Fuentes hospitalarias hablan de “un crimen sin precedentes”, y sitúan la cifra global en un mínimo de 26 víctimas y 18 heridos, entre ellos también varios menores
Al menos 24 de las 26 víctimas mortales registradas tras el atentado con coche bomba perpetrado por un suicida este miércoles en el este de Bagdad son niños. La acción alcanzó a un convoy militar norteamericano, según fuentes hospitalarias. Entre los fallecidos, figura también un soldado estadounidense. Otras 18 personas resultaron heridas, incluidos otros tres militares norteamericanos. Es el ataque con más bajas entre niños desde que empezó la posguerra en Irak el 1 de mayo de 2003. "Es un crimen que no tiene precedentes. El hospital ha recibido 26 cadáveres, de ellos 24 cuerpos de niños, así como 27 heridos, incluidos 21 niños", declaró a la agencia EFE el doctor Ghanem Yawad, del hospital Al Kindi.
Un portavoz de la morgue de este centro sanitario, que prefirió no identificarse, confirmó que se habían recibido los cuerpos de 24 niños de edades comprendidas entre los 10 y los 13 años". Diversas fuentes afirman que el ataque tenía como blanco una patrulla militar y un puesto de control estadounidense establecido en una carretera del barrio de Al Fadar, en la zona de Nueva Bagdad, en el este de la capital. El suicida hizo explotar el vehículo en medio de numerosos coches de civiles iraquíes que hacían cola frente al dispositivo de seguridad, mientras militares estadounidenses registraban los automóviles procedentes de la carretera Mohamed al Qasem. La razón de que hubiera tantos niños, según las fuentes, es que los soldados americanos de una patrulla y de un puesto de control estaban distribuyendo dulces y cuadernos con pasatiempos para los niños iraquíes, lo que había atraído a numerosos menores en estos días de vacaciones.
Más de 1.500 muertos desde abril
Militares estadounidenses y efectivos de la Policía y el Ejército iraquíes acordonaron el lugar donde tuvo lugar la explosión, como consecuencia de la cual unos diez vehículos civiles resultaron dañados, según declaró a EFE el comandante de policía Sad Safaedin. La insurgencia ha realizado numerosos atentados con coches bomba en distintas áreas de Irak. En total, han segado la vida de más de 1.500 personas desde la formación del Gobierno provisional iraquí el pasado 24 de abril. La mayor parte de los ataques con coches bomba se los ha atribuido la Organización de Al Qaeda en Mesopotamia, que lidera el terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui, por cuya captura Estados Unidos ofrece 25 millones de dólares
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