De Dante, como de Shakespeare o de la Biblia, se ha dicho de todo. No me extraña que un arabista como Asín Palacios, que tanto simpatizaba con el islam, buscara influencias musulmanas en Dante. Pero basta ver cómo describe el castigo de Mahoma (malhaya su memoria) en el Infierno en la Divina Comedia por haber causado tanto cisma y tanto mal en el mundo. Ya sabemos cómo las gastaba Dante. Dependiendo del concepto que tuviera de una persona, la ponía en el Infierno, el Purgatorio o el Paraíso, aunque fuera incluso un papa, y en el caso de Mahoma (maldita sea su estampa) llega a abandonar su habitual estilo poético y elevado para expresarse incluso de forma soez, como se puede comprobar leyendo el texto original.