Hace unos días, un sacerdote en confesión, me hablaba de: "la solidadridad del mal". Venía a explicarme mi amigo confesor, que: "El mal siempre se une, de forma solidaria, para hacer el mal". "Uno intenta hacer una fechoría, y rápidamente encuentra malechores dispuestos a secundar la tarea". Por el contario, los que tratan de hacer las cosas bien, se encuentran la mayoría de las veces solos y les es imposible, -o casi- el terminar sus tareas o empresas, por desfallecer antes en el trayecto.
Es así, como el PSOE-ZP, aglutina en nuestros tiempos a la mayor cantidad de "solidarios para el mal". No contento con los de sus propias filas, arrasa con los de la supuesta cúpula dirigente de la oposicion pepera.
Los del PP se "justifican" ante sus atónitas bases en el deber de cumplir con la legalidad, "aunque no les guste" pues la ley de la "Memoria Histórica" por la que se rigen este tipo de vandalismos y desmantelaciones, no la han creado ellos, -dicen los muy cobardes, y sólo se limitan a cumplir -de forma muy diligente, apuntaremos nosotros- con esa ley socialista.
El problema es que si alguna vez llegan al poder, (Dios nos libre) no cambiarán ninguna coma de los anteriores despropósitos socialistas; estemos seguro de ello, pues eso ya la hemos vivido y es así.
Es por ello que si queremos cambiar algo, tendremos que unirnos entre nosotros, por desesperado y difícil que parezca la empresa, y no desfallecer en el intento de llevarla a buen término, pues para nosotros y nuestra causa tradicionista no hay "solidaridad del bien" que valga.
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