MAGISTER GELIMER AGAINST THE WORLD


Ha muerto un tipo más que sospechoso, un bailarín y un payaso que quería ser blanco. Lo que me extraña es que no muriera en la cárcel, o en la silla eléctrica... Por severas acusaciones de pederastia.


Ha muerto. Bien. Cuatro paletadas, pero por favor: no vayan a emplearlo de estiércol. No sirve ni para eso.


El mundo se ha vuelto insoportable, con tanto desgraciado rindiéndole adoración a este bicho. Y yo me voy a leer a Quevedo.


Maldigo la hora en que tanto imbécil adora lo monstruoso. Un monstruo menos, pero por lo que se ve: quedan muchísimos más por morirse.


No los quiero.


Maestro Gelimer

LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS