El sentimiento hispánico de algunos poetas filipinos a raíz de la independencia de 1898

Leoncio Cabrero



El contenido y enfoque de este trabajo tiene como finalidad poner de manifiesto la nostalgia de un nutrido grupo de poetas filipinos por el pasado español, y que compusieron sus versos en el primer tercio del siglo XX. Soy historiador, y como historiador del pasado español en Hispanoasia lo he interpretado no como filólogo y especialista del movimiento Modernista. Quizá pueda ser tema de investigación para un especialista en literatura contemporánea.
Entre los años 1900 y 1925 un nutrido grupo de poetas -nacidos en el archipiélago alrededor de 1880-1890-, formados casi todos ellos en el Ateneo Municipal de Manila, regentado por los jesuitas y, posteriormente, licenciados por la Universidad de Santo Tomás, dirigida por los dominicos -donde alguno de estos poetas llegó a ser docente en ese centro universitario-, coincidieron en recordar y evocar en sus versos el pasado español en las islas Filipinas.
La intromisión injustificada de los norteamericanos, los duros combates que tuvieron lugar en el archipiélago de las siete mil islas a partir de 1898 y, finalmente, la ocupación por espacio de medio siglo, hasta 1946, supuso para ese grupo de poetas la ruptura con los vínculos españoles que se habían mantenido casi cuatro siglos, que se remontan a 1521 con la llegada de Magallanes y Elcano a la isla de Cebú. En 1898, y las cláusulas del Tratado de París supusieron para muchos intelectuales filipinos el desencanto del engaño norteamericano. Eran independientes de España pero habían sido atrapados por las garras imperialistas de los Estados Unidos.
Esa circunstancia hizo recapacitar a numerosos escritores, que bien en prosa o en verso, manifestaron su añoranza y nostalgia por el pasado español: se sentían vinculados a España, a la Madre Patria, como la denominan la mayoría de los poetas nostálgicos. [192]
Pero para comprender ese sentimiento hispánico no tenemos más remedio que remontarnos a 1889, año en que José Rizal publicó en la revista quincenal La Solidaridad, en su número 18, un artículo titulado «Filipinas dentro de cien años». En ese artículo con su agudeza política, su fina pluma y el dominio correcto de la lengua española hacía un balance de la política hispana en el archipiélago en los siglos pasados, desde la fundación de Manila -la capital de Hispanoasia- por Miguel López de Legazpi, en 1571, hasta la fecha de la redacción de su artículo.
Su contenido pesimista del pasado contrastaba con el optimismo del presente y del futuro y lanzó en su artículo dos preguntas dirigidas al lector, al político del momento y a las instituciones españolas. Las dos preguntas formuladas por Rizal las argumentó y analizó en profundidad buscando personalmente soluciones a ellas: «¿Qué será de Filipinas dentro de un siglo? ¿Continuarán como colonia española?».
En 1889 -siete años antes de su injusto y nunca justificado fusilamiento el 30 de diciembre de 1896- Rizal veía un futuro esperanzador para Filipinas siempre y cuando el gobierno de la Metrópoli concediese auténticas medidas autonómicas y liberales para los filipinos: «La situación actual -escribía- parece de oro y rosa, diríamos una hermosa mañana comparada con la temperatura y agitada noche del pasado. Ahora se han triplicado las fuerzas materiales con que cuenta la dominación española, la marina relativamente ha mejorado; hay más organización tanto en lo civil como en lo militar; las comunicaciones con la Metrópoli son más rápidas y seguras; ésta no tiene ya enemigos en el exterior; su posesión está asegurada y de país dominado, tiene al parecer menos espíritu, menos aspiraciones a la independencia, nombre que para él casi es incomprensible; todo augura, pues, a primera vista otros tres siglos, cuando menos, de pacífica dominación y tranquilo señorío».
El balance hecho por Rizal en este párrafo, respondía a la realidad de lo que España había realizado en las islas desde comienzos del siglo XIX y aún más tempranamente desde el último tercio del siglo XVIII, con el establecimiento de la Real Compañía de Filipinas y la creación de la Sociedad Económica de Manila que se responsabilizaron de potenciar una nueva economía y prosperidad en el archipiélago hispano.
Hace cien años Rizal se sentía satisfecho porque habían desaparecido las rivalidades de unas provincias con otras, de unas islas con otras, gracias al trazado y modernización de comunicaciones terrestres y marítimas. Las comunicaciones, ahora más rápidas con Europa, con España, permitían trasladarse con más facilidades al viejo continente. Muchos jóvenes filipinos, el mismo Rizal entre ellos, se formaron en las aulas universitarias peninsulares, [193] sobre todo, en la Universidad de Madrid, manteniendo un estrecho contacto con los grupos literarios y artísticos de la Metrópoli, empleando el término rizalino. Y así lo recoge Rizal: «Los viajes a Europa contribuyen también no poco a estrechar estas relaciones pues en el extranjero sellan su sentimiento patrio los habitantes de las provincias más distantes, desde los marineros hasta los ricos negociantes, y al espectáculo en las libertades modernas y al recuerdo de las desgracias del hogar, se abrazan y se llaman hermanos».
Rizal en este artículo, como en otros suyos, se expresaba como un joven romántico, que creía en el buen hacer de los políticos del momento, se llamasen liberales o conservadores, y esperaba un cambio en las directrices políticas. Tenía 35 años cuando lo fusilaron y su Último Adiós, escrito pocas horas antes de la ejecución, seguía pensando en sus islas.
El fusilamiento de Rizal lo único que hizo fue agravar la situación en las islas y, desde comienzos de 1897, la palabra oída en todos los rincones de la isla de Luzón era independencia. El nombramiento de D. Fernando Primo de Rivera como Capitán General calmó algo los movimientos separatistas, gracias a las dotes humanas y temperamento ecuánime del nuevo Gobernador.
Intentó recuperar la calma en las islas y lo consiguió en algunos aspectos, pero ya era demasiado tarde, pese a haber firmado Primo de Rivera con los cabecillas de la revolución el pacto de Biac-na-bató.
En abril de 1898, con el asalto norteamericano al archipiélago, los sueños esperanzadores de continuar al lado de España habían terminado. La implantación de la política y del gobierno norteamericano privaron de la libertad a los filipinos. Habían dejado de pertenecer a una nación que les había descubierto, que había dejado su profunda huella cultural y religiosa, que hablaba, aunque poco, el español, para pasar a partir de diciembre de 1898 a una tiranía nueva para ellos, la de Estados Unidos.
La nueva situación política del archipiélago excitó el recuerdo de la lejana España, percatándose, aunque tarde, de que España nunca había tratado a Filipinas como una colonia, sino como una provincia durante el siglo XIX. Y en algún documento todavía se puede leer «la provincia de Filipinas», una más de las que conformaban el mapa político nacional.
Hemos creído necesaria esta breve introducción histórica para comprender a los poetas nostálgicos de los años veinte, analizamos a continuación el motivo político que resucitó la nostalgia en Filipinas. [194]



LAS MOTIVACIONES DEL CONTENIDO POÉTICO
a) El viaje de Salvador Rueda
El viaje del modernista Salvador Rueda, en 1914, a Filipinas supuso no solamente la influencia del poeta malagueño, nacido en 1857, sino también la corriente luminosa y colorista de Rubén Darío. Los versos de Rueda impactaron a los poetas filipinos, considerándolo un embajador de la cultura española.
Rueda brindó a los poetas filipinos la ocasión de reencontrarse con España. Composiciones suyas, como En Tropel (1892), Piedras Preciosas (1900), se dieron a conocer durante su viaje a Oriente. El Modernismo se introdujo en Filipinas gracias al poeta malagueño.



b) La Casa de España
Anualmente convocaba un concurso literario de poesía. No solamente manilenses, sino también de otras localidades del archipiélago concurrían al certamen en busca de la Flor Natural. Como era lógico, los temas presentados se referían a España, en los que expresaban su añoranza por la lengua, la cultura e, incluso, ensalzaban al desaparecido ejército español.



e)Cervantes y los escritores españoles
Con motivo de la celebración del III centenario de la publicación de El Quijote (1905) aparecieron varias composiciones referidas a la belleza de la lengua española; no solamente se fijaron en la obra cervantina, sino también en las obras de la literatura hispánica, desde el poema del Mío Cid, pasando por Santa Teresa, Lope de Vega, Quevedo, etc.



d) La epopeya de Cristóbal Colón
El descubrimiento de América y su repercusión, tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico, fue contado por ese grupo de poetas, tan cercanos [195] todavía a 1898. Colón, Hernán Cortés, por supuesto Magallanes, Elcano y Legazpi, desfilan en los versos cargados de hipérbaton y metáforas coloristas. Los temas del descubrimiento y la conquista son analizados con objetividad.



e)La herencia hispánica en Filipinas
Las raíces hispánicas que subsisten y pervivían en el archipiélago fueron también tema de los versos de ese grupo de poetas. El mestizaje cultural y biológico es contado con nostalgia. En ocasiones hay un duro ataque a la presencia norteamericana, a la nueva lengua, el inglés, e, incluso, a la moneda, el dólar.
Hemos presentado los cinco motivos, las cinco causas que hicieron cantar con nostalgia el pasado histórico español a un grupo de poetas que sentían en lo más hondo de su alma a España y que como dignos representantes de la hidalguía hispano-filipina habían sabido olvidar los recuerdos negativos.
Recogemos a continuación la Antología poética por orden alfabético. Hemos preferido seguir este orden en vez de agruparlos por el contenido y motivos de su poesía. Así, nos queda la sorpresa de lo que vamos a leer, sin agotar inicialmente la temática. La mezcla brinda mayor interés, a nuestro juicio.



Cecilio Apóstol
Nació en Manila en 22 de noviembre de 1877. Estudió el bachillerato en el Ateneo Municipal, que regentaban los jesuitas. En 1903 se licenció en Derecho, ejerciendo como abogado. Desde muy joven comenzó a escribir en periódicos de Manila. En 1895 publicó en el diario El Comercio una composición poética titulada El terror de los mares índicos. Conocedor de la lengua francesa, escribió versos en este idioma. Fue gran admirador de la obra literaria de Verlaine y Baudelaire. [196]
A ESPAÑA IMPERIALISTA(Con ocasión del viaje a Filipinas de Salvador Rueda) Y mientras en Europa tiene un festín la «Intrusa»y los vetustos pueblos son como inmensos piras,España, fabricante de las más fuertes liras,desde el castillo en donde la hostilidad rehúsa,amante nos recuerda enviándonos su musa. Gracias, oh madre antigua, por el presente regioque a la abundancia sumas de tus pasados dones.¿Qué más que la embajada de tu poeta egregio,qué más que su exquisito y vasto florilegiopara sellar afectos y sugerir uniones? España: está en el mundo tu alta misión fijada;en sueños de conquista tu acción total se inspira,tu historia está en América, en Flandes y en Granada.Ayer fundaste reinos por medio de la espada.Hoy vuelves a ganarlos por medio de la lira. En la extensión del tiempo aquel sueño aquilinoque presidió las hoestes del Quinto de los Carlos,en forma renovada, prosigue su camino.Si a pueblos de tu raza no intentas sojuzgarlos,sus rumbos enderezas hacia un común destino. Yo admiro el alto vuelo de tu ideal conquista que,alzándose del lodo de la mortal miseria,abarca el mundo hispano con ojo imperialista,y aspira, por la magia del sabio y del artista,a establecer las bases de una mayor Iberia. España: nos desune del piélago la anchura;también la propia sangre de ti nos diferencia.Mas tuyo es nuestro idioma, es tuya la culturaque a remontar nos lleva tu nacional altura;que nutre el santo anhelo de nuestra independencia. Y si, por rasgos étnicos, en gran desemejanzade tu linaje insigne nuestra nación está,sabemos que, al principio, para pactar su alianza,juntaron y bebieron, a la nativa usanza,sus sangres en un vaso Legazpi y el Rajah. [197] Madre de veinte pueblos que hablan tu hermoso idiomayo te saludo en este tu embajador poetay ansío que tu sueño, análogo al de Roma,lo vivifique un mundo que te ama y te respetay eterno sea el triunfo de tu vital axioma. Vivir es renovarse. De tu pasada gloriael canto repetido tu acción jamás empaña.España ya estás libre; no hay moros en tu entraña.Renueva el viejo grito que truena por tu historiay dí al patrón heroico: ¡Santiago, y abre España! Abre España a las nuevas corrientes de la vida,abre España al abrazo de sus hijos dispersosy surja del Pirene, como hostia bendecida,el sol de un culto unánime, en el que adore unidala progenie del inca de los cultos diversos. Bendito será el día en que a la vida brotedel suelo de Pelayo un nuevo y fuerte imperioque pase de Galicia, que pase el islotede Gibraltar, el día en que medio hemisferioraye con larga sombra la lanza de Quijote.


Jesús Balmori
Nació en Manila en 1887. A los quince ya componía versos y a los diecisiete publicó un volumen, Rimas Malayas (Manila, 1904). En su primera etapa fue gran admirador de Bécquer y Espronceda. Posteriormente sus poetas preferidos fueron Rubén Darío, Villaespesa y D'Anunzio. Escribió también en prosa dos novelas y compuso dos zarzuelas.
A NUESTRO SEÑOR D. QUIJOTE DE LA MANCHA(Premiada en un concurso organizado por la Casa de España. Manila, 1920) Señor de los poetas, de los desventuradosDe todos los de ensueño de libertad turbados,De los que han hambre y sed de justicia en la tierra! [198]Señor de los esclavos, señor de las zagalas,En cuya frente baten las águilas sus alas,Y en cuyo pecho España su corazón encierra! En la vida que es triste, que es llena de amargura,Y que sólo el amor salpica de ventura,Como a ingrata doncella amante dadivoso,¿Qué corazón que suena, qué espíritu que adora,No convierte en princesa la humilde labradoraY no cree que Aldonza es la flor del Toboso? Aún seguimos soñando castillos las posadas,Ejércitos de príncipes altivos las mesnadas,Jardines encantados los páramos sin dueño,Y en todos los instantes y en todos los caminos,Todos vamos cayendo por luchar con molinos,Y a todos nos destrozan las aspas del ensueño! ¿Qué sería del mundo sin el halo divinoQue nos cubre lo mismo que el yelmo de Mambrino?¿Qué sería la vida sin la dulce poesía,Que ciega nuestros ojos con sus flotantes tules,Para llenar el alma de límites azules,Y a partir con un Sancho el pan de cada día? ¡Oh, señor, ve que es cosa de gran desesperanzaSalir por estos campos empuñando la lanza,A desfacer entuertos en sin igual empresa!¡Luchar con la quimera hasta rendir los brazos,Y azotarse las carnes hasta hacerlas pedazos,Por romper el encanto que aduerme a una princesa! Pero todos lo hacemos. Todos siguen de troteNo hay un hijo de España que no sea Quijote,Y aunque vaya soñando, haga el bien por doquieraDestrozado y herido le hallarán en la vida,Pero no habrá una herida más ideal que su herida,Ni habrá estrella más alta que su noble quimera. Nada importa el que clama que su esfuerzo es locura,Que es inútil su arrojo, que es fatal su aventura¡Don Quijote discute todo eso con su lanza!Y, en tanto ya ensartando malandrines follones,Cargado de esperanzas, de ensueños, de visiones,Por los campos del mundo avanza, avanza, avanza... [199] A su paso se llenan de flores los caminos,Se abren todas las vendas, se callan los molinos,Y aunque por todo oro lleve su sola historia,Ante su porte triste soberbio, vagabundo,El sol se para en lo alto de la frente del mundo,Y como una campana de luz repica a gloria.
Del mismo autor es su
CANTO A ESPAÑA El alma del poeta filipinoSe detiene en la aurora del camino Y llama con sus alas a tu puerta¡Es la hora en que el amor abre sus galas!Si has oído los golpes de mis alas,Señora de mis cánticos, despierta! Crisol de veinte estados castellanos,Reina que sostuviste con tus manosDe dos Mundos la esfera estremecida,Y rasgaste en pedazos tu banderaPorque la enseña de esos pueblos fueraGirón de tu alma, soplo de tu vida! ¡Vieja y noble leona castellana!Tuya será la norma del mañana,Como es hoy, por la gloria de tus hechos.¡Te lo rugen unidos los cachorrosQue se amamantaron con los chorrosDe las divinas fuentes de tus pechos! Te lo dice esta fiesta de la Raza,Rosal de luz que en rosas se te enlaza;Y de onda a onda, en rebrincar miríficoTe lo clama vibrando en áureo cántico,Cristóforo Colombo en el Atlántico,Y Hernán de Magalhaes en el Pacífico. Tu eres la amada que jamás se olvida,La labradoral de ilusión vestida,Que hace de eriales, cármenes fecundos, [200] Y si ante el Cid, Castilla no se ensancha, En cambio Don Quijote de la ManchaTiene por lanza el cetro de los mundos. ¿Qué te importa que en tierras del OrienteCoronaran de abrojos la tu frente?¿Qué, el que las Américas en coroSe desprendieran todas de tus brazos?«Un anillo de oro hecho pedazos,Ya no es anillo, pero siempre es oro!». Y nos queda el amor. ¡Lo que no muere!Lo que es igual cuando nos besa o hiere!¡Rosa inmortal rodeada de espinas!El santo amor que te empujó quiméricaA vender tu corona por América,Y a abrirle el corazón por Filipinas. Alza la frente que abatió la pena;Sacude el huracán de tu melena;Llene el viento el clangor de tus rugidos...Despierta, hermosa leona castellana,Que tus huestes tocando están a diana,Con los aceros hacia a ti rendidos. Restallan bajo el sol tus estandartes,Dice España el amor por todas partes,Las almas beben cuanto tú interpretas,Y por cumbres, collados y senderos,Se une al himno triunfal de los guerreros,La divina canción de los poetas. Por igual en las pampas argentinasQue en nuestras sementeras filipinas,La espiga de oro que en el sol se bañaY la flor que perfuma estremecida,Flor que es el alma, espiga que es la vida,Son vida y almas tuyas, madre España... ¡Madre, sí, más que reina, más que dueña,Madre de Guatemoc cuando te sueña,Y de Kalipulako si te hiere!¡Madre que todo lo ama y lo perdona!¿Qué labio ruin tu gloria no pregona?¿Qué pecho es el traidor que no te quiere? [201] ¡Oh, España! ¡Porque en tu alma nos enlazas,Que te troven su amor todas las razas!¡Y pues sus grandes gestas altanerasCreó el mundo al calor de tus leones,Que te echen flores todas las naciones,Y que te besen todas las banderas. El eco de tu mágico renombreQue de hemisferio en hemisferio vuela,Es el atril divino de tu Historia...Llenas están las tierras de tu nombre!¡Llenos están los mares de tu estela!¡Llenos están los cielos de tu gloria!


Manuel Bernabé
Nació en Parañaque el 17 de febrero de 1890. Estudió en el Ateneo Municipal, y posteriormente en la Universidad de Santo Tomás. A los 14 años componía versos en latín. Fue lector asiduo de los clásicos españoles. Fue redactor de La Vanguardia y profesor de la Universidad de Manila.
CANTA POETA(A Salvador Rueda durante su estancia en Manila)(Septiembre, 1915) Embajador de madre Hispania: alzo la copaa lo alto del Ensueño por la salud de Europa,la Europa uncida al yugo del hado militarbautizada con sangre por aire, tierra y mar,la Europa que ha rencores de hermanos entre hermanospero jamás de bardos indios y castellanos,porque es la onda que corre por la arteriadel verso piélago de armonías que baña el Universo. La España de hoy es sorda a irrumpir de metrallas;ahíta de laureles en cesáreas batallas,no quiere ya ser cuna del Cid y de Pelayo,de la Armada Invencible, los Tercios, Dos de Mayo,la que hizo de los pueblos haz de suelo español [202]en que no se ponía la hipérbola del sol;ramo de oliva porta en sus divinas manos,que no quieren teñirse en sangre de cristianos,consiguiendo el arrullo de la tabla rimadalo que soñara en vano tiranizar la espada. Tú, que al partir de Cuba, inclinada la frente,cogiste tierra, «para besarla eternamente»,lee en el libro abierto de mi Naturaleza,donde es panal la vida y otro Dios la belleza,donde, como en un pórtico de bienaventuranza,encontrarás a cada aurora una esperanza,y en la mujer, la flor, el nido y los alcores,oirás la sinfonía de todos los amores,el cielo, siempre azul, sin mácula ni daño,que da eternal cobijo al propio y al extraño;los árboles ciclópeos que alzan la copa al cieloy hunden, por defenderse, la raigambre en el suelo,de corteza tan amplia, que unida la cinturade tres gigantes de descomunal figura;el Apo y el Maquiling, el Taal y el Mayónde fraguas encendidas como un gran corazón,incensario de fuego hiriente en el altarde la patria, como un eterno luminar,como idea que salta del crisol de tu mente,como el anhelo indígena de ser independiente. Y así, mientras la Europa riñe feroz contienda,y España es madre que no olvida a su hija ausentetambién como guerrero de acero no humilladoque alega la vejez mirando en el pasado... Ese es el pueblo tuyo, que canta diplomaciasdel rey Alfonso XIII flor de las democracias;que con la unción del reino te entregó el estandartetutelar y simbólico de la Paz y del Arte,para que tu voz fuera en mi indiano solarel reparto y renuevo de un amor secular,(el árbol que la entraña de nuestro bosque críaen cada retoñar acrece su ufanía);para que tu voz fuera el aviso y proclamade que el idioma hispano no muere, pues se le ama,y España es madre que no olvida a su hija ausentea quién dio sangre e idioma en un rincón de Oriente; [203]y de que es ley que el vínculo espiritual subsistapor cima del destino, del tiempo y la conquista. Heraldo de grandezas de la matrona ibérica,que pulsaste la cítara en la española América,y envuelto entre los pliegues de su argentino mantovolcaste toda el ánfora de tu lirismo santo,la flor que aroma, clave que trina, el río en calma,como en el laberinto de sus dudas el alma,te brindará su encanto la paz de los cañales,desatará tu rima bajo espesos mangales,te pondrás en el cuello un collar de sampagas,la flor amada de las vírgenes dalagas... Verás, al fin, un breve Edén en el planetaque no pudo jamás soñar ningún poeta.Canta, poeta, canta. Pienso y no es desvarío,que ha de inmortalizar tu canto al pueblo mío.
También es autor de la composición titulada
ESPAÑA EN FILIPINAS I La dulce Hija, postrándose de hinojos,dice a la Madre, a tiempo que sus ojosleve cendal de lágrimas empaña:-«Dios ha dispuesto el término del plazoy ya es la hora de romper el lazoque nos unió tres siglos, ¡Madre España! II ¡Madre, sí, madre! Sobre mi haz tendidova fermentando el anhelar dormidoy, el germen abonado se agiganta,la gratitud es flor del alma mía,y no muere la clásica hidalguíadonde se irgue tu cruz, tres veces santa. [204] III Puede venir el águila altaneray hundir el corvo pico en la banderade gualda y oro, que nos da alegría;podrán poner a mi garganta un nudo,que cuando el labio se retuerza mudo,irá a gritar el alma: ¡Madre mía! IV ¡Dichoso instante aquel que vio a las olasdialogar con las naves españolas,llevando a Limasawa a Magallanes!De entonces a hoy, portentos mil se han visto,y es que el poder de España arraiga en Cristo,manso y sin hiel, multiplicando panes. V Soberbio es tu ideal, como tu gloria.Largos siglos ataste a la victoriaal carro de tu funesta monarquía.¿Cómo no amar tu gesta no igualada,si en las fronteras que humilló tu espada,el gran disco del sol no se ponía? VI Mas, no es la espada omnipotente sólola que al brillar del uno al otro polo,obró cien maravillas en el llano;es la esencia vital de las Españas,que al invadir palacios y cabañas,prestó eficacia al ideal cristiano. [205] VII Quién empuñó con varonil denuedo,en los tiempos de Lope y de Quevedo,«el cetro de oro y el blasón divino»;quién sembró de fe, en la individual concienciadecoro en la mujer, que es otra herencia,luz en las mentes y oro en el camino. VIII La que duerme arrullada por el cánticode las ingentes olas del Atlántico;la que empujó a Colón hasta la entrañadel mundo nuevo, que copió su hechura;la que llevó a los pueblos fe y culturay auras de libertad... Esa es España. IX España, la invencible soñadora,que monta rocinantes a deshora,los toros lidia, viste la mantilla,ama la jota y al danzón se entrega,mas cuyo acero no es una hoz que siega,sino arado que pone la semilla; X La patria de la vid y la verbena,que fía a la guitarra su honda pena,dominadora de la Argel moruna,la que las tierras incas civiliza,hidalgo pueblo, de otros cien nodriza,única madre que meció mi cuna. [206] XI Los claustros de tus Cuevas y tus Pradosnoche y día miráronse atestadosde hijos nativos del saber amantes:hiciste héroes y armaste caballeros,y aún late en el cantar de mis troverosla dulcísima lengua de Cervantes. XII ¡Oh rica fabla espiritual! Simulacordaje de una citara que ondula-es blanda arcilla y música ese idioma-,claro choque de perlas y corales,remedo de los coros celestialesque de Dios mismo su raigambre toma. XIII Si lloro, se unifica con mi llanto,impregna hasta el kundiman cuando canto,y es en la liza imprecación y alerta.Podrán hurtarme más veneros de oro,pero al perder tan singular tesoro,es que habré sido traicionado y muerta. XVI Rizal, Mabini, del Rosario y Luna,hijos míos y tuyos son. Cada unalleva en la frente un evangelio escrito.Si yo les dí mi maternal entraña,no empresa mía fue, sino de España,fundir el alma en su troquel bendito. [207] XV La Cruz de Arrechedera y Urdanetaestá en mis cielos, tabla es que sujeta,cuando zozobra, al bien; porque a despechode las más encontradas ambiciones,tu religión, tu fe, tus tradiciones,han abrigo recóndito en mi pecho. XVI En el curso del tiempo, desenvuelto,tú, España, volverás, -¿Qué amor no ha vuelto?Presa en la red del propio bien perdido:serás un ave, enferma de añoranza,que va a volar cuando la noche avanza,en dirección al solitario nido... XVII Si están ahítos de llorar sus ojos,y en otros días te causara enojos,la era de paz y de perdón se inicie.¡Oh, qué mejor que tras la despedida,seamos como el agua, en dos partida,que se toma a juntar en la planicie! XVII Mientras la vida atónita vislumbrala luz de redención en la penumbra,e hijos del alma apréstanse a las lides;¡ve, Madre! Y digan valles y colinas:Gloria a la Madre España en Filipinas!...¡Loor eterno a ti! Tú, no me olvides». [208]


Jesús Casuso Alcuaz
Nació en Manila en 1898, murió a los veinte años en Japón, el 19 de julio de 1918. A pesar de su temprana muerte escribió varias composiciones siendo estudiante de bachillerato.
A ESPAÑA(Fragmento) Allá, detrás del mar, descansa España, con aire augusto de titán, rendida;que al peso tanto de su mucha hazaña,sobre sus lauros se cayó dormida... Allá la patria de Guzmán el Bueno,de un Cid que reta, y en palestras mata;y su tizona, remedando el trueno,a los muslines en pavor desata... Allá la noble España, madre nuestra,aquí su noble hija del Oriente,que a los extraños y a los propios muestraque de ella supo levantar la frente... Allá lo grande y lo sublime impera;en Hispania halló el arte sus altares;aquí esta Perla, que felice fueraun pedazo de España en estos mares... Mas hoy, cortados los benditos lazos,tú estás muy lejos de nosotros, madre,y aquí tendemos hacia ti los brazosporque no hay suerte que sin ti nos cuadre... Tú diste al mundo tus caducas leyes,con cien coronas se ciñó tu frente;hollaste cetros, destronaste reyes,y ebria de gloria se durmió tu gente... Si tanta gloria sin igual tuvistey lauros cien tu señorial cabeza,deja que diga que si al fin caíste,fue tu caída tu mayor grandeza. [209] ¿Mas, hemos de insultarte cuando vemosplegar tus alas que taparon soles?¡Oh, nunca, nunca, que mejor seremoshermanos filipinos y españoles...


Rosario Dayot
Nacida a comienzos del siglo XX. Fue alumna del Centro Escolar Femenino de Manila.
A ESPAÑA(Ofrenda. Día de España. 25 de julio, 1922) Con lealtad y gratitud sincera,Unida a ti por irrompible lazo,el alma filipina, en tu regazo,Pone un beso de amor en tu bandera.Perdónala si evoca plañideraDe tu recuerdo el indeleble trazo;¡Oh! ¡cuán dulce calor el de tu abrazoPara el que sufre en angustiosa espera! Mas... escucha sus votos inmarchitos:Ni del tiempo los cursos infinitos,Ni el nuevo rumbo de tutela extraña, Extinguirán en tierra filipina,la fe en tu amor, la fabla cervantinaNi este grito supremo: ¡Viva España!


Enrique Fernández Lumba
Nació en Manila en abril de 1899. Estudió en el Colegio de San Juan de Letrán y en la Universidad de Santo Tomás, centros ambos regentados por los dominicos. Se licenció en Derecho. Fue redactor de El Comercio, diario manileño en español, y posteriormente en el diario católico La Defensa. [210]
MIENTRAS DICEN Madre España,por tu gloria,por el brillo de tu historia,por tu hazaña de tres siglos en la tierra de mi amor,por la sangre que vertiste en las Américas,por tus luchas tan homéricas,por la gloria de tu enseña bicolor,hoy levanto la ideal copa de mi canto,mientras dicen mis hermanos, los poetas,en estrofas peregrinas:¡viva España en Filipinas!¡viva España y su memoria...y proclaman las trompetasde la gloriatu mirífica victoria. Yo quisiera que mi verso condensara,el sentir de veinte pueblos hermanadospor tu idioma de armonía tan preclara;veinte pueblos troqueladosen el fuego de tu alma generosa;veinte pueblos herederos de tu historia y tu nobleza.Yo los miro en este día como pétalos de rosacolocada en el altar de tu grandeza;como cuerdas de una lira colosalque, pulsada por el genio de la historia,suena un cántico realde sublimes resonancias,que venciendo las distanciaspublicando va tu gloriapor los lindes del planeta... Madre España: por tu honor,por tu idioma, por Legazpi y Urdaneta,por la gloria de tu enseña bicolor,por la cruz que nos legaste, yo levantola ideal copa de mi canto,mientras cantan mis hermanos, los poetas,en estrofas peregrinas:¡viva España en Filipinas!Y proclaman las trompetas [211]de la glorialo inmortal de tu victoria... A MAGALLANES(En el cuarto Centenario del Descubrimiento de Filipinas) En vano tu recuerdo y tu nombre esclarecidosindignas almas viles intentan olvidar;los signos de tu gloria quedaron esculpidosen páginas eternas del libro universal. Jamás el hombre aleve podrá borrar la estelaque tus sencillas naves dejaron en el mar;el genio de la historia por tu recuerdo velay tu glorioso nombre los siglos guardarán. La noche del olvido no puede con sus brumasde tu memoria egregia las luces apagar;constante el mar azota las peñas, y en espumastan sólo se convierte su furia pertinaz. No en vano con tus naves cargadas de nobleza,de todo lo sublime que Iberia pudo dar,venciste los embates del mar y su fiereza,trayendo con tu espada la cruz y la verdad. Tu gloria es como el astro que intenso resplandece,mirar tal vez no quieran su bello fulgurar,pero su clara lumbre ni muere ni decrece,y en los espacios célicos luciendo siempre está. Mi débil voz te anuncia que tu gloriosa hazañatrayendo a Filipinas -¡a mi adorado lar!-la lengua de Castilla, la fe de aquella España,los buenos filipinos jamás olvidarán. En vano la desidia pretenderá olvidarte,que el eco de tu nombre resuena sin cesar;se oye entre las ruinas que sirven de baluartea un ayer glorioso que nunca cederá;lo lleva entre los labios el hijo de esta tierra:nombrar a Filipinas tu nombre es pronunciar; [212]si el tiempo borra un día la losa que te encierra,no temas, pues tu nombre jamás se perderá. Después de cuatro siglos aun tu gloria existe,aun recuerda el pueblo tu hazaña singular,que el tiempo ni los hombres la sangre que vertisteborrar no pueden ellos del suelo de Mactán. ¡Oh, insigne Magallanes, bendita tu memoria!¡Bendito aquel instante cuando cruzaste el mar,trayendo a estas regiones un nombre y una historia,y con la cruz de Cristo la luz de la verdad! LAS TRES BANDERAS I Vedla, llena de gloria, ondear pacíficaSin los arrestos bélicos de ayer,Es la bandera bicolor, magníficaQue arrastró un día el triunfo por doquier. Es la de España, la nación prolíficaQue a pueblos dio la libertad y el ser;La gualda y roja, a cuya luz miríficaPudo Iberia la gloria retener... Yo te saludo con el alma extática,Que siempre fue por tu esplendor fanáticaQueriendo verte ondear en el confín. Rotos los lazos de la unión política,Bendícete mi patria en la hora críticacomo al emblema de un amor sin fin... II Ved la otra que se ostenta dominanteLlena de juventud y de vigor,Y porque es ella fuerte va delanteDeslumbrando con su áurico fulgor. [213] Ayer en Francia se mostró giganteGuiada por el genio vencedor;Hoy por el mundo llévala triunfanteDe la concordia el ángel mediador. Es la enseña que anuncia libertadesPrometiendo trocar en realidadesDe los pueblos las ansias de vivir... ¡Oh bandera de América potente!Mi pueblo te saluda reverenteComo al signo de un bello porvenir... III Y allí la siempre amada y bendecidaQue un tiempo se eclipsó de nuestros cielos;La que entrevió Rizal en sus desvelosY en el supremo instante de su vida. La enseña que en Malolos viose erguidaColmando de mi patria los anhelos;La que a mi pueblo préstale consuelosEn tanto espera verla enaltecida... ¡Bendita seas, tricolor enseña!Mirarte libre un día mi alma sueña,Derramando la luz de tus colores; Y cuando llegue aquel dichoso instante,Yo te diré con alma delirante¡Que tú eres el amor de mis amores! ¿QUÉ MÁS DECIR...? Por cantar tu excelsa gloria los poetas ya agotaronlos acentos de sus liras, los vocablos del lenguaje...¿Qué poetas, inspirados por tu historia, no cantaronla nobleza de tus hechos, la virtud de tu linaje? [214] ¿Qué océanos los colores de tu enseña no copiaron?¿Qué naciones no sintieron el vigor de tu coraje?¿Qué países tus soldados con su sangre no sellarony qué historia habrá en el mundo que a tus fastos aventaje? ¿Qué cultura habrá más alta que la tuya tan cristiana?¿Cuál más dulce que tu idioma, que parece una fontanaque hace siglos se desliza sobre un lecho de diamantes? -Y en alma filipina, ¿qué recuerdo habrá más dulce?¿Qué potencia irresistible que al progreso no impulse,Que la fe de Jesucristo, más la lengua de Cervantes...?


Fernando María Guerrero
Nació en Manila, en el barrio de La Hermita, en 1873. Cursó el bachillerato en el Ateneo Municipal. Primeramente obtuvo el título de perito mecánico, posteriormente se licenció en Derecho. Aunque siempre tuvo aficiones literarias, no comenzó a tener fama de poeta hasta después de 1898. Se consagró al periodismo. Dirigió el Renacimiento, diario filipino, nacionalista, escrito en castellano.
Usó el seudónimo de Belisario Rosas. En 1907 fue elegido diputado. Posteriormente fue Secretario del Senado. Fue nombrado correspondiente de la Real Academia Española.
A HISPANIA Te hablo en tu lengua; mis versoste dirán que hay un amorque en la hecatombe pretéritasu raigambre conservóen lo más hondo y arcanode mi pecho. Es como florque han respetado celliscasy avalanchas de pasión,flor abierta suavementeen cumbres llenas de sol,a donde sube el espíritude sus quimeras en pos,para rezarte: -«¡Oh, Hispania! [215]¡oh dulce idioma español,el del Arcipreste de Hita,el de Lope y Calderón,de Juan de Mena y Cervantes,de Pereda y de Galdós!¡Oh dulce lengua, que irradiastu latina irisacióny encierras la amplia eufoníade toda una selva en flor,pues eres susurro de agua,gorjeo de ave, canciónde brisa leve en las hojasen mañanitas de sol...!»En esta lengua ¡oh Hispania!balbuciente formulómi alma en los días niñossus caprichos, su candor;y en las horas juveniles,cuando hicieron irrupciónen mi vida las primerasexaltaciones de amor,también fue tu idioma egregioel que sirvió a mi ilusióny la dio plumas divinasde mágico tornasol,para llegar hasta el fondode un lejano corazóny decirle: -«Ven conmigoy dame un beso de amor».Murió este amor. En mi pecho,muerta la hoguera, restóun puñado de cenizasde la pasada ilusión;y al verme tan olvidadode la mujer que me amó,para luego envenenarmecon una negra traición,cuando quise maldecirlacon mi pluma y con mi voz,llorando de pena y rabia,la maldije ¡en español...!Y en tu idioma, que es un irispor su fulgencia y color,voy dando a todos los vientos [216]trozos de mi corazón,mis líricos fantaseos,mis optimismos, mi horrorpor lo prosaico y mis gritosde protesta y rebelióncontra todas las limazas,contra el búho y el halcón,contra la sierpe asquerosaque quiere alzarse hasta el sol,contra «chaturas estéticas»que nos roban la emoción,contra Verres colonialesy su dólar corruptor,y contra todos los hombresque hacen tan fiera irrisióndel derecho de mi puebloa ser su único señor...¡Oh noble Hispania! Este díaes para ti mi canción,canción que viene de lejoscomo eco de antiguo amor,temblorosa, palpitantey olorosa a tradición,para abrir sus alas cándidasbajo el oro de aquel solque nos metiste en el almacon el fuego de tu voz,y a cuya lumbre, montandoclavileños de ilusión,mi raza adoró la gloriadel bello idioma español,que parlan aún los Quijotesde esta malaya región,donde quieren nuevosSanchos que parlemos en sajón.Pero yo te hablo en tu lengua,¡oh Hispania!, porque es su soncomo música de fuente,como arrullo encantador,y como beso de vírgenesen primaveras de amor. [217]


José Hernández Gavira
Nació en Ilo-Ilo el 20 de octubre de 1983. Obtuvo el grado de bachiller en 1912 y el de licenciado en Derecho en 1916. Posteriormente se hizo militar, alcanzando el grado de Teniente del Tercer Regimiento de Infantería de la división filipina al servicio de Estados Unidos. En Ilo-Ilo dirigió El Adalid. Posteriormente fue redactor de The Philippines National Weekly. Publicó en Manila un voluminoso libro de versos, con el título De mi jardín sinfónico.
CUANDO YO MUERA Cuando yo muera llevad mis restosallá a la cumbre de una montañaque sea digna de mis arrestosde indio poeta, nieto de España. Egregia lira mi tumba exorne,para que preste vida a mis huesos,y allí una virgen y Pan bicornederramen ritmos, flores y besos. Grabad entonces sobre mi fosacon letras de oro esta inscripción:«Yace aquí un bardo que a toda cosagrande o hermosa dio el corazón».


Tirso de Irureta Goyena
Criollo, descendiente de españoles. Su padre, Ramón, fue teniente coronel de Ingenieros. Renunció a la nacionalidad española para poder ejercer la abogacía en Manila. Fue nombrado correspondiente de la Academia Española. Murió en 1918 cuando intentaba crear una Academia en Manila. [218]
HERMANOS ESPAÑOLES(Soneto improvisado en el acto de la inauguración de la «Casa de España») Hermanos españoles: un bardo de mi razaha cantado las glorias de vuestro hablar divino,que es el sublime nexo que a todos nos enlazay hace un súbdito hispano de todo filipino. Por eso, aunque designios fatales del destinorompieron la cadena de amor que nos unía,caballeros andantes por el mismo caminomarcharán juntas siempre vuestra patria y la mía. Y así como en tres siglos de perenne memoriavivieron bajo Hispania las filipinas greyesy escribimos unidos los fastos de la historia; Aun las leyes de España se llaman nuestras leyes,vuestra alma es la nuestra y nuestra vuestra gloria,y es Miguel de Cervantes el rey de nuestros reyes.


Isidro Marfori
Nació en La Laguna (isla de Luzón) el 15 de mayo de 1890. Estudió interno, primeramente con los jesuitas, después con los dominicos. En su juventud fue un exaltado romántico, posteriormente se pasó a las filas del realismo. En Filipinas publicó dos libros de poesía, Aromas de ensueño (1914) y Cadencias (1917). Sintió gran admiración por Villaespesa, Rubén Darío, Núñez de Arce y Chocano.
A SALVADOR RUEDA(Con motivo de su viaje a Filipinas) Artífice inmortal de la Poesía,incomparable y mágico rimero [219]que tienes en las venas fuego iberoy en el pecho panales de ambrosía. Alma de luz, de sol y de armonía,que en medio de este siglo de odio fiero,descuellas indicando un derroteroa la soberbia humanidad del día; bardo de paz y de combate rudo,que la bandera azul tan alto agita,¡divino soñador, yo te saludo! Mi musa a ti, con temblorosa mano,te ofrenda un haz de frescas sampaguitas¡oh embajador del intelecto hispano! POR AMOR A ESPAÑA(Segundo premio en el concurso de la «Casa de España», 1919) TRÍPTICO HEROICO I Desafiando del sino los desmanes,un grupo de española valentíaarribaba a las ínsulas un díaal mando de Fernán de Magallanes. En la cruz de sus recios gavilaneslas católicas luces nos traía,en sus fuertes aceros la hidalguía,en sus pechos, olímpicos afanes. Estoicos, en el ciclo de sus penasconquistaron sus glorias de soldado,y al sellar con la sangre de sus venas su epopeya brillante y espartana,nos dejaron el dúplice legadode su habla hermosa y de su fe cristiana. [220] II Árbol coloso de verdor floridoque ha tres centurias crece y exubera,es en mi patria la cultura iberaque la escuadra inmortal nos ha traído. Nativos ruiseñores hacen nidoen sus frondas de eterna primavera,y aunque enfurece la ventisca fiera,en la arada social seguirá erguido. En vano iluso de intelecto oscuro,que miran su grandeza con inquina,clavan las hachas en su tronco duro. ¡Por virtud de sus mismas cicatricesno hay un trozo de tierra filipinaque no abarquen sus cívicas raíces! III La gratitud es una flor que brotade la pureza del sentir humano,y no hay sarcasmo ni atrevida manoque la marchite en mísera picota. -¡Oh falange del yelmo y de la cota!Para pagar tu esfuerzo soberano,lidiar quisiera por el fuero hispanoen una tierra anónima y remota. Que el talismán sagrado del ensueño,oculto en mi armadura de guerrero,hará un gigante de mi ser pequeño. Y en una gran batalla yo quisierahacer del brazo un mástil altanero¡para elevar al cielo tu bandera! [221]


Claro M. Recto
Nació en Batangas en 1890. Cursó el bachillerato en el Ateneo Municipal. A los 19 años, guiado por Fernando M.ª Guerrero, comenzó a publicar versos. En tres meses reunió el material para su libro Bajo los cocoteros, impreso en 1911. Como abogado, simultaneó el bufete y la política.
ELOGIO DEL CASTELLANO(Premio de poesía en el Certamen convocado por el Casino Español de Manila)(Enero, 1917) Arca santa inviolable de la Raza,Arca santa de próceres bellezas,que a tu prestigio espiritual vinculasla gloria de las magnas epopeyas;Arca egregia y divina,que en las ingentes luchas ya pretéritassobreviviste al colonial desastre,cual sobrevive el alma a la materia;Arca ebúrnea, copón de maravillas,donde se guarda secular herencia;Arca de lo inmortal que veneramosen la vetusta casa solariega;Arca de oro que ofrece el Libro Santoy el perfumado pan de la Belleza,por quién juramos proscribir la castade osados malandrines que te afrentan;la musa tropical, la musa autóctona,de tus clásicos lauros heredera,toma a pulsar el clavicordio hispano,clavicordio romántico que sueña,clavicordio que sufre como un alma,clavicordio polífono que encierraen sus notas lo grande, clavicordiodonde llora sus cuitas Filomela,donde estallan los gritos del combate,donde retumba la canción de gesta... [222] Y canta en tu loor, oh lengua hispana,del pensamiento alada mensajera,que fulguras, cual límpida custodiade la eterna Verdad, en las conciencias,como el sol en las cúspides altivasdonde la tromba y el ciclón fermentan,como el anhelo indígena que fulgeen el blasón astral de mi bandera. Oh lengua sacrosantade Fray Luis y Miguel, Lope de Vega,del Arcipreste, Calderón y Góngora,los Argensola, Hurtado y Espronceda;la lengua que enfloró de madrigaleslas prístinas edades romancescas,toda hecha de vorágines y truenos,toda hecha de suspiros y cadencias,coro inmenso de tímpanos, conciertode las panidas flautas en la sierra,sinfonía fantástica que irrumpedel arpa gigantesca de las selvas. Es tu ritmo la ronda bulliciosade crótalos y locas panderetas,de guitarras que dicen el elogiode unos ojos reidores que asaetan;es la risa que en notas se desatacual cristalino desgranar de perlas,el madrigal sonoro que deslíesus estrofas de amor en las verbenas,y el chocar de las copas musicalesdonde hierve la sangre de las cepas. Es tu acento el susurro que adormecedel aura al retozar en la floresta,y el blando caramillo que solloza,bajo el beso lunar en primavera.Te remeda el gorjeo de la alondra,la imperativa voz de las trompetas,el quejido que emerge de la cunay el doliente «kundiman» de mi tierra,el raudo vendaval que avanza indómitopor cima de las altas cordilleras,y brama en los barrancos y hondonadasy en las rocas que hendieron las centellas. [223] Y tuviste en la lira de Quintanaecos triunfales, resonancias bélicasde estoques y corazas y armadurasque son el timbre perennal de Iberia;en los versos broncíneos de Chocano,fragor de sordas cataratas épicas,algazara de pompas coloniales,rumor de besos y temblor de quenas.De Solís en la prosa cincelada,ímpetus de corcel, dianas homéricas,estrépito de lanzas y tizonas,de broqueles y cascos y rodelas.En Fray Luis de León fuiste cigarraque endulzaba el reposo de la siesta,y tonada de amor de la tierrucaen los cuadros agrestes de Pereda;caballero gentil de la Armoníaen el rugiente «Niágara» de Heredia,batir de alas de ingrávidos querubesen las trovas ardientes de Teresa.Y en el arpa divina de Darío,ruido de encajes y frufús de seda,música de cinceles sobre el mármoly murmullo de risas y de gemas,canción de cisnes sobre el quieto estanqueal paso de las «púberes canéforas»,arpegio de violines cortesanosy vibración de cítaras helenas. Y cerraste la elipse de tu gloria,con un estruendo de imperial proeza;en las perennes páginas altísimasdel libro de Cervantes Saavedra.No en vano fueron por ignotos maresde Hispania las veloces carabelas,en comunión ferviente con la Audaciay los altos designios de la Idea;no en vano los Cortés y los Balboadesafiaron el hambre y las tormentas,y sus bridones épicos midieronlas pampas infinitas de la América;no en vano sobre el pico de los Andes,dueña del mundo, flameó tu enseña,tan amplia que cubrió dos continentes, [224]tan gloriosa, tan noble y tan excelsa;no en vano, por tres siglos, tus ejércitoshan levantado en mi solar sus tiendas,y vieron el prodigio de mis lagosy de mis bellas noches el poema;no en vano en nuestras almas imprimistede tus virtudes la radiosa estela,y gallardos enjoyan tus rosalesplenos de aroma las nativas sendas:tu imperio espiritual vive y perdura,y extiende su simbólica cadenadel Pirene a los Andes y al Carballo,y en un abrazo inmenso los estrecha.Por los mares Atlántico y Pacíficotus fuertes galeones aún navegan,y van en ellos, bajo un sol de gloria,almas grandes que luchan y que anhelan,andantes caballeros del Ensueño,guardianes de la fe de Dulcinea,locos sublimes que descubren mundosy mueren por su reina la Quimera.Aún nos ofrecen tus antiguos códicesla fórmula inmortal de la Belleza,y tus filtros y alquimias prodigiososdel humano dolor la panacea. No morirás jamás en este sueloque ilumina tu luz. Quien lo pretendaignora que el castillo de mi razaes de bloques que dieron tus canteras. ENVÍO Casa de España, Olimpo de las Artes,Templo del Porvenir, ¡bendita seas!Las musas danzarán sobre tu céspedy gustarán la miel de tus colmenas.Sé el manantial donde las almas noblesel agua pura del Ensueño bebanla torre de marfil donde se guardeel tesoro ideal de nuestra lengua. Hispanos: si algún día la escarnecen,nuestras aljabas vaciarán sus flechas, [225]y nos verán, triunfantes o vencidos,al pie de esta sagrada ciudadela.


Agustín Seva
Nacido en la localidad de Molo, en Ilo-Ilo. Alcanzó el grado de bachiller en el Ateneo Municipal de Manila. Desde muy joven escribió versos. Se retiró a la vida tranquila y campesina en la isla de Negros.
EL GIGANTE DE LOS MARES(Dedicado a Cristóbal Colón) Dame, ¡oh! musa, tu voz, dame tu acentopara cantar al héroe sin segundo,cuyo nombre feliz susurra el vientode la apartada Iberia al Nuevo-Mundo...De tu gloria en el piélago infinitose pierde el alma mía;y aunque mis alas débiles agitopor abarcar tu colosal recuerdo,cuanto más lo investigo, más me pierdo. Figura sin igual, genio glorioso,gigante de los mares, gloria nuestra:tú un diamante engarzaste esplendorosoen la diadema hispana con tu diestra;tú el valladar del Ponto embravecidosin temor traspasaste;y a tu sublime genio enardecidosólo prestaba campo dilatadoun mundo de grandezas ignorado. Ese mundo es tu gloria y tu corona,el que con lauros mil tu sien circundael que del polo a la abrasada zonacon tu nombre sin par la tierra inunda.Cuba, Lucayas, Haití, Dominica,Boriquén y Jamaica,Trinidad, Guadalupe y Martinicason de tu honor los timbres sacrosantosy el sublime ideal de nuestros cantos. [226] Tal puñado de perlas en tu manoa tu patria sin fe ¡triste! brindaste,y después al monarca lusitano;y en cambio de tu oferta ¿qué encontraste?desprecio a tu saber, bajo y mezquino.Tu corazón tan sólo,tu corazón de temple diamantinoque del genio la voz potente escucha,supo salir triunfante de la lucha. Y tras fatigas y hórridos azares,cruzando montes, traspasando llanos,salvando la distancia de los mares,la intrépida nación de los hispanoste presentó su mano salvadora,y tu frente abatida,al levantar de España la señeracon una cruz volaste y una espadaa una playa de todos ignorada. Y fuerte el corazón, firme el semblante,su tesoro a las olas disputabas,y a lejanas regiones anhelantede tu bajel la proa enderezabas.Ignota mar con la ferrada quillacortaba sin recelos;por las olas lamida, hermosa orilladibujose después a tus miradas,en su verdor lozano extasiadas. Fértil región, alhaja desprendidade las ondas de un mar que no te arredra,entre árboles gigantes escondiday entre murallas de granito y piedra.Mas tú, Cristóbal, por el ancho espaciolanzando tu miradade ricas esmeraldas y topaciolabrada viste la inmortal aureola,que la sien del hispano tornasola. Y en esa tierra, do Favonio y Florajuntos muestran sus galas y hermosura,fijaste tú la enseña salvadoraque el progreso en los pueblos asegura: [227]Dios y mi rey: idea portentosa,digno sólo del alma generosa,que uniendo con la fe su patriotismose aventura a cruzar el hondo abismo. Mas ¡ay! que siempre al genio venerandoguarda el hado fatal triste destino,y de abrojos punzantes va sembrandocon trova faz el árido camino.Y sólo, en un rincón de nuestra España,el término encontraste,que marcaba el Señor a tanta hazaña.Escucha, escucha al menos nuestro canto,porque es del corazón tributo santo. Gloria a ti, gran Colón, eterna gloria,que un nuevo mundo al piélago infinitoarrancaste. Perenne tu memoriaen bronce esculpirase y en granitoEspaña, sobre el carro poderoso,que al rodar otro tiempo,dos mundos arrastraba vigoroso,al atronar el orbe con tu famaGigante de los mares te proclama.


Ramón J. Torres
Nacido en las Bisayas. Fue fundador y codirector con Francisco Varona del diario El Debate. Además de poesía escribió algunas obras teatrales.
ALMA MATER(Con ocasión del tricentenario de la Pontificia Universidad de Manila) I Generación que naces poseídade nuevos entusiasmos y virtudes,y en el contacto de la nueva vidatus energías vírgenes sacudes; [228]Viril generación, tú, que te empinassobre el nivel de las doradas cuestas,y abriendo en cruz los redentores brazos,en un raudal de luces iluminasel éxito de tus pasadas gestasy el provenir de los presentes lazos;depón el ceño, olvida los prejuiciosde los antiguos días en que vives,¡oh, tú, generación que te apercibes,una salmodia fraternal levanta,para más generosos sacrificios!y en medio de esta fatigosa fiebreun tierno epitalamio, que celebrela institución real y pontificiade esta Universidad tres veces santa,tres veces secular. Alzarlo en corovosotros primogénitos benditosde la progenie patria, ilustres sabios,honor y prez del nacional decoro,que recibisteis con los mismos ritosla sal de la sapiencia en vuestros labios,y en comunión los unos con los otrosbrote del seno del filial linajeel cántico, que en labios de vosotrossea como un legítimo homenajea la madre común. Matrona egregia,gloria viviente del amor hispano,que ciñe al par una corona regiay una señal del símbolo cristiano;Madre de razas parias, que dio el pechoa un pobre niño, abandonado y magro,y le infundió en un soplo de milagrola vida de los pueblos: el Derecho. ¡Almas tenaces, respetad siquierael noble gozo de esta madre ancianacuya misión de paz la venideraposteridad vendrá a juzgar mañana! [229] En la tardía anunciación del verbo,que gestó en sus entrañas redentoras,sintió la madre aquel afán acerboque, sin que ya su corazón taladre,fue sólo las angustias precursorasde la mujer que pronto iba a ser madre!y madre fue; y el hijo que nacía,como bautismo recibió en la frenteel ósculo de luz del nuevo día,que ya apuntaba en el extremo Oriente. Pero la humanidad no sólo tienela vida material; tiene en el pechoarraigada la cepa más perennede otra vida; la vida del Derecho.De ahí esa benemérita miliciade paladines que en tranquila guerraluchan para afirmar sobre la tierrael reinado final de la Justicia!Discípulos de Hipócrates, juristas,ministros del altar, notables hombreslegaron de la patria las conquistasde su saber y sus preclaros nombres. II Madre y maestra de las almas, dignadel nombre singular de Benavides,en cuyas nobles y proficuas lidesfue siempre la verdad una consigna,en nombre de sus cánones severos,luchó con entereza por los fuerosde la verdad. ¡Y la verdad, lo mismoque Dios, que impone su invariable ruta,tendió al justificado despotismode ser verdad, que es una y absoluta! Verdad sencilla y múltiple: compendiode las eternas ansias de las gentes:universal y silenciosa incendio,que baja sobre todas las conciencias [230]para encender en las insignes frentesla llama inextinguible de las ciencias! La llama ardió. Su luz, que fue de aurora,que se abriese en el cielo de verano,llenó el hogar, como una salvadoraconsagración del pensamiento humano; Y aparecieron hombres celebradosde ciencia y de virtud, sobresalientesen todos los eternos postuladosde la moderna ciencia. Almas creyentesque se iniciaron en los santos ritosy con la fe que la visión expande,supieron los arcanos infinitosde la divinidad tres veces grande! ¡Oh virtud de la fe! La ciencia incrédulatambién tiene su fe, la fe potentedel microscopio. Insignes compatriotasviolaron los secretos de la célulapor el milagro insigne de la lente;e hicieron con los mudos caracteresde la materia, en concentradas gotas,la esencia de la vida de los seres. Otros buscaron en el cuerpo inertela causa eterna del dolor humanoy con el bisturí sobre la heridaarrebatar supieron de la muerte,vibrándolas en triunfo entre la mano,las palmas victoriosas de la Vida...! III Pronto anidaron en aquellas almas,presas bajo inquietas pesadumbres,anhelos como antojos iniciales;pronto gimieron las nativas palmasal soplo que traía de las cumbresel polen de fecundos ideales. [231] Pronto la hoz del nuevo pensamientoa golpes de cerebro hacía mellaen la raíz de instituciones rancias;y pronto sucedió el derrumbamientoal tajo vengador de la centella,que incubaron las mismas circunstancias. En medio de los rudos episodiosdel despertar de aquellas multitudesvieron pasar las familiares glebassobre el torrente de encontrados odios,la racha formidable de virtudes,la tempestad de las ideas nuevas. Y sobre el mar del popular tumulto,en la corriente de furor insano,como reliquia de inviolable culto,flotaba el arca del saber humano. Fue menester el trasponer la orillade aquella charca de corrupto lodo,aniquilar y abandonarlo todo,tener las manos limpias de mancillay no llevarse nada en la concienciasino el tesoro santo de la ciencia. Tres siglos han pasado. ¡Tres centuriasque desataron las tremendas furiasde condensadas iras en sufragiodel alma popular! Viejos prestigioscayeron con los últimos vestigiosdespués de aquel providencial naufragio. Y dijo entonces Dios: «Pondré en la alturami arco en señal de la perpetua alianzaentre vosotros». Y brilló en los cielosel signo de los tiempos que inaugurala era anunciada de la nueva gracia;arco de triunfo bajo el cual avanzala humanidad con todos sus anhelos;el gran iris social: la democracia!Iris de nuestras épocas triunfales,nuncio de un bello porvenir, que arrancade su fecundo seno hecho de amores [232]la plenitud de todos los ideales,como se funde en una luz -la blanca-la hermosa variedad de los colores. Tres siglos han pasado. Espesa hiedraveo cubrir el cúmulo de escombrosque han apilado los pasados años;y veo levantar la enorme piedradel porvenir los esforzados hombrosllenos de fe, de propios y de extraños. Hacínense a la luz de los crepúsculosy excítelos el nervio de mis versos,como en un haz de contraídos músculos,esos sumandos de vigor dispersos:que antes que nuestra fuerza, que hoy se agota,en mutuas desconfianzas se consuma,la patria necesita, a toda costa,fundar el porvenir sobre la sumade todos los esfuerzos. Escarbemosla tierra inculta como unidos potros,y bienvenidos sean los supremosy francos sacrificios de los otrosorque en el campo inmenso de la Historiay en la vasta expansión de sus periodoshay tiempo y hasta lugar para la gloria,para la gloria, por igual, de todos. IV Y tú, hijo y sucesor de Benavides,llegado en pleno siglo iconoclasta,que participas como el viejo Alcidesde la verdad de tu divina casta:Sigue esparciendo con la ungida diestralas luminosas gracias de tus cruces,y en el único ideal que el pueblo abrazapor obra y gracia de la ciencia vuestra,se hará, al amor de redentoras luces,la transfiguración de nuestra raza. [233] Entonces, de la cúspide más altade los grandes ensueños que acariciala juventud, que tu labor exalta,habrá de bendecirle... Y si hace faltala misma humanidad te hará justicia.


Pacífico Victorino
Nació en Cavite. Médico de profesión, simultaneó la medicina con la enseñanza.
EXCÉLSIOR(Composición poética dedicada a Miguel de Cervantes) ¡Pasmo de todos es la obra giganteque perpetua tu fulgente gloria!¡Me parece gran mole de diamantealzada en monumento a tu memoria! Goza vida inmortal en las edadesel libro bello que tu fama afianza.En todas las humanas sociedadessueña Quijote y ríe Sancho Panza... En tu pluma de oro educadoraresplandece, con gracia y galanura,el rico idioma hispano, que atesorairas, amores, música y ternura. Prodigio de tu ínclito talentofue el libro que logró inmortalizarte;con él alzas a España un monumentoy un monumento a España erige el Arte... Tu proeza ilumina ¡oh Sol preclaro!el siglo que tu mérito abrillanta.Eres genio del mundo, eterno faro;y encarnación de Dios es tu obra santa. Tu sátira donosa fue la fustacon que abatiste el vil positivismo. [234]Retrata enteramente tu obra augustaa esa edad de prosaico realismo. Desde tu huesa, que el ciprés corona,oye la sinfonía de mi lira:es la canción que a tu memoria entonael bardo filipino que te admira... Para esculpir tu nombre giganteo,para encumbrar tu gloria soberana,arrancaré la lira de Tirteoy el estro portentoso de Quintana... Al mundo literario que te aclamale enalteces ¡oh clásico ironista!y a España le has legado con tu famatu corona de insigne novelista. Mientras se nutra el pecho de ilusiones,de esperanzas y fe que el alma anhela,y elaboren amor los corazones,triunfará el ideal de tu novela. Vive aún Sancho con vida depravaday el pundonor con su ambición se junta;¡no está la sociedad regenerada,y la aurora social aún no despunta! ¿Quién no se dignifica en ser Quijoteante la corrupción y la innobleza,para vivir sin denigrante mote coronado con nimbo de grandeza? ¡Buen Quijote, salud! No eres vencido;írguete hasta las nubes arrogante!Vas como el Nazareno escarnecido,pero serás después un dios triunfante! Tu apostolado, en méritos fecundo,conquistará la admiración humana.Más que buscar, como Colón, un mundo.¡Tú formarás el mundo de mañana! [235] El bien social, tu sueño soberano,no impera aún sobre la tierra mía.¡No siempre el Sol amaneció temprano,pero siempre fulgura el nuevo día! La crítica social tu libro entraña,ideal de sociólogos profundos.¡Cervantes, loor a ti, gloria a España,la que fue soberana de dos mundos... Santa es tu obra y exige sacrificios,padeciste por ella mil dolores;¡salvar a las naciones de sus vicioses misión de los grandes redentores! ¡Grande es Moisés, guiando al patriosuelo al pueblo de Israel que se redime!¡Más grande emerges tú, en el noble anhelode crear humildad justa y sublime! ¡No! No esa humanidad tan corrompidaque pisotea la honra y el decoro;¡e hipoteca el amor y hasta la vidapor la ruindad, el cálculo y el oro! ¡Loor al que salva al pueblo corrompidodel mal que le esclaviza y le pervierte!Por rescatar al mundo envilecidoCristo aceptó la cruz hasta la muerte. Los Sanchos se aniquilan con presteza;muere esa raza mísera y raquítica;¡Ya expira la maldad con la innoblezaensartada en el hierro de tu crítica! Los fervientes apóstoles del díasobrellevan aún tu cruz sagrada!¡Aún van cruzando la siniestra vía;aún distan de la meta suspirada! Al llegar al pináculo glorioso,tras las pendientes trágicas y abruptas,comulgarán, ante el altar del gozo,la hostia de amor las almas incorruptas. [236] ¡Oh la Pascua social! ¡Día de encanto;la fe redimirás, hoy naufragada.Tú, sí, realizarás el sueño santode ver la humanidad regenerada! ¡Llegarás! No eres, no, delirio vano.¡Trae el ciclón, después, días de calma!¡Y ha de emerger, en tiempo no lejano,la gran patria inmortal con nueva alma...!
Suya es otra composición titulada:
A SALVADOR RUEDA Heraldo de la raza. En turquesa latinaha modelado España el alma filipinacon rosas de su carne y oro de su pendón.Por eso, aunque no vieres malayos por la caray morena la frente que el indio sol tostarasomos siempre españoles en alma y corazón. El pacto hispano-indígena de tres siglos de amoresno fue vana quimera de los conquistadores,¡con sangre rubricáronle Legazpi y Solimán!Subsistirá ese pacto, que alientan idealesde secular cariño y lazos fraternales,porque lo anhela el pueblo con perdurable afán. De España es el espíritu de minación querida,es rosa de su carne, pedazo de su vida,y es de ella el mismo rayo de nuestro ardiente sol.Corren por nuestra sangre glóbulos españolesy hasta el sagrado loto nimbado de arrebolesse fecundó en las islas con polen español. Di a la matrona ibérica, a la gloriosa anciana,la que empuñó el gran cetro del mundo, soberana,que la ama Filipinas con hondo amor filial;y al cobijarla un tiempo bajo su enseña de oro,legándole su ciencia y su idioma sonoro,cumplió ella su sagrada misión providencial. [237] La cruz del misionero salvó el malayo suelo,y señaló la ruta que nos conduce al cielosembrando en nuestras almas cien rosas de virtud,y el hierro de Legazpi defendió nuestras tierrasde las piraguas moras en fratricidas guerraslibrando nuestra estirpe de horrible esclavitud. Tú traes, sacerdote ungido por la Fama,el copón milagroso que guarda sacra llamaa este florón de Iberia del oriental vergel.Comulgue nuestra alma, hincada la rodilla,ante el altar del Arte, la hostia de Castilla,jurando amor a España, ser a ella siempre fiel. Somos floridas ramas del roble milenario:conserve nuestra raza el poder legendario,que trasmitiole España, de su progenie audaz.Los lazos que nos unen a ella en la aventurade religión, de sangre, de idéntica cultura,son vínculos eternos ¡no se rompen jamás! No morirá en mi tierra su lengua encantadoray tras la niebla plúmbea que oculta roja aurorateñida en sangre y lágrimas, en fiera tempestad,la patria independiente, ciñendo hermosa aureola,en español sonoro como bramido de olaentonará su himno a nuestra libertad.


Antonio Zacarías
Colaborador asiduo en el diario La Defensa, de contenido católico. Entre sus composiciones de contenido hispánico destaca la titulada: [238]
ESPAÑA INMORTALTRÍPTICO I ESPAÑA HEROICA La gloria de los grandes batallones,que a la tierra asombró con sus grandezas,resplandece de nuevo en las proezasafricanas de sus ínclitos leones; Aún respiran los viejos corazonesque arrullaron al mundo en sus ternezas,y ante quienes bajaron las cabezasel orgullo de cien Napoleones; Aquella intrepidez en el combateaún existe y vigorosa lateen el alma inmortal de su soldado; ¡La patria, vencedora de cien lides,abre de nuevo el libro del pasado,donde vagan las sombras de los Cides! II ESPAÑA CATÓLICA Esa nación grandiosa que, a porfíaconquista mandos con ardor valiente,también ensalza con fervor creyente,las sublimes grandezas de María. De fervorosa y mística alegría, se ilumina su rostro de repente,y se postra de hinojos, reverente,cuando pasa la virgen por su vida. Y es que en esa nación de maravilla,la lumbre de la fe constante brillay hasta en la sangre de sus venas late; [239] ¡Por eso entre el fragor de la metralla,a sus hombres veréis en la batalla,que se persignan ante el combate! III ESPAÑA LITERARIA Esa España ferviente y valerosa,que confunde la cruz con la bandera,también adora la inmortal Quimeraque forma su ilusión maravillosa; Y respira el perfume de la rosade su poesía, la creación entera;la humanidad, estática veneralas obras de esa patria esplendorosa; El Rosal de su ilusión florece,el mundo, con su triunfo, se estremece,y el horizonte de su amor se ensancha; y vivirá su gloria eternamente,mientras haya ideas en la frente,mientras viva QUIJOTE DE LA MANCHA.

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