Algunos de mis paisanos me ha preguntado en alguna ocasión que si no me siento andaluz....¡ Claro que sí me siento ! Pero no por ello entiendo muchas cosas. No entiendo por qué hemos asumido una unidad política que no ha existido como tal, máxime cuando aún seguimos siendo los más subdesarrollados del país y casi del Viejo Continente. “ Andalucía “ es un concepto geográfico acompañado de ciertos caracteres culturales comunes, que no uniformes. Se hablaba de “ Reynos del Andaluzía “. En no pocos mapas históricos de nuestros Reinos ( Sevilla, Algeciras, Gibraltar, Córdoba, Jaén ), en tal geografía no aparece el Reino de Granada, por ejemplo. Aunque en otros sí. Nuestra unidad política como españoles de las Andalucías radicaba en los Reinos de Castilla y León, que compartíamos con el Condado de Álava, el Señorío de Vizcaya, el Principado de Asturias, el Reino de Castilla, el Reino de León, el Reino de Toledo, el Reino de Murcia, el Reino de Guipúzcoa, el Reino de las Islas Canarias, el Reino de Galicia y los Reinos de Indias ( Incluida la Capitanía de las Filipinas ); mientras que también estaban en las Españas la Corona de Aragón ( Reino de Aragón, Reino de Valencia, Principado de Cataluña, Reino de Mallorca y Reino de Nápoles ), el Reino de Navarra y el Reino de Portugal y el Algarve ( Con las Azores, las Maderas, el Brasil, Angola, Mozambique, Macao, Cabo Verde, Guinea, Goa, el Timor, etc. ); amén de otras tierras heredadas y defendidas por nuestros cristianos reyes, poniendo especial hincapié en la lucha contra las herejías y contra el expansionismo islamista que amenazaba ya en solar europeo a través de la Gran Turquía.
No entiendo por qué nos ha de representar una bandera musulmana. En el mismo Al Andalus ( Que no era sólo el Sur, sino todo territorio musulmán de Hispania. Tan Al Andalus eran Toledo y Lérida como Jaén ) los almohades ( De quien parece ser originaria esa bandera, aunque algunos apuntan ya a los omeyas ) significaron una invasión puntual que llegó a incomodar incluso a muchos andalusíes, sobre todo porque los kabileños recién llegados no eran muy partidarios del uso de la vid....” Al Andalus “ parece venir de los vándalos, que arribaron al Magreb por Hispania, aunque algunos muslimes abogan por referencia al Atlántico y existe incluso una vascuence hipótesis por “ Landaluzia “, que vendría a significar “ tierra ancha “. Las relaciones históricas con el Norte Africano fueron estrechas desde la Antigüedad ( Se ve en la arqueología, las similitudes entre los líbico-bereberes y los iberos, y hasta con los etruscos de la Península Italiana ) y también muy especialmente en el mundo romano, hasta en la irrupción del Cristianismo inclusive. Con la llegada del islam, esto supuso una quiebra para ese mundo romano, donde la Tingitania ( Parte del Norte de África siempre fue hispana, la Hispania Transfretana, de “ trans fretrvm “, “ más allá del Estrecho “; cuando el beréber Tarik Ben Ziyad se dispuso a invadir la Península Ibérica, lo hace aliado con D. Julián, señor hispanogodo de Ceuta ) era una perita en dulce de ese mundo románico, y como ejemplo el mismo San Agustín de Hipona, oriundo del actual Túnez. Nuestras relaciones fueron mejores antes que la llegada de Al Andalus, y creo que es algo objetivo. Esa Romanidad que con sus más y sus menos continuó en la época visigótica, siendo ésta a día de hoy totalmente ignorada cuando no denostada; supongo que igual es porque en el III Concilio de Toledo se afirma una realidad de Hispania como “ patria común “ que ya se fue fraguando en la realidad romana anterior, que duró como seis siglos.
No voy a negar que Al Andalus sea parte de nuestra Historia, como aún siguen haciendo ciertos “ medievalistas “, pero la realidad es que los beréberes han perdido mucho de su identidad y que aún siguen siendo oprimidos en el Marruecos Alahuí. Y que nuestra historia e identidad se reafirma cabalgando contra ese Al Andalus. Con todo, los españoles rescatamos la idea romana universal, que en nosotros particularmente quizá se cristalizara bastante con el emperador romano Teodosio, de origen hispánico. En América, donde a través del Reino de Sevilla ( De Huelva a Cádiz; vecino de los pequeños Reinos de Algeciras y Gibraltar ), reafirmóse nuestro ser como Puerto y Puerta de Indias, pudiendo ante la improvisación y el sacrificio plasmar la unidad federativa ( Pues federativa es la tradición hispana ) de todo un continente, con todos nuestros defectos. Creamos el Derecho Internacional, el Derecho de Gentes, por nuestros teólogos y juristas. Guste más o guste menos, son detalles que no se dan en el mundo islámico. La misma ingeniería acuífera o elementos arquitectónicos del arco de herradura, o elementos geométrico-decorativos como las esvásticas que se aprecian en la Puerta de San Miguel ( Antigua Puerta de Al Hakem ) de la mezquita-catedral de Córdoba son traídos de un mundo berberisco que estaba islamizado recientemente ( Como medio siglo o poco más ) y que aún poseía mucha cultura romana, cosa que no pasaba en la Península Arábiga.
Claro que soy andaluz, del Reino de Sevilla. Por eso reivindico el Pendón de San Fernando, los cuarteles de Castilla y León ( Muchos ya rematados con la flor de lis en el siglo XVIII) aún presentes en muchas de nuestras hermandades y escudos heráldicos, las llaves de Gibraltar, el León del Reino de Córdoba, el mismo San Fernando presente en el blasón del Reino de Jaén, el blasón granadino que cimentó el escudo español; etc. Apelo a la hermosura de la que se percataban griegos y fenicios cuando arribaban a la esplendorosa civilización de Tartessos, de aquel legendario Argantonio. Apelo a Itálica, cuna de los emperadores Trajano y Adriano, como apelo a Lucio Anneo Séneca. Apelo a nuestros antepasados tartéssicos, iberos y celtas ( Éstos últimos presentes en el Valle del Guadalquivir como atestiguaron romanos y cartagineses ); apelo al rey godo Egica que asentó su corte en la Bética. Apelo a Ben Hafsun, descendiente de hispanogodos islamizados y que convirtióse al catolicismo, y que desde el Sur Hispano hizo temblar los cimientos del Califato bastante antes que el Cid Campeador, y que sigue siendo ignorado, mientras que sólo parecemos conocer a Al Mutamid....Apelo a la gaita rociera, a nuestra tradición de cofradías, gremios y romerías, al Condado de Niebla, que dentro del Reino de Sevilla hizo posible la conquista del Reino de la Canarias, y cuya dialectología influyó en demasía a través de cierta campiña onubense principalmente. Apelo a San Isidoro y San Leandro de Sevilla, como a San Hermenegildo. Apelo al Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba, a Alonso de Ojeda, el volatinero de la Giralda, que siendo natural conquense se “ recrió “ en Sevilla, y fue conquistador de la Venezuela, la “ Pequeña Venecia “. Apelo a Álvaro de Bazán, Rodrigo de Triana, Diego de Lepe, Diego de Moguer, los Pinzones, Bécquer, Juan Ramón Jiménez, García Lorca, Santa Justa y Santa Rufina, Santa Ángela de la Cruz, Rodrigo Caro, Mateo Alemán, Fernando de Herrera, Esquivel, Velázquez, Murillo, Zurbarán, Fray Juan Calero, los Machado, Silverio Franconetti, José María Pemán, Fray Diego José de Cádiz, Fray Luis de Granada, la fundación de los Hermanos de San Juan de Dios, el Padre Alvarado; como abogo que en la Antigüedad se reconozca de Culchas a Chalbo en la Turdetania. Apelo al papel de los andaluces en las batallas contra la invasión napoleónica, cristalizado quizá en Bailén, gestas tan bien cantadas por el poeta de Jaén Bernardo López; o la legendaria expedición que el jiennense General Gómez realizó por toda la Piel de Toro en la Iª Guerra Carlista ( Admirándose de ello hasta Pío Baroja ), tomando Córdoba y llegando hasta Gibraltar, como aquellas condenas a muerte por carlismo en Sevilla y las partidas carlistas por la serranía de Ronda; así como el asombro que sintió Víctor Pradera ante las nutridas carlistadas del Sur, donde estuvo el mártir de la boina roja, el jerezano Antonio Molle Lazo, o Manuel Fal-Conde, innato adalid del tradicionalismo; cuando Sevilla era apodada como “ la Navarra del Sur “ Como apelo al tradicionalismo de algunos de los bandoleros que quieren apropiarse los liberales como mito ( Lo vivimos a través de la televisión....) y que tan bien ha estudiado el historiador onubense afincado en Sevilla Manuel Moreno Alonso---De quien fui alumno---, como Curro Jiménez o el Tempranillo. Apelo a nuestra tradición foral heredada del Fuero Juzgo ( El libro de los jueces de los Reyes de León ) y las Partidas de Alfonso X el Sabio, hasta nuestros propios fueros universitarios, a través quizá y principalmente del Reino de Toledo. Apelo a aquella canción de Jarcha, aquel buen grupo “ folklorista “, que reivindicaba: “ Rompedme ya ese retrato, que ese no es el de mi tierra, que me habéis pintado una cosa, y otra muy distinta era…”.
Claro que hubo carlistones que llegaron a contactar con el andalucismo, nombre que incluso se veía atractivo. Como los carlistas de los Reinos de Valencia, Galicia, Navarra o Castilla y del Principado de Cataluña hicieron activa política regionalista. E incluso M. Menéndez Pelayo percatóse de un interesante “ folklorismo “ estudioso que estaba teniendo lugar por acá ( Como me informó mi paisano el carlista utrerano Juan Manuel Rodríguez ). Pero como reconoció el propio Blas Infante, los tradicionalistas huyeron despavoridos al penetrar en su “ doctrina “; “ doctrina “ que consideraba a la Reconquista como el mal mayor y productor del latifundio....Aquel pobre masón malagueño, arrejuntado con algunos señoritos del Ateneo de Sevilla y fascinado por el islamismo ( Hay quien habla de su conversión al islam. Sí es cierto que viajó al Magreb buscando a los supuestos descendientes de Al Mutamid y que consideraba a los moriscos como los auténticos andaluces, artífices de nuestra originalidad hasta en la música y a los “ castellanos “ como viles invasores ), que fue muerto en nuestra Cruzada, jamás supo entender nuestra alma terruñera. Lo mismo habló de regionalismo y de nacionalismo y lo mismo se decía devoto de San Francisco de Asís que conjugaba paganismo grecorromano con mahometismo.
Andalucía existe. Claro que sí. Pero recordemos que en otros pagos de las Españas se han instalado conceptos como “ Euskadi “ o “ ikurriña “, realmente inexistentes en la cultura euskalduna. Así como en la representación tradicional de Hércules ( Aún presente en el escudo gaditano ) había un león y no dos. Y poca conjunción veo en islámica bandera. Máxime cuando este periodo no resulta ser de verdad el mayoritario de nuestra Historia, y que dentro de nuestra “ Historia Global “ no se corresponde con lo nuestro. Dentro de la misma cultura andalusí, se ignoran las mayoritarias influencias, como lo beréber, lo muladí ( Los hispanos convertidos al islam ), lo eslavo o lo sirio ( De antiguo abolengo helénico ); mucho mayor que lo árabe propiamente dicho. Nuestra lengua es la castellana ( ¡ Y ahí tenemos su primera gramática en el lebrijano Elio Antonio ! ) con no pocos arcaísmos e influencias de dejes del astur-leonés, aún presentes en ciertas áreas rurales, como el Reino de Jaén o el Reino de Granada vivieron influencias de lo toledano o lo panocho. Fuimos tierra de promisión, tenemos un antiguo y sufrido legado mozárabe que influenció en la conformación de la Monarquía Astur-Leonesa, y la influencia de los repobladores ( De Galicia, León, Castilla, Toledo, Portugal, con algunos vascongados, navarros o aragoneses y catalanes; o también de Flandes, Alemania, Francia, Génova o Nápoles ) la tuvimos hasta el siglo XVIII. Tenemos las músicas más ricas del Occidente ( El flamenco mismamente, que no es sólo andaluz por origen y aportaciones y que tiene trascendencia a nivel mundial ), una gastronomía espléndida y una biodiversidad encomiable, desde la Isla Canela ayamontina vecina de los Algarves a las Alpujarras. Tuvimos la primera lengua romance de Hispania: La jarcha....Amén de otras aportaciones, aunque mucho más minoritarias: Tuvimos un cuartel general vikingo desde Coria del Río a la Isla Mayor ( ¡ En época andalusí ! ), hasta un pequeño asentamiento nipón en la misma zona, esclavos y libertos negros y pardos que formaron sus propias hermandades y los gitanos que aún las conservan y que con toques personales han influenciado y enriquecido estructuras musicales ya existentes acá.
Con todo, no dejo de recomendar a mis paisanos obras como “ Defensa de la Hispanidad “ de Ramiro de Maeztu ( Intelectual vasco brutalmente asesinado en Paracuellos del Jarama, como otros tantos inocentes, por la furia de Santiago Carrillo ) o “ Al Andalus contra España; la forja del mito “, de Serafín Fanjul.
