Disculpa Ordóñez, "amor libre" es lo que le hizo Messi a todo el Arsenal pocas horas después. :D
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Como dije en otro hilo debería hacerse una investigación exhaustiva para encontrar el "gen autodestructivo español", "la culpa no es del chancho sino quien le da de comer"; los ingleses no hubieran logrado destruir el Imperio Español sino hubieran contado para ello con los "libertadores" hispanoamericanos.
- Las oligarquías pro-británicas del Cono Sur y las pro-yankees del resto de Iberoamérica se componían de españoles étnicos.
- Los liberales argentinos que vieron en la herencia española el atraso y el oscurantismo y proponían traer colonos anglo-sajones y nórdicos eran todos hijos de españoles. Otros como Alberdi proponían adoptar el francés y hacer un protectorado francés en el Río de la Plata.
- Ya hablamos en otro hilo de los luso-brasileños que piensan que con Holanda les hubiera ido mejor...
Y la lista se haría interminable con la cantidad de vascos pro-británicos que hay por estos pagos, catalanes anti-hispanos y anti-americanos, "kanarios" independentistas, "sudacas", "panchitos", indigenistas, anticlericales y un largo etcétera.
Comentario al libro "Los Hijos de Túbal", de Antonio Ruiz Vega:
Cita:
" Los españoles… uno de los pocos pueblos del mundo que tratan su identidad como un problema, hasta el punto de que antes prefieren considerarse andaluces, gallegos, catalanes o castellanos que llamarse a sí mismos españoles. Pueblos con una idéntica cosmovisión que, paradójicamente, les lleva a separarse en lugar de unirse, y a crear nacionalismos que cogen el rábano por las hojas para demostrar sus respectivos “hechos diferenciales”.
No olvidemos tampoco que los ingleses metieron cizaña en Hispanoamérica para "liberarla" de España y esclavizarla a continuación por medios sutiles como préstamos bancarios, explotaciones mineras e industriales, etc.
Es cierto que el peso se inclina considerablemente más contra Gran Bretaña que a favor de ella. Pero tampoco debemos olvidarnos de los católicos ingleses e irlandeses que durante siglos fueron oprimidos, calumniados, perseguidos y martirizados por sus gobernantes, ni desestimar esos pocos casos como Newman o Chesterton (a Belloc no lo cuento porque no nació en Inglaterra). En general, no me atrae la cultura anglosajona, y cuanto más he ido conociendo la lengua y la cultura inglesas más me he ido desengañando de ellas. Y en todo caso siempre la he visto como algo bastante ajeno, aunque sea necesario conocer. En cuanto a la lengua inglesa, cuanto más la he llegado a conocer más me he ido dando cuenta de los innumerables mitos que hay en torno a ella (y si Dios quiere algún día hablaré del tema) y me gusta cada vez menos, aunque hoy en día sea imprescindible para la comunicación internacional.
(En todo caso, nunca está de más conocer la lengua del enemigo para que no nos pille desprevenidos. Cuenta Fanjul que si Alfonso X mandó traducir el Corán no fue por promover el islam, las tres culturas y todo eso, sino para poderlo rebatir mejor.)
La lengua inglesa solo se salva por la gran aportación latina de los normandos tras la invasión de Inglaterra en el siglo IX (que hoy en dia supone un 25% del vocabulario total inglés), pero si le quitas eso no se que es lo que quedaría, o si se podría formar alguna frase.
Por lo demás... una lengua que traduce vello, pelo y cabello, únicamente como "hair", no me dice mucho de la higiene personal de los que la hablan nativamente. XD
Amigo, completamente de acuerdo contigo. Lo que me cabrea es que ese fenómeno que tenemos en España de creernos inferiores, no viene de nosotros mismo, sino que nos es inducido por Albión. Y muchos progres se lo creen. También es cierto, que en este país más de uno debería acabar condenado al hermano de Rómulo, o con una pajarita de esparto.
Lo ferrer pero se te escapa un detalle: Los ingleses eran aliados del usurpador e invasor archiduque, no de Felipe V, rey que apoyó la causa jacobita. Así como también eran aliados los holandeses. Gracias al archiduque tenemos lo de Gibraltar.
Maza: "La crisis de la Hispanidad se inició en España", Ramiro de Maeztu.
Y creedme, Maza y Tautalo, que no estoy tan alejado de ustedes y que me "puede" el mellismo en este caso tanto o más:cool:
Me toca la moral que los ingleses celebren Trafalgar y que encima nosotros mandemos barcos a celebrarlo. Pero más me toca la moral que aquí no celebremos Cartagena de Indias ni Buenos Aires, y que en dos siglos, hasta hace poco nada se ha querido saber de tan grandes gestas; no, mandamos a Trafalgar, porque honramos a quien nos desprecia. Mientras así sigamos, continuaremos con la vergüenza de Gibraltar, aunque un aliento malvinense nos da algo de esperanza.
Será para un inglés, porque de separatismo van tan servidos como nosotros. En Escocia gobierna un partido separatista, en Gales una cuarta parte de la población vota separatista y en Irlanda, también en el norte, llevan un siglo jodiéndoles todo lo que pueden. Los propios ingleses reconocen que son naciones distintas. La unidad de la Gran Patraña pende de un hilo, tanto como la de España. Pero si tienes razón en que los ingleses son más patriotas que nosotros, aunque eso tampoco es muy difícil.
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http://www.religionenlibertad.com/imagenes/sp.gifLa campaña contra el Papa tiene padre
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Que estamos en presencia de una gran campaña contre el Papa y la Iglesia católica, aprovechando algunos casos de pederastia –totalmente condenables- entre el clero, parece que no ofrece ninguna duda. Que no puede orquestarse una campaña sin un centro rector que la promueva, dirija y expanda, tampoco puede extrañar a nadie. Es lo habitual. Que resulta llamativo que los focos principales de esta escandalera hayan surgido en áreas donde la masonería de obediencia inglesa tiene gran influencia, como Reino Unido, Estados Unidos y los círculos laicistas de Alemania. Luego pueden aparecer en otras partes algún espontáneo sumándose a los «hijos de la Viuda», caso del inevitable Álvaro Cuesta, diputado socialista por Asturias, que se apunta a un bombardeo siempre que las bombas caigan sobre la cúpula de San Pedro.
Llama también la atención que los Grandes Orientes afrancesados, históricamente tan radicales, incluso ateos, no se les vea en primera línea de fuego en esta batalla anticatólica que tiene encelados a los mandiles de «corte inglés», aunque don Isidoro Álvarez y su cadena de grandes almacenes no tengan nada que ver en todo este lío. Semejante deducción me hace sospechar que se trata de una furiosa reacción de la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra), matriz de todas las logias regulares del mundo, para taponar la sangría que está sufriendo la Iglesia anglicana o episcopaliana en beneficio de la Iglesia católica. Por consiguiente, la campaña que intenta involucrar al Papa y a la Iglesia de Roma en los pocos casos de curas pederastas, tan lamentables como condenables, no tendría otro objetivo que demonizar a los papistas y, en primer término a su «comandante en jefe», para frenar las continuas deserciones que se registran en las filas de la confesión regalista que fundó Enrique VIII, cuya soberana actual del Reino Unido, Isabel II, sigue siendo cabeza de esa Iglesia cismática cuya rama «liberal» cuenta ya con un obispo homosexual y una obispa lesbiana. Todo un gran avance espiritual.
Viendo las cosas con una cierta perspectiva histórica, nos encontramos de nuevo ante la interminable pugna entre el anglicanismo, brazo religioso de la Corona británica, y el papismo que en su día apoyó a los Estuardo católicos, herederos legítimos de los derechos dinásticos frente a la casa de Hannover, reinante desde 1714 hasta la muerte de la gran reina Victoria, fallecida en 1901. Precisamente para apoyar a dicha dinastía alemana, surgió la masonería especulativa o ideológica (los antecedentes de la masonería «operativa» es pura fabulación), instrumento secreto pero eficacísimo de los intereses británicos en el mundo.
Pero no solamente se trata de un rancio pleito nunca extinguido, sino que ahora se suma a las viejas rencillas, la oposición frontal de la Iglesia católica al aborto, la píldora del día después, la eutanasia, el «matrimonio» homosexual (estéril por naturaleza) y todo cuanto suponga reducir de la natalidad –por métodos artificiales- y la población, en cuyo objetivo se halla empeñada la masonería, también de obediencia inglesa, con el falso argumento –falso de toda falsedad- de que sobramos la mitad de los habitantes del planeta. Por tanto, hay que hacer «lo que sea» para restringir los nacimientos a lo largo y ancho de esta bolita llamada Tierra, y liquidar a los viejos que ya no sirven para nada –o aunque sirvan- y causan muchas molestias y mucho gasto a la sociedad. En este contexto –y esa orientación- se entienden las batallas de los «colectivos» extremosos: feministas, ecologistas, calentólogos, movimiento «gay», doctrinarios de la economía sostenible y demás ideologías esterilizantes, que claman, entre otras cosas, contra el imaginado consumo desaforado, que supuestamente esquilma los recursos naturales, como el petróleo, pero que ellos no se bajan del coche ni para mear. De las reservas de crudo se podría hablar lago y tendido, porque resulta que cada vez hay más, pues se descubren más yacimientos, muchos de los cuales ni siquiera llegarán a ser explotados, porque la innovación tecnológica acabará con los motores de explosión interna. Mas, para vociferar y aterrorizar al personal, todo sirve..., y todo tiene alguna relación entre sí, porque al final, todos abrevan en la misma fuente ideológica. Muerto conceptualmente el marxismo había que sustituirlo por algún otro incordio, y este ha terminado siendo el relativismo laicista de impulso masónico. Nada nuevo bajo el sol.
PD.- Ahora a esperar el bombardeo de esos comentaristas que parecen no tener otra ocupación que entrar en páginas ajenas para intentar dinamitar las ideas y argumentos que no son de su agrado. Bueno, es el coste de la libertad, pero bien podrían dar la cara con nombres, apellidos y algún dato más, a fin de saber quien es quien en estas batallitas.
La campaña contra el Papa tiene padre - ReL