«Henri Farman», la historia del primer aeroplano militar español

Manuel P. Villatoro

El 13 de marzo de 1911 llegó al recién inaugurado aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid, un aparato pionero para la fuerza aérea de nuestro país

Ejército del Aire


Primeros vuelos en el biplano «Henry Farman»


Con lona y madera, así es como comenzó la historia de la aviación militar española cuando, el 13 de marzo de 1911, aterrizó el primer aeroplano de nuestro país, un «Henri Farman», en el histórico aeródromo de Cuatro Vientos, ubicado en las afueras de Madrid.
Por aquel entonces, no hacía ni una década desde que los primeros aeroplanos se habían conseguido elevar del suelo y habían realizado sus primeros vuelos de larga distancia. No obstante, ya se auguraba la utilidad y repercusión que estos pioneros aparatos tendrían en un futuro cercano.
Concretamente, el «Henri Farman» se caracterizaba por ser un aeroplano que contaba con dos alas fijas de igual envergadura. Ideado en 1910, el modelo que adquirió España tenía una extensión de 16,5 metros y una potencia de 50 caballos de vapor (similar a la de un tractor). A pesar de todo, era considerado un biplano fiable para su época.
Adquisición por España

Este aeroplano fue adquirido tras observarse la poca capacidad operativa del, hasta entonces, principal medio aéreo nacional: el dirigible. «Hasta octubre de 1910 el ministerio de la Guerra parecía conformarse con el dirigible “España” y no mostraba interés en adquirir aviones (…). Sin embargo, el fracaso de la prueba de intemperie del dirigible sirvió de catalizador para que se empezara a prestar una mayor atención al nuevo medio de locomoción aérea», explica el Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica (IHCA) en su libro «Historia de la Aviación Española».
El elegido para llevar a cabo la compra de los nuevos aeroplanos fue el capitán Alfredo Kindelán, uno de los aviadores españoles más reconocidos de la época. Concretamente, el militar fue enviado a Paris para adquirir tres aeroplanos que, en principio, iban a tener como destino las ciudades de Ceuta y Melilla. «Salió el 26 de octubre y contrato en firme dos Henri Farman (…) y un Maurice Farman con motor Renault», señala el IHCA.
Cuatro Vientos, pionero de la aviación española

En cambio, los aparatos fueron destinados finalmente a Madrid, donde en febrero se había acordado la creación del que sería el primer aeródromo de la Aviación Militar española, el de Madrid-Cuatro Vientos, cuyo emplazamiento se estableció en el término municipal de Carabanchel, a las afueras de la capital.
Concretamente, el aeródromo nació de la necesidad de establecer una base permanente donde poder enseñar las técnicas de vuelo a los nuevos pilotos españoles. «Cuatro Vientos fue creado a principios de 1911 cómo centro de experimentación de aeroplanos y escuela de pilotos», señala el organismo en el texto.
Con el destino establecido y preparado, ahora sólo era necesario esperar la llegada de los primeros aeroplanos. Así, el 13 de marzo de 1911, uno de los «Henri Farman» adquiridos inició viaje desde la madrileña Ciudad Lineal con destino a Cuatro Vientos, donde se esperaba su llegada con ansiedad.
Primeros vuelos y primeros valientes

Apenas dos días después comenzaron los primeros vuelos de prueba a manos de osados pilotos españoles, que ya habían recibido clases de vuelo en tierra por parte de los instructores franceses Osmont y Dufour. No obstante, no todo fueron buenas noticias, como determina el IHCA: «De los tres aparatos se rechazó el Maurice Farmaan por no cumplir las condiciones especificadas y, para sustituirle, se adquiri6 un tercer Henri Farman, que no tardaría en unirse a los dos iníciales: todos se alojaron en dos hangares desmontables (…) también adquiridos en Francia».

En principio, fueron únicamente cinco los seleccionados para obtener el título de piloto. «De acuerdo con lo establecido los cinco oficiales pertenecían al Cuerpo de Ingenieros y eran los capitanes Alfredo Kindelan. Emilio Herrera Linares y Enrique Arrillaga López y los tenientes Eduardo Barrón Ramos de Sotomayor y José Ortiz Echague», determina en el texto el organismo oficial.
Así, a manos de estos primeros «Henri Farman», estos cinco pilotos forjaron la leyenda de la Fuerzas Aéreas Española, que, hoy en día, ha cambiado la madera de sus primeros aviones por la fibra de carbono de los cazas «Eurofighter». Sin embargo, y a pesar de los años, nunca se debería olvidar el espíritu aventurero de estos hombres, el cual les llevó a convertirse en unos de los primeros pilotos de nuestro país en levantar los pies del suelo a los mandos de un aeroplano.

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