Directa o indirectamente, el Estatuto de Cataluña sigue marcando la agenda política en España y provocando fuerte tensión en numerosos ámbitos de la vida nacional. Este jueves ha sido en la Asamblea de Madrid, donde se ha producido una significativa trifulca entre los diputados autonómicos a cuenta de una proposición no de ley planteada por el PP, fuera del orden del día, en defensa de la unidad nacional de España.

La alteración del orden del día de la sesión por parte del PP, grupo mayoritario en la Cámara madrileña, ha sentado muy mal a los grupos políticos de PSOE e IU, que han reaccionado duramente contra la decisión de los populares. Gritos, abucheos, acusaciones y reproches han protagonizado la sesión. La oposición ha acusado al Grupo Popular de "vulnerar las normas democráticas", con especiales críticas hacia la presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa.

La portavoz socialista, Ruth Porta, dijo que se trata de un "acto ilegal", sin precedentes en un Parlamento democrático, mientras que el representante de IU, Fernando Marín, acusó al PP de "romper" las normas de convivencia y comparó esta actitud con los ataques, este mismo jueves, a Santiago Carrillo en la Universidad Autónoma.

Sin embargo, el portavoz del PP, Antonio Beteta, acusó a los grupos de PSOE e IU de "mentirosos" y anunció que, ante la situación creada, el PP registrará una petición para que la próxima semana se celebre en la Asamblea madrileña un debate monográfico sobre el Estatuto de Cataluña, y si es posible, retransmitido por Telemadrid. "España y todo Madrid tienen derecho a conocer quién defiende la unidad nacional", apuntó Beteta.

La polémica está más que servida.