La explosión de una "cafetera bomba" registrada a primera hora de este martes en el Instituto Italiano de Cultura de Barcelona ha dejado un policía herido y un perro de los TEDAX muerto. Antes de que se produjera la explosión se habría avisado a los equipos policiales de artificieros. El artefacto fue colocado en la puerta del inmueble. Varias fuentes señalan que la Policía atribuye el atentado a un grupo antisistema que protesta por el arresto de dos anarquistas en Italia.

L D (Agencias) Según ha informado a EFE un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, hacia las 08:00 horas el contable del Instituto Italiano de Cultura y la señora de la limpieza que se encontraban en las inmediaciones del Instituto vieron en la puerta de acceso una cafetera metálica de la que salían unos cables y que levantó sus sospechas. Inmediatamente llamaron a la Policía, que desplazó numerosos vehículos, artificieros de los TEDAX y guías caninos con sus correspondientes animales, y que montó el habitual perímetro de seguridad para impedir que nadie se acercara al Instituto.

El perro de los TEDAX, adiestrado para detectar explosivos, se acercó entonces a la cafetera atado con una larga cuerda que portaba su guía, el policía herido. En el momento en que el perro ha entrado en contacto con la cafetera, el artefacto ha hecho explosión, según han explicado fuentes policiales. El agente que llevaba al animal ha resultado herido leve en un brazo y en un costado, mientras que el perro ha fallecido en el acto a consecuencia de la onda expansiva.

El policía permanece ingresado en la unidad de urgencias de traumatología del Hospital Clínico de Barcelona, donde está pendiente de diagnóstico por parte de los médicos que le atienden. El agente, de 33 años, está consciente, puede hablar y, aparentemente, su estado no reviste gravedad.

Los grupos anarquistas, principales sospechosos


El delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, que visitó el lugar de la explosión y se reunió con los responsables consulares italianos, confirmó que "la primera hipótesis en la que se está trabajando" es que el atentado sea obra de grupos anarquistas, tras las detenciones producidas en los últimos días en Italia por la colocación de bombas similares. Rangel dijo que hace unos días habían avisado al cuerpo consular italiano porque se había detectado en Barcelona "más actividad de estos grupos anarquistas" en la capital catalana.

De hecho, durante los últimos días, según Rangel, han aparecido en Barcelona varias pintadas pidiendo la liberación de los detenidos en Italia, algunas de ellas junto al Instituto Italiano de Cultura. "La suerte ha sido que el empleado del instituto ha actuado con cautela y ha sido gracias a que habían sido avisados de cómo tenían que comportarse", aseguró Rangel, en referencia a la actitud de la señora de la limpieza del centro, que fue la primera en sospechar que la cafetera dejada junto a la puerta de acceso al edificio podía ser una bomba.


Un portavoz de la Casa de Italia en Barcelona ha declarado que ya hacía tiempo que recibían amenazas, al igual que el consulado italiano, por lo que este martes se ha avisado rápidamente a la policía al sospechar del artefacto que se encontró en la puerta del edificio. Este portavoz explicó que, en el exterior del edificio se pueden leer aún, a pesar de que fueron borradas por pintura blanca, la palabra "libertad" y la letra A dentro de un círculo, a semejanza del símbolo anarquista.

En el lugar del suceso, situado en el número 5 del pasaje Méndez Vigo, por el que se accede a través de las calles Aragón y Consell de Cent, se sitúan el Instituto Italiano de Cultura, la Casa de Italia y la escuela Amaldi, donde los jóvenes italianos cursan estudios de secundaria. La explosión se produjo, según el mismo portavoz, en las escaleras de acceso al Instituto Italiano de Cultura, que alberga la biblioteca y en el que se realizan cursos intensivos de verano de italiano cada día a partir de las 09,30 horas, que han sido temporalmente suspendidos.