¿En qué quedamos? siempre que sale el tema Rusia, es la esencia de las virtudes, por supuesto como contrapunto del demoníaco Occidente. Pero resulta que no todos vemos las cosas con el mismo cristal. Rusia ha estado, y de facto sigue estando, detrás de toda clase de situaciones conflictivas cuando no claramente explosivas y algunas claramente perjudiciales para España (véase en el enlace). Pretender entonces hacerla pasar por la salvación del mundo me parece un ejercicio gimnástico, sobre el alambre, que no me convence nada de nada.


Putin, Putin, Putin