Sebastián I de Portugal
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Retrato del rey Sebastián de Portugal por Cristóvão de Morais, 1571.
Información personal
Rey de Portugal
20 de enero de 1557 - 4 de agosto de 1578
Reinado 1557 - 1578
Nacimiento 20 de enero de 1554
Lisboa
Fallecimiento 4 de agosto de 1578
Alcazarquivir
Predecesor Juan III
Sucesor Enrique I
Familia
Casa Real Avís-Beja
Dinastía Dinastía de Avís
Padre Juan Manuel de Portugal
Madre Juana de Austria
Regente
Catalina de Austria
Enrique de Portugal
Sebastián I de Avís, apodado el Deseado, (Lisboa 20 de enero de 1554 - Alcazarquivir, 4 de agosto de 1578) fue rey de Portugal. Hijo póstumo del infante Juan Manuel de Portugal (hijo de Juan III el Piadoso) y de su esposa, la archiduquesa Juana de Austria, infanta de España. Era, por tanto, nieto de Carlos I de España por vía femenina y bisnieto de Manuel I de Portugal, el Afortunado, por paterna.
Primeros años
Sebastián llegó al trono tras la muerte de su padre en 1554, dos semanas antes de su nacimiento, y eso le sucedió tres años más tarde a la muerte de su abuelo. Al ser todavía un niño, la regencia recayó primero en su abuela paterna, Catalina de Habsburgo, y después en su tío-abuelo, el cardenal Enrique de Portugal. Durante este periodo continuó la expansión colonial en Angola, Mozambique y Malaca; también se produjo la anexión de Macao (1557). Cuando era sólo un bebé, su madre, Juana de Austria, que había quedado viuda unos meses antes abandonó la corte de Lisboa para retornar a Castilla, siendo rey su tío Felipe II. Dejó al bebé a cargo de su suegra, la reina regente, no volviendo a verlo nunca más. Aunque bien es cierto que a lo largo de su vida se escribirían de forma continuada hasta el fallecimiento de la princesa Juana. Por ello, el príncipe creció sin referentes paternos, criado en una corte cargada de conflictos entre la reina regente, su abuela, y su tío, el cardenal Enrique. Sebastián era un niño frágil, resultado de generaciones de matrimonios entre miembros de una misma familia. Por poner un ejemplo, Sebastián tenía sólo cuatro bisabuelos (normalmente se tienen ocho) y tres de ellos eran descendientes del rey Juan I de Portugal.
Reinado
El joven rey creció bajo la guía e influencia de los jesuitas. Fue un místico que dedicaba largos periodos a la caza. Se convenció a sí mismo de que era un gran capitán de Jesús en una gloriosa cruzada contra la expansión del poder turco en el norte de África. De hecho, durante el último año de vida de Juan III, las tropas portuguesas se retiraron de sus fortalezas en Marruecos, lo que permitió la expansión del Imperio turco. Esto abrió un segundo frente en el inacabable conflicto entre turcos y cristianos. Durante su juventud, jamás se interesó por las mujeres ni dio síntomas de desear contraer matrimonio. Algunos biógrafos aluden a una enfermedad en su órgano sexual, que le provocaba impotencia y esterilidad, y que se acentuaba con la práctica de ejercicio físico y se relativizaba con el reposo, y que nunca llegaría a curarse. La reina Catalina de Austria intentó sin éxito concertar su enlace matrimonial con la princesa española Isabel Clara Eugenia, pero el rey Sebastián nunca aceptó ningún tipo de compromiso. Poco después de alcanzar la mayoría de edad, y a pesar de no tener hijos ni heredero, inició los planes para organizar una gran cruzada contra Fez. Su tío Felipe II de España, rechazó tomar parte en la iniciativa aunque envió una pequeña fuerza de soporte a su sobrino Sebastián (de unos 250 hombres) y pospuso el inminente matrimonio entre Sebastián y una princesa española.
Muerte en Alcazarquivir
El ejército portugués, compuesto en su mayoría por mercenarios extranjeros, así como por gran parte de la nobleza portuguesa, entró a Marruecos por Arcila, donde le esperaban sus aliados. Desoyendo los consejos tanto de su tío Felipe II como de sus propios comandantes, quienes le aconsejaron desistir, Sebastián inició la marcha hacia las líneas enemigas, quienes estaban acantonadas en Alcazarquivir (Ksar el-Kabir). El ejército portugués fue masacrado, sufriendo un gran número de bajas a causa del calor que tuvo que soportar la infantería marchando bajo sus corazas a pleno sol.
El rey Sebastián murió en la batalla y gran parte de la nobleza portuguesa cayó prisionera, por cuyas vidas se exigió un gran rescate, lo que acabó prácticamente con el tesoro de Portugal.
El cadáver del rey fue recuperado del campo de batalla[2] y sepultado inicialmente en Alcazarquivir; en diciembre de ese mismo año fue entregado a las autoridades portuguesas en Ceuta, donde permanecería hasta 1580, fecha en que sería trasladado al monasterio de los Jerónimos de Belém para su entierro definitivo.
Leyenda
Sin embargo, en la misma noche de la batalla, un grupo de soldados portugueses supervivientes llegó a Arcila buscando refugio, y para conseguir que la guardia les franquease la entrada en la ciudad fingieron que Sebastián venía con ellos, lo que provocó que entre el pueblo se propagase el rumor de que el rey seguía vivo.
Sebastián entró en la leyenda como un gran patriota, el "rey durmiente" que retornaría para ayudar a Portugal en sus horas más difíciles, dando lugar al movimiento místico-secular llamado Sebastianismo (con ciertos parecidos con la leyenda inglesa del Rey Arturo o la alemana de Federico Barbarroja). Durante el periodo de ocupación española, entre 1580 y 1640, cuatro pretendientes afirmaban ser el rey Sebastián; el último de ellos, que en realidad era un italiano, fue ahorcado en 1619.
En el Archivo Nacional de Simancas, se conserva el proceso del "Pastelero de Madrigal" y este proceso fue declarado como materia reservada y secreto de Estado por el duque de Lerma el 23 de septiembre de 1615 con lo que no pudo ser investigado hasta que se levantó el secreto procesal Proceso de Madrigal a mediados del siglo XIX.
Sucesión
Su muerte sin descendientes provocó que su trono fuese ocupado por su tío-abuelo Enrique I, cuya muerte también sin herederos en enero de 1580 abrió la crisis sucesoria que desembocaría en la cesión de la corona portuguesa a Felipe II de España.
Títulos
"Dom Sebastião, por graça de Deus Rei de Portugal e dos Algarves, daquem e dalém mar em África, senhor da Guiné e da conquista, navegação e comércio da Etiópia, Arábia, Pérsia, e da Índia..."
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Sebastián_I_de_Portugal
Última edición por Michael; 06/08/2013 a las 20:29
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
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