“Por lo cual, los mismos Predecesores Nuestros se han opuesto constantemente con apostólica firmeza a las nefandas maquinaciones de los hombres inicuos, que arrojando la espuma de sus confusiones, semejantes a las olas del mar tempestuoso, y prometiendo libertad, siendo ellos, como son, esclavos de la corrupción, han intentado con sus opiniones falaces y perniciosísimos escritos transformar los fundamentos de la Religión católica y de la sociedad civil, acabar con toda virtud y justicia, depravar los corazones y los entendimientos, apartar de la recta disciplina moral a las personas incautas, y muy especialmente a la inexperta juventud, y corromperla miserablemente, y hacer porque caiga en los lazos del error, y arrancarla por último del gremio de la Iglesia católica.”

He empezado a leer la Encíclica “Quanta cura y Syllabus de errores” (8-12-1864) de S.S. Pío IX, he quedado impresionado por el estilo valiente y contundente que emplea.

Copio/pego un párrafo inicial que es verdaderamente un bálsamo de tranquilidad para los católicos. Pienso que escrita hace casi siglo y medio, es de una actualidad apabullante.

La seguiré leyendo con sumo placer, me siento orgulloso de tener en nuestra Iglesia mentes tan claras y valientes.