No enfrentarás a los pueblos hispánicos (Puigjaner en La Vanguardia)

Muy buenas. Ésta es la primera vez que envío un mensaje a alguno de vuestros foros, aprovecho para saludaros a todos.
Ésta mañana me ha llamado la atención un artículo publicado en La Vanguardia, que os reproduzco a continuación. Y me ha sorprendido tanto por el contenido, como por la terminología utilizada -al referirse a los "pueblos hispánicos"- puesto que no se usa nunca en los medios de comunicación. Aunque no sé mucho de las credenciales de su autor, y he de confesar que pocas veces leo sus columnas, creo que su artículo de hoy está bastante logrado, aunque con algún matiz. Leeroslo y decirme que opinais.


No enfrentarás a pueblos hispánicos

JOSEP MARIA PUIGJANER - 12/06/2006

No enfrentarás a pueblos hispánicos es, a mi entender, el primer mandamiento de la convivencia en España. Es un mandamiento que todos deberíamos llevar en el centro del alma, tenerlo en cuenta y guardarle la obediencia debida, si es que deseamos que España no se quiebre. Porque España es un ente cívico-político compuesto de pueblos distintos, que tienen identidades propias y que desean pervivir en el futuro. Estos pueblos están dispuestos - pienso- a colaborar en la cohesión del país, siempre que se les trate como merecen y como esperan.

Lamentablemente, ese gran partido político que es el Partido Popular no ha respetado ese primer mandamiento. A lo largo del debate del Estatut d´Autonomia de Catalunya y, aupado por ciertos medios de comunicación, ha soliviantado los ánimos ciudadanos hasta producir un verdadero trauma en la sociedad española y un auténtico malestar en la sociedad catalana.

Entiendo que la cobertura del señor Mariano Rajoy y compañeros de campaña es, precisamente, la defensa de la unidad de España, pero la consecuencia real y palpable de su feroz ataque a un Estatut que, en primera instancia, fue aprobado por los representantes del pueblo catalán, ha desencadenado una situación emocional que ha hecho daño a Catalunya y a España. Aún tengo la esperanza de que en el tramo final en el que nos hallamos ahora, remitan las invectivas, se moderen los ánimos y no se repitan barrabasadas como la de los cuatro millones de firmas.

Nadie se ganará nunca a Catalunya denunciando que va por mal camino en sus aspiraciones de autogobierno, sino dialogando y aportando razones que convenzan de la bondad de su pertenencia a España. Las aspiraciones de independencia se combaten presentando las ventajas de la interdependencia mutua.

El camino seguido tozudamente por el Partido Popular no lleva a buen puerto. Si se quiere modificar de forma sustancial la permanente situación de tensión, enervante e incómoda para todos, es necesario que desde España se emprenda la ardua, pero no imposible, tarea de contemplar Catalunya, no desde fuera, sino desde dentro de ella misma. Es decir, a partir de su historia y, sobre todo, de su propósito actual de preservar su supervivencia como comunidad diferencial en el marco hispánico. Un país plural como es España ha de respetar la justa aspiración que tienen los pueblos que ella abraza a ser ellos mismos, a determinar su presente y a elegir su futuro. Éste es, a mi entender, el modo más seguro de conseguir una convivencia satisfactoria entre los diversos pueblos hispánicos, y la única manera de garantizar la coherencia interior del Estado.

En este tema de la consideración de la variedad constitutiva de España viene bien, de vez en cuando, volver la vista atrás y recordar la actitud positiva que manifestaron ciertos intelectuales españoles hoy ya desaparecidos.

Con respecto a Catalunya, provocan una nostalgia agradecida las posiciones clarividentes de quienes trataron de mirar a Catalunya desde dentro de ella: Dionisio Ridruejo, Miguel de Unamuno, Julián Marías (el de Consideración de Cataluña),Pedro Laín Entralgo o José Luis L. Aranguren, entre otros. Este último fue un firme sustentáculo de los puentes de diálogo en los que soñó Salvador Espriu, porque creía que esa era una tarea rigurosamente intelectual, y por consiguiente, propia de los cultivadores del pensamiento y de la cultura.

Pienso que, en una perspectiva de futuro esa debe ser la tarea de los intelectuales de hoy, una tarea prepolítica, pero absolutamente necesaria, que consiste en la creación de un clima propicio para modelar una España que todavía no ha existido nunca, en la que la unidad sea el fruto de la aceptación de la pluralidad.


JOSEP MARIA PUIGJANER, escritor y periodista

Ante todo permite que te de la bienvenida a este foro JERJES, agradecer también el artículo que nos has expuesto del periodico La Vanguardia, en el observamos una opinión de la cual muchos somos participes aunque bajo mi punto de vista encuentra varios obstaculos y no solo en el Partido Popular. En Cataluña, o Catalunya como prefieras, observo a varias voces, con sus respectivas opiniones, que lejos de hablar de Catalunya como parte de España, con sus elementos de identidad propia, hablan de ella como elemento ajeno a España lo cual es poco menos que una barbaridad de caracter historico y social, por otro lado encuentro voces, que hablando de Catalunya como parte de España, nos hablan de la "necesidad" de que dicho pueblo tenga para si mismo el 50%, creo recordar, de lo recaudado con los impuestos en dicho lugar lo que rompe un elemento fundamental para la cohesión como es la solidaridad entre pueblos ya que "su parte" es utilizada, o debería serlo, para la mejora de servicios en toda España.

Por otro lado y como bien dice el artículo el Partido Popular defiende una unidad de España poco menos que centralista y heredara del regimen que hubo en España hace 40 años, la descentralización es fundamental para encontrar de nuevo la senda que se marco hace ya varios siglos donde todas las regiones, con sus diferencias logicas, servían a un fin común:a España, la centralización, o mejor dicho castellanización, solo desvirtuo y tergiverso la cultura y herencia española que como todos sabemos proviene del entendimiento y aceptación de la cultura propia de cada uno de nuestros pueblos.

No enfrentarás a pueblos hispánicos es, a mi entender, el primer mandamiento de la convivencia en España.

Pero, al “entender” de la mayoría, el primer mandamiento de la convivencia en España, hoy día, creo que sigue siendo la Constitución de 1978 ¿no? ..y si no que se pregunte y se debata..
Por lo menos, a falta de otra cosa, todos los “pueblos hispánicos” la votaron mayoritariamente.

Es un mandamiento que todos deberíamos llevar en el centro del alma, tenerlo en cuenta y guardarle la obediencia debida, si es que deseamos que España no se quiebre.

Exactamente eso mismo opinan también los que votaron la Constitución de 1978

Lamentablemente, ese gran partido político que es el Partido Popular no ha respetado ese primer mandamiento

O sea que un buen señor pontifica sobre cuál es y debe ser, por derecho divino, el “primer mandamiento político” y ¡ay de aquel que lo ose transgredir! ¿no?
¿qué pasa, que los votantes de ese partido no tienen nada que decir?¿ni pueden dar su opinión negativa?

A lo largo del debate del Estatut d´Autonomia de Catalunya y, aupado por ciertos medios de comunicación, ha soliviantado los ánimos ciudadanos hasta producir un verdadero trauma en la sociedad española y un auténtico malestar en la sociedad catalana.

O sea, claro, que el resto de España no es que no pueda intervenir en el Estatut ; es que no tiene derecho ni a dar su opinión negativa, o la que quiera.., al mismo sin que se “solivianten los ánimos”..
Ni siquiera se puede decir, por lo visto, que el Estatut podría ir contra una Constitución que, aunque no nos guste, todos tenemos derecho a que se cumpla..

la consecuencia real y palpable de su feroz ataque a un Estatut que, en primera instancia, fue aprobado por los representantes del pueblo catalán, ha desencadenado una situación emocional que ha hecho daño a Catalunya y a España

O sea que, por ejemplo, si los representantes del pueblo castellano-manchego aprobaran un Estatuto que otorgara a los castellano-manchegos una paga mensual de 10.000 euros por que sí, a costa del resto.. sería un “feroz ataque” de los demás cuestionarse el pagárselosl..

Aún tengo la esperanza de que en el tramo final en el que nos hallamos ahora, remitan las invectivas, se moderen los ánimos y no se repitan barrabasadas como la de los cuatro millones de firmas.

Fue una “barrabasada”.. atroz, horrible, digna de Hitler, y profundamente antidemocrática.. todo lo que se diga es poco.. cuánto dolor produjo en Catalunya, cuántas familias destrozadas..

Nadie se ganará nunca a Catalunya denunciando que va por mal camino en sus aspiraciones de autogobierno, sino dialogando y aportando razones que convenzan de la bondad de su pertenencia a España. Las aspiraciones de independencia se combaten presentando las ventajas de la interdependencia mutua.

O sea la Constitución, votada por todos, se da por finiquitada..
Hay que “dialogar”, “aportar razones”, “presentar ventajas”.. y esperar a ver si les convencen..
Ningún español, es evidente, puede decidir desde ahora sobre Cataluña.
Bien, de acuerdo. A mí, personalmente, no me importan nada Cataluña ni los catalanes.
Pero ¿por qué los catalanes podrían seguir decidiendo en las Cortes sobre mí y el resto de España?

Si se quiere modificar de forma sustancial la permanente situación de tensión, enervante e incómoda para todos, es necesario que desde España se emprenda la ardua, pero no imposible, tarea de contemplar Catalunya, no desde fuera, sino desde dentro de ella misma

O sea, que la fase actual de “tensión enervante e incómoda”, es sólo el aperitivo para la fase siguiente: la “tarea ardua” y casi “imposible” de “contemplar Catalunya desde dentro de ella misma”
Un servidor, algo torpe, esperará a la fase posterior, que seguro que será un poco más sencilla: la independencia de Cataluña, que se entiende mejor..y algunos hasta respiraremos más a gusto..

Un país plural como es España ha de respetar la justa aspiración que tienen los pueblos que ella abraza a ser ellos mismos, a determinar su presente y a elegir su futuro. Éste es, a mi entender, el modo más seguro de conseguir una convivencia satisfactoria entre los diversos pueblos hispánicos, y la única manera de garantizar la coherencia interior del Estado.

De acuerdo, pero eso que lo digan TODOS LOS ESPAÑOLES, por ejemplo, votando otra Constitución..y así sabremos todos a qué se va a jugar..

En este tema de la consideración de la variedad constitutiva de España viene bien, de vez en cuando, volver la vista atrás y recordar la actitud positiva que manifestaron ciertos intelectuales españoles hoy ya desaparecidos.
Con respecto a Catalunya, provocan una nostalgia agradecida las posiciones clarividentes de quienes trataron de mirar a Catalunya desde dentro de ella: Dionisio Ridruejo, Miguel de Unamuno, Julián Marías (el de Consideración de Cataluña),Pedro Laín Entralgo o José Luis L. Aranguren, entre otros

¡Vaya unos gurús del “pensamiento”; y ,sobre todo, del “pensamiento regionalista”..!
(Vendrían que “ni pintados” a este foro..)
O sea, se mete a los incendiarios nada menos que como bomberos..
¡Ojo como preparan el plato, que podría resultar una Cataluña de coctel molotov!

un clima propicio para modelar una España que todavía no ha existido nunca

Entonces, qué indicios tiene para saber que eso da resultado..
¿y las “Españas” tradicionales?
Pues este tipo o no las conoce o es que ése no es el modelo..
Por lo demás.. ¡cuidado! los experimentos..con gaseosa..

en la que la unidad sea el fruto de la aceptación de la pluralidad.

Y eso ¿cómo se come? ¿cómo solo por aceptar una pluralidad surge una unidad?
También, ya puestos, ..¿por qué no podría surgir una pluralidad por, digamos, aceptar una unidad?
Hombre, por sonar,..suena bonito..
Pero me temo que ese no es el fondo real del asunto.

(Que conste que esto se dice sin simpatizar en absoluto con el PP ni con el PSOE)