La degeneración humana no conoce límites. Tampoco la falsedad y la información sesgada de los medios de comunicación que han obviado y omitido este material. Lo cierto es que me muevo entre la pena y el asco.... bueno, más cercano al asco y la repulsa. A todo cerdo le llega su San Martín y a estos.... es cuestión de tiempo. Antes o después morirán victimas de su propia perversión porque lo que tengo claro es que en un enfrentamiento abierto, saldrían corriendo como alma que lleva el diablo. Y nunca mejor dicho.

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