La Salud Es Lo Primero

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Si después del fin de semana queda alguien con ganas de emociones fuertes, que descargue y escuche los dos siguientes cortes de audio, extraídos del programa “Los Decanos” de la Cope de este sábado 2 de Abril, en los que Rodrigo Gavilán, portavoz de extranjería de la Confederación Española de Policía, estuvo adelantando algunos datos de una investigación que al parecer verá la luz dentro de este mismo mes, a propósito del colapso que en nuestro sistema sanitario están produciendo las intervenciones estéticas a inmigrantes que aducen falsos problemas médicos, y los turistas sanitarios que llegan a España a aprovecharse de la falta de requisitos que exige nuestra Seguridad Social para realizarse transplantes que en sus países tendrían que pagar. Se trata de un problema del que los médicos residentes se llevan quejando bastante tiempo con la boca pequeña, por miedo a represalias por parte de la Stasi antirracista, y del que hasta ahora los medios no han querido hacerse eco para continuar recitando ese mantra con el que nos han metido de clavo a cerca de 5 millones de extranjeros: gracias a sus aportaciones, tenemos garantizada la atención sanitaria. Tararí. Para que se hagan una idea, algunas de las operaciones más demandadas por los inmigrantes son reducciones de pecho (aduciendo pinzamientos lumbares), reducciones de estómago y rinoplastias (alegando problemas respiratorios), tal y como a título personal me confesó no hace mucho una doctora harta de ver a diario este tipo de situaciones y a la que recomendaron que mantuviera la boca cerrada. Si hacen como yo, y al tiempo que escuchan estos cortes piensan que el dinero que retienen mensualmente de su sueldo va a parar a la napia de una trabajadora subsahariana de la Casa de Campo, al nuevo hígado de un ex-miliciano serbobosnio, o al pechugamen saltarín que ha hecho de Gladys la más exitosa bachatera de la Discoteca Casablanca, aparte de para coser los navajazos de las reyertas entre Ñetas y Latin King, o para proporcionar prótesis a manteros mutilados, entonces la liberación de adrenalina, si no de bilis, está garantizada. Pero mucho cuidado, no sea que del cabreo desarrollen un eczema cuyo tratamiento no cubra la Seguridad Social.