¿ERA CELEDÓN UN CARLISTA?

Fuente: El Correo

Aclaremos: Celedón no existe, es un mito, un símbolo que cada 4 de agosto se transustancia en alguien de carne y hueso que es Gorka Ortiz de Urbina. Pero de su creación, del nacimiento de la leyenda, hay varias versiones. Una es la más conocida, el aldeano de Zalduondo llamado Celedonio Alzaola y García de Andoain, se fue a vivir a los 21 años a la calle Zapatería de Vitoria, donde trabajó como albañil y se casó dos veces. Murió en 1866. En Zalduondo se le recuerda y se le homenajea cada domingo anterior a las fiestas de Vitoria abriendo la fuente que le esculpió el tolosarra Juan Lope Andoategui. Pero en vez de agua, de esa fuente mana vino.
El sacerdote y etnógrafo Carlos Ortiz de Zárate, en su libro ‘Leyendas y tradiciones de Kuartango’ recoge, precisamente, la biografía de Celedonio Iturralde, otro Celedón, con argumentos suficientes para tenerlo en cuenta como inspirador del mito.
Celedonio Iturralde Armentia nació en Bitoriano (Zuia) en 1810. Sus padres eran Benito Iturralde y María Armentia, naturales de Bitoriano y Murgia, respectivamente. Era un hombre abierto y muy amigo de alternar en las tabernas vitorianas, algo consustancial al personaje del mito. Pero aparte de que le gustara, él tenía una motivación política: conseguir adeptos para la causa del aspirante don Carlos. Ya durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840) llegó a ser teniente coronel y ya le llamaban Celedón.
Como tantos otros carlistas, terminada la guerra se marchó exiliado a Francia donde tuvo que permanecer tres años. A su vuelta se casó con Juana Montoya, natural de Katadiano el 10 de octubre de 1843. Posteriormente, marchó a Andagoia, donde construyó “una casa nueva”, tal y como dice la canción. Se dedicó a la parada de sementales y a la compraventa de ganado, algo que le permitía relacionarse con muchas personas y que él aprovechaba para su reclutamiento particular.
En la Tercera Guerra Carlista (1871-1876) -la segunda no afectó apenas al territorio- destacó por sus actividades guerrilleras. En 1872, momento en el que Álava era casi por completo carlista, en Lezama –como punto estratégico- entregaban raciones de comida a Celedonio Iturralde para abastecer a sus tropas. En 1873 dominaba todo el oeste de la provincia. En esas fechas obligó a la pedanía de Luna (unión de varios pueblos de Kuartango) a entregar el 20% de una venta de hayas en la Depositaría de fondos militares de Jokano, cantidad que por ley debían entregar los ayuntamientos al Estado. El Ejército Carlista actuaba como un verdadero estado alternativo al gobierno leal. En 1874 ascendió a Brigadier y, un año más tarde, a comandante general. Destacó en la famosa batalla de Lácar (Navarra) en 1875. Ese mismo año sufrió un descalabro en la defensa de Villarreal (Legutiano) . En 1876 se rindió a las tropas liberales. Marchó de nuevo exiliado Francia –otros dicen que a Italia- y volvió después a Andagoia donde murió en 1889. La junta de nobles de Valdegovia como gesto de honor, le concedió la espada que pertenecía al presidente de la Junta.
Coincidencias
Carlos Ortiz de Zárate señala que, según Felipe Sarralde, “la música y la letra del popular Celedón (incluida en el popular pasacalles de Mariano San Miguel) la compuso el organista vitoriano Pedro Fernández de Retana y Ruiz de Azúa, quien combatió a las órdenes de Celedonio Iturralde, a quien dedicó esta pieza musical en 1878. En las fiestas de Vitoria, quizás por su condición de ganadero estaba presente cuando había toros o novillos y era un hombre popular.
La tradición de Andagoia
En esta localidad del valle de Kuartango se cuenta que la casa que Celedón construyó en este pueblo se ubicó donde se encontraba una vieja casa-torre. Prácticamente se derribó entera y solo se conserva un lienzo de pared donde ahora está la cabaña. También se dice que fue carbonero, uno de tantos en el valle que subían a la zona conocida como Las Carboneras, en la sierra de Gibijo. Igualmente, se recoge entre las leyendas populares que la canción allí se canta con matices. “Ay Celedón, ha hecho una casa nueva. Ay Celedón , sin ventana ni balcón” . Una forma de bromear ante la llegada del vecino nuevo que había hecho la única casa de nueva construcción en los últimos años.
Otra leyenda asegura que entre los carlistas se utilizaba la contraseña “Celedón ha hecho una casa nueva”.
Otros sucedidos que se adjudican al brigadier carlista es que como militar actuaba con gran dureza contra el que se mostrase contrario a sus ideas. En Abezia (Urkabustaiz) mandó destruir todos los caseríos prendiéndoles fuego. Una mujer asió la brida de su caballo y le suplicó que no la quemase ya que tenía muchos hijos y no sabría qué hacer después. Celedón se apiadó y no le quemó la vivienda.
¿Celedonio Alzola, Celedonio Iturralde? ¿Quién inspiró el mítico personaje? Carlos Ortiz de Zárate sostiene que es posible que tras la fama de Celedón se oculten varias personas históricas. “No es la primera vez ni será la última. Bien pudo arrancar de una persona concreta, la que se pudieron sumar otras biografías complementarias”.

Carlistas, historia y cultura: ¿ERA CELEDÓN UN CARLISTA?