A misa con libro
Dada la cada vez peor situación en la que está cayendo la Iglesia, considero conveniente hacer como hacían nuestros mayores, ir con libro a misa. Dar ejemplo a otros, a gente que sentirá curiosidad al ver como alguien asiste a la misa leyendo un libro, ¿qué libro? Yo tengo dos:
Devocionario Completo P. Remigio VILARIÑO. Edic. de 1956 "El Mensajero del Corazón de Jesús" Bilbao, 19ª edición
Misal Práctico y Devocionario P. Luis RIBERA C.M.F. Edit. REGINA. Barcelona, 3ª edic. 1957
No se trata de improvisar, sino de llevar preparados los deberes de lo que se va a escuchar habiendo leído en casa lo que corresponde, con las ideas claras, y sabiendo discernir lo que es doctrinal de lo que son errores que nos han llegado después del CVII. Antaño todos los católicos asistían a la misa con su correspondiente libro en las manos, así que se trata de recuperar esta sana costumbre.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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