Hola a todos.
No cabe duda, como muchos bien afirmáis, que esto es una nueva, la enésima cortina de humo para distraer tanto al pueblo, como para ocupar a partidos políticos criticando la idiotez. Porque, en principio, que esto es una idiotez en grado superlativo, no creo que lo dude nadie.
Ahora bien, hay que conocer a los progresistas. Y los progresistas, nunca dan puntada sin hilo. Nunca. O al menos, aunque no lo consigan, lo intentan siempre. SIEMPRE. Y tras esta imbecilidad, se encuentra, en primer lugar algo obvio para quien conozca el progresismo un poco. Y es que esta estupidez, no deja de ser una gotita más, una erosión más dirigida contra la Familia. Por leve que pueda parecer, insisto: esto, puede que ligero y liviano, va directamente contra la institución familiar, en forma de desvirtuación, de cambios, de ataque a la forma tradicional de apellidarse por defecto, de maleabilidad, mostrándola como algo inestable y mutable, de ofrecer un lugar más de conflicto entre sus miembros...
En segundo lugar, también parece que tras esta medida imbécil, que es llamativa y que ha llenado páginas y ocupado tertulias, se esconde un proyecto para eliminar el Libro de Familia (no entiendo de derecho, pero me parece que es una de las pocas, quizás la única, afirmación administrativa y por tanto digamos, legal y jurídica, de la Familia) y, en cambio, dotar a cada persona de un registro individual y numérico.
Ojo con los progresistas, repito. Mucho ojo. Su taimada sinvergonzonería y desverguenza, su veneno y su iniquidad no conocen límites.
Marcadores