Hace unos días,Monseñor Martínez Camino,Obispo Auxiliar de Madrid y Secretario de la Conferencia Episcopal,habló acerca de la responsabilidad moral de los diputados católicos en la futura votación de la nueva ley del aborto.Desde entonces,unos cuantos diputados han hablado en los medios de comunicación,respondiendo a las palabras del Obispo. Me quiero referir a dos de ellos,Rafael Simancas y José Blanco,para destacar un punto de vista que no he visto comentado en ningún medio de comunicación. Y es que con sus palabras se han puesto en evidencia y hasta en ridículo,porque han demostrado una enorme ignorancia acerca del tema del que hablaban. Rafael Simancas anuncia su voto afirmativo y pide que le excomulguen,lo cual le produce un efecto carcajeante. Solamente por ignorancia y mala fe se puede responder con tales palabras. Porque,¿no sabe que a él no le pueden excomulgar,porque excomulgar es algo así como desconectar,y no se puede desconectar a quien no está conectado? Martínez Camino se refería sólo a diputados católicos. Si Rafael Simancas no lo es,no puede ser excomulgado. La excomunión es la ruptura de la comunión con Cristo y con la Iglesia y está basada en la gracia santificante del Espíritu Santo,es decir,en la fe,la esperanza y la caridad.Quien no las posee no está en gracia de Dios.Así pues,Rafael Simancas puede estar seguro de que,si no es católico,a él no lo van a excomulgar.Pero solamente porque él no está en comunión con la Iglesia de Cristo.Lo cual no es obstáculo para que,si vota afirmativamente a la ley del aborto,cometa un pecado grave,cosa que a él no le importará; pero debe saber que un día Dios le pedirá cuentas de todos sus actos.
En cuanto a José Blanco,el pobre tiene una empanada mental que no se aclara. ¿Qué católico es ése,que pone por delante su condición de diputado del PSOE a su condición de creyente? ¿Es que no conoce el Evangelio y las palabras de Jesús precisamente sobre los que aman más a los suyos y a sus cosas que a Él mismo? Dice que el aborto es un pecado,no un delito. ¿Desde cuándo no es delito destruir una vida humana? Además,si es pecado,como él mismo dice,y él se confiesa católico,¿es que está voluntariamente decidido a cometer un pecado grave,y además públicamente? Pues que sepa que con su acto rompe su comunión con la Iglesia,si es que la tiene,lo que equivale a incurrir en excomunión. Ya sabemos que no son los Obispos quienes tienen que legislar; pero sí son ellos los competentes para hablar de la Moral y de la comunión con la Iglesia,que es lo mismo que la comunión con Cristo.Ellos son los maestros de Moral y no los diputados,que no tienen ninguna especialización en Moral católica,y defienden la ideología de género.el relativismo,el laicismo,el secularismo,el progresismo,en ocasiones el totalitarismo de Estado,el feminismo radical y el homosexualismo,y son los defensores del aborto,de la eutanasia,del odio a la Iglesia y a todo lo cristiano,y los destructores de la familia,de la inocencia de los niños,del matrimonio,de la enseñanza libre,etc.,etc.,etc. ¿Y éstos entienden de Moral y pontifican como si fuesen expertos,cuando en realidad en ese campo,como en el teológico o en Derecho Canónico no tienen ni la más remota idea? Pero,como dijo Chesterton,el que abandona a Dios se acoge a cualquier barbaridad.Por eso su soberbia los hace maestro de todo,cuando en realidad no son aprendices de nada. Y ellos quieren opinar hasta de Moral y de Teología,daqndo lecciones a quienes están puestos como cabezas de la Iglesia por la gracia del Espíritu Santo.Así nos va. Pobres de nosotros,que no tenemos en muchos representantes parlamentarios personas con sentido común y valores intelectuales y morales demás valía.¿Será que son los que nos merecemos? Por lo menos son los que vota la mayoría.Dios se apiade de nosotros.