Una dura batalla por Estella terminó ayer con la rendición del ejército liberal a manos de los carlistas que decidieron entrar en la ciudad y tomarla, lo que provocó dos horas de enfrentamientos. Así, con más de un centenar de actores y 65 músicos, se llevaron a la ficción las Guerras Carlistas y las convirtieron en un espectáculo cargado de pólvora, cañonazos y tiros de fusiles y mosquetes.
A las 12.00 horas los carlistas arribaron a las puertas de la ciudad, a la altura del Santo Sepulcro donde se organizaron para comenzar la toma de Estella-Lizarra. Allí, carlistas llegados de las guerras de 1833 y de 1872 avanzaron hasta el Puente de la Cárcel. Los liberales, que ya habían sido advertidos de la presencia del enemigo, se atrincheraron en el puente donde presentaron batalla. No obstante, la supremacía en número de los carlistas y la posesión de un cañón dieron una clara ventaja a sus filas, tanto que los liberales se doblegaron en retirada. La música de la banda de Estella al son de la canción carlista
Oriamendi anunció a los presentes la victoria en esa primera batalla.
Los carlistas avanzaron por la calle de la Rúa con el ritmo de las gaitas y a la altura del Museo del Carlismo la princesa Beira les hizo entrega de su emblemático estandarte,
la Generalísima. "Tejido a mano por la esposa de Carlos V", según explicó la princesa a las tropas. Esta bandera fue entregada de inmediato a uno de los oficiales, Fernando Ripa quien la custodió durante toda la batalla.
Desde la Rúa hasta la llegada de las tropas carlistas al Ayuntamiento de Estella, los liberales no hicieron acto de presencia pero no estaban dispuestos a ceder el consistorio. De esta forma, cuando las tropas carlistas llegaron al paseo de la Inmaculada, los liberales comenzaron a disparar ante el asombro de los civiles allí presentes. Tan dura fue la resistencia que la toma del Ayuntamiento se resolvió en el cuerpo a cuerpo a pesar de que para entonces ya habían volado kilos de pólvora.
La plaza de Los Fueros fue el último punto de resistencia y donde más bajas se produjeron en los dos bandos. El cañón y los fusiles provocaron un intenso fuego cruzado hasta que se produjo la rendición liberal, tal y como explicó el teniente de ese bando, Luis Urra. "Nos han dejado ir con vida hacia Pamplona ya que no querían sufrir más bajas", explicó. Tras la recreación, unos y otros disfrutaron de una comida de hermandad.
ficción Este espectáculo se celebró bajo la dirección de José María Tuduri, quien explicó que no se trata de una recreación histórica, sino de ficción. "Está ambientada en 1835 bajo las órdenes de Zumalacárregui pero realmente en la primera guerra en Estella no hubo batalla ni resistencia a los carlistas. Esto es una ficción", aclaró. Cuando finalizó el espectáculo, Tuduri se mostró muy satisfecho con el resultado. "Mi valoración es muy buena, mi gran preocupación es que se diviertan tanto los participantes como el público", explicó.
Esta batalla fue el acto principal, pero durante todo el fin de semana, carlistas y liberales recrearon enfrentamientos por las calles de Estella y hubo conferencias sobre el carlismo.
datos
Participaron. La banda de Estella, la hípica Muru-Muguerza, la Escuela Taller, el IES Navarrao Villoslada, la Sociedad Peñaguda y varios establecimentos de Estella. Además de otros colectivos guipuzcoanos como la Asociación Urgull, el grupo de recreación de Tolosa Andia, Larramendiko Kultur de Andoain, la sociedad Kalonetan, la cofradía gastronómica de San Sebastián y la asociación 31 de agosto.
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Un centenar de soldados tomaron ayer las calles de Estella. Los carlistas superaron claramente en número a los liberales, que apenas pasaban de la veintena.
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