Con semejante desbarajuste familiar, es normal que las personas se trastornen. Este tipo de persona tiene menos delito que otros, dado lo sumamente negativo de su educación o ambiente vivido en el hogar familiar. No me extraña nada la tontería de libro que esta pobre chica haya escrito.Nixey no es una historiadora, sino una periodista y crítica de arte, con formación en cultura clásica, hija de un monje y una monja que salieron del convento en el postconcilio y se casaron. Por lo que dice ella misma en el libro y en algunas entrevistas -ha dado muchas en las que ha hablado mucho-, aunque sus padres le hacían rezar en casa e ir a misa, ellos ya no tenían fe. No le decían que Dios la creó, sino la evolución. Pero le prohibían usar maquillaje y escuchar música pop hasta que se fue de casa a la universidad, ha revelado. Y cuando ella jugaba de niña a imitar la misa, le hacían sentir que era un grave pecado. ¿Puritanismo agnóstico? Eso sí, le hablaban bien de la Iglesia como transmisora de cultura.
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