La única lástima es que no se haya rodado en español. Ya me estoy imaginando los odiosos intentos de acentos mexicanos en el doblaje español. Asi las cosas, y paradójicamente, teniendo en cuenta que es una película sobre los cristeros, se impone verla en versión inglesa.

Lo bueno es que esto le dará una proyección internacional, y, a falta de comprobar su grado de rigor histórico, a primera vista parece una visión bastante pro-cristera.