Hallan restos orgánicos de salazones romanas en Baelo Claudia
Hallan restos orgánicos de salazones romanas en Baelo Claudia
El proyecto de investigación también ha permitido descubrir dos nuevas fábricas de salazones en el conjunto arqueológico, que se suman a la seis ya conocidas
Vista general del conjunto arqueológico Baelo Claudia, situado en la ensenada de Bolonia (Tarifa).
Fuente: EFE | Diario de Cádiz 14/10/2015
Un proyecto de investigación en el conjunto arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa, ha permitido por primera vez hallar restos orgánicos de salazones fabricadas en época romana, según ha explicado el director de la investigación, el profesor de la Universidad de Cádiz Darío Bernal.
El profesor ha explicado en rueda de prensa en Algeciras que hasta ahora “no se le ha prestado atención a los restos orgánicos”, como sí ha sucedido en este proyecto, que también ha permitido descubrir dos nuevas fábricas de salazones en Baelo Claudia, que se suman a la seis ya conocidas.
Es la primera vez que se documentan restos de las conservas en varias piletas, así como un pudridero con restos de atunes, de los que apenas se conocen diez en el mundo.
El objetivo final de esta investigación, según ha explicado Bernal, es reproducir algunas de las salazones descubiertas y “volver a introducirlas en nuestra gastronomía”.
En la investigación, de carácter multidisciplinar y que se inició hace cuatro años, trabajan 25 personas de diversas universidades, así como personal del propio conjunto arqueológico.
Los restos hallados se corresponden con la etapa de abandono de estas fábricas, en torno al siglo V después de Cristo y los trabajos se han centrado en dos de las siete piletas halladas en una de las nuevas fábricas descubiertas.
En una de ellas se han hallado restos de sardinas, boquerones, mejillones y crustáceos y en la otra, que se ha determinado que estaba llena cuando fue abandonada, se han encontrado restos de “pagelius acarne”, un pequeño besugo que hasta ahora se desconocía que fuese usado para estas salazones.
En cuanto al pudridero de atunes, los restos hallados permiten realizar una aproximación a las técnicas de ronqueo usadas en la época. En el mismo han aparecido clavos y elementos para la pesca.
En torno al complejo arqueológico, la delegada territorial de Cultura, Remedios Palma, ha destacado el incremento en el número de visitas, que he permitido “establecer un nuevo récord”.
En lo que va de año han pasado por Baelo Claudia más de 130.000 visitantes, de los cuales 17.347 lo hicieron en el mes de septiembre.
Los datos, ha concluido, demuestran que se ha acabado con “la estacionalidad” y la dependencia del verano.
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