frente al cadáver español se alzan con una inmensa altura, los nombres de personajes que nunca fueron dignos de la talla que se les atribuye. Tal es el caso del Che Guevara, mitificado hasta la paranoia por los seguidores de estos movimientos. Pero claro, ¿qué se puede esperar de quien niega que Cuba hoy padece una dictadura?
El problema es que por mucho que se reniegue de la propia historia, esta ha existido, nos guste o no. Y ha dejado huella en el ser de los pueblos. Negarlo supone abrir el camino a una seria crisis de identidad. ¿Qué sería hoy América si durante tres siglos no hubiera formado parte de la Monarquía Hispánica? Sencillamente, no lo sabemos. Tampoco sabemos qué sería hoy América sin los procesos de integración que se dieron en el Nuevo Mundo antes de la llegada de los españoles, protagonizados por los pueblos más poderosos, de manera especial los conducidos por aztecas e incas.
Pero sí sabemos lo que hoy es América, fruto del paso por aquel continente de múltiples culturas. Fruto de luchas, de conquistas, de encuentros y desencuentros, de mezclas biológicas y culturales. Una América en la que se entienden millones de personas en una lengua común. La Comunidad Iberoamericana de Naciones tiene un soporte común para entenderse, que convive junto a multitud de lenguas en las que aún se comunican las diferentes comunidades.
¿Habrá que recurrir a la “Raza Cósmica” de Vasconcelos? Este escritor mexicano, en su obra publicada en 1925, se dirigía a los americanos hablándoles de la necesidad de que el español de América se sintiera “tan español como los hijos de España”. Y no sentía ninguna admiración por aquellos que habían portado sobre sus sienes la corona española (llama imbécil a Carlos I y pervertido a su hijo Felipe), pero entendía la necesidad de asumir toda la herencia de un pueblo; y esta herencia, asumida y perfeccionada, se proyectaría hacia el futuro, “sin apartarnos de la misión común”, en un ambicioso plan civilizador que tendía por protagonista precisamente a esa América gestadora de una “raza cósmica”, que habría conseguido aunar en su ser lo mejor de las generaciones que intercambiaron experiencias, amores y desamores a lo largo de tantos siglos.
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María Saavedra
www.arbil.org
número 103
[1] Discurso pronunciado el 10 de diciembre de 1992.
[2] Discurso de posesión del Presidente Constitucional de Bolivia, Evo Morales Ayma. La Paz, 22 de enero de 2006
[3] Discurso del Presidente electo de Bolivia, Evo Morales. Tiahuanaco, 21 de enero de 2006
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Re: Indigenismo peligroso
Ollanta es un psicópata, dice que los indígenas peruanos son descendientes de una de las tribus perdidas de Israel y que Dios le habló estando en Jerusalem. No cabe dudas de quienes están detrás de estos cretinos, ¿no es cierto?:no3:
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Re: Indigenismo peligroso
Miren ésto, la Web de los "nacionalistas hebreoincaicos del Tawantisuyo":
http://www.pncdp.com/
¡¡¡DELIRANTES!!!:no1:
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Re: Indigenismo peligroso
Ollanta Humala vota en Lima en medio del caos y los abucheos
Esther Rebollo/ Efe - Lima.-
El favorito para ganar las elecciones presidenciales en Peru, el ex comandante Ollanta Humala, fue sorprendido hoy por decenas de detractores que tomaron el centro donde votó, destrozaron cristales y le arrojaron objetos.
http://external.cache.el-mundo.net/a..._albumes_0.jpg
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En una situación de caos total, Humala tuvo que ser protegido por los observadores internacionales y las fuerzas de seguridad, y tardó casi dos horas en salir de la Universidad Ricardo Palma, donde acudió a votar acompañado de su esposa, Nadine Heredia.
Si la entrada al centro de votación fue caótica, la situación se tornó peor cuando la pareja se dispuso a abandonar la Universidad, situada en el barrio de Surco, habitado en su mayoría por limeños de clase media y alta. Piedras y botellas fueron algunos de los contundentes objetos que arrojaron sus detractores contra el nacionalista Humala, de 43 años, quien abandonó el lugar literalmente abrazado a un agente de seguridad, en medio de gritos de "asesino, asesino".
Un contingente de militares y policías antimotines acudió, casi una hora después de la llegada de Humala, y organizó un cordón de seguridad que permitió la salida del candidato del partido Unión por el Perú (UPP), entre empujones y golpes de la multitud. El escenario fue calificado de "lamentable" y "antidemocrático" por los medios peruanos, que denunciaron la falta de respeto por el proceso electoral e hicieron un llamamiento a la calma.
El jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Lloyd Axworthy, estuvo en todo momento junto a Humala, mientras que un grupo de funcionarios de este organismo lo custodió hasta que se resolvió la situación.
El ex comandante del Ejército fue acusado durante la campaña de violar los derechos humanos cuando dirigió, en 1992, una base antiterrorista en la selva peruana, lo que él ha negado de forma reiterada.
Estas denuncias, sin embargo, no han impedido que Humala llegue como líder en los sondeos de intención de voto a las presidenciales. Aun así, no se vaticina un claro vencedor dado el estrecho margen que mantiene Humala con los otros dos principales candidatos: la conservadora Lourdes Flores y el ex presidente Alan García (1985-1990).
Antes de votar, Humala dijo sentirse "emocionado" por ser la primera vez que ejerce su derecho al sufragio, después de que el año pasado se aprobara una ley que permite el voto a los militares y policías.
El primero de los candidatos en votar fue Alan García, quien tras un desayuno previo con su familia, al que invitó a la prensa, sufragó en el barrio limeño de Miraflores.
García confió en que Perú pueda "aprovechar las circunstancias internacionales de bonanza y desarrollo", que espera se mantengan "en los siguientes cinco años".
La conservadora Lourdes Flores depositó su voto en la facultad de Derecho de la Universidad Garcilaso de la Vega, en el exclusivo barrio de San Isidro, y condenó la situación de violencia creada durante la votación de su principal rival, Ollanta Humala.
"Perú necesita que la fiesta de hoy sea de paz y armonía, esos gestos no son buenos de ninguna manera. Espero que no haya más incidentes a lo largo del día", recalcó la candidata.
Por su lado, el presidente del país, Alejandro Toledo pidió, al emitir su voto, respeto a los resultados electorales porque todo se desarrolla "con la completa transparencia", al resaltar la presencia de alrededor de 200 observadores internacionales.
Toledo ejerció su obligación ciudadana en el colegio Cristo Salvador de Surco, muy cerca de Humala y prácticamente al mismo tiempo, pero en un ambiente de tranquilidad que contrastó con el caos vivido durante el sufragio del líder nacionalista.
Más de 16,4 millones de peruanos están convocados para elegir al presidente de su país, dos vicepresidentes, 120 miembros del Congreso y 15 representantes para el Parlamento Andino.
Las mesas de sufragio estarán abiertas hasta las 16.00 hora local (21.00 GMT) y posteriormente se conocerán los sondeos privados a pie de urna, mientras que los primeros resultados oficiales se difundirán antes de las 20.00 hora local (01.00 GMT).
www.larazon.es
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Re: Indigenismo peligroso
Querido Adolpo, si bien Ollanta es un demente de marca mayor, que yo sepa nunca ha estado en Jerusalén (prefiere Miami y sus call girls), ni cree en Dios, ni sabe nada de las tribus perdidas de Israel...Ese partido nacionalista del Tawantinsuyo es la creación de algún lunático muchísimo menos peligroso que la Pesadilla del PNP.
Sobre el irracionalismo indigenista, da mucho que hablar, lo cierto es que esa amenaza se ha convertido en el Perú en un engendro sui generis de cholismo (es decir una reivindicación ya no de la población campesina indígena, sino de los sectores indígenas aculturados y mestizos migrantes en las ciudades, recordemos que la mayoría del país es urbana) militarista y vinculado a los intereses del narcotráfico y de Chávez, quien es una maldicíón para nuestro querido subcontinente.
Es interesante traer a la memoria una encuesta que indicaba que la mayoría de los electores de Humala, manifestaron que de haberse presentado Fujimori, le hubieran dado su voto...
Como vemos, antes que afanes claramente reivindicativos y étnicos --que los hay también, especialmente en las zonas aymaras del Sureste-- primó el deseo en sectores populares de una especie de mano dura, militar, populista, regalona, una especie de Gran Padre Castigador y Dadivoso, no importando si sea este liberal-conservador o populista...
OMNIA INSTAURARE IN CHRISTO
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Re: Indigenismo peligroso
De hecho amigo Adolpo yo pegué acá una noticia deL Diario " Expreso " que relacionaba claramente a Humala con los sionistas afincados en el Perú.....
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Re: Indigenismo peligroso
Sanchezzzz, ¿de dónde salieron esos tipos y de dónde salió esa información sobre Ollanta en Jerusalén?. Saludos, un gusto verlo de vuelta por el foro.
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Re: Indigenismo peligroso
Al parecer de una página antihumalista que después fue citada por muchas otras, entre ellas las del movimiento Acción Chilena.
El "partido nacionalista del tahuantinsuyo" siempre mencionaba aquellas frases sobre la restauración de Israel y las visiones en Jerusalén, que supuestamente le ocurrieron al personaje que fundó el partido, creó la página web y al parecer es su único militante también. En su página web, a medida que el Gran Cabrón empezaba a crecer en las encuestas, puso como mascarón de proa la horrible foto del Comandante que conocemos.
La muchachada de Acción Chilena, de páginas antihumalistas peruanas, etc..., aprovechó para realizar la asociación.
OMNIA INSTAURARE IN CHRISTO
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Re: Indigenismo peligroso
Fervor homicida
De vuelta a nuestras raíces con hechos atroces
Enrique Serna
domingo, 13 de mayo de 2012 | 00:10
Archivo adjunto 6691
ENRIQUE SERNA. El autor es narrador y ensayista. Su novela más reciente es “La sangre erguida”, publicada por Seix Barral (FOTO: archivo EL UNIVERSAL )
En diciembre del año pasado, al término de una charla en una preparatoria de la Universidad Autónoma de Puebla, una maestra joven me contó que en su clase de Historia de México, los alumnos escenifican sacrificios humanos y para dar mayor realismo al montaje teatral, fingen arrancar a la víctima un corazón de res que el sacerdote alza al cielo con un gesto solemne.
Le pregunté si con esa cruenta pantomima buscaba infundirles horror a los sacrificios, pero ella, ferviente indigenista, y criada en una familia donde se habla náhuatl, me dijo que buscaba justamente lo contrario: enorgullecerlos de sus raíces. “Podrías lograr lo mismo dándoles a leer los poemas de Netzahualcóyotl o explicándoles la cosmogonía maya —respondí perplejo—. Nadie se puede sentir orgulloso de los crímenes de sus ancestros”. La maestra no dio su brazo a torcer: ella veneraba todo el pasado indígena, incluyendo las atrocidades del Estado teocrático azteca, y consideraba que frente al racismo de los poderes mediáticos, que inducen al mexicano al autodesprecio, la educación pública debía eximirse de condenar y satanizar las religiones prehispánicas.
¿De dónde han sacado esas ideas algunos profesores de historia? Supongo que los antropólogos de renombre ponen a circular tesis enaltecedoras del pasado indígena que luego son malinterpretadas y convertidas en vulgata por maestros con pocas luces. Llevado a sus extremos, el respeto a los “usos y costumbres” de los pueblos indígenas, víctimas de todas las injusticias, y por lo tanto, objetos de compasión, termina convertido en justificación de la barbarie. Pero me temo que la guerra delincuencial de los últimos años, la impunidad de los sicarios, la sucesión casi rutinaria de matanzas y decapitaciones, han abonado el terreno para este brote de tolerancia a los sacrificios humanos. Como la vida del prójimo está perdiendo valor, la tentación de sacralizar la orgía de sangre ha vuelto a anidar en el alma de algunos fanáticos excluidos de la modernidad, que al parecer añoran los tiempos de la guerra florida, cuando los prisioneros eran ejecutados para complacer a un dios egoísta.
En los primeros días de abril, la policía de Sonora arrestó en Nacozari de García, un pueblo cercano a Hermosillo, a un grupo de fanáticos que degollaban niños para ofrecer su sangre a la Santa Muerte. “Al investigarse el miércoles la desaparición del niño Jesús Octavio Martínez Yáñez, de 10 años, la policía local y agentes estatales investigadores descubrieron que el menor había sido sacrificado por sus propios familiares. Las autoridades descubrieron los sacrificios humanos cometidos de 2009 a la fecha por este grupo después que otros parientes ajenos a la secta comenzaron a sospechar que algo raro ocurría con varios integrantes de su familia (El Imparcial on line, 6 de abril, 2012). Que yo recuerde, ningún analista político comentó la noticia, y a los dos o tres días quedó eclipsada por crímenes de mayor calado.
En México ya no es noticia una matanza de menos de 25 personas, y la secta de Nacozari sólo había cobrado ocho víctimas. Pero si hacemos a un lado ese criterio cuantitativo que tiende a banalizar las tragedias cotidianas, los sacrificios humanos descubiertos en Sonora son un foco rojo al que deberíamos prestar mayor atención. El culto de la Santa Muerte nació apenas hace unas décadas, pero sólo un ciego puede negar su aire de familia con las viejas idolatrías. Si los sicarios han renovado la tradición del zompantli, que consistía en decapitar a las víctimas de los sacrificios humanos y conservar sus cabezas a la vista del público en una especie de empalizada, es natural que los feligreses más devotos de la Santa Muerte, la patrona del hampa, pretendan sacralizar el asesinato y darle un valor ritual.
En la actualidad hay un movimiento de reivindicación de las religiones prehispánicas que trata de reciclar sus símbolos esotéricos. Las multitudes que van a la ceremonia del solsticio en Teotihuacan para llenarse de energía espiritual representan el lado amable y risueño de nuestra herencia indígena. Pero junto con ese rescate de las antiguas creencias hay una corriente subterránea de fervor homicida que nunca murió del todo, y ahora está saliendo a la superficie. Cuanto más se hunda la educación pública más peligrosa será. Lo peor es que en vez de pararla en seco, algunos mexicanistas aturdidos por el rencor social o el celo ideológico la están viendo crecer con una mezcla de morbo y fascinación.
Fuente:
Domingo - El Universal
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Re: Indigenismo peligroso
viernes, 3 de enero de 2014
El indigenismo
http://2.bp.blogspot.com/-qj7nOCYPG6...-301019938.jpg
Por Fernando Trujillo
Había querido abordar este tema desde hace tiempo pero por diversos motivos tuve que posponerlo, este tema es muy delicado y suele confundirse el rechazo al indigenismo con el racismo, el “eurocentrismo” o el malinchismo—termino mexicano que deriva de la Malinche y significa preferencia por lo extranjero—no dudo que usen algunos de estos términos para atacar mi artículo o mi persona pero es una consecuencia lógica de abordar estos temas desde un punto de vista crítico.
El indigenismo es una corriente ideológica que idealiza a las culturas amerindias con lo armónico, lo puro y la armonía con el universo mientras que ve la herencia europea como malo, lo peor y fuente de toda calamidades y desgracias para los pueblos originarios—termino que voy a destrozar más adelante—el indigenismo entonces se reduce a culpar de todos los problemas socioeconómicos actuales y culturales a la herencia europea, así de sencillo, así de simplista.
América Hispana es una unión entre el elemento nativo, indígena y el elemento hispánico, europeo, el indigenismo es en este sentido desunión, separatismo, fomentar el odio, el populismo y el rencor. Los indigenistas tienen un profundo odio hacia el legado y sangre europea mientras que tergiversan el pasado prehispánico como una era idílica de felicidad y armonía. El indigenista impulsa en la mente de los nativos la mentalidad del perdedor, es decir el eterno victimismo, el “fuimos conquistados”, el “pueblo oprimido” lo cual es un obstáculo para el avance de un pueblo.
Este victimismo político es la base principal de la corriente indigenista, culpar a los otros del atraso cultural y social en vez de aceptar responsabilidades como pueblo y buscar soluciones. Los indigenistas piden derechos tal cual limosnero pero no están dispuestos a luchar por ellos ni a aceptar responsabilidades, para ellos la ideología indigenista es un arma populista para poder tener derechos y privilegios gratis por encima del resto de la población. En este sentido el indigenismo es el equivalente del white supremacy y el black power de los Estados Unidos, la supremacía de un solo grupo sobre los demás.
Irónicamente los principales ideólogos de esta corriente son descendientes directos de españoles como Eduardo Galeano, Eduardo del Rio “Rius” Paco Ignacio Taibo II y el mismo subcomandante Marcos descendiente de europeos y proveniente de una familia de clase alta. Todos ellos tergiversadores de la historia, promotores del odio hacia una parte de nuestra herencia.
Muchos indigenistas son jóvenes de clase alta, de escuelas privadas sin una gota de sangre indígena pero que se unen a la causa por moda, por pose social y por ignorancia por supuesto. Entonces podríamos considerar al indigenismo no solo un absurdo sino también parte de la gran corriente del marximo cultural que predomina en occidente.
Dejemos en claro que toda conquista surge por medio de la guerra, del derramamiento de sangre, los europeos conquistaron de la misma manera en la que los aztecas conquistaron y sometieron a otros pueblos. Es la naturaleza humana que cuando dos razas se encuentran comienza una lucha por conquistar y sobrevivir.
Dejemos en claro también que si los españoles no hubieran llegado a México hubieran llegado entonces los británicos o los holandeses, incluso—dejando volar la imaginación—pudieron haber llegado los otomanos y entonces la población indígena si hubiera sido exterminada, si hubiera habido genocidios y esclavitud. Ahora en el caso de México la historia oficial y los indigenistas afirman que los españoles—a los que tachan de ladrones y borrachos—debido a su arsenal más avanzado derrotaron a los aztecas. ¿En realidad se puede a llegar a creer tamaña ridiculez? Según las descripciones los españoles que llegaron con Cortes eran ladrones, piratas, prisioneros y borrachos que derrotaron a un pueblo noble y valiente. Para empezar si fuera cierto eso no hablaría muy bien de los aztecas, para continuar el Reino de España no permitía que prisioneros y personas con antecedentes criminales viajaran al Nuevo Mundo por lo que esa tesis está más que desechada.
En cuanto a lo del “arsenal avanzado”, unos cuantos mosquetes y unos cuantos cañones no van a derrotar a ningún imperio, eso está fuera de toda lógica.
Lo cierto es que Cortes formo alianza con otros pueblos indígenas como los tlaxcaltecas para acabar con la tiranía de los aztecas, estos pueblos estaban hartos de la esclavitud, el terror y los horrendos sacrificios humanos a los que eran sometidos por lo que se unieron a los españoles en su lucha por derrocar la tiranía, viéndolo de este modo más que una guerra de conquista fue una autentica lucha de independencia en la que españoles e indígenas pelearon juntos para derrocar a los tiranos.
Ahora contrario a lo que la leyenda negra dice, los españoles no prohibieron las culturas autóctonas, más bien aprendieron las lenguas indígenas e hicieron posible que se mantuvieran hasta nuestros días al escribir la gramática de decenas de lenguas indígenas para que no se perdieran, sobre las costumbres y danzas muchas de ellas han llegado intactas hasta nuestros días aunque algunas han tenido influencia hispánica. Algo que los “historiadores” indigenistas nunca mencionan.
En México los españoles respetaron las comunidades indígenas con sus tradiciones y su propia forma de gobierno algo que cuando la republica llego entonces fueron asimiladas, se les quito derechos e incluso se les extermino. Juárez al que los indigenistas e izquierdistas tanto veneran fue de los que más persiguió y empobreció a los indígenas.
La gran mayoría de las patrañas y absurdos indigenistas se pueden encontrar en el libro “Las Venas Abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano, libro que puede ser considerado la Biblia indigenista y que Hugo Chávez uso como panfleto político, básicamente para ser un indigenista fanático se tiene que leer este libro.
El libro de Galeano está escrito con odio, absurdos y en donde todo lo malo viene de Europa mientras que América era un paraíso utópico, toda la historia de América es vista desde un punto de vista simplista, poniendo un dualismo absurdo de españoles malos y nativos buenos.
En América antes de la llegada de los españoles no se “veneraba al sol, la luna, la tierra y la lluvia que moja”, se veneran a dioses con sus respectivos cultos, con su sacerdocio que exigía sacrificios humanos. Los aztecas esclavizaban a otros pueblos, ofrecían brutales sacrificios de sangre y antropofagia. Las civilizaciones prehispánicas estaban en constantes guerras y la gran mayoría ya estaban en una decadencia moral y cultural cuando los españoles llegaron.
Dejemos de ver el pasado precolombino como algo idílico y veámoslo como fue, con su grandeza y su caída, con sus cosas maravillosas y sus horrores. Con su sabiduría y su tiranía. La historia de los pueblos de América no fue un cuento de hadas, no fue una utopía, esa ridícula idealización ha entorpecido el trabajo del historiador y ha puesto un muro para evitar conocer la realidad de nuestra historia.
El concepto de pueblos originarios resulta bastante absurdo ¿Quiénes son los pueblos originarios? ¿Los indígenas? Si vemos la teoría del estrecho de Bering, los antepasados asiáticos de los indígenas llegaron hasta ese continente, lo que no los haría un pueblo originario. Ahora los indios son poblaciones preexistentes a la idea de América, el pueblo que le da origen a esta idea es España y en menor medida Portugal. Los pueblos originarios no es un concepto limitado a los indígenas, somos nosotros los descendientes de españoles, los criollos también somos pueblos originarios, nuestra gente trabajo aquí, prospero aquí, lucho por esta tierra también. (Para saber más de este tema recomiendo leer ampliamente el articulo Cuestionando el concepto de “Pueblos originarios” de Alberto Buela)
Los pueblos originarios de América son los criollos que la levantaron y que la hicieron prosperar, los indigenistas limitan el concepto a su propia idea sin contar con los demás o simplemente considerándolos invasores.
El odio de los indigenistas les impiden ver los aportes de otros pueblos, ellos manifiestan un feroz racismo contra todo lo que no cuadre en su limitada visión del mundo.
Si América Hispana quiere salir adelante como unidad política y nacional es tiempo de aceptar nuestra identidad no como indígenas ni como españoles, sino como criollos, como hispanoparlantes.
La dictadura indigenista tanto cultural como política impide descubrir e investigar sobre nuestra herencia criolla, cualquier indicio de querer estudiar esto será ligada al racismo y a un supuesto eurocentrismo.
Investigar sobre nuestra historia, sentirse orgulloso de ser descendiente de criollos y sentirse más ligado a tu identidad europea no es racismo, es orgullo, no tenemos por qué pedir perdón por nuestra sangre ni por lo que nuestros antepasados hayan hecho, no tenemos por qué sentirnos atemorizados por la dictadura de lo políticamente correcto.
Hay que derrumbar la leyenda negra anti-española que nos impide amar e investigar sobre parte de nuestra historia y desentrañándola veremos quienes fueron los artífices de este nefasto mito. Aquellos que fueron expulsados de España y se fueron a Holanda en donde fundaron varios negocios, más tarde financiaron la revuelta de Cromwell y se instauraron en Inglaterra. La leyenda negra es su venganza.
El indigenismo con su populismo ha sumido en la ignorancia y la pobreza a los mismos pueblos que dice ayudar, ha creado a líderes socialistas que se erigen como caciques sobre las poblaciones, ha ido deteniendo su progreso y aumentado su pobreza y ante todo ello culpan a la herencia española.
Es tiempo de que dejemos de culpar de todos nuestros males a otras naciones, debemos aceptar responsabilidades como pueblo, luchar por salir adelante y terminar de una vez por todas con esa mentalidad del perdedor.
Somos la mezcla de dos culturas, la unión entre los mejores elementos culturares de dos grandes potencias, el indigenismo es separatismo, es hacernos sentir incompletos como sociedad y es sobre todo odio.
Podemos concluir este articulo con las palabras de Miguel León-Portilla máxima autoridad en temas prehispánicos de México: “Si un mexicano odia lo español, se odia así mismo”
Si superamos las divisiones y el indigenismo entonces avanzaremos como pueblo.
Enero 2014
Fuente:
Imaginacion al poder: El indigenismo
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Re: Indigenismo peligroso
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Mexispano
Irónicamente los principales ideólogos de esta corriente son descendientes directos de españoles como Eduardo Galeano, Eduardo del Rio “Rius” Paco Ignacio Taibo II y el mismo subcomandante Marcos descendiente de europeos y proveniente de una familia de clase alta. Todos ellos tergiversadores de la historia, promotores del odio hacia una parte de nuestra herencia.
Muchos indigenistas son jóvenes de clase alta, de escuelas privadas sin una gota de sangre indígena pero que se unen a la causa por moda, por pose social y por ignorancia por supuesto. Entonces podríamos considerar al indigenismo no solo un absurdo sino también parte de la gran corriente del marximo cultural que predomina en occidente.
O de irlandeses como el psicoanalista "querandí" Pacho 'Donnell, devenido en historiador "nac&pop":toyfeliz::
Cita:
"Cabe reivindicar la lucidez de nuestros antepasados ame*ricanos, los querandíes, quienes no dudaron de que esos in*trusos tan impresionantes no podían ser sino enemigos".
Libros de Pacho O'Donnell.
Este tipo es el clásico "pijo-progre". Galeano siempre usó el apellido materno porque el paterno es inglés... Y los compinches de Pacho son "originarios" como Felipe Pigna (típico ítalo-argentino) y Víctor Ramos (hijo del famoso "Colorado Ramos"), mezcla de español, judío ruso y alemán:D.
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Re: Indigenismo peligroso
Cita:
Iniciado por
Erasmus
O de irlandeses como el psicoanalista "querandí" Pacho 'Donnell, devenido en historiador "nac&pop":toyfeliz::
Libros de Pacho O'Donnell.
Este tipo es el clásico "pijo-progre". Galeano siempre usó el apellido materno porque el paterno es inglés... Y los compinches de Pacho son "originarios" como Felipe Pigna (típico ítalo-argentino) y Víctor Ramos (hijo del famoso
"Colorado Ramos"), mezcla de español, judío ruso y alemán:D.
Uno de los máximos propagandistas de la leyenda negra aquí en México (y tengo entendido que en varias partes de Hispanoamérica) es precisamente un judio, mencionado por el autor que cité en mi comentario anterior.
Eduardo del Río alias Rius
https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.n...37155382_o.jpg
http://www.publimetro.com.mx/_intern...caturista.jpeg
Solamente hay que leer alguno de sus libritos para checar toda su verborrea anticatólica y por ende antiespañola.
Obviamente muchos de los datos que se han puesto en este foro sobre el pensamiento y las acciones de sus hermanos de raza, este tipo no los va a exponer. Como por ejemplo la manera tan bella en la que KISSEL MORDEKAY y el CHE GUEVARA (a quienes por cierto les dedicó sus respectivos libritos) se expresaban de los mexicanos.
Marx y Engels contra Mxico
Cuba: Che Guevara: Por La Boca Muere El Pez
Ni tampoco nada de lo que hicieron durante el virreinato.
http://hispanismo.org/historia-y-ant...-espana-4.html
Y como buen judio es comunista.
;)
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Re: Indigenismo peligroso
Un caso curioso es el de Jorge Ledesma, un médico y escritor quichuista e indigenista que, en cierta forma, es más coherente que todos estos tíos porque no se limita sólamente a atacar a la Conquista española sino a toda la civilización occidental (para él la sociedad ideal era la incaica) y a la tecnología. Es tan coherente que casi no hay información suya en Internet, salvo en los catálogos de bibliotecas municipales donde figuran sus libros. Por otra parte es "políticamente incorrecto" ya que está fichado como homófobo, en su libro "La Luz Gay. Homosexualidad, regulación demográfica y decadencia de la cultura" señala que la homosexualidad es una de las lacras del Occidente decadente junto al rock, los aparatos, las ideologías (marxismo incluído) y el cristianismo que se diseminaron en este maravilloso continente desde que llegó el "invasor". En este libro incluye una larga lista de personajes notables de nuestra cultura que fueron homosexuales, locos, alcohólicos o drogadictos.
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Re: Indigenismo peligroso
Aunque yo cuestionaría lo que dice sobre los criollos que “lucharon por nuestra libertad” el resto artículo es muy bueno.
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Breve sobre indios e indigenistas
por Alberto Buela
Deshaciendo tópicos sobre los indígenas en Sudamérica
Ya empezamos mal hablando de indios cuando lo políticamente correcto es hablar de aborígenes, término que viene del sufijo latino ab que indica procedencia, más el sustantivo origo-inis que significa origen, nacimiento. Cuando decimos aborigen nos queremos referir a alguien originario del suelo donde vive.
Aparece aquí la primera contradicción los indigenistas que se auto titulan con un término del latín como aborigen, en lugar del indio que es mucho más genuino y originario. Es verdad que nació de un error de Colón, pero eso es todo, no existió una manipulación ex profesa del término, como ocurrió y ocurre con el de aborigen.
Ahora bien en el caso de los aborígenes de la Patagonia y de la Pampa argentina no son originarios para nada, eso no es cierto, es una falsedad de toda falsedad. Los que hoy se denominan mapuches son un cuento, son un bluff, lo decimos en inglés porque la oficina política de estos “indios” está en Londres. Ellos llegan a La Pampa a partir de 1770 y eran pehuenches de Ranquil (hoy Chile) y se instalan en pleno cladenar (montes del Caldén) de la Pampa central, llamada también Mamil Mapu (país del monte). Vemos como estos indios son menos originarios que los criollos viejos de la Pampa. Y en la Patagonia, cuando invadieron por esa misma época, mataron a los tehuelches sus verdaderos habitantes originarios.
Sobre este tema se puede consultar el excelente artículo de Fredy Carbano Julio Argentino Roca y la gran mentira mapuche que está en Internet.
Es sabido que hoy día uno de los temas y asuntos más aprovechados políticamente por el progresismo, tanto de izquierda como liberal, es el del indigenismo.
No existe prácticamente ningún gobernante- nacional o provincial- de Nuestra América que no cante loas al mundo precolombino, a los indios, a los autóctonos, a los pueblos originarios.
Ni que decir de los militantes políticos del progresismo y los intelectuales del pensamiento único, el tema está comprado en bloque. Es como si una voz de orden venida del imperialismo yanqui dijera: “Así como para nosotros el único indio que vale es el indio muerto, para Uds. lo único valioso es: que todos sean o se declaren indios”.
Para apoyar este principio de dominación política y cultural nos han vendido, y nuestra intelligensia ha comparado, la teoría del multiculturalismo que hace pedazos la poca unidad nacional que hemos logrado luego de 500 años de existencia. Esta teoría ruin se expresa en el apotegma: la minorías tienen derechos por el sólo hecho de ser minorías, tenga o no algún valor lo suyo.
¿Y la voluntad de las mayorías? Solo sirve para convalidar en el momento de votar a la élite ilustrada que gobernará para las minorías, llámense grupos concentrados de la economía (Etztain, Grobocopatel, Mildin, Werthein), de la cultura (gays, lesbianas, bisexuales, homosexuales), de la farándula mediática (Leuco, Eliaschev, Sofovich, Gelblung), del pensamiento (Feimann, Forster, Kovaldof, Abraham). Gringos de la peor laya que viven esquilmando a nuestros pueblos bajo la mascarada democrática de servirlos
Y así como es políticamente correcto criticar a los fumadores y a los cazadores de ciervos, por el contrario, es políticamente incorrecto criticar a cualquiera de las mil variantes del indigenismo americano.
La crítica al indigenismo inmediatamente nos demoniza, porque el indigenismo es un mecanismo más de dominación del imperialismo y como tal funciona. Su verborrea criminaliza a quien se opone. Su lenguaje busca despertar sentimientos primarios a dos puntas: se presentan como víctimas y criminaliza a quienes se le oponen o ponen simplemente reparos.
Lo grave del indigenismo es que en nombre de las falsas razones de origen que dan ellos, nos quitan, al menos a los criollos americanos, nuestro lugar de origen. Y nosotros los criollos bajo la firma de gauchos, huasos, cholos, montuvios, jíbaros, ladinos, gaúchos, borinqueños, charros o llaneros somos lo mejor, el producto más original que dio América al mundo. Ya lo decía Bolivar sobre él mismo: ni tan español ni tan indio.
Es este mundo criollo que dio el barroco americano y que peleó por la independencia y libertad de nuestros pueblos. Este mundo criollo que tuvo sus mejores frutos intelectuales en la universidad de Chiquisaca, llamada La Plata, Charcas y hoy Sucre. ¿O por qué se piensan que Bolivia, así pobre y desmantelada como la vemos, ha sido la que mayor cantidad de pensadores nacionales hispanoamericanos ha dado en el siglo XX? Porque funciona sobre una matriz de pensamiento que tiene medio milenio.
Qué es ser criollo sino la mejor forma de sentir lo nuestro, lo propio, lo auténtico. No es necesario andar vestido de gaucho, huaso o llanero, ni tener diez generaciones de americanos. Criollo puede ser un bancario, y un plomero, un cura o un médico, un rico o un pobre, el inmigrante italiano o alemán, el turco o el judío. Lo criollo es la captación del valor de lo genuino en nosotros. La valoración del modo gaucho de vida con sus costumbres y tradiciones. No porque nos vistamos de gauchos vamos a ser más criollos, yo conozco tantos gauchos de tienda . Hace muchos años, Juan Carlos Neyra, el padre del Colorado Neyra, escribió: Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por eso que lo gaucho es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo digan de vos. 1
Hace unos días escribió Solíz Rada desde Bolivia un brillante artículo El canciller y las hormigas donde el canciller de su país afirma: “ para nosotros los indios están primero las mariposas y las hormigas y en último lugar está el hombre. A lo que comenta Solíz: Lo inaceptable es separar la preservación de la Madre Tierra de la defensa del género humano. Recuérdese que los nazis también pensaban que judíos y gitanos valían menos que hormigas y bacterias.” Lo postulado por su canciller viene a coincidir con los planes de John Rokeffeller III de control de la natalidad de los países del tercer mundo.
El historiador y amigo chileno Pedro Godoy nos dice: “Chile no escapa del plan desmembrador. Modas primermundistas nos contaminan: tatuajes, grafitis, piercing, swingers, punkies… Ahora adquiere fuerza otra: los indigenistas bajo el grito “cada etnia una nación” ¡Inquietante!. Los asesores rubios de esta campaña motorizan, hoy como ayer, la leyenda negra. Aportan así a acentuar nuestra crisis de identidad”
La instrumentación política que está detrás del indigenismo la hace notar muy bien Félix Rodríguez Trelles cuando afirma: “ Los mal llamados "originarios" son el brazo de la quinta columna interior. El experimento imperial ha logrado un éxito notable al controlar Bolivia con el cocalero manejado desde atrás por García Linera (el Cohn-Bendit boliviano), y acechan con fuerza en Ecuador (no es casual que a Correa los "originarios" lo ataquen cuando repudia la deuda externa)” (cfr. En Internet su artículo Los pueblos originarios: una operación de pizas).
Tanto Andrés Solíz Rada como Pedro Godoy, dos hombres de la izquierda nacional suramericana, como Trelles un hombre del peronismo genuino, quieren poner el acento y distinguir entre la existencia y primacía de la identidad de la comunidad política de origen (aquella que nos da el Estado-nación al que pertenecemos) y una identidad adquirida o secundaria que es la que cada uno puede darse o crearse por estudio o convicciones (comunidad mapuche, gaucha, gringa, judía o árabe). Si no tenemos en cuenta esta distinción política fundamental caemos en el error todos los separatismos.
Y así todo suma y sigue, y podríamos poner mil ejemplos.
De este indigenismo se desprende la primera mentira mayúscula: la matanza de indios que realizaron los españoles fue de 120 millones según Escarrá Malavé, presidente de la comisión de relaciones exteriores del Congreso de Venezuela, de ahí que Chávez hable equivocadamente de “holocausto aborigen”. De 70 millones según el sociólogo brasileño Darcy Ribeiro y así siguen los números más inverosímiles. Pero estas cifras son solo suposiciones artificiosas teñidas por el odio a España y lo español producto de la “leyenda negra” creada por las oficinas políticas de Holanda e Inglaterra.
El filósofo e historiador mejicano José Vasconcelos, nada hispanista, hace constar en su Breve historia de México que no había más de seis millones de indios en todo el norte de América, tesis que años después convalidarían las investigaciones del antropólogo W. Denevan. Mientras que don Angel Rosemblat, profesor de historia de América colonial y nada sospechoso de prohispanismo, estimó una población a la llegada de Colón de trece millones y medio para toda América. La que disminuyó en gran parte no por las matanzas, que ciertamente las hubo sobre todo en los primeros treinta años de la conquista, pero ni por asomo con la magnitud que se les otorga, sino por las epidemias que los españoles trajeron: gripe, viruela, sífilis, etc.
Angel Rosemblat nació en Polonia en 1902 en el seno de una familia judía y llegó a Buenos Aires a los seis años, realizó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires, se perfeccionó en Europa y en 1946 se afincó en Venezuela contratado por ese gran pensador venezolano que fue Mariano Picón Salas, y allí murió en 1984. Este filólogo y antropólogo cultural se destacó por su continuado trabajo de treinta años sobre el tema de la población originaria de América a la llegada de Colón y en un libro memorable que tiene muchas ediciones La población de América en 1492. Viejos y nuevos cálculos, FCE, México, 1967.
Afirma Pierre Chaunu, historiador francés y protestante, el mayor revisionista de la Revolución Francesa junto con Francois Furet, escribe: “La leyenda antihispánica en su versión norteamericana (la europea hace hincapié sobre todo en la Inquisición) ha desempeñado el saludable papel de válvula de escape. La pretendida matanza de los indios por parte de los españoles en el siglo XVI encubrió la matanza norteamericana de la frontera Oeste, que tuvo lugar en el siglo XIX. La América protestante logró librarse de este modo de su crimen lanzándolo de nuevo sobre la América católica. ”
La tenaz y reiterativa acusación de genocidio a los españoles por parte de los indigenistas contrasta con el silencio sobre uno de los episodios más terribles y duraderos, la matanza y explotación de indios y negros por parte de las oligarquías americanas ilustradas luego de la independencia. Así durante casi todo el siglo XIX las oligarquías locales masónicas y liberales bajo régimen de esclavitud hicieron desaparecer pueblos enteros como los charrúas en Uruguay, los mayas en México y varias etnias en el Brasil amazónico.
Nosotros al no ser antropólogos culturales, sólo conocemos tres trabajos serios sobre el tema en Argentina: a) los de Ernesto Sánchez Ance para el área norte del país. b) el libro del antropólogo Jorge Fernández C., fallecido hace unos años, titulado Historia de los indios ranqueles, Bs.As. Ed. Inst.Nac.Antropología y Pensamiento Americano, 1998, en donde con lujo de detalles desarma el mito de los indios pampas o ranqueles como originarios, sino que llegaron a La Pampa en 1770 corridos de Chile por los españoles y vivieron allí, gracias a la industria sin chimeneas –el malón y el cautivaje - hasta 1879, cuando cae Baigorrita, su último cacique. c) el libro de P. Meinrado Hux: Memorias de un ex cautivo Santiago Avendaño, Bs.As. Ed. Elefante Blanco, 1999. En donde se muestra palmariamente cómo era la tan mentada cultura indígena, con sus sacrificios humanos y el desollar viva a la gente.
Invitamos a los que quieran profundizar, a leer estos trabajos que están al alcance de todos.
·- ·-· -······-·
Alberto Buela
1 Neyra, JC: Introducción criolla al Martín Fierro, Huemul. BsAs., 1979
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Fuente:
Arbil, nº125 Breve sobre indios e indigenistas
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Re: Indigenismo peligroso
Cita:
Iniciado por
Erasmus
Un caso curioso es el de Jorge Ledesma, un médico y escritor quichuista e indigenista que, en cierta forma, es más coherente que todos estos tíos porque no se limita sólamente a atacar a la Conquista española sino a toda la civilización occidental (para él la sociedad ideal era la incaica) y a la tecnología. Es tan coherente que casi no hay información suya en Internet, salvo en los catálogos de bibliotecas municipales donde figuran sus libros. Por otra parte es "políticamente incorrecto" ya que está fichado como homófobo, en su libro "La Luz Gay. Homosexualidad, regulación demográfica y decadencia de la cultura" señala que la homosexualidad es una de las lacras del Occidente decadente junto al rock, los aparatos, las ideologías (marxismo incluído) y el cristianismo que se diseminaron en este maravilloso continente desde que llegó el "invasor". En este libro incluye una larga lista de personajes notables de nuestra cultura que fueron homosexuales, locos, alcohólicos o drogadictos.
Hombre, pues estaría interesante leer algo de él. :D
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Re: Indigenismo peligroso
Cita:
Iniciado por
Mexispano
Hombre, pues estaría interesante leer algo de él. :D
Hasta ahora sólo he visto referencias a sus libros en catálogos de bibliotecas minicipales. Yo tengo "La Luz Gay", a lo mejor lo escaneo y lo subo, no es muy largo.
En esta web hay una sinopsis de "Acuso al invasor". Cuando lo escribió no se dio cuenta que dos décadas más tarde su versión de la Conquista sería la más popular;):
¡ACUSO AL INVASOR! - JORGE LEDESMA - Ficha, reseñas y puntuación del libro por los usuarios de Sopa de Libros
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Re: Indigenismo peligroso
¿Es el indigenismo peligroso?
Vaya que sí.
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El indigenismo en Perú que es el fascismo que se enseña en las escuelas de este país es venerado y visto como una causa de libertad y de orgullo nacional. La inquisición en Perú es vista como símbolo de oscurantismo y racismo o genocidio.
Cifras de muertos por indigenismo en el Perú durante 2 décadas 70 000 muertos
Cifras de la inquisición española en el Perú durante el virreinato (32 muertos y se les mataba por ser criminales o idolatras) muertes de la inquisición española en general a lo largo de casi 3 siglos 1 360.
A pesar de que en 20 añitos el indigenismo mato a decenas de miles de personas en Perú y la inquisición mato a 32 personas el símbolo de oscurantismo y racismo sigue siendo el clero (lo mas cómico es que las cifras de muertos que coloque ambas son fuentes del gobierno de Perú, así que los mamertos eviten venir a joder)
http://i87.photobucket.com/albums/k1...&1444861138713
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Fuente:
https://www.facebook.com/16396577896...type=3&theater
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Re: Indigenismo peligroso
Los indígenas de América del Norte tienen sus raíces en el sur de Siberia
Publicado: 27 ene 2012 17:49 GMT
La población del continente Americano por los antiguos habitantes de los montes de Altái, ubicados en Siberia, se produjo hace 15 000-20 000 años, reveló un reciente estudio de un grupo científico ruso-estadounidense.
La población del continente Americano por los antiguos habitantes de los montes de Altái, ubicados en Siberia, se produjo hace 15 000-20 000 años, reveló un reciente estudio de un grupo científico ruso-estadounidense.
Los investigadores de la Universidad de Pensilvania, EE. UU., en colaboración con especialistas del Instituto de Citología y Genética de la Academia de Ciencias de Rusia, realizaron un nuevo estudio genético que demostró que los indígenas norteamericanos tienen sus raíces en la región de Altái.
Buscar las raíces de los presentes pobladores de América del Norte siempre ha sido una tarea muy difícil, explican los investigadores. Primero los antropólogos no pudieron establecer ningún vínculo entre los indígenas norteamericanos y los habitantes del Viejo Mundo, los amerindios no se parecían a ningún pueblo conocido. Luego, cuando se desarrollaron los métodos de investigación genética, los científicos rusos comprobaron que la tierra natal de los antiguos emigrantes era la región de los montes de Altái, en Siberia.
Según comentó el profesor Theodore Shurr, quien encabezó la parte estadounidense del estudio, los montes Altái son "un punto clave, un lugar, donde los pueblos estuvieron yendo y viniendo durante miles y miles de años". Pero los antropólogos tenían un objetivo preciso: determinar de qué pueblo provienen los indígenas norteamericanos, determinar los marcadores genéticos comunes en los hombres de Altái y los amerindios.
Al analizar los datos genéticos de los pobladores de Altái, los científicos buscaron los marcadores en su ADN mitocondrial, que se hereda por vía materna, y en los cromosomas Y que están presentes solo en los hombres. Los antropólogos compararon los datos de los indígenas de América del Norte, los pobladores de Siberia del Sur, Asia Central y Oriental, así como de Mongolia.
Una mutación típica en las mujeres de los amerindios fue detectada en los habitantes de las regiones sureñas de Altái. Los estudios del cromosoma Y también demostraron que los habitantes del sur de Altái y los indígenas de América del Norte tienen un ancestro común. Los científicos también calcularon el momento en el que los dos lineajes se separaron y empezaron su desarrollo autónomo, acumulando en sus genomas mutaciones que no comparten con ningún otro pueblo. Resultó que esta separación se produjo hace 13 000–14 000 años. Gracias a este descubrimiento, entre numerosas versiones de cómo y cuánto transcurrió la colonización de América a través del Puente de Beringia, la teoría de que esto sucedió hace 15 000–20 000 años ha recibido un gran apoyo, comentaron los científicos en el artículo publicado en la revista 'American Journal of Human Genetics'.
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Fuente:
https://actualidad.rt.com/ciencias/v...sur-de-Siberia
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Re: Indigenismo peligroso
Entrevista a Jesús A. Rojo Pinilla
'El indigenismo es la reivindicación del horror'
Rafael Núñez Huesca
Lunes, 2. Enero 2017 - 1:44
"Antes de llegar los españoles había una situación de horror, de terror y de injusticia brutal". Así se despacha Rojo Pinilla, harto de lo que califica "una colección de patrañas y falsedades" y dispuesto a desmontar el relato indigenista y negrolegendario.
https://www.youtube.com/watch?v=rXAtWeYLvEc
El autor de los exitosos 'Cuando éramos invencibles' y 'Los invencibles de América' y analista habitual de El Gato al Agua concede una entrevista a La Gaceta en la que analiza el pasado de nuestro país y cómo el presente está condicionado por nuestra historia y, sobre todo, por cómo nos la contaron.
- Tus libros son una relación de gestas españolas, ¿cuál es la que más te impresiona a ti? No hablo de la más importante, ni la que pueda suponer la cumbre del expansionismo militare español, ni nada parecido, hablo de la más espectacular, la más emocionante.
Una de ellas es la gesta de Hernán Cortés, que es una cosa impresionante. Cómo con un ejército minúsculo logra vencer a un imperio como era el imperio azteca. Sobre todo utilizando su inteligencia, su diplomacia y sus habilidades militares pare erigirse como el líder de una rebelión indígena contra la opresión azteca.
Y otro personaje que yo creo que ha sido el peor tratado por la historiografía no ya nacional sino mundial, es Francisco Pizarro. Su hazaña supera incluso a la de Hernán Cortés porque fue el que más territorios incorporó a la Corona. Además Pizarro tuvo que intentarlo en tres ocasiones, en la primera y en la segunda fracasó y en la tercera venció, de nuevo con un ejército minúsculo. Además hay que tener en cuenta que Pizarro era analfabeto, y sin embargo fue capa de dirigir ejércitos, fue capaz de vencer al imperio inca, también de ser diplomático y de unirse a los hombres que estaban bajo la bota militar de Atahualpa. Pero sobre todo Pizarro fue alguien que creó ciudades, que legisló, y que trató muchísimo mejor a los indios de lo que habla la historiografía mundial. De hecho su hija Francisca Pizarro Yupanqui fue la primera noble mestiza. Porque Pizarro sabía que iba a nacer un país mestizo y supo unirse con la aristocracia inca. Esto lo hace Pizarro y es malo malísimo, lo hace Alejandro Magno y lo ponen por las nubes. Lo que hicieron los españoles es algo muy parecido a lo que hizo Alejandro Magno pero con muchísimos menos recursos.
Y saltando un poco de época, hay un hombre que ahora se está dando mucho a conocer. Lo que hizo Blas de Lezo es impresionante. Esa gesta en Cartagena de Indias, cómo humilla al totalitarismo anglosajón de aquella época. Cómo con tan escasos recursos humilla a la mayor flota de desembarco que hasta entonces se había creado y que sólo sería superada en la II Guerra Mundial por el desembarco de Normandía.
- Héroes de verdad, de carne y hueso, no como los de los cómics o el cine.
Si a la gente, cuando iba a la escuela, les hubieran enseñado quién era Blas de Lezo, seguramente no tendrían ningún complejo de sentirse español como actualmente sucede en este país.
Y luego, ya por terminar, hay otro héroe totalmente desconocido: Bernardo de Gálvez. Gálvez es alguien que se adelanta a los acontecimientos, el gran héroe de la independencia de los EEUU, reconocido allí y totalmente olvidado en España, que con muy escasos recursos y con un ejército muy pequeño fue capaz de ir asaltando prácticamente todos los bastiones británicos en el sur de los EEUU y que demostró, una vez más, que los ingleses nunca han sido invencibles por mucha propaganda que desgraciadamente nos hagan. Porque aquí lo que parece es que la pérfida albión ha sido siempre invencible, y es totalmente falso. De hecho si vemos los enfrentamientos directos que ha tenido con la propia España en la mayoría de las guerras siempre ha ganado España, y los mayores desastres que han tenido siempre los anglosajones han sido siempre frente a los españoles y concretamente en el mar. Sin embargo lo que tenemos en la memoria y lo que nos han enseñado en el colegio son tres cosas: una de ellas es la Armada invencible, que eso lo sabemos de memoria, sin embargo no sabemos que la Contraamada española en 1589 venció a una armada muy superior a la que mandaron los españoles a Inglaterra. Como tampoco sabemos una mayoría de los españoles que Blas de Lezo venció a los ingleses en Cartagena de Indias, que eran 195 barcos ingleses contra seis barcos españoles, y no sabemos que Bernardo de Gálvez venció a los británicos en todo el sureste de los EEUU, entre otras grandes victorias que en el libro se relatan.
http://gaceta.es/system/files/styles...?itok=055laLXR
(Bernardo de Gálvez y Madrid, I conde de Gálvez y vizconde de Galvestón (23 de julio de 1746-30 de noviembre de 1786), héroe de Pensacola).
- Hablas de los ingleses, ¿qué diferencias existen entre su colonización americana y la nuestra?
En Hispanoamérica existe el mestizaje. La mayoría de la población, el 60% de la población es mestiza. En Hispanoamérica existe población indígena. El 30% de la población de Hispanoamérica es indígena. En los EEUU sólo el 0,5% de la población es indígena y sólo el 1% es mestizo y además los tienen en reservas, como si fuera un circo, como si fueran animales salvajes. Pero la principal diferencia entre Inglaterra y España es que nosotros llevamos nuestro mundo a Hispanoamérica, pero no para exterminar el mundo que allí existía.
Fueron para mezclarse, para dar lo mejor que tenía España. Creó un mundo donde se tuviera en cuenta al indio, al mestizo, al negro. Cuando los anglosajones llegaron al norte lo que hicieron fue exterminar todo lo que no se asemejaba al Reino Unido. Y no sólo lo hicieron en las trece colonias, donde el indio, a su juicio, no tenía lugar y tenía que ser exterminado, como así fue. Lo hicieron también en Australia, donde no existe ningún tipo de mestizaje y el exterminio casi acaba con la totalidad de la población autóctona. O la propia Nueva Zelanda. Siempre han hecho lo mismo. Hay una diferencia: la religión católica, que es mucho más humanista en el sentido de tratar a todos como hijos de Dios, versus la religión protestante. De hecho, cuando llegan los primeros puritanos a Norteamérica se basan en un principio de superioridad de la raza blanca. Y de hecho aún hay un legado de aquellos protestantes, lo vemos por ejemplo en el Ku Klux Klan. Ellos llevan en su ADN, en sus ideas religiosas, un principio racista. Y España, a diferencia de ellos, crean la Hispanidad, que no sólo es una unión biológica entre razas sino que es una unión espiritual; a nosotros nos une, no sólo nuestra sangre, también nuestra forma de comportarnos, nuestras tradiciones, nuestra forma de actuar, nuestra forma de vivir la vida, de vivir, de morir. El anglosajón no ha creado ni nunca creará esa base que es la Hispanidad, una unión biológica y espiritual.
- ¿Y por qué después de todas estas diferencias a nuestro favor entre la colonización británica y la española, somos los españoles los que salimos peor parados del juicio de la historia?
Empecemos por la actualidad: cuando hay 17 sistemas educativos en España, cuando hay zonas de España donde se estudia el odio a lo español, cuando el niño de Castilla-La Mancha no estudia lo mismo que el que estudia en Extremadura, pues lógicamente se puede entender todo. Cuando tu abres un libro de texto de historia de la Comunidad de Madrid, de chavales de 15 ó 16 años, y te están enseñando pura Leyenda Negra... Cuando a la Conquista de América, por ejemplo, le dedican dos páginas y en una hablan un poquito de Pizarro y Cortés y en la otra piden perdón por haber llevado a cabo la Conquista, lógicamente se entiende por qué los anglosajones se han quedado con la historia rosa y nosotros con la historia negra. Porque no sólo la han traído de fuera sino que la hemos comprado dentro. La población española da por buena la Leyenda Negra.
- Siempre la Leyenda Negra...
Una Leyenda Negra que fue inventada en el Siglo XV por El Taciturno, Guillermo de Orange, que era un traidor en toda regla a su rey, a su religión y a su propio pueblo, y sin embargo es el padre libertador de Holanda. En aquella época no había concepto de nación, no había lealtades a las naciones, había lealtad al rey, a la religión o al señor de turno. Ese hombre rompió todos los principios de una persona honorable de aquella época. Y para justificar todas sus felonías se inventó una historia negra y totalmente destructiva contra Felipe II y contra los españoles. Exageró y tergiversó todo hasta términos grotescos. Él inventó la guerra de propaganda. Lo que es lamentable es que después de cinco siglos eso llegue hasta nosotros. La Leyenda Negra se acentúa incluso en el siglo XX, sobre todo por la pérdida de las provincias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. En nuestros días el relevo lo ha tomado la ultraizquierda española, que se siente muy cómoda reivindicándola.
- Dices en tus libros que "tanto la historiografía mundial como la española o la hispanoamericana han distorsionado nuestra realidad...". ¿Todos han distorsionado la realidad histórica de España? Suena a complot mundial contra España, ¿somos tan importantes?
¡Claro (ríe)! ¡Es que lo que ha hecho España no lo ha hecho nadie! España creó la mayor nación mestiza que existe sobre la faz de la Tierra, y una nación en todo su contexto. No sólo desde el punto de vista territorial, también desde un punto de vista espiritual y cultural. Los lazos eran tales que los ingleses nunca pudieron romper el imperio. Somos importantes en el sentido de que mandamos un mensaje espiritual. Nuestra forma de ser está ligada a la religión católica. Eso no interesa a determinados países con una religión protestante, en continua guerra con la religión católica.Hay una historiografía universal controlada por anglosajones según la cual, todo lo que hace España es malo o malísimo. Además los ingleses no son tontos: las mayores derrotas suyas son a manos de los españoles, y eso lo va a ocultar y además van a exaltar sus éxitos. Además hay una historiografía hispanoamericana que está reflejando esa situación de los pueblos emancipados en el sentido de que para justificar la independencia tenemos que manipular la historia. Y además, en España, después del 98, y ya en el siglo XX con las nuevas ideologías destructivas, la izquierda parece que reivindicar nuestra historia y nuestros logros está mal visto y hay que reivindicar en cambio una Leyenda Negra que es totalmente falsa. Y en España, hay que recordarlo, la historiografía está controlada por la izquierda y la ultraizquierda, que no se entiende porque tienen esa vocación destructiva con nuestro pasado, cuando nuestro pasado es el más importante de entre todos los países.
- ¿Es Jesús Ángel Rojo Pinilla un nacionalista español?
(Rápido) No.
- ¿Por qué?
Hay dos cosas que sólo han traído guerras y destrucción, que son los nacionalismos y los comunismos. El nacionalismo es excluyente, mientras que el patriotismo es querer lo tuyo pero sin excluir a los demás. Por lo tanto, todo lo que sea nacionalismo y que excluya a los demás me parece que no trae ningún bien a la Humanidad ni a ninguna sociedad. Los nacionalismos son cosas sobre todo del siglo XIX, y ahí se tendrían que haber quedado, porque sólo han traído guerras, como la I y II guerra mundiales o la Guerra de los Balcanes, problemas como en Cataluña y en el País Vasco. Y en cuanto al comunismo, ha sido la peste del siglo XX y esperemos que no lo sea del XXI.
- Tengo un amigo argentino, rubio, de ojos claros y apellidos europeos, que es un indigenista furibundo. Le pedí que me hiciera llegar preguntas que pudieran meterte en aprietos. Y me dice: "Pregúntale si no fue significativo el uso del nativo (americano) como objeto. Como un objeto más de entre todos los que saquearon. Al mismo nivel que el oro o la plata. También como objeto sexual, como objeto-esclavo, como objeto, en fin, descartable. Objeto, incluso, sin existencia ontológica, porque se los llamó "indios" y se les supuso condición subhumana.
Le diría que en el testamento de Isabel de Castilla es la primera vez en la Historia Universal que un rey prohíbe la esclavitud de un país conquistado. Y en 1512 se redactan las bases de las Leyes de Burgos, que es la base de la actual Declaración de los Derechos del Hombre. Es el primer texto normativo de la historia que prohibe la esclavización de los nativos de una zona conquistada. En aquella época aquello era revolucionario y lo más progresista que pudiera haber. Es más, en 1542 se hacen las Leyes Nuevas, la gran Constitución americana, que es una constitución para el gobierno de Las Indias, que todavía refuerzan más todos esos derechos que se les conceden a los indígenas. Y precisamente esas leyes se tuvieron que aplicar a sangre y fuego porque eran leyes contra los propios españoles. ¿Te imaginas a los ingleses haciendo leyes contra los colonos de las trece colonias? Pero todavía más, está la Controversia de Valladolid, que es donde Sepúlveda, Victoria y de Las Casas debaten si los indios tenían alma. ¿Te imaginas a Napoleón reuniéndose con un conjunto de sabios para ver si su conquista era justa o no? Pues eso hizo el Emperador.
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((Bartolomé de las Casas (1474 o 14841 – julio de 1566))
Y hay que decir que cuando llegan los españoles a la América precolombina, los nativos se comían los unos a los otros, se sacrificaban seres humanos, se peleaban las tribus entre ellas. La mayoría de las mujeres eran esclavas sexuales, y si no que se lo pregunten a La Malinche. Había caciques con concubinas oficiales pero luego tenían las concubinas extraoficiales y los niños que nacían de esa relación, cuando cumplían diez u once años, se los comían. Por eso yo no sé qué está reivindicado el indigenismo, porque antes de llegar los españoles había una situación de horror, de terror y de injusticia brutal. Incluso esos conquistadores fieros, hombres hechos de hierro que creían haber visto de todo, se sorprendían de esas aberraciones. En la Controversia de Valladolid se habló incluso de no aplicar el derecho natural a los nativos porque ellos lo vulneraban desde todo punto de vista, ¿dónde se ha visto que alguien se coma a su hijo?, ¿dónde que se sacrifique a una persona para satisfacer a un dios de sangre?
La reivindicación indigenista es tan absurda y tan fuera de lugar que hacerlo es reivindicar el horror.
- Pregunta también si son falsas "las torturas, las matanzas y las atrocidades descritas por los propios españoles (no solo por Bartolomé de Las Casas)".
De todas las muertes que se produjeron en América, el 96% fueron por un choque microbiano, por enfermedades. Sólo el 1% se produjo por las espadas españolas… y las flechas indias. Porque hay que recordarle a tu amigo que la Conquista la hacen hispanos y americanos que se unen a ellos para acabar con el imperio de terror de los incas o los aztecas. Del año 1500 al 1550 no llegaron más de 30.000 españoles a América.
En cuatro días los indígenas llegaron a sacrificar a 20.000 personas en la consagración de una pirámide en Tenochtitlán. Los ejércitos españoles eran incapaces de hacer eso, eran ejércitos muy pequeños. Algunos hablan de los ejércitos españoles como si fueran la Wehrmacht, con tanques y aviones, y no. Llevaban a lo sumo un arcabuz, que si tu amigo ha visto uno alguna vez sabrá que se tarda prácticamente cinco minutos en cargarlo y la mayoría de las veces no funcionaba. Había espadas y no rifles de repetición y los cañones eran pequeños falconetes con una capacidad destructiva mínima.
- Pero hubo excesos.
Por supuesto, pero fueron muchas más las luces que las sombras. El resultado es la mayor nación mestiza que ha creado el hombre, que es Hispanoamérica. ¿Dónde están todas las ciudades Patrimonio de la Humanidad en América? Donde han estado los españoles. Ninguna donde estuvieron los ingleses. ¿Dónde se fundaron las primeras universidades?, ¿dónde se fundaron las primeras escuelas para los indígenas?, ¿dónde se editaron los primeros libros?, ¿dónde se traducía la lengua de los indígenas? En fin, por acabar, dos argumentos que creo capitales: los españoles acaban con el canibalismo y los sacrificios humanos. Creo que con eso ya está todo dicho.
- Por decir estas cosas has recibido incluso amenazas de muerte en México.
El indigenismo radical mexicano está muy acostumbrado a decir las tres grandes mentiras, que son que hubo un genocidio, lo vemos cada 12 de Octubre, algo que repiten como loros. Que los españoles mataron a cien millones de personas es algo totalmente absurdo. También dicen que el mestizaje se produjo por medio de las violaciones masivas, algo igualmente absurdo. Porque yo no he visto nunca un violador que le de sus apellidos a sus hijos y que forme una familia. Y dicen también que la situación precaria que se vive en Hispanoamérica es porque España robó todo el oro. Son tres puntos que repiten constantemente. La verdad es que sólo el 20% del oro que se extraía se traía a España -era el llamado quinto real-, el 80% restante se quedaba en América. Un ejemplo: en la zona de Guanajuato, que es la zona minera de México, las grandes compañías mineras canadienses, en diez años han extraído más oro y más plata que España en 300 años. Y yo no les veo quejarse. Son tantas las mentiras y falsedades que hay que plantarse y decir ¡basta ya! Yo no voy a permitir que a mi patria, a mi país, que es donde he nacido, que es donde he vivido, donde han vivido mis antepasados, y donde he amado, vengan constantemente a insultarla, porque me están insultando a mi y a todos mis compatriotas.
- Hablando de gestas y héroes españoles, ¿has visto la película de los Últimos de Filipinas?
Sí. Y ha sido una ocasión perdida para que el cine español, de una vez por todas, reivindicara las gestas de nuestros antepasados. Una vez más se hace una caricatura de nuestros héroes. Una humillación inmerecida. Una gesta en la que los españoles demostraron que eran capaces de resistir en las condiciones más difíciles. Como siempre. El director de la película decía que la gesta de los Últimos de Filipinas había sido “absurda”. Es lamentable que una película en la que se insulta a nuestros héroes, se insulta a nuestra historia, esté financiada con dinero de nuestros impuestos. Al final el mensaje es que España siempre ha sido un país perdedor, un país donde todo se ha hecho mal, cuando es totalmente falso. Un imperio que ha durado 400 años ha tenido que tener muchísimas cosas buenas.
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(Cartel de '1898, Los últimos de Filipinas')
- Últimamente, desde que se ha hecho popular el personaje, mucha gente pide una película de Blas de Lezo.
Me preguntaban que por qué no se hace una película de Blas de Lezo o de Bernardo de Gálvez, y yo digo que si esta gente hace una película de Blas de Lezo le van a sacar como un loco, como un psicópata. De hecho en la serie Carlos, Rey Emperador, cuando sale Hernán Cortés le sacan como un psicópata, cuando era un humanista del Renacimiento con una inteligencia fuera de lo normal y muy avanzado para su época desde el punto de vista del pensamiento. En definitiva, el mundo del cine tiene que quitarse esos complejos de la anti España y de lanzar mensajes distorsionados de nuestra historia y hacer un homenaje como Dios manda a esas gentes que hicieron cosas excepcionales por todos nosotros. Porque gracias a esos héroes vivimos en un país como ahora es España. Sin esa gente no viviríamos en un país muy superior a la mayoría de los países del mundo, un país en el que a la mayoría le gustaría vivir, y en definitiva un país maravilloso que tenemos que cuidar, porque como no lo cuidemos lo lamentaremos.
- ¿Qué tienen que ver los brotes separatistas, y en particular el catalán, con todo lo que hemos hablado durante la entrevista? Es decir, ¿ellos son el resultado de la Leyenda Negra?, ¿es el separatismo consecuencia de todo esto que vienes denunciando?
El separatismo catalán o vasco nace exactamente igual que el separatismo de Guillermo de Orange. ¿Qué hizo el Taciturno? Lo primero inventarse la historia, que es lo que está ocurriendo en Cataluña y el País Vasco. Luego buscar un enemigo que no existe para echarle la culpa de todos los problemas. Lo mismo hizo el Taciturno en Holanda. La gran diferencia es que cuando el Taciturno manipulaba la historia y se rebelaba contra su rey, éste mandaba al Duque de Alba. Ahora Rajoy manda a Soraya Sáenz de Santamaría para ofrecerle más cosas a los separatistas. Hay muchas similitudes, la diferencia es la reacción que se estuvo entonces y la que se tiene ahora. Y hay que decirle al Gobierno que Cataluña va a declarar la independencia, eso que lo tengan claro. Lo que no sabemos es cómo va a a reaccionar el Gobierno español.
- ¿Y cómo está reaccionando por el momento?
El Gobierno está reaccionando de una forma dantesca, porque están financiando la independencia. Ya tenía que haber intervenido la comunidad autónoma. Mientras están anunciando que se van a separar y que van a dar un golpe de Estado, vemos que no hay ninguna reacción del Gobierno
Leer más...'Hernán Cortés está a la altura de Alejandro Magno o Julio César''España no es una nación, es sólo lo que queda de un imperio'
El Papa Francisco, otra víctima de la Leyenda Negra
'La Cruzada del Océano' contra la Leyenda Negra
'Celebramos el Descubrimiento, no un encuentro'
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Fuente:
Rojo Pinilla pone en valor a los héroes españoles como Blas de Lezo o Bernardo de Gálvez
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Re: Indigenismo peligroso
17 de enero de 2012
LOS TARAHUMARAS, POBREZA Y FALSA CARIDAD
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En estos días ha circulado el rumor en las redes sociales acerca de suicidios masivos entre los indígenas Tarahumaras, o más correctamente Rarámuri, (nombre que ellos se dan a sí mismos y que significa "corredores", dada la tradición inmemorial entre ellos, provoocada por la falta de animales de carga y transporte en la América Precolombina, de correr grandes distancias a buen ritmo y velocidad) en el Estado de Chihuahua, provocados por la pobreza endémica que ha afectado a este grupo étnico desde hace generaciones, sin que encuentren la salida.
Los origenes de esta pobreza no radican, como es tradicional suponerlo, en la Conquista y Colonización Española, que no llegó a esa zona, la Sierra Madre Occidental en Chihuahua, sino hasta mediados del siglo XVII, y que ciertamente, motivó en un principio la expulsión de algunos de estos indígenas de las tierras que ocupaban, donde se dedicaban a una agricultura rudimentaria y eran seminómadas, pues no eran un pueblo de civilización avanzada como los Mayas o Aztecas, sino se encontraban más bien conectados con los "Chichimecas", palabra genérica usada por estos pueblos para describir a los "bárbaros" y que literalmente significa "quien vive como perro", y que no son otra cosa que los llamados por los Ingleses "Pieles Rojas", pueblos nómadas dedicados sobre todo a la caza y cuyas migraciones tuvieron una gran influencia en la Historia del "México" antiguo, (los Azteca o Mexica eran originalmente una de estas tribus, antes de adoptar el idioma y la cultura Náhuatl); sin embargo, la llegada de los Jesuitas les garantizó el respeto y la protección de la Corona Española. La decadencia y la caída de los Tarahumara en la miseria empezaría cuando Carlos III, de la Dinastía de los Borbón, ordena la expulsión de la Compañía de Jesús, vista como un serio obstáculo para el colonialismo mercantil-industrial de tipo británico o galo que, con sus reformas, la dinastía de origen francés pretendía implantar en todo el Imperio Hispano, en vez del desarrollo autónomo de todas las partes del mismo que impulsaron los Habsburgo. Carlos III hizo caso a los industriales españoles (estamos a inicios de la Revolución Industrial) que no querían que las industrias a cargo de los indígenas e impulsadas por los seguidores de San Ignacio de Loyola les hicieran competencia: Nueva España y demás "colonias", debían ser mercados cautivos para los productos hechos en la metrópoli europea y meros aportadores de materias primas; por ello, debía de restringirse la libertad económica en América y los Jesuitas eran, en mucho, defensores de ella... esto lo podemos ver en esa película clásica de los 80 con Robert de Niro y Jeremy Irons, "La Misión".
Sin embargo, no sería sino hasta la llegada del inmerecidamente llamado "Benemérito de las Américas", Benito Juárez y después de él, Porfirio Díaz, que comenzaría realmente el calvario para los Tarahumara y muchos otros grupos indígenas en México... cruel ironía, los gobernantes que más daño le hicieron a los indígenas fueron ellos mismos, indígenas: Juárez era Zapoteca, y Díaz, Mixteca, las etnias más importantes (y rivales desde hace milenios) de Oaxaca. Así, muchas comunidades indígenas durante la época colonial conocieron prosperidad y mejoraron su nivel de vida a comparación de la Epoca Prehispánica con la ayuda de cultivvos, animales y tecnología europeas, claro, una vez se hubo estabilizado la situación política y aún demográfica tras la guerra de Conquista y las epidemias importadas que hicieron mella en ellos; así, por ejemplo, los Otomíes recibieron tierras, aprendieron la agricultura y la ganadería y dejaron de ser vistos como semibárbaros y marginados, y en general, se respetó a los indígenas su propiedad, misma que ejercían en forma comunal, y si antes erigían pirámides, ahora erigían iglesias, que en su ornato y magnificencia, hechas con trabajo colectivo de todo el pueblo, mostraban el nivel de riqueza alcanzado por cada comunidad.
Sin embargo, Juárez, que pensaba hacer de México un clon de EUA, o más bien un satélite de éste, fue partidario del Liberalismo individualista más recalcitrante (en algunas cosas, pues en otras, sentó las bases para permanecer en los vicios mercantilistas y estatistas en los que seguimos estancados) y determinó que nuinguna entidad colectiva--excepto las sociedades mercantiles, claro--podría tener propiedades inmuebles, lo que originó el latifundismo, que continuó con Porfirio Díaz. En Chihuahua, estas medidas beneficiaron enormemente a familias como los Terrazas y los Creel (ahora ambas parte del entramado del PAN, lo que muestra claramente que dicho partido no tiene nada de Católico ni Conservador, sino es el nido de los "Liberales" pre-rrevolucionarios: Juaristas y Porfiristas) y propició, ahora sí, la expulsión de los Tarahumaras de los valles agrícolas y su migración a los montes, pues prefirieron la miseria, pero siendo libres, a la miseria agravada con una virtual servidumbre, pues los salarios a pagar a los indígenas, antiguos propietarios de la tierra y ahora trabajadores agrícolas eran de hambre y a cambio era soportar, muchas veces, malos tratos, jornadas laborales interminables y ahora sí, un desprecio racista completo.
Así que los Tarahumara prefirieron marginarse a sí mismos en las montañas y debido a que ahí no hay suelos favorables a la agricultura y el clima generalmente frío, el hambre y la escacés son frecuentes, quedando sujetos a la benevolencia de la naturaleza que en ocasiones les permite tener cosechas no buenas, sino regulares. El olvido de parte de las autoridades y de la sociedad en general, completan una situación que no ha sido más que apocalíptica para todo un pueblo.
Sin embargo, no todos los males para los Tarahumara viene de los blancos, mestizos o criollos, ni del Gobierno ni de la implícita maldad del capitalismo o de la Civilización Occidental como creerían los Izquierdosos más fanáticos, no, los Tarahumara tienen dos enemigos terribles y de los que poco se habla: 1.- Los que pretenden ayudarlos con caridad, juntando despensas y ropa y que hasta se van de misiones con ellos. 2.- Los propios Tarahumaras.
A continuación me explico: Actualmente tenemos una actitud hacia los indígenas que nació en el mismo siglo XVI durante la Conquista y que resultó, a largo plazo, peor que los caballos, la viruela o la pólvora para los indígenas; esta es la concepción de ellos como débiles, perpetuos menores de edad e incapaces de valerse por sí mismos; esa actitud se la debemos ni más ni menos que al que es considerado como el máximo defensor de los indígenas e ídolo de las Izquierdas: Fray Bartolomé de las Casas; este señor, como es sabido, escribió un libro llamado "Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias", en el que, llevado por su justa indignación ante los abusos de los Conquistadores Españoles, y buscando que Carlos V le hiciera caso e implementara las primeras leyes que regularan la situación jurídica de los indígenas, exageró al máximo tales abusos y pintó un cuadro brutal de sus compatriotas, como resultado, dotó a los enemigos de España, como Inglaterra y los Protestantes, y también a Francia de las herramientas para crear la llamada "Leyenda Negra" sobre el país ibérico, tapando que ellos cometían peores tropelías en las zonas que conquistaron y colonizaron, en América y Africa, pero estimulando un sentimiento antiespañol, y que hasta los propios Españoles acabaron creyéndose. En segundo lugar, exageró sobre la bondad, docilidad, y todas las virtudes habidas y por haber de los indígenas, mostrándolos casi como ángeles, a grado tal llega esta fantasía, que pasa por alto algunas costumbres muy poco virtuosas como el culto a la muerte y la sangre, el sacrificio humano y el canibalismo ritual, que hasta los refinados Mayas practicaron, que ha servido a autores muy poco o nada indígenas pero sí muy rojos como Eduardo Galeano o Isabel Allende para retratar un indio incapaz de pecar o siquiera de conocer el concepto de "mal" en lo más mínimo y eterna víctima del malvadísimo europeo y sus villanísimos descendientes, entre los cuales, por supuesto estos y otros autores similares no se incluyen (!).
Como resultado, y en la polémica que sostuvo las Casas con otros juristas e investigadores de su tiempo, como Juan Ginés de Sepúlveda o Fray Toribio de Benavente "Motolinía" (andrajoso, en Náhuatl, dada la pobreza del fraile) triunfó la postura de aquel primer obispo de Chiapas, y se establecieron las Leyes de Indias que sí, evitaron los abusos y generaron las condiciones para que las comunidades indígenas llegaran incluso a prosperar durante la Colonia; sin embargo, también generaron un marco o ambiente en que el indígena se sentía completamente inmune, y que ante cualquier situación podía correr a refugiarse en las faldas de la Santa Madre Iglesia o a los pies del Papá-Estado español. En contraste, tanto Sepúlveda como Motolinía planteaban que al ser el indígena igual al español en todo, como ser humano racional, debía integrársele a la nueva sociedad y tratársele igual que si hubiese nacido en Burgos o en Barcelona, pues estos lugares eran tan partes de España como lo era Tehuantepec y por tanto, el indígena era un súbdito del Rey como cualquier ibérico. Los esfuerzos hechos por Vasco de Quiroga o por los Jesuitas, de los que hemos hablado, iban encaminados a que los indígenas pudiesen gestionar la economía de sus comunidades y ser autosuficientes y competitivos, por lo mismo, se respetaban sus tierras comunales y de ahí venía que se les pudiera integrar a la sociedad del Imperio Español. Si hubiese procedido esto, los indígenas probablemente jamás habrían sido marginados.
Por el contrario, y si bien las comunidades indígenas conocieron autonomía, relativa prosperidad y salvo algunas rebeliones, se impuso la Pax Hispánica sobre lo que antes habían sido relaciones tensas y belicosas que en nada desmerecían a las habidas entre Roma y sus enemigos durante la República, también, sobreprotegidos, los indígenas vivieron dentro de esferas de cristal por 300 años. Cuando, tras la Independencia y la Reforma Liberal, la esfera se reventó, los pueblos nativos no se encontraban en condiciones de defenderse contra los abusos, se encontraban aislados del resto de la sociedad, como extranjeros en su propia tierra y sin oportunidad de competir en la Economía. Irónicamente, para 1910, aunque ya estaban sumidos en la pobreza y la marginación, seguían siendo la mayoría de la población, pues la explosión demográfica que nos colocaría a los criollo-mestizos como la etnia mayoritaria en México ocrurriría hasta después de la revolución con el crecimiento de las ciudades.
¿Pero entonces qué ha pasado?: pues que tanto la Iglesia como el Estado han respondido a las necesidades de los indígenas con dádivas y limosnas, algo que yo he vivido desde que estaba en el colegio en la Primaria: cada ño se juntaban despensas y unos, en vacaciones, se iban a llevarles esos víveres allá a la sierra a los Rarámuri; Gobiernos van y vienen y todos diseñan planes asistenciales para los indígenas, llevarles su cheque de Pro-Campo, regalarles mochilas a los niños, desayunos escolares y torti-bonos, pero nada de eso los ha sacado de pobres, ni los sacará.
¿Por qué? Porque no hay mejor negocio que ser pobre y estar esperando cada año o cada semestre a que lleguen los chavos de los colegios a traer despensas o cada quincena a que llegue el funcionario a repartir los cheques salidos de los impuestos que pagan los chabochis (los criollo-mestizos) entre que llegan unos y otros, vamos a ponernos bien pedos (borrachos) con unos tragos de tesgüino (cerveza de maíz) o bajamos al pueblo a comprarnos unas chelas con lo que nos dejó el cheque anterior. Es algo muy sencillo, recordemos el proverbio chino: "Si ves a un pobre pidiendo comida no le des pescado, enséñale a pescar", y resulta que a los Tarahumara nadie les ha enseñado a pescar, e incluso, ellos parecen no estar muy interesados en aprender a hacerlo.
Los Tarahumara viven en un entorno que es pésimo para la agricultura, obviamente es muy difícil obtener un cultivo de maíz en un paraje agreste y rocoso, o de trigo, pero sin embargo, se trata de paisajes hermosos y bosques tupidos donde, con organización y espíritu emprendedor, o podrían funcionar proyectos turísticos o silvícolas, o incluso, porqué no? la agricultura si se desarrollan obras de infraestructura adecuadas, como el cultivo en terrazas.Si de veras se quiere ayudar a los Tarahumara, esto debe ir más allá de la simple colecta y reparto de comestibles que se acaban y ya, eso no es la verdadera caridad, se necesitaría un Vasco de Quiroga moderno que les organizara actividades económicas que pudiesen desempeñar en su entorno y se necesitaría que el Estado les generase la infraestructura, les abriese la puerta de la educación y la capacitación para lograr prosperar.
Pero para ello, se necesitaría que los propios Tarahumara cambien su mentalidad y dejen de estar nomás sentados esperando las limosnas, y dejando de pensar cosas como que han sido condenados por Dios, algo difícil de erradicar, ya que el pensamiento indígena no concibe la noción de libre albedrío, sino es fatalista y considera que la Historia es un ciclo eterno imposible de romper.Ese papel es el que deben desempeñar las instituciones, tanto religiosas como del Estado al desarrollar labores educativas o misionales entre ellos, darles conciencia de que ellos y sólo ellos, pueden cambiar su destino, solo se necesita que agarren, como quien dice, el toro por los cuernos. Un ejemplo lo tenemos en los Huicholes o Wixárika, que ahora han empezado a desarrollar una industria textil y de joyería de fantasía que poco a poco, los está sacando de la miseria; e incluso, en EUA, comunidades indígenas administran restaurantes, casinos, centros turísticos y lo hacen en forma comunal, saliendo de la pobreza.
Pero si de por sí, entre los individuos es difícil hacer que una sola persona abandone el sentirse víctima, cuando está acomplejada, ahora imagínense hacerlo con un pueblo entero...
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Fuente:
EL MUNDO SEGUN YORCH: LOS TARAHUMARAS, POBREZA Y FALSA CARIDAD
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Re: Indigenismo peligroso
«La amenaza del indigenismo en América se podría frenar con la rehabilitación histórica de Cortés»
- Iván Vélez anima a conocer la historia para neutralizar «las falsedades» de la leyenda negra
- JESÚS BOMBÍN | VALLADOLID
28 enero 201723:10
A desmontar la leyenda negra «con la que desde hace cinco siglos se intenta enturbiar el pasado de España» está entregado Iván Vélez con el convencimiento de que está sustentada en invectivas propaladas por potencias extranjeras a lo largo del tiempo y asumidas en la contemporaneidad sin reparo por los propios españoles. Este arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno ha plasmado sus reflexiones en ‘Sobre la leyenda negra’ y ‘El mito de Cortés’. Ayer acudió al Aula de Cultura de El Norte de Castilla en una sesión patrocinada por Caixabank con la colaboración de la Junta de Castilla y León para hablar del conquistador de México, de las «fabulaciones» que se han erigido en torno a su biografía y de cómo se ha utilizado su figura para «desprestigiar nuestra historia».
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Ivan Vélez presenta su libro 'El mito de Cortés' en el Aula de Cultura de El Norte de Castilla
Acompañado por Carmen Martínez, profesora de Historia de América de la Universidad de Valladolid, explicó cómo en su libro analiza la figura de Cortés a partir de la imagen que de él se ha divulgado desde sus coetáneos hasta la actualidad. Su conclusión es que en la época en la que más información hay para documentarse suelen calar «las falsedades que sustentan la leyenda negra española». Así, sostiene Iván Vélez que la imagen de un Hernán Cortés «cruel y sanguinario» tiene más sustento a nivel popular que en el ámbito de la investigación histórica por más distorsiones que haya sufrido su figura. Esta tesitura, en su opinión, no es ajena a la visión que han extendido los nacionalismos sobre España, dijo, «como prisión de naciones vinculando lo español con el autoritarismo».
También expuso cómo la imagen peyorativa de la conquista de América ha contagiado una visión negativa de la historia española, agrandada por episodios históricos vinculados a la Inquisición y el fanatismo religioso. Observa que los efectos de todo eso se revelan finalmente en el «desprecio que llegamos a sentir los españoles hacia la propia historia; así, hemos asumido sin cuestionarlo que la conquista de América fue un genocidio, cuando España fue un imperio civilizador; no hubo exterminio, sino una acción civilizadora en la que, a diferencia de lo que hicieron otros países, hubo una mezcla con la población indígena, hoy dominante en muchas de aquellas naciones y prueba de que no fueron exterminados, como se suele acusar».
Que Inglaterra es uno de los países que históricamente más se ha beneficiado de la leyenda negra lo defiende el investigador conquense, «especialmente en los procesos de independencia de las naciones hispanas y también en su momento Estados Unidos. Ahora el debilitamiento de la conciencia colectiva hispana hace que estas naciones con un mismo origen pierdan cohesión».
Lo que también detecta Vélez es que en mayor o menor medida los países que han poseído una dimensión histórica imperial cargan con una leyenda negra, «pero no todos la asumen, unos la combaten y otros se la tragan, como nosotros los españoles». Le sigue sorprendiendo a Iván Vélez que la leyenda negra, nacida en Italia en el siglo XV, siga teniendo arraigo. «El español de a pie la ha interiorizado a pesar de que no encaja con los datos históricos y eso nos genera sentimiento de culpa; deberíamos conocer más nuestra historia». Mostró también su convencimiento en que la «creciente amenaza del indigenismo en América Latina» se pueda frenar «con la rehabilitación de la figura de Cortés».
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Re: Indigenismo peligroso
DERRUMBANDO EL MITO DE LOS NOBLES SALVAJES por FERNANDO TRUJILLO
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La base de la ideología indigenista es el mito del buen salvaje o el noble salvaje propuesta por Rousseau. Este mito explica un pasado utópico en el que el ser humano era bueno por naturaleza, inocente hasta la llegada de la civilización que lo corrompió.
Ahora, esta tesis la aplican los indigenistas con los pueblos nativos de América antes de la llegada de los españoles y aún después de esta. La Leyenda Negra extendió por toda Europa la visión positiva de los pueblos indígenas descritos como buenos, inocentes, ingenuos y amables en contraposición al español descrito como codicioso, sádico, fanático y cruel.
Tal visión simplista y absurda de la historia sigue teniendo una vigencia muy fuerte dentro de nuestra cultura, reforzada por libros como “La Venas Abiertas de América Latina” de Galeano y los grupos indigenistas.
El concepto es bastante rentable entre los grupos populistas y neomarxistas de nuestro continente, culpar al europeo y sus descendientes—más concretamente al español—de todos los problemas económicos actuales, de la miseria y de la condición de tercer mundo entre los indígenas.
Los grupos de anarquistas primitivistas se basan en esta tesis para decir que el ser humano vivía en un estado de igualdad sexual, comunión con la naturaleza y felicidad antes del arribo de la civilización y más concretamente del capitalismo.
Todas estas tesis que hablan del hombre bueno por naturaleza y del mundo natural como un estado idílico son absurdas y totalmente estúpidas, pero que sin embargo han sido usadas por los indigenistas para crear su propia visión del mundo prehispánico.
Podríamos decir que el hombre no es bueno ni malo, es una bestia que lucha y mata por instinto, que es una criatura depredadora y a la vez llena de inventiva que abandonó el “estado natural” para crear, construir y diseñar métodos para facilitarle la vida, como la rueda. Podríamos continuar por decir que el mundo natural no es ese paraíso utópico que se imaginan los primitivistas e indigenistas por igual sino un terreno hostil en el que predomina la lucha por la vida, la depredación, la brutalidad y la conquista del poder.
Fuera de toda idealización la naturaleza humana y la naturaleza misma no están encadenadas a moralismos y utopías propios de mentes estrechas y acomplejadas.
La idea del buen salvaje en nuestra historia ha sido y es un impedimento para poder ver la historia como es, lejos de idealismos y utopías imposibles. Sin héroes ni villanos, sólo hombres que lucharon, que conquistaron, que derramaron sangre y que eran seres humanos capaces de grandes hazañas y grandes atrocidades.
La idea del buen salvaje en América ha sido impulsada por grupos indigenistas y por el sistema educativo de México, en donde se habla de las civilizaciones prehispánicas con idealismo mientras que la llegada de los españoles se ve como un acontecimiento nefasto.
Esta visión tan simplista de la historia va de acuerdo a la ideología indigenista que al igual que el Sistema—al que irónicamente dice combatir—impulsa la misma leyenda negra y los mismos mitos.
El ensayo de Eduardo Galeano “Cinco siglos de prohibición del Arcoíris en el Cielo Americano” expresa su propia visión idealizada de los pueblos americanos y critica como es obvio la herencia europea.
El ensayo es basura pura desde su comienzo en el que cito textualmente: “El 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo” nada más risible sabiendo que las potencias capitalistas de ese momento eran Inglaterra y Holanda, ambas enemigas de España que aún conservaba una monarquía tradicional.
El ensayo no deja de ser tendencioso y absurdo pero lo cito porque es un ejemplo de la idealización ridícula y victimista del indio americano.
La imagen de los indígenas nobles expresadas en el ensayo solo existe en la cabeza de Galeano y de los indigenistas en general.
Para empezar Galeano asegura que no golpean a los niños y los dejan andar libres ¿De dónde saca esto? Por ejemplo los aztecas, pueblo belicoso golpeaba a los niños para endurecerlos y les aplicaban castigos físicos en caso de un mal comportamiento.
Otro disparate dentro del ensayo es que los indígenas comparten todo y no tienen el concepto de propiedad privada como si hubieran sido una especie de paraíso anarquista, los indígenas en México tenían imperios, reinos, poseían esclavos y propiedades, eso está ampliamente documentado. La idea de indígenas viviendo en un estado de anarquía utópica sólo cabe en las cabezas de los indigenistas.
Antes de la llegada de Cortés a México el Imperio Azteca exigía sangrientos sacrificios en honor a Huitzilopochtli y sus ritos incluían la antropofagia, los mayas en su decadencia rendían crueles sacrificios humanos y mantenían una sangrienta tiranía.
La idea de los mayas sabios y bondadosos que tenemos en la memoria colectiva tiene su lado oscuro en los guerreros que rendían sacrificios sangrientos a sus dioses.
Entre los indígenas existieron el machismo, el fanatismo religioso, el rapto de mujeres y la brutalidad del mundo natural, el negarlo es negar una parte de la historia de nuestra tierra, es mitificar una imagen que han creado un grupo de desquiciados y resentidos sociales para tener más fama y poder.
Si hemos visto los aspectos más crudos de otras civilizaciones como los griegos, los romanos, los vikingos, los babilonios y los chinos ¿Por qué con el indígena es diferente? Porque es un pilar fundamental para los grupos indigenistas que lucran con esta imagen, porque su beatificación es un arma de un Sistema que no quiere la unión sino el odio y la intolerancia.
Los pueblos indígenas tuvieron sus virtudes y sus aportaciones a la humanidad, pero también tuvieron su lado oscuro y sangriento, aunque se le niegue pero existió, es parte de su historia. El negarlo como lo hacen los indigenistas es de algún modo un tipo de racismo.
Las tribus del Amazonas viven luchando entre ellas, raptando mujeres de tribus enemigas y violándolas en grupo, entre estas tribus la más peligrosa es la tribu yanomami, una de sus costumbres en la guerra es la de robar a las mujeres del enemigo y violarla masivamente, después de las violaciones las asignan como esposas a guerreros particulares.
El famoso caso de Helena Valero es una prueba escalofriante quien fue víctima de violaciones por parte de los yanomami además de ser testigo de su crueldad al masacrar a tribus enemigas, matar brutalmente a los niños y raptar a las mujeres.
Lejos de las idealizaciones de Galeano y otros indigenistas, las tribus nativas tienen sus matices brutales y abominables pero su beatificación por parte de la historia oficial nos impide verlos como los seres humanos que son, con sus virtudes culturales pero también con sus propias oscuridades.
Investigaciones antropológicas, excursiones de investigadores a las tribus indígenas e incluso la película de terror Holocausto Caníbal han contribuido a derrumbar parte del mito del buen salvaje de nuestra conciencia colectiva. Sin embargo, el poder de los grupos populistas, la censura de la historia oficial y el tabú del racismo nos impiden investigar y descubrir las verdades del indígena americano.
El indígena sigue siendo un ser casi beato, su historia es incuestionable, su imagen como un ser noble y pacifico en armonía con la naturaleza perdura en la historia oficial y es obligatorio que se le venere aunque esta imagen no corresponda a la realidad.
Presidentes como Evo Morales y el fallecido Hugo Chávez se dieron a la tarea de elevar el populismo y el indigenismo hasta niveles incuestionables, lo mismo que los grupos populistas en todo el continente de habla hispana.
El mito del buen salvaje sirve como arma política para servir en causas populistas y conseguir el apoyo fanático de las masas indígenas de nuestros países, se ha vuelto un concepto incuestionable, un ídolo de pies de barro usado por charlatanes y demagogos de la extrema izquierda.
La tarea del revisionista en América es el de derrumbar este mito, es el de estudiar las culturas indígenas con todos sus rasgos tanto positivos como negativos. Derribar un ídolo falso y derribar las mentiras de la izquierda, de los grupos indigenistas y de los nuevos caciques que viven a expensas de las masas.
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Fuente:
FD: DERRUMBANDO EL MITO DE LOS NOBLES SALVAJES por FERNANDO TRUJILLO
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Re: Indigenismo peligroso
Hace una semana tuve el honor de ser invitado a la Universidad Central del Ecuador a dar una conferencia, y en el paseo que me di por la universidad previo a la conferencia me sorprendió mucho la simbología que aún transmitía la universidad, un auditorio llamado “Che Guevara”, un mural dedicado a Fidel Castro, una exposición sobre “las luchas estudiantiles” en la que se justificaba la contra-violencia y elogiaba al MIR… y también un grupo como de una docena de esculturas de guerreros indígenas de distintos países de América Latina que lucharon contra los conquistadores españoles. Esto causó mi extrañeza y puse el tweet que sirve de imagen a este publicación.
Según he sabido después la inclusión de estas esculturas dentro de la universidad Central son un mero accidente urbanístico, estaban diseñadas para estar originalmente fuera, en la Plaza IndoAmericana y cada embajada de cada país Indoamericano donó una escultura con algún “héroe indígena” representativo de su país (según los criterios de las embajadas), pero luego un cambio urbanístico en la plaza las re-ubicó dentro del recinto de la universidad. Esta explicación, que no estaban diseñadas para estar dentro de la universidad y que siguieron un criterio político no académico, justifica mi extrañeza de verlas ahora dentro de la universidad.
Bueno, pues desde entonces llevo una semana siendo objeto de reiterados insultos, ataques, menciones y peticiones de que me sancionen, me expulsen del país o llamándome desde racista hasta facha (nunca puede faltar lo de “facha”) muy reiterada e insistentemente.
Por un lado pues no parece haberse entendido (o no se quiere entender) que mi cuestionamiento es a que ESOS guerreros estén dentro de la universidad, no a que los indígenas o el conocimiento indígena esté dentro de la universidad.
Yo soy muy seguidor de las teorías de Deirdre McCloskey, y creo que una sociedad obtiene aquello que valora. Y una de las formas de analizar qué se valora en una sociedad es analizando qué honra con los nombres a sus calles, o a quienes honra poniéndolos esculturas en pedestales. De hecho la crítica a las esculturas o nombres de las calles es habitual en muchos países del mundo (significativamente en Madrid estos días, por ejemplo); y especialmente dentro de la universidad (muchas universidades norteamericanas se cuestionan si es correcto tener esculturas o nombres de edificios de esclavistas en sus campus, por ejemplo).
[A este respecto quiero aclarar que yo no soy partidario de retirar esas estatuas o cambiar esos nombres, no creo que haya que “re-escribir la historia” así, pero sí creo que este debate es pertinente, oportuno y enriquecedor tenerlo, cuanto menos porque muchos aprendemos quienes son muchos de los nombres de muchas calles o de monumentos].
Pero lo que más me ha sorprendido es que en todos estas críticas (o más bien insultos) que se me han dirigido se ha visto reflejado aún en el 2017 el “mito del buen salvaje” por el cual parece que latinoamerica era una especie de arcadia feliz, con unos indígenas sabios y buenos, amantes de la naturaleza con la que vivían en armonía hasta que llegaron unos brutales conquistadores asesinos saqueadores y crueles que rompieron esa evolución. Más aún me ha sorprendido que muchos de los que me respondían hablaban de “nos vinieron a robar” o “nos conquistaron” o “nos robaron” identificándose tan solo con los indígenas de América Latina pero obviando el hecho de que ellos mismos (como todos en América Latina) son mestizos, por tanto también son descendientes de los conquistadores a quienes denigran e insultan. Amén de ser evidentemente falso me parece bastante lamentable la verdad, pues muestra un auto-odio hacia, al menos, la mitad de su ascendencia y cultura que debe ser duro de sobrellevar para quienes lo padezcan. Además de que hablaban de “nuestra identidad” o “nuestra cultura” refiriéndose a todos esos guerreros, como si fuesen la misma identidad cultural la de El Salvador que la de Ecuador, por poner dos, pero los indios cañaris (aliados de los españoles) o los conquistadores no parecen conformar esa identidad que se hace solo por oposición a su propia mitad.
Por otro lado me sorprende lo míticos y a-históricos que son los conocimientos que demuestran de lo que eran las culturas primigenias de América Latina. Muchos parecen ignorar que los incas tenían minas explotadas en régimen de semi-esclavitud (la existencia de minas y de la esclavitud refutan el mito romántico de "proto-ecologistas” y “proto-pacifistas”), y que los incas tenían esclavos en abundancia, amén de que el Imperio Inca ha sido uno de los más opresores y crueles de la historia de la humanidad. Que nadie se equivoque, no digo que las crueldades de los incas justifiquen las cometidas por los españoles, pero sí digo que no podemos obviar la historia para construir un relato mítico politizado y usado en la actualidad con fines divisorios e identitarios.
De hecho es bastante sorprendente pues muchos parecen desconocer que el Imperio Inca conquistó lo que hoy es Ecuador tan sólo 70 años de que llegasen los españoles, y que fue una conquista cruel. Que es lo que en realidad explica por qué unos pocos cientos de españoles pudieron derrotar un imperio con decenas de miles de soldados, y es que en realidad las guerras entre el Imperio Inca y los españoles fueron guerras de sublevación de las tribus sometidas por los incas catalizadas por la aparición de unos pocos cientos de españoles. Amen de que los españoles se beneficiaron de la división que aún había en el Imperio Inca entre los partidarios de un hermano Huascar -los incas del sur, de Cusco- y los partidarios de su hermano Atahualpa -los del norte, lo que hoy es Quito-. De hecho en la batalla contra Rumiñahui lucharon unos 11.000 indios cañaris (originarios de la actual región de Cañar al sur de Ecuador, quienes fueron uno de los aliados más importantes de los españoles) junto a unos 200 soldados españoles contra unos 12.000 incas. Aunque los números no puedan ser muy fiables por las crónicas fíjense en las proporciones: 23.000 indígenas en la batalla frente a 200 españoles, un 0,8% de los participantes.
Un dato que parecen desconocer casi todos es que de hecho murieron más españoles en las guerras civiles españolas entre los partidarios de Pizarro -y familiares- contra los partidarios de Almagro -y familiares- (Almagro y Pizarro fueron los socios en la empresa de la conquista) que sucedieron a la conquista del imperio inca que en toda la conquista del imperio inca. Creo que esto re-dimensiona el relato de la guerra entre españoles e indígenas como algo mucho más complejo -y por tanto interesante- con muchos más bandos e intereses.
Por otro lado gran parte de la discusión se ha basado en cuál era el nivel de conocimiento de las culturas indígenas en general y de los guerreros representados en esas esculturas en particular. Que yo haya dicho que eran “analfabetos” parece haber ofendido a muchos, cuando es una mera aplicación de la definición de “analfabeto”, no sabían leer ni escribir, pues en esas culturas no había escritura. Tenían los “quipus” que eran un sistema contable (y de hecho esto es especialmente interesante pues las primeras escrituras en la historia también parecen haber sido apuntes contables, lo que dota a la contabilidad de una sorprendente importancia e interés -especialmente para los sufridos estudiantes de contabilidad ahora-), y que según algunos investigadores podrían haber sido un sistema de proto-escritura, pero eso es algo que 20 años después ni se ha demostrado ni se ha descifrado relato alguno.
No niego, ni muchísimo menos, que las culturas pre-hispánicas tuvieran conocimientos muy valiosos, por ejemplo en astronomía, agricultura o construcción. Pero no podemos ni sobrevalorar estos conocimientos (de los que debido a la ausencia de escritura propiamente dicha nos ha llegado muy poco); ni menospreciar el avance en civilización y conocimientos que supuso la unión de los dos mundos. Así como supuso un importante impulso para España y para Europa el descubrimiento de América (casi toda la gastronomía europea se sigue basando en sus productos, no en los previos al siglo XVI, como es patata, maiz, tomate…); también supuso un importante impulso para el conocimiento en América la llegada de los españoles.
Lo que sí niego es que los guerreros representados en esas esculturas que -por mero accidente urbanístico- están ahora en la Universidad Central se les conozca contribución alguna al conocimiento. Se podría homenajear a los sacerdotes incas (quienes conservaban el avanzado conocimiento astrológico); a los “amautas” (los educadores incas) o a los chamanes de las tribus pre-incaicas (quienes conservaban el amplio saber botánico); pero homenajear a los guerreros no creo que represente los mejores valores que se debería querer inculcar en la universidad a las siguientes generaciones.
Muchos amigos me pregunta por qué sigo insistiendo en hablar de estas esculturas, o por qué he respondido a tantos de quienes me han cuestionado. Bueno, pues porque creo que los símbolos son los que construyen los mitos, y sobre los mitos son sobre los que se construyen las realidades actuales. Y sobre mitos fundacionales frentistas, erróneos y vengadores es imposible construir un futuro póspero o feliz.
(Básicamente son los mismos mitos acristalados en "La Biblia del idiota" que es como llamaron Montaner, Vargas Llosa y Apuleyo a "Las venas abiertas de América Latina" en el "Manual del perfecto idiota latinoamericano" allá por 1996).
La verdad me he cansado bastante tras toda esta semana de ser insultado, tachado de racista, “eurocéntrico”, de cuestionamientos a mi capacidad de ser profesor y de peticiones de expulsión de Ecuador. Quiero hacer esta aclaración para dejar en claro mi postura más allá de malas interpretaciones en 140 caracteres; y quiero lamentar que tantos hayan llevado un debate que puede ser muy enriquecedor y que es común y habitual en el resto del mundo: el cuestionamiento sobre a quien homenajeamos o a quien ponemos en pedestales, a un plano personal y de insulto que ha sido tan desgastante y tan disgustante para mí. Por eso insisto y seguiré trabajando en ello: #PorUnaCulturaDelDebateEnEcuador.
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8512&stc=1
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Fuente:
https://www.facebook.com/LuisEspinos...11070936507456
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Re: Indigenismo peligroso
Jesús Á. Rojo responde a las amenazas indigenistas: Quieran o no España es la madre de América
El autor del libro "Los Invencibles de América", Jesús Á. Rojo ha respondido a las amenazas de un grupo indigenista en el programa de televisión "El Gato al Agua".
https://www.youtube.com/watch?v=5k6tRQaw3w0
https://www.youtube.com/watch?v=5k6tRQaw3w0
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Re: Indigenismo peligroso
Vinieron los españoles y NOS conquistaron. Desde niños aprendemos que somos algo así como los descendientes de los “aztecas”, que vencidos por Hernán Cortés y sus compañeros, padecimos trescientos años de “esclavitud” hasta que en el año de 1810 obtuvimos nuestra libertad. Esta versión de nuestra historia es el principal soporte de una visión artificial, impuesta desde una óptica política ajena a la realidad, que nos señala nuestra obligación de odiar a España y sentirnos eternamente agraviados y perdedores.
Para empezar, digamos, para horror de nuestras creencias aprendidas mecánicamente en la escuela, que no vinieron los españoles y NOS conquistaron, porque no había ningún NOSOTROS en ese momento. Los actuales mexicanos, en más de un 90 % somos descendientes de indígenas y españoles, y el 10 % restante pertenecen a etnias indígenas que nada tienen que ver con los aztecas. Me refiero por supuesto a los actuales pimas, seris, rarámuri, tzeltales, tzotziles, huicholes, otomíes, etc.
No existía MEXICO, sino un conjunto de señoríos indígenas, llamados “altépetl” en náhuatl, “ñuu” en mixteco, o bien “batabil” en maya, diferentes entre sí, sin integración ni unidad general y más bien en una lógica de guerra y enfrentamiento constante para imponer su dominio los unos a los otros y obtener tributos. Quien destacaba en su dominación era el altépetl Tenochtitlán, cuna de los mexica (mal llamados “aztecas”, éste término es totalmente artificial, inventado modernamente).
La dominación mexica era todo, menos simpática. Se imponía por medio de la guerra, y a los vencidos se les exigía la entrega de su riqueza y la aportación de personas destinadas a ser sacrificados en honor de los dioses de Tenochtitlán. Cualquier desobediencia al amo mexica era implacablemente castigada, para que a nadie se le ocurriera volver a desafiar su poderío.
Los mexicas decían que su dios, Huitzilopochtli, les había prometido el dominio de todo el mundo conocido, a cambio de su fidelidad y constante sacrificio de personas, provenientes por supuesto de las regiones vencidas. Esto los llevó a ser la principal potencia militar de la zona, pero no a ser los chicos más populares del vecindario.
En 1519, sucedió algo que vino a derrumbar este dominio aparentemente todopoderoso. La llegada de Hernán Cortés y 600 españoles alentó a los altépetl sometidos a luchar por su libertad. Los primeros en aliarse a los españoles fueron los de Zempoala, luego vinieron los de Tlaxcala, de Huejotzingo, Tepexi, Tehuacan, Coxcatlán, Coixtlahuacán, Tamazulapan, Yanhuitlán, Xicochimalco, Zacatlán, Texcoco, etc. La mayoría de los señoríos dominados por los mexica aportaron el ejército INDIGENA que derrotó y destruyó a Tenochtitlán. Al final los mexica se quedaron solos, sin aliados ni amigos, y lucharon heroicamente hasta ser aplastados. Cuando el tlatoani (“orador”) Cuauhtémoc se rindió a Cortés, los mexica que sobrevivieron dejaron de luchar. Apenas tres años habían pasado y el dominio mexica sobre millones de personas se había desvanecido.
Lo que siguió fue aún más sorprendente. Los españoles y sus aliados indígenas, incluyendo a los vencidos mexica, se dirigieron hacia las lejanas tierras del norte, fundaron nuevas ciudades, se mezclaron entre ellos y sin darse cuenta, dieron origen a una nueva nación, la mexicana, descendiente de indígenas y españoles, y también de africanos y asiáticos llegados en esas fechas, pero fundamentalmente original, dotada de una fuerte identidad. Esta nación fue madurando a través de los siglos hasta convertirse en lo que somos actualmente.
Bueno, pero ya desde el siglo XVI en Londres, Ámsterdam y las ciudades germanas se decidió que lo políticamente correcto era ser antiespañol y anticatólico. En Estados Unidos este ideario arraigó profundamente en la comunidad política, que a su vez se encargó de “educar” a la clase política mexicana. El encargado de negocios y primer embajador de Estados Unidos en México, Joel R. Poinsett, se encargó de fundar la logia masónica yorkina en donde los primeros políticos mexicanos aprendieron que era indispensable odiar a los antepasados españoles de los mexicanos. De ahí viene nuestro chistoso odio a España, que profesamos siendo mestizos la mayoría, apellidándonos Pérez, López o Gutiérrez, y desde una perspectiva vital enraizada en Occidente desde hace siglos.
A fin de cuentas, un conocimiento mayor de nuestra historia nos puede ayudar a crecer como nación, reconciliarnos con nuestro pasado y dejar de lado los traumas, las visiones de vencidos y perdedores, y asumir nuestro origen pluricultural, fortaleza y legado de México.
Agradecemos al autor carlosastudillo@hotmail.com
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Fuente:
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Re: Indigenismo peligroso
LA AZTECOMANIA, EL MAYOR DE NUESTROS LASTRES I
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Continuando con el tema central de este blog durante este año, jalonado por la presunta profecía maya del fin del mundo (ahora todavía más en descrédito con el hallazgo de las ruinas de una casa en Guatemala, al parecer residencia de un antiguo matemático y escriba maya en la que, por primera vez en américa, se descubrieron escritos en los muros de una casa particular,--cuya carencia hasta ahora, según señalábamos en el post anterior sobre los Mayas, era señal de la escasa alfabetización de esa sociedad precolombina, cosa que sigue confirmándose, pues se trataba de un personaje de elite que usaba los muros de su habitación de trabajo como pizarrón para apuntar sus cálculos--de la que se desprenden cálculos calendáricos señalando fechas posteriores al 21 de diciembre de 2012, hemos hablado también de los Iroqueses y de la manipulación histórica que recientemente se ha hecho sobre ellos en EUA, para ahora hablar del pueblo que quizá es el ejemplo mayúsculo de manipulación de la Historia y de su existencia, logros y modo de vida, con una finalidad política e ideológica: me refiero a los Aztecas.
Los Estados americanos sufrimos, en general de un problema de falta de legitimación histórica: no cabe duda que somos producto de la colonización europea: española, británica, portuguesa y francesa principalmente, de los que tomamos la Civilización Occidental con las particularidades propias de cada uno, además, recibimos grandes cantidades de inmigrantes provenientes sobre todo, del resto de los países europeos, aunque el factor africano, debido a la esclavitud y una importante inmigración asiática terminaron por configurar una población heterogénea para todos los países entre Alaska y Tierra del Fuego, en la que los indígenas americanos, finalmente, solo son un factor más, ni dominante (salvo quizá el peculiar caso de Bolivia) ni tampoco imperceptible en la conformación de las poblaciones y de las culturas del continente.
El fenómeno migratorio, además, no se detuvo tras la finalización de la época colonial, sigue hasta nuestros días, por lo que podemos decir que la población americana no ha terminado su proceso de formación y por ende, las identidades nacionales, como ya en otros posts lo he mencionado, todavía no se constituyen; así, las independencias, que iniciaron con la separación de EUA de la Corona Británica a fines del siglo XVIII y terminaron hasta el siglo XX con Panamá, Canadá o Belice, se hicieron en una etapa temprana, en la que no existía todavía una clara diferenciación con las sociedades metropolitanas, por lo que de inmediato se buscaron justificaciones para la creación de nuevos Estados y sus identidades propias, se inventaron nombres o de plano, como en Estados Unidos, se optó por no tener ni nombre propio ni identidad, sino sustentar su razón de ser en una serie de doctrinas políticas y sistemas de control de la actividad gubernamental ideados por los Racionalistas Británicos y los Iluministas Franceses, creando un experimento más que un país que se convirtió en la Primera Potencia Mundial dada la tendencia europea a destruirse en guerras y al afán experimentador político de los hispanoamericanos; así, sin rival, Estados Unidos creció sin freno aún sin conformar una verdadera Nación, aunque sí un poderoso Estado.
En el caso de México, desde la adopción del nombre, originalmente de la ciudad que es su capital, y como escudo nacional, el emblema prehispánico de la misma ciudad, hecho a partir de la misma Consumación de la Independencia por Iturbide, en 1821, se marcó el inicio de una tendencia a reducir únicamente al factor indígena la identidad mexicana, pese a que este caudillo y emperador propusiese la unión entre todos los habitantes del país sin importar su raza y la adopción de un sistema monárquico-constitucional evidentemente tomado de Europa. No sería sino hasta después de la Intervención Francesa y el Imperio de Maximiliano que el indigenismo se convertiría en el sustento del inventado nacionalismo mexicano, irónicamente en una época en que los indígenas se vieron marginados, despojados de sus propiedades y marginados a ser peones acasillados y a la pobreza por la aplicación del Liberalismo Económico sin cortapisas, aunque los dos gobernantes más importantes del periodo: Juárez y Porfirio Díaz, eran así mismo indígenas oaxaqueños, el primero Zapoteca y el segundo Mixteca.
Es entonces cuando se pretende sustentar ese nacionalismo mexicano en el recuerdo del "Imperio Azteca", y es aquí donde empieza la elaboración de mitos y si no falsificaciones de la Historia, sí interpretaciones interesadas de la misma.
Para empezar, hay que señalar que los "Aztecas" no existieron; existieron los "Mexica"; "Azteca" es una terminología probablemente artificial y muy posterior a la época Precolombina y a la Conquista Española, nacida sobre todo en la Historiografía Anglosajona, quizá porque resulta más fácil de pronunciar para alguien de habla inglesa la palabra "aztec" que "mejíca" o "meshíca", formas en las que se puede pronunciar, y solo encuentra fundamento en el mito sobre el origen que los indígenas habitantes de la ciudad de México-Tenochtitlan contaron a los Españoles: la procedencia de un lugar llamado "Aztlán", esto es "Lugar de Garzas" o "Lugar de Blancura", de donde vendría el gentilicio "Azteca", la única vez anterior a los historiadores anglosajones en que se usa este término se encuentra en las crónicas del Franciscano Juan de Torquemada, quien en su obra "Monarquía Indiana", que como su nombre lo indica, es un ensayo sobre la monarquía imperial mexica, habla de un episodio en el que todo un grupo de indígenas venidos del norte es dividido en varias tribus por un prodigio de Huitzilopochtli, dios de la Guerra y tutelar de los Mexica, a quienes impuso ese nombre, diciéndoles que dejasen de llamarse Azteca, nombre genérico que compartían con otros pueblos con los que compartían su origen nómada provenientes del norte y tomasen el nombre de Mexica, gentilicio que, en realidad, parece provenir de Mexi un tranquilo dios agrícola del maíz en floración y que al parecer fue asimilado al dios guerrero, el "Colibrí Siniestro", deidad de origen totalmente ajeno a Mesoamérica y llegada del norte.
Sin embargo, hay que tomar con reservas esto, pues Torquemada no escribió su obra sino hasta inicios del siglo XVII, esto es, más de 80 años después de la llegada de los Españoles, y tomando como base a documentos y tradiciones Mexica, quienes fueron los primeros en manipular la Historia en su favor, y así, en esa obra aparecen como los descubridores del fuego y de los lanzadardos, mortífera arma parecida a una ballesta primitiva que usaban los indígenas y cuya utilización, por supuesto, ya se conocía en toda América desde antes de que sus antepasados cruzaran el Estrecho de Behring.
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Y es que los Mexica eran intrusos, tan extranjeros como los Españoles para los pueblos Mesoamericanos; aducían provenir de Aztlán, un lugar situado al norte, de donde se derivan muchas teorías: si aceptamos la traducción del topónimo como "Lugar de Blancura" bien podría hacer referencia a la nieve o a la niebla y no a las garzas, por lo que recientemente ha tenido más extensión la teoría de que Aztlán bien podría estar en Canadá, incluso en Vancouver, pues hay que recordar que Aztlán, como se puede ver en la imagen precedente, sacada de la "Tira de la Peregrinación" que narra el éxodo de los Mexica de su lugar de origen hasta poco antes de la fundación de la Ciudad de México, el mítico lugar era una isla enmedio de un lago o del mar, o bien, si se toma como "Lugar de Garzas", podría ser en la isla de Mexcaltitán en Nayarit, donde se halló una escultura que representa a una garza agarrando a una serpiente con las patas, esta escultura no quiere decir nada, ya que (si no se trata de una falsificación, como puede ser) las aves y las serpientes, o las águilas sobre nopales no son sino motivos iconográficos bastante frecuentes entre los indígenas del ahora centro del país, aunque esta localización es la otra teoría aceptada, la tesis de Vancouver tiene el respaldo en la difusión de las lenguas Yuto-Aztecas, entre las que se encuentra el Náhuatl, hablado por los Mexica y más extendido en Mesoamérica, pero eso tampoco quiere decir nada, o aún los Tolteca-Chichimeca en el siglo VII, según lo plantea en un interesante libro: "El Primer Mestizaje" el historiador Christian Duvergier, todo indica que este idioma era ya la "lingua franca" de la región mucho antes de que llegaran los Mexica, aunque posiblemente ellos pertenecían ya a ese tronco lingüístico, igual que Huicholes, Tarahumaras o Apaches y Comanches además de que la semejanza con las costumbres, danzas y música de pueblos indígenas de la Columbia Británica, la aparente coincidencia de topónimos como Michoacán-Michigan, y la semejanza de Huitzilopochtli con deidades guerreras norteamericanas, pueden ser claves para confirmar un origen puramente norteamericano de los Mexica, como incluso las descripciones físicas de ellos como altos y corpulentos, similares a los "Redskins" gringos y diferentes a los Náhuas y otros pueblos Mesoamericanos, de estatura promedio más baja y constitución más delgada.
Como sea, los Mexica eran un pueblo bárbaro: "Chichimeca" (quienes viven como perros, en Náhuatl), muy similares a los Pieles Rojas en su versión original, vestidos con trajes de pieles y nómadas, que se dirigieron al sur, probablemente siguiendo a las inmensas manadas de bisontes que en aquella época llegaban hasta lo que hoy es el estado de Hidalgo, y quizá no hablaron la lengua Náhuatl sino hasta que la adoptaron al entrar en Mesoamérica en el siglo XII, donde pronto se hicieron con fama de buenos soldados, participando como mercenarios en la Guerra Civil que puso fin al Imperio Tolteca, pero también de extraordinariamente crueles y violentos, pues si los Mayas o los Tolteca hacían unos cuantos sacrificios humanos al año, los Mexica hacían verdaderas matanzas rituales, por lo que, cuando no eran contratados para combatir en las guerras que sacudieron el hoy Valle de México durante los siglos XIII y XIV eran perseguidos como plaga, finalmente, otros bárbaros nómadas, como los Acolhúas o los Chalca, terminaron por asentarse y fundaron ciudades como Texcoco o Chalco y adoptaron la cultura Náhuatl que venía desde la época de Teotihuacán (contemporánea a Roma) y fueron admitidas por las ciudades-estado (altépetl en Náhuatl que quiere decir: "Agua-Monte" y que significa lo que nosotros entendemos por "Estado") que surgieron del colapso Tolteca, aunque no sin resistencias ni tensiones en su "sistema-internacional" desde inicios del siglo XIII, mientras los Mexica siguieron merodeando, violando, saqueando y sobre todo: matando, hasta 1325, en que después de haber sido derrotados por una coalición de varias ciudades en Chapultepec, encontraron refugio en una isla enmedio del hoy seco y urbanizado Lago de Texcoco, única tierra libre donde fundaron la actual capital de nuestro atormentado país.
Las cosas cambiarían cuando, tras 1428, los Mexica lograron, de repente, convertirse en la nueva gran potencia mesoamericana, tras haber liderado la alianza que acabó con la supremacía de Atzcapozalco, entonces fue cuando Itzcóatl, Tlatoani o Rey de México-Tenochtitlan asumió el título de Huey-Tlatoani (literalmente "Gran orador") que tenía una connotación imperial o de gobierno sobre el Anáhuac, la "Tierra entre las Aguas" o el mundo conocido para ellos, es decir, América, dicho título había sido usado por Tezozómoc, Rey de Atzcapozalco y artífice de su grandeza, así que ahora los Mexica se presentaban como los herederos de la tradición política en el Altiplano: la idea de un Imperio Universal.
El artífice de esto fue un personaje llamado Tlacaelel, quizá uno de los genios políticos más interesantes producidos por el Continente Americano, amén de Jefferson, Bolívar y demás de épocas posteriores, hijo del segundo Rey de Tenochtitlan y hermano de Moctezuma I era sumo sacerdote de Coatlicue, y por tanto ostentaba el cargo de "Cihuacóatl" o "Mujer Serpiente", al ser la diosa madre de Huitzilopochtli, la función de su sacerdote debía ser igualmente de protección y guía del gobernante, por lo que llevaba aparejado el papel de Primer Ministro o Jefe del Gobierno y la Administración del Estado, Tlacaelel llegó a tener en sus manos un poder inmenso que se extendió por toda su vida hasta su muerte, en 1481, por encima de los monarcas que ostentaron la corona de oro y jade del imperio.
Tlacaelel comprendió que la imagen y el terror eran factores importantes para obtener y conservar la hegemonía: poder blando y poder duro, a fin de tener el primero, el Ministro optó por modificar la Historia de su pueblo, así que ordenó quemar todos los libros de Historia y reescribirla, a fin de que apareciera que los Mexica eran elegidos por los dioses para cumplir con una misión, además, aprovechó el que el primer Rey de Tenochtitlan: Acamapichtli, fue hijo de una princesa segundona de Culhuacán y un noble Mexica, de la dinastía real tolteca que conservaba el trono de esa pequeña ciudad-estado, para afirmarse como continuadores de Tula y su ideal imperial, se adoptó la cultura tolteca-teotihuacana plenamente y se trató de borrar la idea de que los Mexica eran extranjeros: los Mexica, al igual que todos los pueblos Náhuatl, provenían de Chicomoztoc, las Siete Cuevas o Siete Ciudades de Oro, situadas al norte, un origen totalmente mítico, para emparentarlos forzosamente con los demás pueblos, borrando las trazas de su pasado nómada, su carácter de mercenarios y su también carácter detestable como bárbaros, diciendo que su éxodo tuvo un objetivo divino qué cumplir: fundar una ciudad sagrada donde se definiría el destino del mundo y sujetarlo todo a los designios del guerrero dios-colibrí, alimentando diariamente al sol con sacrificios sangrientos para evitar su destrucción, igualmente, la leyenda del águila y la serpiente sobre un nopal es pura ficción salida de la maquiavélica mente del hábil político Mexica, que como lo hemos dicho, debió tomar de la iconografía existente: el águila representa al sol que se posa sobre el nopal, cuyo fruto: la tuna, simboliza al corazón humano, y devora a la serpiente para significar que el Sol, nutrido con la vida de los hombres, obtiene fuerzas para luchar contra la oscuridad cada día, en pocas palabras, nuestro escudo nacional es la representación simbólica de que el sacrificio humano permite el amanecer, y que la función del Estado, representado por la piedra en medio del lago, (Altépetl) es sustentar al sol mediante el sacrificio.
Las crónicas que narraban o mostraban la verdadera cara de los Mexica se conservaron en fragmentos en otros pueblos del Valle, que transmitirían a los Españoles trazas de la verdadera Historia, así, es posible que el nombre de "Mexica" y de México como primer nombre de la ciudad, no haya venido de la Luna ni de Mexi el olvidado dios agrario, sino sea en realidad un mote peyorativo, como lo recoge el documentado Gary Jennings en su novela "Azteca" (buena investigación, novela mala y secuelas pésimas, aunque con datos interesantes, que se pierde mucho, como buen Anglosajón hispanófobo en loqueras eróticas y en leyendas negras anti-españolas y anticristianas) que significase: "Comedores de Hierba" aludiendo a la situación desesperada en que se encontraron tras su derrota en Chapultepec y en un islote miserable. De ello, se procuró que no quedara trazos en los libros de la "Historia Oficial".
Después siguió el embellecimiento de la ciudad, tal y como puede verse en las ruinas del Templo Mayor, en el centro de la Ciudad de México, el templo original, pequeño y austero fue siendo sustituido y engrandecido en diversas etapas posteriores.
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Aquí tampoco hay que creernos que se trata de un logro puramente Mexica, la ciudad fue construida y embellecida por arquitectos, escultores, pintores e ingenieros de los pueblos antiguos del Valle de México proporcionados por Netzahualcóyotl, el Rey de Texcoco y co-emperador según el sistema planteado por el propio Tlacaélel. Igualmente, el sistema de diques que contuviesen las inundaciones sufridas por la ciudad, y que nunca constituyeron un sistema realmente efectivo para evitarlo, lo que no dejó a los Españoles más remedio que desaguar el lago en el siglo XVII, lo mismo que el acueducto que llevaba agua potable a la ciudad de los manantiales de Chapultepec fue obra de expertos de esos mismos pueblos, y en cuanto a los pretendidos logros calendáricos de los Mexica, estos no hicieron más que adoptar el ya utilizado por todos los Mesoamericanos; los Mexica no innovaron en nada, ni aportaron nada nuevo a lo ya existente, sino que adoptaron y aprovecharon los conocimientos y el desarrollo de las civilizaciones mesoamericanas hasta el momento, a las que depredaron.
Y sí, las depredaron, pues la otra parte de la política ideada por Tlacaélel consistió en el terror puro y duro: el Imperio, para empezar, no era en realidad un Estado unificado bajo un Gobierno centralizado, como Roma, Persia, el Egipto Faraónico, la China antigua y medieval o hasta los Incas, no, el Imperio se mantuvo, en primer lugar, como una Alianza entre dos ciudades que habían encabezado la rebelión contra el poder de Atzcapozalco que sí amenazaba con ser absorbente y anular totalmente la independencia local de las ciudades-estado obtenida tras la caída de Tula: México-Tenochtitlan y Texcoco, para equilibrar las cosas, se incluyó a Tlacopan, hoy Tacuba, un suburbio de la primera ciudad convertida en megalópolis, donde se colocó como Rey a un noble descontento con el régimen de Maxtla, el tiránico y torpe último Rey de Atzcapozalco, los tres fueron coronados como emperadores o Huey-Tlatoani, sin embargo, los Mexica destacaban en una cosa y era en su excelente organización militar, con lo que su Monarca se reservó el mando supremo de todas las fuerzas militares de la alianza, al culto y pacifista Netzahualcóyotl eso no le interesó mucho, él prefería construir parques públicos, como Chapultepec, e irse a escribir poesías en jeroglíficos a su palacio de veraneo, lo mismo hizo su hijo, Netzahualpilli, y cuando éste murió, los sucesores fueron débiles y entregados a los placeres, con lo que los monarcas Mexicas eran los únicos y verdaderos dueños del cotarro, pues nada tenían que temer de los reyes de Tlacopan, que les debían la creación de su trono y eran meramente decorativos, si en un principio, el reparto de los botines y de los tributos era equitativo entre las tres cabeceras imperiales, para cuando llegaron los Españoles, Tenochtitlan se llevaba la parte del león en la repartición de los ingresos tributarios y las otras cabeceras se llevaban simples limosnas. No en balde, esto motivó que durante el sitio que Cortés impuso a la Ciudad de México, Texcoco rompiera con la Alianza y se pusiera del lado de los Ibéricos.
Y es que la recaudación de tributos era la única finalidad de las conquistas, Tlacaélel creó un sistema burocrático directamente bajo el control del Cihuacóatl, o sea, él mismo, dedicado al cobro de tributos en especie dependiendo de qué era lo de mayor producción había en tal o cual región, además, el comercio quedaba en manos de los mercaderes Mexica que guiaron las conquistas de acuerdo con sus intereses económicos. Toda sujección al Imperio se limitaba al pago de tributos onerosos y el proporcionar tropas al ejército, por lo demás, los reinos sometidos quedaban independientes al interior, no cambiaban sus gobernantes y ni siquiera había una guarnición permanente. Tlacaélel estaba consciente de la fragilidad del sistema, así que decidió fortalecerlo con un clima de miedo permanente: las guerras floridas y los sacrificios humanos masivos con los prisioneros obtenidos en tales combates ceremoniales contribuían a ese terror, en las guerras reales, el sacrificio de los vencidos y la exhibición de sus cráneos clavados en estacas contribuía a generar miedo, sacrificios masivos como los 20,000 muertos en la consagración de la etapa final del Templo Mayor hacia 1490 seguramente incidieron en mucho al deterioro del sistema que así, se sustentaba en los alfileres del miedo y a formar sociedades de personas permanentemente atemorizadas, acostumbradas al expolio y a la pérdida de sus mejores elementos en los altares. Quizá no se ha tomado en cuenta esto, pero es probable que la mortandad de los mejores exponentes de los pueblos sometidos contribuyera al atraso científico y tecnológico en que encontraron los Europeos a los indígenas de Mesoamérica.
Y es que el periodo Postclásico, (ss.XI-XVI) dominado por los Mexica fue confundido por los cronistas de la Conquista y los siglos posteriores como el de mayor esplendor indígena, y no fue así, el mayor esplendor ocurrió en el periodo Clasico (ss. I-X d.C.) el Postclásico empezó con gravísimas convulsiones como el colapso Maya, el derrumbe sucesivo de Teotihuacán en el siglo VII y el de Tula en el XII, guerras constantes, sequías y probablemente ciertas epidemias ocasionadas por la anarquía y los movimientos de población: Tenochtitlan palidece ante la verdadera gloria imperial de Teotihuacán, y la influencia y rutas comerciales de ésta ciudad que llegaban hasta la zona de los Grandes Lagos y Costa Rica al menos, la evidencia de más y mayores centros urbanos por todo el continente, la extensión lenta, por la carencia de medios de comunicación más veloces como en Europa (caballos) de innovaciones como la metalurgia o la agricultura del maíz, pero que se daban, demuestran que, a comparación, la época Mexica era una verdadera "Edad de Tinieblas" o de decadencia en la que lentamente empezaba a resurgir la vida cultural, gracias en parte a la muy relativa estabilidad brindada por los Imperios Mexica y Andino de los Incas, pero que estaba todavía muy lejos de lograrse.
En mucho, esta confusión fue propiciada por los propios Mexica, con la destrucción de los documentos históricos antiguos y su manipulación para aparecer como los fundadores de la civilización, y es que se ha dicho que los Españoles destruyeron las fuentes históricas, pero esto es un mito como la destrucción de la Biblioteca de Alejandría por los Cristianos del siglo V d.C., en realidad destruída por Julio César y el populacho alejandrino en sus luchas de poder con Cleopatra y consumada por otro Romano: Diocleciano y el mismo populacho trescientos años después; también se dio la destrucción de los documentos y fuentes por los propios Indígenas, en especial los Mexica, que quisieron aparentar que con ellos iniciaba una nueva era: el "Quinto Sol".
En un próximo post hablaré precisamente de la mitificación de los Mexica y su conversión en los "Aztecas" y de ahí, en el "México antiguo".
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Fuente:
EL MUNDO SEGUN YORCH: LA AZTECOMANIA, EL MAYOR DE NUESTROS LASTRES I
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Re: Indigenismo peligroso
LA AZTECOMANIA, EL PEOR DE NUESTROS LASTRES II
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Como en el post anterior lo decíamos, los Mexica manipularon la Historia a su favor, de forma que pareciera que con ellos, la misma había vuelto a empezar; los Españoles creyeron por tanto, que estaban ante el ejemplo más alto de civilización indígena y se encontraron además que de inicios del siglo XIV para atrás la Historia era fragmentaria, confusa y bastante adornada con leyendas y mitos, por lo que atribuyeron muchos de los avances en ingeniería, urbanismo, medicina, astronomía y artes a los Mexica; por otro lado, castellanizaron el gentilicio, que pasó a ser "Mexicano", pero nunca les llamaron Aztecas. Los Mayas, en esa época, se presentaban como una sociedad colapsada y empobrecida, con ciudades pequeñas y aisladas o comunidades agrarias, reyes, sacerdotes o nobles sin tierras pero con pomposos títulos cuyo reconocimiento o asimilación pidieron a las autoridades hispanas a cambio del bautismo y su colaboración no impresionaron mucho a los Españoles, ni tampoco las armas de cobre y bronce de los Tarascos de Michoacán, y sus rústicas construcciones generaron en los europeos tanta admiración como las construcciones y monumentos de Tenochtitlan, escenográficamente planeada para sorprender y exhibir poder.
Aún así, quizá lo que le sorprendió más a Cortés y sus hombres fueron los pies de barro de aquel Imperio, y la situación de crispación y tensión a las que habían llegado las cosas en 1519, bastó la aparición de 500 soldados europeos, (pues además de españoles había griegos, portugueses, alemanes, suizos, franceses y un inglés), en las costas para que primero los Totonaca, y después los Estados independientes de Tlaxcala, Matlatzinco y Huexotzinco se unieran a los europeos, junto con multitud de rebeldes a la autoridad Mexica; lo dicho en un post anterior, la Conquista no fue tal, fue una especie de Revolución mediante la cual los indígenas que se encontraban sometidos a la Triple Alianza rechazaron a Moctezuma II como máximo soberano y aceptaron, en su lugar, voluntariamente a Carlos I de España y V de Alemania, que unía a las coronas castellana, aragonesa, navarra y granadina, así como la del Sacro Imperio, la del Cem-Anáhuac, por ello es que el "Penacho de Moctezuma", corona de plumas de Quetzal, oro y turquesas, símbolo del poder imperial del Huey Tlatoani fue a parar a Austria, con su nuevo titular que era el Habsburgo, habida cuenta que, coaccionado o no, atemorizado ante la profecía sobre el regreso de Quetzalcóatl o lo que fuese, Moctezuma II renunciaba a su trono y a los derechos sobre el mismo de sus descendientes y parientes (la sucesión al trono Mexica era electiva, siempre y cuando fuese en la misma familia, descendiente por línea materna de los antiguos reyes de Tula) que a cambio recibían el pleno reconocimiento de sus propiedades, recordando que entre los Mesoamericanos no existía la propiedad privada, excepto en el caso de los nobles, y de títulos de nobleza; los descendientes de Moctezuma II, hasta el día de hoy, forman parte de la más rancia nobleza española, con los títulos de Condes de Moctezuma y Duques de Tula, y han emparentado con la aristocracia española y ramas de diversas casas nobiliarias y aún de la realeza, así, por ejemplo, la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III fue lejana descendiente del monarca Mexica, como lo es la actual Duquesa de Alba, que proviene de una hermana de aquella.
Otra rama de la familia, radica en México y ha mantenido el apellido o bien, ostenta el apellido Barragán de origen Vasco y otros, de las familias nobles españolas con que emparentaron, entre sus representantes más famosos se tiene al que fuera Presidente de México: General Miguel Barragán o al político y filántropo Esteban Moctezuma Barragán o al propio arqueólogo (y difusor de la Historia Oficial) Eduardo Matos Moctezuma.
He aquí el escudo de armas adoptado por los Moctezuma:
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Como puede verse, los Españoles resultaron bastante incluyentes, en Perú, igualmente, y como puede verse en la misma liga que se ha incluido en esta entrada, la familia de los Inca emparentó ni más ni menos que con la familia de San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, y con los famosos Borgia. En el ámbito Anglosajón, en cambio, la famosa Pocahontas, hija del Rey Angolquino Powathan, casó con un maestro de escuela avecindado en Virginia y convertido en cultivador de tabaco, y cuando fue recibida en Londres nadie se tomaba en serio sus títulos y era vista más bien como una curiosidad, el tradicional racismo británico y la austeridad de una tribu que sin duda quedaba catalogada entre los "Chichimeca" por los Mesoamericanos impedía que se le reconociera la realeza de su linaje.
Cortés prácticamente sujetó todo el territorio del Imperio de la Triple Alianza, el cual no era tampoco muy extenso, como puede verse en el mapa que figura al inicio de la entrada: abarcó únicamente el centro y parte del sureste actual del país hasta la frontera con Guatemala, con islas independientes; la posesión de animales domésticos para el transporte y el combate, como los caballos, la tecnología naval, militar y de medios de comunicación: la mayor alfabetización de los Españoles, simplemente, las carretas, el desarrollo de estrategias y la forma de ser más práctica de los europeos les dio una ventaja enorme, como también la viruela, el cólera y otras enfermedades desconocidas en América debido a que las mismas vienen aparejadas con los animales domésticos, de los que carecían los indígenas, todo eso hizo muy rápida la conquista. Los Españoles y sus aliados, principalmente los Tlaxcaltecas dominaron en unos cuantos años lo que a los Mexica les había tomado un siglo.Esa región fue llamada "Reino de México", quizá por simple continuación del término náhuatl para referirse a los dominios Mexica, que recibían el nombre de "Mexicayáotl" (Vencidos por los Mexica); las conquistas realizadas por los demás y psoteriores expedicionarios ibéricos, como Nuño de Guzmán, los Oñate, Montejo, Olid y demás, recibieron denominaciones diferentes, y en cada uno se fundaron reinos nuevos, siguiendo el modelo de la conformación de la España recientemente unificada: Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Nuevo Reino de León, Capitanía general del Yucatán, Capitanía General de Guatemala, Nuevo Santander, etc., continuando esta expansión hasta ya bien entrado el siglo XVIII, en modo alguno el nombre de "México" se había generalizado a todo el territorio y tampoco la concepción de los Mexica como antepasados o como núcleo central del mestizaje con los Europeos.
Y es que debemos tener algo en claro: la mayoría de los Mexicanos no descendemos de los Mexica, éstos, al momento de la Conquista habitaban en la Ciudad de México y algunas otras poblaciones al interior del Imperio en un débil intento de establecer colonias al interior iniciado con Ahuizotl a fines del siglo XV, como Malinalco, hoy en el Estado de México, Ixcateópan en el actual Estado de Hidalgo, algunas guarniciones fronterizas cerca de Michoacán y algunos otros, además, hay que tomar en cuenta que en la propia México-Tenochtitlan habitaba un buen número de no-mexicas, principalmente artesanos y especialistas en aquellas actividades que los Mexica, suplantadores de la identidad mesoamericana, semibárbaros y militaristas, no dominaban; había así, muchos habitantes de origen Tolteca, provenientes de las ciudades que rodeaban a los lagos de Texcoco, Zapotecas y Mixtecas de Oaxaca dedicados a la orfebrería y arte plumario, Mayas, que recibían el nombre de Nonoalcas, dedicados al labrado de jade y otras artes, y Otomíes que desempeñaban los oficios más humildes.
Así que, de una población estimada que en aquel entonces tenía la Ciudad de México de 300,000 personas, podríamos decir que unos 50,000 no eran Mexica, lo que nos deja 250,000, a estos, sumando aquellos que no vivían en la capital, podríamos estimar que había quizá unos 350,000 Mexica en toda Mesoamérica para 1519, de los que morirían, a causa de la guerra y las epidemias, unos 200,000... ¿De veras descenderemos todos los Mexicanos todos de ese puñado de 150,000 antepasados? ¿Porqué se plantea que el "Imperio Azteca" es el precursor de México, país que abarca zonas sobre las que los Mexica nunca ejercieron poder o presencia alguna, como Sonora, Chihuahua, Jalisco, Sinaloa, Nuevo León, Coahuila o incluso Michoacán?
La realidad es mucho más amplia que lo que nos muestra la Historia Oficial, y como siempre, lo contrario a ella.
Así, debemos tomar en cuenta que la llamada Conquista no se debió únicamente a la acción militar y colonizadora de España, también tuvo un papel fundamental la llamada República de Tlaxcala, que, al momento de la llegada de Cortés era, probablemente, la sociedad americana indígena más avanzada de todas: dotada de un gobierno aristocrático que recordaba a las aristocracias griegas, con un consejo de Gobierno y un Senado que tomaban las decisiones que afectaban a los cuatro pequeños Altepetl federados que la conformaban, la gente de los cuatro señoríos pagaban tributos, o más que tributos: impuestos a ese gobierno nacional y servían en el ejército. La sociedad tlaxcalteca, además, era pluriétnica y muy antigua, pues la conformaban Olmeca-Xicalancas, Náhuas, Otomíes y la elite que había llegado en el siglo XIV y desplazó al gobierno sacerdotal de la primera etnia mencionada, vigente desde antes de Cristo, para establecer el sistema republicano a mediados de ese siglo como protección contra los designios hegemónicos de Azcapozalco primero, y de los Mexica después, estaba conformada por bárbaros Chichimeca, llegados del norte y adoradores del dios Camaxtil, deidad de la caza y de evidentísima inspiración "piel-roja" como el Huitzilopochtli mexica, sin que unos dominaran sobre otros, sino que existió mezcla racial y promoción del mérito más que en ninguna otra sociedad mesoamericana, además de que el constante hostigamiento de los Mexica, que les hizo vivir en perpetuo estado de sitio y amurallar sus fronteras, hizo que naciera en ellos un sentimiento extraño y que no tuvo réplica en ningún otro caso en América y que es el patriotismo: el episodio del General tlaxcalteca Tlahuicole, apresado en 1504 por los Mexica y al que Moctezuma II le ofreció el mando de sus tropas contra su propio pueblo, y que fue rechazado, prefiriendo morir sacrificado a atacar a sus paisanos estaba reciente en la memoria de los Tlaxcaltecas e inspiró como nunca los deseos de resistencia y de venganza contra la monarquía de Tenochtitlan, amenazante y tiránica.
Pero no solamente los Tlaxcaltecas participaron en la toma de la Ciudad de México por Hernán Cortés el 13 de agosto de 1521: la República obtuvo autonomía interna y se sometió, mediante un tratado, a un régimen de protectorado respecto al Imperio Español, en ella, el Cristianismo no se impuso desde la ventaja de la posición del vencedor hacia el vencido, sino fue predicado, eso sí, con libertades otorgadas por los gobernantes, por los Misioneros ante la hostilidad de muchos de los habitantes y de las autoridades locales, sin que las tropas ibéricas interviniesen en auxilio de los conversos, que muchas veces fueron eliminados con total impunidad, como ocurrió en el caso de los "Niños Mártires de Tlaxcala", ejecutados por órdenes del sacerdocio de Camaxtli, sin embargo, la cristianización se consumó y los Tlaxcaltecas continuaron marchando, no solamente con sus tropas, al lado de los Españoles en la conquista y colonización del Occidente y Norte de lo que hoy es México, sino como colonos de pleno derecho.
Así, solicitados por los primeros Virreyes, familias tlaxcaltecas participaron en la fundación de diversas ciudades: San Luis Potosí, Querétaro, Saltillo, Chihuahua, Zacatecas, etc., e incluso más lejos: acompañaron las expediciones ibéricas hacia Florida, Nuevo México y California; occidentalizados y muy numerosos, pues su territorio estaba densamente poblado, además de que las epidemias y muertes de civiles les afectaron en menor número que a los Mexica, fueron los Tlaxcalteca la verdadera base del mestizaje con los Españoles y con otros grupos indígenas, cumpliendo con una verdadera misión civilizadora.
Pero no solo eso, como parte del mestizaje entraron las etnias que habitaban en las diferentes zonas de lo que hoy es México, tal variedad de raíz indígena llevó a las particularidades regionales y la formación de diferentes folklores locales.En el norte, habitado por etnias nómadas y dispersas, el mestizaje con los indígenas fue menor o nulo, pero también se dio un mestizaje entre los europeos que llegaron al Virreinato de la Nueva España, los esclavos negros africanos y los inmigrantes asiáticos que también arribaron a estas tierras.
Porque si en un principio la Casa de Contratación de Sevilla restringió la migración a América a únicamente Castellanos, después la abrió a los demás reinos españoles: zarpando hacia Veracruz Vascos, Catalanes, Aragoneses o Navarros, para después abrirse aún más, y pese a la teórica restricción, llegaron Judíos conversos que fundarían Monterrey, llegaron Irlandeses e Ingleses Católicos que huían de las persecuciones de la Inglaterra Isabelina, Flamencos, Alemanes y Holandeses de la misma confesión desplazados por las Guerras de Religión, Portugueses tras la anexión de ese país por Felipe II, Italianos e incluso Franceses. En vano será tratar de encontrar ritmos o sonidos indígenas en el Mariachi, que además de ser una música tardíamente inventada, no es sino la suma de sonidos y ritmos europeos: sevillanos y flamencos de España, así como franceses de quienes recibió el nombre, con instrumentos netamente europeos; la música norteña, hoy tan popular y vulgarizada por la "cultura del Narco" hunde sus raíces en las polkas de los colonos alemanes que trajeron consigo el acordeón y la tambora. La marimba chiapaneca es africana y nada tiene que ver con los Mayas, mientras que la hoy denigrada y comercializada banda sinaloense en su versión original no es, en esencia, muy diferente de las bandas musicales de los pueblos vascos o italianos, mientras que la cerámica de talavera poblana es tanto de inspiración española como receptora de la influencia de artesanos chinos llegados en el siglo XVII.
Pero sin embargo, nada de esto fue aceptado: no, desde la época de Porfirio Díaz se empezó a tejer el mito: los Mexica, renombrados "Aztecas", para incluir en el nombre a todos los pueblos antiguos del actual centro del país aparecieron como los fundadores de la Nación Mexicana, ya erróneamente, Iturbide incluyó en el Acta de Independencia que "la Nación Mexicana" "reasumía su soberanía" o "hacía uso de su voz silenciada trescientos años", todo ello porqué: porque se buscaba, en cierta forma, crear una conciencia de ruptura con España y de orgullo de un pasado imperial para justificar el presente que se pretendía igualmente glorioso y sobre el cual justificar y sustentar la Independencia, no en balde, los Italianos, en las décadas de 1850 a 1870 hablarían de su proceso de unificación e independencia también en términos de apelar a su descendencia respecto a una civilización antigua, en este caso: Roma, hablando del Risorgimento o "Resurgimiento", aunque se olvidaron de los Griegos del sur de la península, de los Etruscos, Samnitas, Sabinos y otros pueblos itálicos, además del mestizaje entre estos con los Romanos y de estos con los pueblos germánicos: Lombardos y Ostrogodos principalmente, de los que surgiría el actual pueblo italiano.
Con el Porfiriato se pretendió algo similar, y todo lo prehispánico se denominó "Azteca", hasta las pirámides de Teotihuacán, edificadas mil trescientos años antes de que se fundara Tenochtitlan eran aztecas, lo mismo que la mayoría de las ruinas que se encontraban en el centro del país, justificándose en el uso del término como un genérico que se oponía a los Mayas del sureste, además de la hostilidad contra estos, que vivían en constante rebelión desde fines del siglo XVIII en la intermitente "Guerra de Castas" y contra los pueblos del Norte, como los Yaquis, también hostiles al régimen Liberal que les despojó de tierras; así, éste régimen, encabezado primero por un Zapoteca y después por un Mixteca, era la nueva encarnación del realmente inexistente "ideal Azteca" de unidad y centralización contra el decadente caos Maya y el salvajismo de los indios bárbaros del Norte, igualmente, se empezaron a exagerar los presuntos logros matemáticos y astronómicos de los los Mexica y la organización de su Imperio en la que se prefiguraba el Estado Mexicano, o es más, era ya el Estado Mexicano, cuyo desarrollo fue interrumpido por la invasión española. Incluso se pretendió un resurgimiento arquitectónico y escultórico de los estilos indígenas entremezclados y "modernizados" aunque realmente no tuvo éxito (afortunadamente) por la gran influencia europea que, por contraste, se recibió durante el Porfiriato. Al mismo tiempo, se levantaron monumentos a emperadores Mexica como Cuauhtémoc, a quien se le colmó de elogios y a quien se puso en el lugar de honor con letras de oro, en sustitución del proscrito Iturbide como fundador de la nacionalidad Mexicana, cosa por demás absurda, pues si bien la resistencia de este joven monarca fue heroica contra los Españoles y sus aliados indígenas: Tlaxcaltecas y rebeldes contra su autoridad y que ahora consideraban al lejano Carlos V su nuevo Huey-Tlatoani, representado por Cortés, no fue vista por estos sino como la lucha de un tirano por mantener vivo un sistema del que ya estaban hartos; Cortés, más que un conquistador y opresor era un revolucionario y un libertador, Cuauhtémoc, por el contrario, representaba la opresión y la más cruel tiranía.
Tras la Revolución, el mito no hizo más que fortalecerse, ahora desde una óptica dizque marxista: México surgía y se estructuraba en una eterna y maniquea lucha entre un pueblo oprimido y sus opresores, aunque, curiosamente, entre estos últimos no estaban incluidos los Mexica, por el contrario, los "Aztecas" eran los buenos del cuento, dueños de una civilización esplendorosa y de construcciones majestuosas, de un orden social justo en el que imperaban los ideales socialistas y de solidaridad, en que todo se compartía y se vivía en forma armónica con la Naturaleza, se llegó a negar la práctica de los sacrificios humanos o del canibalismo ritual, aduciendo que eran una leyenda negra inventada por los Españoles para Justificar la Conquista y la Evangelización, o bien, se les justificaba con el relativismo más ramplón: es que el valor de la vida humana es un criterio Occidental (sin embargo, dudo mucho que los justificadores ofreciesen su vida como muestra de respeto al criterio indígena).
Igualmente, se exageraron aún más los logros de la civilización "Azteca" por ende, de todos los indígenas: resultaba que estaban más avanzados en Medicina, Astronomía, Ingeniería, Arquitectura, técnicas agrícolas y otras ramas más de la Ciencia y la Tecnología, aunque no se daba explicación alguna para la utilización de armas e instrumentos de piedra en el siglo XVI, época en la que Europa y por supuesto, España, se veían inundadas de innovaciones, desde la pólvora hasta la navegación oceánica, las teorías de Copérnico, las matemáticas de Tartaglia, las invenciones de Leonardo y las nuevas técnicas pictóricas y escultóricas de italianos y flamencos, muy superiores, objetivamente hablando, a las nativas. Esto fue aprovechado por los pseudocientíficos qeu se aprovecharon de la carencia de fuentes escritas para incluso enlazar a los indígenas con contactos extraterrestres y conocimientos ocultos al vulgar y torpe hombre Occidental.
Basta ver los murales de Diego Rivera, hechos por encargo de José Vasconcelos, Secretario de Educación de los gobiernos posrrevolucionarios para darse cuenta de esto: los Azteca vivían enmedio de un edén, gozando del esplendor y de la gloria bajo un cielo luminoso:
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El contraste con la Conquista y colonización española es patético, pues muestra que se inicia la opresión del "pueblo mexicano" por el extranjero, con la escalvitud impuesta por los Españoles, olvidando que el sistema de la Encomienda no era igual a la esclavitud, y que gracias a los buenos oficios del ídolo de las Izquierdas Fray Bartolomé de las Casas se trajeron enormes contingentes de africanos para el trabajo esclavo, pues él no tenía nada en contra del genocidio del "Continente Negro" (y sin embargo, los hispánicos no eran nada racistas y si hoy en día en México no hay una gran presencia de negros es porque se mezclaron con el resto de las razas residentes en el territorio) y empieza una serie de luchas para liberarse: de los Españoles, de la Iglesia, de los Hacendados, de los ricos... todo según la dialéctica marxista, muy a tono con el lenguaje maniqueo de la Historia Oficial: los buenos contra los malos
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Cabe señalar que el propio Rivera era de ascendencia española y nació y creció en la muy hispanizada ciudad de Guanajuato y casó con Frida Khalo, hija de inmigrantes húngaros llegados a México a fines del siglo XIX; (el nombre de Frida no es nada representativo de México, es un nombre de origen germánico "Freeda" común en Europa Central) en ellos operó el discurso oficial: identificarse con los Aztecas y sentirse su descendiente a pesar de no serlo, y no fueron los únicos, ha habido quien, pese a sentirse muy rebelde, no ha hecho más que difundir el discurso oficial cocinado en el Gobierno, como el caricaturista Eduardo del Río, "Rius":
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Rius no tiene nada de indígena: es rubio y de ojos claros, pero es Marxista (igual que lo era Rivera, quien en sus últimos años, sin embargo, abjuró del Comunismo y se volcó a un acendrado Catolicismo, muriendo con todos los sacramentos y reconciliado con la Iglesia), así que es un convencido del discurso de oprimido Vs. opresor, ateo y anticristiano, no duda en calificar a España como "lo peor de Europa" con lo que solo muestra una enorme ignorancia con respecto al país europeo que fue en sí mismo un crisol de culturas: desde Fenicios, Griegos, Romanos, Judíos, Musulmanes y Germanos, todos dejaron su impronta en un país con una cultura y un arte muy superiores a las Británicas, por ejemplo, y además, Rius repite lo típico y lo absurdo: la grandeza y los avances insuperables de los Aztecas y la pretendida inferioridad de la Civilización Occidental, lamentando una y otra vez, el mantra estúpido de que "NOS conquistaron los Españoles".
Porque, lo que se celebra de los Mexica, o de los Mayas, o de Teotihuacan o de los Toltecas no es su carácter imperial, sus conquistas y la grandeza de sus obras artísticas o edificios, sino su carácter de vencidos, de derrotados, arrancando de ahí nuestro gusto por sentirnos vencidos, débiles y fracasados, por sentirnos conquistados, cuando en realidad, la conquista no lo fue, y en el caso de los descendientes de europeos resulta más injustificado el sentirse así, cuando resultan descender los que llegaron a estas tierras
El discurso oficial con su maniqueísmo ha impedido el sentirnos unidos como pueblo sin importar lo diverso de nuestro origen, nos ha impedido reconciliarnos internamente y evitar el identificarnos también, como Occidentales, y por tanto, con un papel por cumplir en el mundo. Ha impedido, también, la integración de los Indígenas, a los que se les mantiene en sus costumbres, creencias y prácticas aunque las mismas resulten perpetuadoras de pobreza y atraso, como lo que comentaba hace poco el columnista Luis González de Alba (con quien por lo general no concuerdo en su denostación del fenómeno religioso) respecto al rechazo de que una minera opere en territorio Huichol para no perturbar sus sitios sagrados, por el temor de que, si el indígena progresa, dejará de ser indígena, y esto no es por una perversa intención de mantenerlo hundido por maldad pura, sino porque se teme que si nos quedamos sin indígenas, y estos pasan, como los Tlaxcaltecas a integrarse y a mezclarse con el resto, para transformarse en Occidentales, nos quedaremos sin esa identidad ficticia que nos ha sido inventada por 200 años de cuentos de hadas y que nos ha imaginado el cine de la época de Oro, en la que era muy extraño ver a un México de charritos que nunca existió, criollos todos ellos, enorgullecerse de sus "antepasados" indígenas.
La identidad mexicana, como la norteamericana, la argentina, la canadiense o la salvadoreña, está todavía en proceso de construcción; como en ningún lado, América es, como dijo Juan Pablo II, el continente de la esperanza, a pesar de todo, del que puede surgir, y surgirá, un pueblo nuevo, resultado de la fusión de toda la humanidad que tiene representantes en él. Debemos dejarnos de atavismos en el pasado, y sí, tomar en cuenta que los indígenas son parte de nuestra herencia Americana, pero verla en su justa dimensión: a pesar de muchos logros materiales, no dejaron de ser pueblos anclados en el Neolítico y con un sistema religioso y social violento y cruel como ningún otro, entender que los Mexica fueron un pueblo que no fue capaz de vertebrar un esquema político exitoso; si los Españoles no hubieran llegado en 1519, para 1530 probablemente tampoco hubiera existido ya un Imperio de la triple Alianza y Tenochtitlan habría sido arrasada y quemada, y jamás habría sobrevivido para convertirse en el monstruo de ciudad que es hoy, y probablemente veríamos una isla en medio de un lago que sería sede de una zona arqueológica: Cortés solo aprovechó el hartazgo y la tensión existente contra los Mexica, un pueblo intruso, tiránico y en mucho mediocre, que usurpó una cultura y una identidad que no era la suya.
Debemos entender, y enorgullecernos, de que somos los receptores de la herencia cultural de todo el mundo, y que el destino de América es ser un crisol a través del Mestizaje, entre hispánicos, anglosajones, francófonos, africanos, portugueses, asiáticos, etc. y enfocarnos al futuro, ser más cosmopolitas y menos encerrados y recordando con nostalgia un pasado precolombino idílico y glorioso que nunca existió. hasta que rompamos con el pasado, hasta que conozcamos la verdad, nos desarrollaremos.
Porque parafraseando a Cristo: "La verdad nos hará libres".
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Por cierto: A los Tlaxcaltecas la Historia y el Discurso Oficial los ha tratado con el pie, aparte de endilgarles el tilde de "traidores", imposible, pues ellos eran una nación independiente y ajena a los Mexica, que buscaron en los Españoles una opción para defenderse de las ansias imperialistas de aquellos, su sistema de Gobierno se mantuvo vigente hasta 1824 en que se les convirtió en un estado más de la Federación Mexicana y no ha sido de los más prósperos, cuando, durante el Virreinato, gozó de un alto nivel de vida, un sistema económico propio y continuó siendo incluyente, pues los Españoles y Europeos eran bienvenidos si querían residir en el territorio, para 1821, los titulares de los Señoríos eran mestizos al igual que la mayoría de las familias nobles que ostentaban sus apellidos indígenas con orgullo, como los Xicoténcatl.
Hoy, tristemente, Tlaxcala, al igual que los otros estados del país es víctima de la descomposición y corrupción de la clase política mexicana, no solo nadie ha reconocido la importante labor de los Tlaxcaltecas como difusores de civilización y verdadera fuente original del mestizaje mexicano, sino ahora, ante la pobreza y la impunidad, Tlaxcala es la sede de la trata de blancas en nuestro país... triste destino para un foco difusor de cultura y de encuentro de civilizaciones, verdadero punto de origen de nuestra mexicanidad.
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Fuente:
EL MUNDO SEGUN YORCH: LA AZTECOMANIA, EL PEOR DE NUESTROS LASTRES II
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Re: Indigenismo peligroso
El artículo tiene sus bemoles (teniendo en cuenta que se nota el ateísmo de su autor) pero vale la pena darle una leída.
Del indigenismo
1 junio, 1999
Por Luis González de Alba
“Si hoy podemos trabajar menos horas para comer, y emplear más tiempo en el desarrollo propio, es porque podemos entregar nuestro trabajo elaborado en una computadora provista de un programa eficaz. Son muchas las ciencias que confluyen para ese resultado. Ninguna fue creada por alguna cultura india. Esa es hoy su gran contradicción: que desean los bienes, pero ignoran cómo se producen”.
El mundo es de los eufemismos
Todo es falso en el indigenismo. Todo. Hasta el nombre. Somos indígenas mexicanos todos los nacidos en este país, independientemente de que tengamos bigote y barba abundante o no, manos grandes o chicas; ojos rasgados hacia arriba, como pintados por Diego Rivera, o rectos y hasta caídos hacia abajo; pómulos anchos y asiáticos, o convexos, corte de cara largo o redondo, piel morena o clara, ojos cafés o azules, pelo negro o rubio. Se es indígena de Francia por nacer allá. Umberto Eco es indígena de Italia, Aznar es indígena de España y Carlos Tello es indígena de México.
Quienes dicen “indígena” quieren suavizar el término “indio”, pues esa expresión ya causa inquietud en el mundo de eufemismos en que vivimos. De pronto desaparecieron los coches usados, ya sólo se anuncian “autos seminuevos”; no hay ciegos, sino invidentes; no existen los cojos, los mancos ni mucho menos los inválidos: se volvieron primero discapacitados y finalmente minusválidos; los negros son “personas de color”, como si no tuviera todo el mundo algún color: los abortos son “interrupciones del embarazo”, y por supuesto los indios se volvieron “indígenas”, tomando en exclusiva una definición que pertenece a todo nativo de un lugar.
Las dos caras del indigenismo
El indigenismo, definido como esa convicción de que el indio nos necesita a los no indios, de que un Bartolomé de las Casas palpita en nuestros corazones redentoristas, tiene dos caras que no por contradictorias van menos juntas.
Por una parte se exalta todo lo indio: nos dice que ya quisiéramos para nosotros la cercanía india con la naturaleza, su medicina sin efectos secundarios y procedente de la madre tierra, su alimentación alta en fibra, sus métodos de cultivo respetuosos porque no emplean maquinaria agresiva ni agentes químicos (y la quema y roza con la que acaban la selva se justifica porque son pobres). Ya quisiéramos hasta su magnífica democracia: directa y de mano levantada en asamblea comunitaria, todos frente a todos. Pero luego, por otra parte, nos dicen que “hemos abandonado a nuestros indios” porque carecen de todo aquello que a nosotros nos separa de la naturaleza: piso de cemento, buenas cosechas gracias a los fertilizantes e insecticidas químicos, grandes hospitales donde se aplican medicamentos artificiales, además de procedimientos invasivos tan ajenos a los usos y costumbres de la medicina india. Los admiradores de la vida india se recetan, para ellos, una vida muy distinta a esa dorada cercanía india con la naturaleza (con excepción de las camisas bordadas que sí usan y tan barato pagan): una medicina agresiva, alimentos altos en colesterol; grasas perjudiciales como la mantequilla, la crema y las mayonesas; autos contaminantes, y una democracia que sea todo menos directa, donde esté asegurado el anonimato del votante y argumentamos que es la única manera en que nosotros podemos ejercer el voto sin presiones, lo cual, claro está, no vale para los indios porque ellos deben seguir sus “usos y costumbres”. Imaginemos los gritos del PRD y su prensa satélite si un sindicato priista exigiera a sus miembros votar en asamblea por voto abierto. Sólo cuando se trata de indios pensamos que votar frente al cacique (y en su contra) se llama “democracia directa”, y que es buena costumbre porque es india y sigue los “usos y costumbres” indios. Ah, los eternos eufemismos y los círculos viciosos del pensamiento
Darwin en la selva
Las culturas son organizaciones vivas. Nacen, crecen, florecen y mueren. En ese lapso compiten entre sí por sobrevivir. Unas triunfan porque son mejores. Las inferiores perecen. O mejor dicho, a la inversa: llamamos mejores a las que triunfan e inferiores a las que perecen. El Viejo Mundo produjo grandes culturas mucho antes que el continente americano. Este es un hecho que sólo puede negar el relativista acérrimo, una forma á la mode de fundamentalismo que extiende las nociones democráticas de la igualdad entre los individuos, a la igualdad entre las culturas. Quien crea que los hotentotes de la selva africana o los yanomamo (gulp) de la selva amazónica nada tienen que pedirle al refinamiento chino, a los interiores árabes, al pensamiento hindú, debe detener aquí mismo su lectura: ante el absurdo y el ridículo no hay argumentos posibles. Sigamos con quienes prefieran la pirámide de Keops a la choza de vara y lodo.
China, India, Egipto y Mesopotamia florecieron miles de años antes de nuestra era, cuando el occidente de Europa vivía en cuevas, el norte estaba apenas habitado y América no tenía nada importante, como demuestra la arqueología. Es difícil explicar estas grandes diferencias entre aquel mundo y éste. Siempre que se intenta se cae en alguna forma de reduccionismo. El hecho es que razas tan diversas como las que produjeron esas grandes culturas dieron a sus pueblos un alto nivel de vida. Mismo que no alcanzaron otros pueblos. La muralla china, las tres pirámides mayores, Babilonia y Nínive, no tienen equivalente americano por mucho entusiasmo que uno invierta en la excursión a Chichén Itzá.
A riesgo de caer en el reduccionismo ya señalado, busquemos las mayores diferencias entre el Viejo Mundo (Asia, norte de Africa, este del Mediterráneo) y América. Hay tres: el río, el caballo y el mar. Esto es; ríos navegables, caballo para transporte y mar igualmente navegable, como es el Mediterráneo con sus numerosas islas para ayudar a las más largas travesías, y su reducida anchura que hace también un oleaje sin riesgo para las pequeñas embarcaciones de los pueblos antiguos. Caballos y barcos llevaron las ideas, las invenciones y los productos entre naciones tan distantes como, en América, los imperios inca y azteca. Pero aquí apenas si pudieron unos saber de los otros: todos los ríos se cruzan espumosos y rugientes al fondo de barrancas profundas; el océano Pacífico, sin islas entre las costas de los actuales Perú y México, levanta olas de varios metros. Los pueblos americanos nunca construyeron barcos porque no había donde navegar con ellos. Por lo mismo no descubrieron Europa. Claro, está la enorme excepción del Mississipi. Ignoro en absoluto por qué no surgieron grandes culturas a lo largo de sus riberas, de clima tan similar al benigno del sur europeo y aguas tan navegables para sostener un intenso comercio de bienes y de ideas. Algo así como un equivalente del variado mundo mediterráneo. No encuentro explicación.
Y en cuanto a los caballos, sí los hubo en América. Los restos fósiles comprueban la existencia de un caballo americano. Pero si los chinos inventaron la costumbre de montarlos, domesticarlos y emplearlos como medio de transporte, los americanos se los comieron. Lo cual no es prueba de nada, es un hecho. Como es otro hecho que los chinos, tras inventar la pólvora, la emplearon para hacer bellos fuegos de artificio. Los europeos tuvieron la ocurrencia de meterla en un tubo de hierro para impulsar una bala y así cambiaron el mundo, incluida China, con una invención china.
La ciencia
Si la aridez cultural del verde, pródigo y suave Mississipi es prueba contra el reduccionismo geográfico intentado apenas líneas arriba, hay otro elemento para explicar la espectacular caída del mundo indio ante el embate europeo. Fue un solo aspecto del pensamiento surgido en el Viejo Mundo lo que dio a los europeos esa inmensa ventaja desplegada sobre los pueblos americanos (y los de otros continentes): la atrabiliaria idea de querer explicar la naturaleza sin recurrir a dioses y espíritus cuya voluntad produce los fenómenos naturales, sino buscar en leyes naturales la explicación de los fenómenos naturales. Esa absurda idea nació en la zona de confluencia de todas las grandes culturas del Viejo Mundo: en la costa egea de Asia Menor. Así fue como, 300 años antes de nuestra era, Eratóstenes midió la circunferencia de nuestro planeta sin otro equipo que dos varas clavadas en ciudades distantes, la medición de la sombra proyectada en Alejandría y en Siena, del Alto Egipto y, lo más importante, el equipo intelectual de la geometría de Euclides. Este es uno de los más bellos momentos del pensamiento humano y no existe nada comparable en América. No porque haya sido habitada por pueblos más tontos, sino porque nunca abandonaron las explicaciones religiosas.
De igual forma, las más altas culturas americanas, como olmecas o mayas, produjeron un arte que rivaliza en los relieves, esculturas y pinturas con lo mejor del Viejo Mundo. Pero a su arquitectura le faltó una invención definitiva: el arco. Es definitiva porque la acumulación rectilínea de arcos da la bóveda, y su giro de 180° resulta en una cúpula. Y éstos, bóveda y cúpula, son los medios para crear grandes interiores con los mismos materiales de construcción antiguos: piedra y argamasa. Los egipcios y babilonios produjeron interiores pobres, plagados de columnas, porque cubrían sus edificaciones con las piedras más grandes que podían cortar y las sostenían con las columnas necesarias. Es el sistema elemental de cuerpos verticales que sostienen cuerpos horizontales. El poste-y-dintel. El más sencillo es el de una puerta: dos cuerpos verticales (postes) que sostienen un cuerpo horizontal, o dintel. El límite de ese sistema se alcanza pronto y está dado por las piedras más largas que se puedan cortar para con ellas cubrir un área plana. El resultado era un bosque de columnas llenando el interior. Dos mil años después, una joven cultura, la griega, siguió esos mismos métodos constructivos con idénticos resultados: la gran belleza y armonía de sus exteriores iba aparejada a un decepcionante interior.
Con todo, consiguieron algo que los mayas, mil años después, no vislumbraron: un sistema que permitió separar más las columnas al dar una mayor superficie de sustentación al entablamento (o piedras horizontales que soportan la techumbre) por medio de un capitel aumentado de un ábaco: una piedra inicialmente recta y sin adornos que, sobre el capitel, proporciona un apoyo extra a la largura del dintel. La continuación de esa idea dio el arco, el alineamiento de arcos sucesivos dio la bóveda y ésta la posibilidad de crear amplias naves sin columnas internas: bóveda sostenida en muros. Quien haya estado en el Panteón, el templo para todos los dioses (pan-theon) construido por Agripa en el año 27 antes de Cristo, ha visto el resultado de girar el arco: un recinto cubierto por una cúpula de 43 metros de diámetro y 22 metros de alto.
Mil quinientos años después, los interiores aztecas no podían ni soñar con esas dimensiones. Y sus pirámides, construidas 4,500 años después que las de Egipto, tuvieron un volumen muchas decenas de veces inferior. Por eso nunca me han asombrado las grandes culturas americanas. Hacia el año 1300 de nuestra era, con Florencia y Venecia ya construidas, Alejandría destruida y las mayores catedrales góticas terminadas, los aztecas eran una tribu que vivía una etapa superada por los chinos 10,000 años antes: el nomadismo dedicado a la cacería y la recolección de frutos silvestres: la forma de sustento de otros primates como los chimpancés y los gorilas.
Llamar “ciencia” a la suma de conocimientos acumulados por las culturas americanas es un forzado estiramiento del término. No es ciencia seguir detalladamente los movimientos de los cuerpos celestes. Ni siquiera es ciencia predecirlos, pues siendo movimientos de ritmo inamovible la sola observación de varias secuencias permite suponer que así continuarán ocurriendo por los siglos de los siglos. Ciencia es explicarlos. Eso faltó por completo en los pueblos americanos.
La derrota
Los pueblos de América produjeron arte, y de gran calidad, excepto en arquitectura, donde fueron tardíos (y su retraso se mide en milenios), además de pobres en técnica. Pero no produjeron ciencia, y porque les faltó ésta no desarrollaron técnica, hija de la ciencia. Y sin técnica no vieron facilitada su vida cotidiana, y así permanecen sus descendientes más directos, por ser hijos no sólo de su sangre, lo cual no importaría, sino de sus ideas. Porque las conservan viven como lo hacían hace 1,000 años. Y a esa forma de vida, entonces natural, hoy la llamamos miseria. Ellos no han cambiado, cambiamos nosotros y nuestras concepciones sobre la vida cotidiana.
Muchos humanos hemos dejado de emplear la sola fuerza de nuestros músculos para las tareas diarias porque éstas las realizan máquinas, primero movidas por agua corriente, luego por vapor, ahora por electricidad. La medicina moderna parte de explicar la enfermedad como un producto de agentes no visibles por el ojo desnudo, explicación que debemos a Pasteur, apenas a mediados del siglo pasado. Sin esta idea no existiría el desarrollo de medicamentos contra esos agentes de la enfermedad y seguiríamos empleando el único recurso: rogar a nuestro Dios, éste sí verdadero y no falso como los de otros pueblos, pero finalmente único dador de la salud.
Pero hubo un resultado más grave de esta ausencia tecnológica de los pueblos americanos: fue que estuvieron inermes a la hora de la confrontación con las culturas europeas. Habiéndose comido a los últimos caballos varios milenios antes de nuestra era, no sólo carecieron de ese transporte, empleado por los pueblos asiáticos de manera directa al montarlos, sino que tampoco alcanzaron otro empleo más eficaz del caballo: como bestia de arrastre para carros, tanto de transporte como de guerra. Por supuesto conocieron la rueda, como bien lo comprobamos con la enorme rueda de ese relieve que llamamos “calendario solar”. Hicieron además pequeños coches con ruedas como juguetes para sus niños. Pero nunca pensaron siquiera en la tracción humana.
Y las culturas, como las especies, se confrontan entre sí y sin remedio sobrevive la mejor adaptada para las necesidades de ese momento. Defender a las perdedoras es una tarea destinada al fracaso: o se suman a la vencedora o desaparecen. Hay una tercera vía y es extraordinaria. Sólo conozco un caso: vencer al vencedor por otros medios que no son la confrontación directa. Es la vía griega. Dice el dicho: Grecia vencida venció al vencedor. Luego de ser vencida por Roma en el año 190 antes de nuestra era, tras la derrota de Magnesia, Grecia se convirtió en lugar de peregrinaje obligatorio para todos los arquitectos romanos, los escultores y pintores allá se formaban, no se podía ser escritor romano de mediana calidad sin dominar perfectamente el griego y la literatura griega desde Homero en adelante. Ningún filósofo romano podía prescindir de la lectura de Platón y Aristóteles. El idioma griego era el medio de comunicación entre la gente culta del imperio romano. No dominarlo era tan vergonzoso como fue en el Renacimiento no hablar latín, en el siglo pasado no hablar francés y ahora no hablar inglés. Convertida en provincia romana en el año 148 antes de Cristo, ya Roma hacía mucho que era una provincia intelectual de Grecia. Eso significa “Grecia vencida venció al vencedor”.
Pero las culturas americanas no podían ni soñar con vencer a Inglaterra, España. Francia o Portugal. La razón es una y una sola: no habían conseguido alcanzar la idea de que la naturaleza tuviera explicación en sí misma, de que los fenómenos físicos no se rigieran por el azar ni por el capricho de los dioses, sino por leyes internas que era posible desentrañar por medio de la observación. No tuvieron un Aristóteles y eso sí, lo creo sinceramente, es obra del azar. No del azar sin rumbo alguno, sino del predispuesto por hechos anteriores. Aristóteles no habría sido quien fue de no haber contemplado el mundo sobre los hombros de gigantes, como diría Newton de sí mismo, dos mil años después, para explicar sus asombrosos descubrimientos. Aristóteles tuvo a Platón y éste al espíritu de los filósofos jonios, de Pitágoras, de Tales. Pero estos grandes del pensamiento no hubieran fructificado si no hubiera nacido un hombre como Aristóteles. Mozart no habría compuesto lo que compuso sin la previa determinación de la escala diatónica que rige a la música de Occidente y que Bach puso a prueba con su monumental El clave bien temperado. Pero sólo Mozart pudo llevar la música hasta donde él la llevó. Así ocurre también con el pensamiento. A cualquiera se le contamina una laminilla con pelusa blancuzca. No cualquiera descubre en esa pelusa al primer antibiótico, la penicilina. Para eso se debe tener la altura científica de Alexander Flemming.
La flecha de la inmigración
¿Hay culturas mejores que otras? Los científicos sociales dicen que no. La gente dice que sí. Las culturas que ofrecen a sus miembros una mejor calidad de vida están señaladas por notorias flechas que apuntan hacia ellas. Son las flechas de la inmigración. Contra la opinión de los expertos relativistas, que predican en sus cátedras la igualdad de las culturas, la gente piensa distinto, quizá porque no los lee ni asiste a sus cursos universitarios. La población mundial muestra una muy clara movilidad: del campo a la ciudad, de los países pobres a los ricos. Nuestros indios se van a Oaxaca. luego a la ciudad de México, y no pocas veces a California. Esta corresponde con una pequeña cuota de californianos educados y decepcionados, que viajan a regiones indias en busca del paraíso perdido y recitan a los indios los preceptos del desarrollo: no comerás azúcar refinada, sal en abundancia, carnes rojas, conservas, verduras ni frutas de perfección contranatura por efecto de plaguicidas y fertilizantes. Todo ello altamente nocivo para tu salud.
Pero el hecho es que la prédica californiana es poco efectiva. Se despachan unos hongos y regresan a San Francisco, donde encuentran a los mismos indios, sobre todo en el valle de San José, y observan con desaliento que han abandonado su sana dieta de alimentos naturales, recogidos a mano en la selva, y se regodean consumiendo hasta latas de alto contenido en conservadores.
La flecha de la inmigración indica el flujo humano hacia las culturas consideradas mejores por quienes no han logrado que sus culturas propias los satisfagan. No es la antropología quien define las mejores culturas, sino la gente al elegir destino. El agua fluye hacia terrenos más bajos aunque contradijera alguna teoría en contrario. La inmigración hace otro tanto y así señala cuáles culturas son vistas como deseables por quienes están inconformes con la suya propia. La prédica relativista e igualitaria se ve negada, en los hechos, por las balsas cargadas de inmigrantes ilegales que van de Africa a Europa, los agujeros en el muro de metal levantado por Estados Unidos para detener el flujo de mexicanos, los desesperados que acaban muertos en el desierto de Arizona, los negros que llegan a París, los indios que prefieren las calles de la ciudad e México, los indios más atrevidos que llegan hasta los campos de cultivo estadunidenses. Todos dejan atrás su casa, sus pocas propiedades, hasta su idioma y por supuesto sus costumbres. Se dirigen en el sentido de las flechas de la inmigración, hacia las culturas que han dado libertad y bienestar a quienes las crearon y las disfrutan.
Es el reconocimiento del fracaso propio. Es pedir al vecino cobijo cuando la casa mal construida por nosotros se nos derrumba. Es sólo una respuesta ideológica, que exige ignorar todas las evidencias, la que afirma la igualdad de todas las casas. Es, curiosamente, una respuesta elaborada en las culturas hacia donde se dirige la inmigración. En las aulas de Nueva York y de París es donde se escuchan teorías que parecen formuladas para otro planeta. Los hechos indican que los indios abandonan, en cuanto pueden, sus formas de vida. Lo hacen porque son usos y costumbres que, en sí mismos, por sí mismos, son productores de pobreza. La cultura de la pobreza existe y son las ideas, usos y costumbres que han creado pobreza porque ignoran la forma en que la naturaleza trabaja para producir riqueza. Ignoran que hay leyes de la vida vegetal y animal, que la enfermedad tiene sustratos físicos, que la naturaleza no está dirigida por seres a quienes debemos pleitesía, sino por leyes que pueden proporcionarnos una mejor calidad de vida en nuestro breve paso por la existencia. Esa sencilla noción es la ciencia.
Nuestros indios o emplean electricidad o no la emplean. Si lo hacen deben aprender a producirla, para lo cual son necesarias las herramientas intelectuales que sus culturas no inventaron. Así dejarán de ser culturalmente indios. Se convertirán en otro tipo de humanos, como las especies que cambian, forzadas por las nuevas circunstancias, y sólo sobreviven siendo otra cosa. Esto es: a fin de cuentas no sobreviven. Si no emplean electricidad, si se niegan a emplearla (lo cual no están haciendo, para decepción de algunos “indigenistas”), les espera la “reservación india”, donde guarden su pureza mientras las enfermedades acaban con ellos, ya no cultural, sino físicamente, pues su medicina tampoco ha encontrado la explicación causa-efecto que nos enseñó Pasteur. Otras alternativas no hay y estas dos llevan a la desaparición de la especie o de la cultura derrotada, sea porque se transforma o porque sus miembros se extinguen.
El recuerdo
Nos quedarán no sólo el recuerdo, sino muchos elementos de las culturas indias absorbidas por la cultura general del país: algunas expresiones como “guajolote” y “mitote”, ciertos elementos de decoración que ya no son ni siquiera por completo indias, sino producto del mestizaje. Lo “indio” que vemos es una caricatura, como esos danzantes que bailan en el Zócalo y en la Villa de Guadalupe con penachos de plumas de avestruz, ave africana, calzones como ellos se imaginan que usaron los aztecas y lo que es peor: ojos verdes y cabellos castaños. O es un refinamiento, como esa vajilla de barro, hermosa y carísima, hecha en Oaxaca, con el magnífico buen gusto de una señora de apellido alemán. Los platos verdaderamente hechos de barro por verdaderos indios siguen siendo baratos y chuecos. Da vergüenza, y pena, ponerlos junto a una porcelana inglesa. Se ven como la choza de varas junto a Versalles. De nuevo, la explicación es la ciencia. Para un simple plato comercial Villeroy et Boch colaboran decenas de técnicas procedentes de todas las ciencias, a excepción de la astronomía.
Si hoy podemos trabajar menos horas para comer, y emplear más tiempo en el desarrollo propio, es porque podemos entregar nuestro trabajo elaborado en una computadora provista de un programa eficaz. Son muchas las ciencias que confluyen para ese resultado. Ninguna fue creada por alguna cultura india. Esa es hoy su gran contradicción: que desean los bienes, pero ignoran cómo se producen. Y no sólo cómo, sino los antecedentes mismos del cómo: la idea de que la naturaleza se explica por leyes internas, que le son propias, y no por fuerzas ajenas, misteriosas y, sobre todo, azarosas, casuales, accidentales, unas veces benignas y otras malignas.
Esa idea, la de una naturaleza creada por leyes y regularidades, tan extraordinaria en su simplicidad, que apareció como flor en el desierto en la costa jónica del Egeo en el siglo VII antes de nuestra era, nunca surgió en las culturas que en todo el globo terráqueo hoy se extinguen entre los piadosos esfuerzos de quienes salvan también focas y ballenas. No hay remedio: si han de vivir los individuos, las culturas productoras de pobreza habrán de desaparecer. La única forma de que no se extingan es la reservación donde artificialmente se les mantenga ajenas al exterior. Y ésa es otra forma de extinción. n
Luis González de Alba. Escritor y periodista. Su más reciente libro es Los derechos de los malos.
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Fuente:
https://www.nexos.com.mx/?p=9290
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Re: Indigenismo peligroso
¿Qué es el indigenismo? (Cristian Rodrigo Iturralde)
EL INDIGENISMO AMENAZA LA EXISTENCIA DE LOS ESTADOS-NACIÓN ACTUALES EN HISPANOAMÉRICA (ARGENTINA, CHILE, BOLIVIA, MEXICO,..)
El indigenismo (también conocido como indianismo) es la exacerbación de los resentimientos indígenas. El indigenismo va a ser cada vez un mayor problema para Hispanoamérica ya que el INDIGENISMO es RACISTA (los indigenistas bregan por un estado etnocéntrico propio, bregan por la pureza de su sangre e incluso intentan desarrollar la tesis según la cual el indígena es racial y culturalmente superior al blanco y también al mestizo, al cual consideran un traidor por haber mezclado su sangre) y es SEPARATISTA (estos grupos están empezando a declararle la guerra a los estados-nación surgidos de la balcanización del Imperio español y buscan la disgregación territorial de dichos estados y la erección de un nuevo Estado indígena propio, como actualmente está sucediendo en Argentina y Chile con los mapuches o araucanos). Además en muchos casos los indigenistas están dispuestos a usar la violencia, realizando actos criminales y subversivos, para lograr sus objetivos políticos.
Puede leerse gratuitamente el libro LO QUE A VECES NO SE DICE DE LA CONQUISTA DE AMÉRICA. ENCUENTRO DE DOS MUNDOS (HECTOR B. PETROCELLI) aquí: ::: ARGENTINA HISTÓRICA - la historia argentina :::...
"No faltaban en América guerras de conquista y de exterminio, venta de esclavos, sacrificios sangrientos, antropofagia, división de clases y en castas, arbitrariedades e injusticias, epidemias y años de hambre y sequía. Cuando Cortés llego a Yucatán encontró gran cantidad de ciudades en guerra entre sí, diezmadas las poblaciones por las luchas, el hambre y la peste" Ricardo Levene (Historia de América, Ed. Jackson, I, p. 269)
https://www.youtube.com/watch?v=B6MCqEjt2oA
https://www.youtube.com/watch?v=B6MCqEjt2oA
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Re: Indigenismo peligroso
[QUOTE=Mexispano;162287]Puede leerse gratuitamente el libro LO QUE A VECES NO SE DICE DE LA CONQUISTA DE AMÉRICA. ENCUENTRO DE DOS MUNDOS (HECTOR B. PETROCELLI) aquí: ::: ARGENTINA HISTÓRICA - la historia argentina :::.../QUOTE]
Al cliquear el enlace me aparece un buscador, no el libro.
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Re: Indigenismo peligroso
El sí de las niñas
Un hombre de 24 embaraza a una niña de 9. La madre de la niña, pareja del hombre, lo denuncia y es detenido. Pero al poco tiempo la comunidad wichí a la que pertenecen todos los protagonistas reclama la libertad del acusado porque la costumbre ancestral convierte en normal tener relaciones con niñas. El caso, que finalmente se resolvió por enjuiciar al agresor por violación, abrió un debate dentro de las comunidades indígenas, que enfrenta el relativismo cultural con los derechos más elementales.
https://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por María Mansilla
Este hombre va a ser juzgado por violación. En Salta, eso ya no se discute”, dice la abogada Verónica Spaventa, seguidora del caso de la nena de 9 años abusada por José Fabián Ruiz, su padrastro, en la comunidad wichí Lapacho Mocho, Salta. El acusado llegará a juicio después de dos intervenciones del máximo Tribunal de Justicia de Salta, ya que al principio se lo había sobreseído alegando que las relaciones sexuales a temprana edad son corrientes en la cultura wichí.
Spaventa, integrante del posgrado de especialización en estudios de género de la Universidad de Salta, se explica: “Desde lo técnico, la sentencia no está mal, pero es acorde con la posición que la Corte Suprema de Justicia salteña toma en los casos donde tiene que jugarse. Porque la gran discusión es si las niñas tienen o no capacidad para decidir iniciarse sexualmente con el marido de la madre. Por eso, este fallo lo que hace es silenciar la posición de género”.
El caso estalló públicamente cuando el pequeño cuerpo de la víctima empezó a darle un lugar cada vez más grande al bebé que le crecía adentro. Su maestra no consideró natural lo que pasaba y así llegó esa historia íntima a convertirse, dos años atrás, en denuncia por violación. En este tiempo, mientras la Justicia terminaba de juzgar si el hecho era o no una costumbre comunitaria y eso lo volvía impune como delito sexual, muchas voces salieron al encuentro. Mejor dicho: al cruce. Una fue la de Octorina Zamora, líder wichí. Zamora se acercó al Inadi para denunciar lo que luego esa institución acusó de tratamiento “discriminatorio hacia la mujer y niñas wichí, sexista, estereotipado, racista y violatorio de los derechos humanos fundamentales”. Pegado a este dictamen del Inadi fue que la Corte emitió su sentencia. Una sentencia que si bien no deja impune el caso, le niega la connotación de violencia sexista que toda violación desnuda, y que la ley 25.087 de Delitos contra la identidad sexual, alineada con los conceptos defendidos por la Cedaw, explicita.
Esta historia es una más de las que ponen en evidencia la revictimización que padecen las mujeres originarias ante la violación de sus derechos. Incluso en esta coyuntura, en la que las etnias ganan protagonismo político, el feminismo indígena se fortalece y todas y todos pelean para frenar los desmontes. Hoy, el 50% de los habitantes de comunidades aborígenes son niñas, niños y adolescentes, y su identidad está contaminada, además, por las consecuencias que genera la llamada indigenización de la pobreza. Embarazo infantil y adolescente, estupro, explotación como “mulas” que cruzan droga en la frontera y prostitución infantil (exacerbada por la erotización de “la indiecita”) invaden su cuerpo, su sexualidad, su futuro.
El reciente fallo de la Corte salteña no sería tan grave en contraste con uno de 2002, también público y polémico, emitido en Bariloche. Un hombre mapuche que tuvo hijos con sus dos hijastras, menores de edad, fue absuelto en nombre de la diversidad cultural y el desconocimiento de la legislación vigente. El juez no tuvo en cuenta la falta de educación de las denunciantes pero sí que saludaban al acusado con un piquito y que no querían que marchara preso.
En Lapacho Mocho tampoco se puede hablar más del caso que hizo encarcelar a Ruiz. “Al final, esa nena sufre violencia de ambos lados –analiza Viviana Figueroa, abogada de origen quechua, de la Juventud Indígena Argentina–. Al judicializarse el caso, ella también siente el rechazo de su gente. La pregunta fue por qué en primera instancia la madre no habló con las autoridades de la comunidad. Porque la nuestra es una sociedad comprometida. En las asambleas se tratan esos temas, pero la decisión de las autoridades ya no tiene valor, por eso se sale a buscar una solución afuera. A la vez, tenemos una gran falencia en el sistema judicial por no contar con traductores o por la falta de infraestructura. Cuando nosotras queremos denunciar al hombre blanco, porque a diario hay violaciones, nunca nos la toman.”
Salta la india
Wichí, kollas, chorotes y tobas vuelven a Salta una de las provincias con mayor población aborigen. En ella, el 31% de las mujeres de 15 a 19 años ya tuvo su primer hijo y el 72% de las que tienen entre 20 y 24 sabe de cambiar pañales, según el informe Los aborígenes en Salta, elaborado por la Universidad de Salta y el Conicet.
Por eso, cuando hablan de sus pares las mujeres de los pueblos originarios se refieren también a las que tienen menos de 20. Mujer se es a partir de la primera menstruación: semejante sello de sangre sería garantía del desarrollo biológico y emocional necesario para sostener todo lo que viene después, como ser madre según la menarca y no lo qué diga el DNI, muchas veces gestionado un par de años después del nacimiento de su titular. Todo lo contrario a lo que bregan los tratados internacionales que remarcan la necesidad de brindarles a niñas y adolescentes una especial atención incluso respecto a sus derechos sexuales, y no sólo en relación al mundo adulto sino también entre sí.
“Hoy, un montón de niñas son madres y quieren estar a cargo de sus hijos. A veces, hasta los ocultan porque a ver si de Minoridad se los sacan... –cuenta Figueroa–. Cuando la ley analiza los casos, juzga como violación algo que la pauta cultural dice que depende del desarrollo de la persona, no de la edad. Si quieren que respetemos las leyes, que nos enseñen cuáles son. Ahí está el conflicto.”
Lo que la ley condena es el despertar sexual prematuro y el sometimiento por parte de un adulto...
–Es fácil opinar desde afuera. Porque no vamos a decir que afuera no hay violencia contra las niñas. Esto también tiene que ver con cuestiones de subsistencia. Un pueblo de 400 personas es un pueblo que se va a extinguir. ¿Qué va a decir la comunidad? “Tengan hijos”, porque eso tiene que ver con nuestra permanencia. Ahora las hermanas indígenas están utilizando anticonceptivos, pero muchos piensan que es otra manera de exterminarnos. Es necesario hacer un debate al respecto.
Pero el debate es eterno y aparentemente arbitrario siempre que es atravesado por la cuestión del relativismo cultural. Algo similar a lo que pasa cuando se discute sobre tantas otras prácticas que encarcelan libertades individuales, como la mutilación genital femenina, el uso del velo islámico... No por nada el movimiento de mujeres convirtió este tema en una de sus banderas, discutiendo si en nombre de las costumbres ancestrales no se esconden relaciones de poder totalmente desfavorables para las mujeres.
Lo que lamenta Octorina Zamora, la única dirigente aborigen que alertó públicamente sobre el caso de Lapacho Mocho, es que la autoridad judicial no “baje” para charlar, de primera mano, con la gente de las comunidades.
¿Por qué? ¿Qué tienen para decirles?
–Que tenemos normas de vida ética. Por ejemplo, si una mujer se casa con un tipo que abusaba de su hija, lo probable es que la familia lo mate. Para evitar esa medida extrema, se pide una mediación que lo expulsa de la comunidad. Eran fuertes los castigos, igual que en el tema del incesto o de la infidelidad.
No es casual que, en su relato, a Zamora se le mezclen el presente y el pasado: no sabe bien cuándo se corrompieron las costumbres que permitían que las comunidades sigan siendo una burbuja que sobrevivía al paso del tiempo con química propia. Quizá, supone, la penetración cultural o la pobreza o el alcoholismo o la reconquista hecha por las nuevas religiones y los partidos políticos minaron las consecuencias. De todas formas, la lista de tradiciones sigue, y le importa aclarar que las relaciones incestuosas van en contra de su cosmovisión, igual que el abuso sexual, la violencia familiar, el abandono de hijos e hijas. Incluso los antropólogos que analizaron al pueblo wichí a pedido de la Corte salteña advirtieron que ni la bigamia ni el matrimonio “privignático” (relaciones sexuales entre varones con las y los hijos de sus concubinas) son naturalizados.
>¿Este cuerpo es mío? ¡si!
“Hay muchas pautas que hemos ido perdiendo a medida que estamos insertos en la otra cultura, como el respeto hacia el cuerpo de una”, dice Dora Salteño, de la etnia mocoví, jefa comunal de Colonia Dolores, Santa Fe. En esta comunidad sí se habla de derechos sexuales y reproductivos: de 25 nacimientos de madres adolescentes que había por año, lograron bajar la cifra a 4. También tienen acceso, ahora, a controles ginecológicos.
¿Cómo reacciona la comunidad, por sus valores, ante el uso de anticonceptivos?
–Valoran que no haya tantos chicos. No queremos tener un pueblo para mendigar.
Colonia Dolores –primer municipio mocoví argentino– tiene la autoestima alta. Acaba de cumplirse un año del “rescate” de Violeta (9), otra pieza del mismo rompecabezas: fue violada por un vecino, una médica hizo la denuncia y las autoridades judiciales, además de detener al violador, la trasladaron a un orfanato. Es decir: se manejó la situación según la obsoleta Ley de Patronato. Violeta fue entregada en adopción, y lloraba tanto en la nueva casa en Recoleta, Buenos Aires, que le tocó en suerte, que la madre adoptiva decidió “devolverla” a Santa Fe. Los mocovíes, ante la indiferencia del sistema judicial, recurrieron a los medios para denunciar el caso y “recuperarla”.
“Como víctima de abuso, fue castigada. No había un peligro inminente para la nena, pero la comunidad pasó a ser sospechosa –relata Laura Munzo, psicóloga de la Defensoría del Pueblo santafesina–. Como si esta comunidad santafesina con 110 muertos por año por inseguridad se mostrara protectora. Ellos en ningún momento quisieron ocultar la situación de abuso. Al contrario, creyeron que las instituciones iban a proteger a quien tenían que proteger.”
Ni apocalípticas ni integradas, las nuevas generaciones de los pueblos originarios empiezan a ensayar experiencias muy chiquitas pero simbólicas del ejercicio de una tercera posición en el ejercicio de sus derechos.
En este marco, qué es el VIH, cómo integrarse y, a la vez, cómo defenderse de lo desconocido es lo que preocupa a las y los jóvenes mapuches, estudiantes secundarios y universitarios, que participaron de una capacitación que el FEIM (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer) organizó en Bahía Blanca. “Ellos cuentan que las comunidades tienen prácticas que son menos promiscuas, más saludables –repasa Mabel Bianco, presidenta de la ONG–. Por eso, justamente, quieren incorporar el profiláctico: para evitar ser diezmados, como pasó con la sífilis, y para preservar su etnia.”
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Fuente:
https://www.pagina12.com.ar/diario/s...007-12-10.html
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Re: Indigenismo peligroso
Hoy me he enterado que Rafael Correa, expresidente del Ecuador y uno de los mayores valedores de Pablo Iglesias en Hispanoamérica, está buscado por la justicia de su país. El tipo es tan indigenista como la peruana familia Humala. Sin embargo, Correa se casó con una belga y en el país de su mujer vive, y los Humala se apresuraron no hace demasiado en obtener pasaporte italiano. Ah, y hablando del Perú, Alejandro Toledo, el autoproclamado "cholo terco", casado con una judía belga y viviendo tan ricamente en Estados Unidos a pesar de estar reclamado por la justicia peruana. Todo tan coherente como el venezolano Hugo Chávez, cuyas mujeres fueron blancas. ¡Toma ahí socialismo del siglo XXI!
Y con todo y con eso, España se empeña en ser la reserva espiritual del castrochavismo.
¿Quién gasta mayor realismo mágico?
¿Ven, amigos hispanoamericanos, cómo al hablar de "nuestros países" deben incluir a España y Portugal?
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Fuente:
https://www.facebook.com/escritorant...25700710961731
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Re: Indigenismo peligroso
San Francisco retira por racista una estatua sobre los orígenes españoles de la ciudad
https://www.abc.es/media/cultura/201...20x349@abc.jpg
La pieza, que ha sido objeto de controversia durante décadas, muestra a un nativo americano en el suelo ante un misionero y un vaquero de pie
EFE
@abc_cultura
San FranciscoActualizado:16/09/2018 18:57h
El Ayuntamiento de San Francisco ha retirado del centro de la ciudad una estatua que destacaba los orígenes españoles de la misma por considerarla racista, al mostrar a un nativo americano en el suelo ante un misionero y un vaquero de pie.
La estatua, en la que el vaquero mira al horizonte mientras el misionero católico parece indicar al indígena el camino hacia Dios, había sido objeto de controversia durante décadas por parte de la comunidad de nativos americanos de California.
Este colectivo, así como algunos otros de San Francisco, la consideraban una muestra de celebración del dominio de los hombres blancos sobre los pueblos indígenas tras la llegada de los conquistadores españoles a California en el siglo XVIII. Finalmente, la Junta de Apelaciones del gobierno local de San Francisco aprobó por unanimidad retirar la estatua, algo a lo que los operarios municipales procedieron ante la presencia de unas cincuenta personas.
La estatua, que lleva por título «Early Days» (Primeros Días) y erigida en 1894, estaba situada justo enfrente del edifico del Ayuntamiento como parte de un conjunto escultórico que conmemora distintos episodios de la historia de la ciudad. El pasado febrero, la comisión de preservación histórica de la ciudad dio su visto bueno a la retirada de la estatua siempre y cuando se instale en su lugar una placa en la que se expliquen los motivos que han llevado a quitarla.
Este episodio tiene lugar después de que el año pasado reviviese en EE.UU. el debate sobre los motivos del arte conmemorativo en los espacios públicos, especialmente en el sur del país, donde muchas estatuas rinden homenaje a héroes de la Confederación.
Los primeros conquistadores españoles llegaron a la actual California estadounidense a mediados del siglo XVIII provenientes del Virreinato de Nueva España (actual México) y fundaron una serie de misiones que posteriormente evolucionarían en grandes ciudades como San Diego, San Francisco o Santa Bárbara.
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Fuente:
https://www.abc.es/cultura/abci-ayun...9_noticia.HTML
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Re: Indigenismo peligroso
ESTO ES EL TIPO DE COSAS QUE LES JODE LA PSIQUIS POR DARSE DE INDIGENISTAS, cuando no son más que unos acomplejados que ignoran el pensamiento de quienes se dan de descendientes ideológicos. El concepto de alma -ánima- es europeo, los quechuas ni siquiera concebían la noción de individualidad como para acercarse a lo que se denomina alma, la cual es inconcebible sin la primera. Ya déjense de ridiculeces, desinformación y esquizofrenia.
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=9432&stc=1
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Fuente:
https://www.facebook.com/francisco.n...7847?__tn__=-R
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Re: Indigenismo peligroso
En México existen movimientos neoindigenistas interesantes, de corte mexicanista que también son denominados «concheros», que utilizan instrumentos de percusión, la utilización de solamente instrumentos de percusión y algunos de viento, hace que el movimiento conchero capitalino sea menos socorrido en el norte del país por considerarse ortodoxo y superior a los instrumentos de cuerda a usados por los mestizos. Estos grupos, en agrupaciones denominadas calpulli, danzan la llamada chicontiquiza, traducida como "salir de la oscuridad" y en lugar de exclamar «¡Él es Dios!», dicen "¡Ometéotl!", aludiendo a la dualidad prehispánica.
Estos grupos utilizan constantemente símbolos prehispánicos, vocablos en náhuatl, dioses prehispánicos e imágenes de Cuauhtémoc. Son grupos que presentan un odio por lo extranjero y lo mestizo, dan pláticas sobre filosofía mexica y crean fuertes lazos grupales. La amplia difusión de los huicholes los ha hecho convertirse en mentores de muchos de estos grupos, en especial con lo respectivo a sus plantas sagradas como el peyote. En el norte del país, por influencia de los EE.UU., se han creado nuevas religiones que se han expandido a ambos lados de la frontera de manera asombrosa.
Estos movimientos neoindigenistas son un remedo de religión, una exacerbación del indigenismo. En su mayoría, los integrantes son mestizos urbanos que quieren reencontrar sus raíces auténticas, con un corpus de profecías que prefieren llamar "mandatos o predicciones científicas" sobre el renacimiento de la mexicanidad utopica para que vuelva la sociedad autóctona.
Se considera que los restos hallados en Ichcateopan, Gro., si son los de Cuauhtémoc y que sus descendientes llevaban 10 generaciones resguardando su tumba, se dice que descienden que un príncipe chontal y la esposa de Cortés, Catalina Juárez, siendo el príncipe chontal un pariente de Cuauhtémoc. Se aduce a una profecía en la que se decía que cuando el rostro de Cuauhtémoc fuese cinco habría que dar a conocer sus restos y en 1949 se cumplió al estar el rostro de Cuauhtémoc en la moneda de cinco pesos.
Otra de sus tradiciones es la llamada "Consigna de la mexicanidad", atribuida a un supuesto Consejo Supremo del Anáhuac, así como la devolución del Penacho de Moctezuma; afirman rotundamente la inexistencia de los sacrificios humanos, la concepción no religiosa sino científica del mundo por parte de los mexicas, entre otras cosas. El movimiento comparte características de la Nueva Era, el retorno de Quetzalcóatl es semejante al de Pachacutec en Perú o al de Jesucristo en cultos evangelistas, que pueden ser confundidas con la "era de Acuario". Inclusive los eventos del 2 de octubre de 1968 han sido apropiados, en la novela Regina, texto de culto para tales grupos, se entremezcla el 68, el Tíbet y reinterpreta completamente el movimiento estudiantil como un movimiento milenarista y neoindigenista.
El movimiento y las interpretaciones son las ideas que ellos mismos se hacen de ellos pero no las reales concepciones de los pueblos indígenas. Es milenarista y mesiánico, anunciando, de la misma manera que los cristianos evangélicos, el advenimiento de un nuevo orden con un mesías que habrá de redimir la conciencia.
Fuentes:
Miguel Olmos Aguilera, « Las creencias indígenas y neo-indias en la frontera MEX/USA », Trace [En línea], 54 | 2008, Puesto en línea el 20 octubre 2009, consultado el 12 marzo 2020. URL : http://journals.openedition.org/trace/468
Peña, Francisco de la. (2012). Profecías de la mexicanidad: entre el milenarismo nacionalista y la new age. Cuicuilco, 19(55), 127-143. Recuperado en 12 de marzo de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php….
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=9831&stc=1
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Fuente:
https://www.facebook.com/gazetamexic...40978982875365
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Re: Indigenismo peligroso
Indigenismo: ideología del odio a España
Como élites de otros países configuraron la educación que recibiste en historia.
https://www.youtube.com/watch?v=Os-PcrZP4LE
https://www.youtube.com/watch?v=Os-PcrZP4LE
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Re: Indigenismo peligroso
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Re: Indigenismo peligroso
Leyenda negra, indigenismo e hispanismo junto a María Elvira Roca
Pusimos en marcha "Cruceña. La historia de un pueblo". Y lo hicimos conversando con la historiadora española María Elvira Roca. Junto a ella abordamos temas como la leyenda negra, indigenismo, hispanismo y el rol de las élites. Una mirada diferente dentro de nuestro sector "La otra historia".
https://www.youtube.com/watch?v=jOfuLUt66gI
https://www.youtube.com/watch?v=jOfuLUt66gI
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Re: Indigenismo peligroso
La Hipocresía del Indigenismo
Es hora de hablar sobre el indigenismo, sobre esta adoración a los pueblos originarios pero que en verdad es una profunda hipocresía que es popular y que está en todos lados.
Desde comerciales hasta películas taquilleras, hablamos de un dilema muy importante.
https://www.youtube.com/watch?v=2OVhOY2m8EE
https://www.youtube.com/watch?v=2OVhOY2m8EE
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Re: Indigenismo peligroso
EL INDIGENISMO COMO INSTRUMENTO DE DOMINIO
El indigenismo es el ideal occidental de lo indígena. Quiero decir, que lo «indígena», especialmente en América, es casi un invento europeo, un invento de ingleses y franceses por igual, y lo ha sido desde el inicio, desde los primeros contactos y encuentros entre europeos e indígenas americanos. Un indígena romántico, exótico y tutelado, guiado sobre lo que debe ser lo indígena según el ideal europeo, del buen salvaje de Rousseau al liberrímo e indómito indio norteamericano de Robertson: una representación europea de lo indígena, según la segunda acepción del diccionario, una imagen o idea que sustituye a la realidad. Exceptuando aquí el realismo sociopolítico español que reconoció usos, formas, costumbres e instituciones de los pueblos prehispánicos, y por supuesto sus idiomas, aceptando su «mayoría de edad» civil aunque no siempre moral y nunca religiosa.
De hecho, lo indígena americano ha ayudado a definir lo europeo, como idea, personalidad, imagen y experiencia de alteridad, del otro, de contraste. Nuevamente, exceptuando a España, que en su cosmovisión de la misión católica de su constitución histórica, de la Dilatación de la Cristiandad y de los reinos, expandió su propia naturaleza política, jurídica, religiosa y cultural a los pueblos prehispánicos, incorporándolos formal y prácticamente a su realidad, haciéndolos españoles en sustancia. Lamentablemente a los pueblos indígenas, runas o como quieran ser llamados hoy en día, les sucede lo mismo que al criollo, al mestizo, al negro, al zambo y al mulato, se niegan a reconocer el español que llevamos dentro. Esto como sabemos, por dos siglos de adoctrinamiento mitográfico republicano, negador y renegador de nuestro ser.
Analizando más profundamente es claro que el indigenismo corresponde a una larga tradición de interpretación europea y occidental de la realidad para su beneficio, según su particular experiencia, esta se corresponde con la larga tradición de indigenismo desde el siglo XVI iniciada por el paternalismo lascasiano, obsoleta hoy más allá de sus intenciones y de su ideología inherente en el espectro político, y obsoleta por el hecho de que indígena significa exactamente que alguien es originario del país del que se trata. En el siglo XXI nadie podría pensar o peor afirmar que ningún americano de Alaska a la Patagonia no sea originario de sus países.
Como toda ideología, el indigenismo tiene un fin político, un objetivo de poder. Sería, no solamente ingenuo, sino falso del todo, pensar que detrás de una ideología que corresponde a una tradición de ideas europeas y occidentales, no existan intenciones de poder de las personas e instituciones que las promueven. ¿Dónde queda la sede de la así llamada «nación mapuche»? En Londres. ¿Dónde se encuentran los principales teóricos, académicos y especialistas de del indigenismo andino? En París. El indigenismo debe ser entendido y discutido como un instrumento de poder, de los intereses del poder detrás de él. Y como sabemos, el poder busca dividir para vencer, en especial el geopolítico anglosajón. No fue suficiente la destrucción y fragmentación de la Monarquía Española en cinco continentes entre hace dos y un siglo atrás todavía, ahora las fuerzas mundialistas, no llamémoslas globalistas para no caer en el anglicismo, buscan la completa atomización de los Estados que la continuaron con un relato mitográfico que ahora se vuelve contra estos.
El indigenismo es a toda regla es una red de intereses geopolíticos y geoeconómicos de potencias extranjeras sobre los territorios hispánicos. Es una forma de dominar, reestructurar y tener autoridad sobre el Mundo Hispánico, en especial sobre Hispanoamérica. La historia la hacemos los hombres, lo que conocemos es lo que hemos hecho y deshecho. Por eso puedo y debemos afirmar que la historia y la educación política de los pueblos son una y la misma cosa. A un poder sólo se lo combate desde otro poder y lo que el poder establecido quiere es que ese otro poder jamás se conforme o se reconforme en nuestro caso, para ello las ideologías que nos hacen pensar y actuar cada vez más en espacios cada vez más pequeños les son totalmente funcionales.
Quizás el peor indigenismo de todos sea el académico por su naturaleza y porque justifica el indignenismo político. La relación entre las grandes potencias europeas y los países hispánicos ha sido una de poder, de control y en muchos casos de franco dominio. Ahora estas potencias, Gran Bretaña y Francia, en aparente retirada apoyan y mantienen las mayores áreas de estudio indigenista, con sus filiales en la América Hispánica por su puesto, llamada latina por el imperialismo cultural francés. Resulta risible que algunos pretendan desde la cátedra sostener esta ideología como «decolonial», «antiimperialista» y demás epítetos al uso de la progresía, cuando responden, consciente o inconscientemente a los intereses de poder de estas potencias colonialistas e imperialistas. El indigenismo, llamémoslo seudo indigenismo con todas las letras y la razón en este punto, es el instrumento de poder último de las potencias euro-atlánticas sobre Hispanoamérica. No es el seudo indigenismo un estudio objetivo del pasado y la realidad de los pueblos indígenas americanos, como claman y pretenden los académicos Urbi et Orbe, muchos de ellos tontos útiles presas de su pueril lógica cargada de deseos, represiones, invenciones y proyecciones; otros, los menos, mal intencionado a sueldo de nuestros enemigos y muy útiles también aunque nada tontos. Todos coinciden en ver al «indígena», como una abstracción inmutable desde hace siglos o, peor todavía, desde hace milenios. Un claro y sistemático peligro de distorsión de la realidad, lo que siempre ha sido el indigenismo académico y academicista. Sin olvidar que todos los académicos en general son y se deben a su tiempo y a sus circunstancias, a sus posturas políticas, a sus acomodos personales en la estructura de la academia, a su posición social y a su conjunto de creencias, quiero decir con esto que no debemos olvidar que la tan cacareada objetividad académica se ve llena de estas manchas cuando se la observa con distancia, detenimiento y sin pasiones.
No sorprende así, para nada, que en días pasados la Universidad Central del Ecuador, la antigua Universidad Santo Tomás de Aquino (fundada por España), la más antigua del territorio ecuatoriano, haya decidido de forma demagógica, aprobar el proceso de enseñanza-aprendizaje de quichua (el dialecto del quechua que se habla en el Ecuador) como requisito previo a la obtención de título de grado académico. Esta es, por su puesto, una decisión política totalitaria con implicaciones políticas totalitarias. La deshispanización forzada por medios académicos tiene paralelos actuales con lo que viene ocurriendo en Cataluña, donde se aplican políticas similares en los centros educativos de todos los niveles, la imposibilidad de obtener un título académica sin saber catalán. Medio que ha servido para ir anulando el español de la sociedad catalana.
No olvidemos que fue España la primera que estudió e impartió la enseñanza del quichua, idioma apócrifo como todos los prehispánicos, con su alfabeto en sus universidades, en Lima, Quito y Chuquisaca desde hace casi cinco siglos. Las primeras gramáticas del quechua y del quichua fueron realizadas y editadas por sacerdotes españoles -antropólogos y lingüistas natos- en la segunda mitad del siglo XVI, siendo anteriores a la primera gramática inglesa. Tampoco olvidemos que España jamás prohibió ningún idioma prehispánico ni impuso el español a las poblaciones indígenas, todo lo contrario, promovió y exigió el estudio y el aprendizaje formal de sus lenguas para la incorporación de estos pueblos a su cosmovisión. Esto fue una cosa, otra muy distinta es la imposición arbitraria y unilateral que pretende hoy la más grande universidad pública del Ecuador.
Perdimos muchas cosas con la independencia, pero una en total fue la pérdida de nosotros mismos: la identidad. Y la identidad en lo plural. La identidad propia de cada grupo que habitaba y habita nuestro territorio. La libertadura impuso Estados seudo nacionales centralistas, normopáticos y fetichistas con, este sí, un monolítico y único ordenamiento jurídico-político que dio paso a un único y monolítico ordenamiento socio-cultural e inclusive lingüístico: una oligarquía plutocrática dominante y un resto del país supeditado a sus intereses, subsidiarios del de las potencias imperialistas europeos, Gran Bretaña y Francia especialmente. Retrocedamos dos, tres y más siglos, antes de esto, desde la actualidad. ¿Qué encontramos? Encontramos que los criollos, los hijos y descendientes de españoles en América, impelidos por la necesidad ante una mayoría india que no fue obligada a abandonar sus usos y costumbres, incluyendo su idioma, tenían que aprender quichua para poder comerciar y desarrollar todas sus actividades económicas con la población autóctona, y lo hacían de buena gana desde el seno de sus nodrizas indias. Salir a un mercado en ese entonces para nosotros actualmente sería toda una experiencia, un espectáculo, viendo y escuchando como las señoras criollas se comunicaban con las indias en quichua. Cada población vivía junta, pero no revuelta, respetando y manteniendo su propio elenco cultural. Fue la república la que impuso como idioma oficial el español para todos sus ciudadanos, desconociendo siglos de realidad y realismo socio-político-cultural hispánico.
¿Vamos a seguir perdiendo? ¿Vamos a acabar de perder lo que somos, lo que todavía somos? ¿Nos van a seguir dominando o retornaremos a ser dominadores? Nuestro nuevo poder nos espera, sin él no seremos nada.
Francisco Núñez del Arco, 27 de septiembre de 2021
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Fuente
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