DERECHAS Y PALMADITAS
"Preferimos la bala comunista a la palmadita derechoide, porque preferimos cien veces morir de bala a morir de náusea".
José Antonio Primo de Rivera
El PP de Mariano Rajoy y los medios de comunicación "de derechas" no caben en sí de gozo cuando observan los resultados de las encuestas. Como ya se sienten en La Moncloa, no quieren tocar la crisis política profunda que vive el Estado y se conforman con hablar de lo económico, donde no necesitan más que mostrar el desastre de Rodríguez Zapatero para calar en el electorado.
Son, y están, acomplejados. Tienen miedo al qué dirá la izquierda y su pesada maquinaria propagandística, y volverán a repetir los errores del pasado. Por eso, ahora, no quieren salir en la foto con ciertos librepensadores e intelectuales que les han hecho el caldo gordo frente al zapaterismo ruinoso que vivimos. Alguien dijo que para convencer a las masas eran necesarias ideas muy toscas y asequibles y que, entonces, los hombres mejor y más preparados no tienen ganas de pasear por las calles pidiendo el voto diciendo majaderías, haciendo que triunfen aquellos a quienes éstas le salen de manera natural. En eso están los peperos, convirtiéndose en la otra cara de la misma moneda socialista en lo político y social. Dejarán a los mejores por el camino.
Creo, profundamente, en la libertad del individuo y en que éste se puede equivocar. Por eso no termino de creer que la suma de las voluntades individuales no se pueda equivocar y, por tanto, no creo, necesariamente, en la bondad de lo que digan las mayorías ni las minorías. La verdad es la verdad, aunque tenga un voto. El Gobierno no tiene que obedecer al pueblo, tiene que servirlo buscando el bien de ese pueblo.
Es el momento de buscar la verdad de España. De reformar la Constitución y crear un Estado equilibrado. Reformas profundas en la organización política y territorial. El Estado de las Autonomías ha quebrado. Es el momento de volver a la España foral: autogobierno donde existen fueros y, el resto, el fuero general.
Es la hora de dejar de ser la derecha acomplejada que sufre en silencio las palizas, como la que le dieron al consejero murciano que, si miramos a nuestra historia, siempre han venido desde la izquierda precediendo al asesinato del candidato derechista. Es la hora de cantar las verdades del barquero en todos los niveles, y que cada palo aguante su vela. Es la hora de desmontar la idea de que la izquierda respeta la libertad y la derecha no. Todos sabemos que es precisamente al contrario, que las libertades siempre se nos cercenan desde la izquierda mientras se culpa a la derecha.
Así que, Mariano, sea valiente, diga lo que sabe que tiene que decir, diga qué es lo que va a cambiar para que todos sepamos si, realmente, está por reunir a toda las derechas o solamente nos quiere dar una palmadita en la espalda esperando que votemos el mal menor, mientras colaboramos en la consolidación del cortijo socialista-separatista.
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