Para ir abriendo el apetito, unos apuntes:
El socialismo es claramente mesiánico: Marx y Engels, en el Manifiesto Comunista, dicen bien a las claras que el proletariado, en su mayoría, no sabe lo que le conviene y son necesarios los comunistas para dirigir la lucha contra el capitalismo. Hacen falta, por tanto, personas que iluminen y dirijan al pueblo, a modo de mesías.
El socialismo es apocalíptico: Parte de una situación desesperada que, de momento sólo puede empeorar: la pobreza y depauperización de los obreros. La desigualdad con la clase dominante es creciente. Existe un enemigo que aparenta ser invencible: el capitalismo. Pero, finalmente, el proletariado vencerá.
El socialismo cree en el paraíso: La nueva sociedad socialista sin clases, que seguirá a la dictadura provisional del proletariado.
El socialismo tiene sus ídolos: El Ché Guevara, Fidel Castro, Lenin, Trotsky, los mismos Marx y Engels. Son intocables. Meterse con ellos es sacrilegio.
El socialismo tiene sus dogmas: Las teorías socialistas no son discutibles. El que las discute es inmediatamente descalificado (por cierto, que Marx sí trataba de superar sus contradicciones teóricas, aunque no lo consiguiera; sus pupilos están a una menor altura).
El socialismo tiene su propia "historia sagrada": La que surge de su manera "científica" de leer la Historia de acuerdo con la óptica de la lucha de clases.
El socialismo, en suma, es una religión sin Dios. La religión que ha causado más muertes en la Historia (más de cien millones en el siglo XX).
Saludos.
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