He leído detenidamente el extenso artículo sobre la tradición Socio-Política de Las Españas y, al margen de mis discrepancias sobre el empleo de algunos términos y las presunciones sobre determinados conceptos, admito que me he entretenido y me ha gustado advertir en el autor el brillo de una hispanidad que está fuera de toda la dinámica mediática actual.

Es evidente que a lo largo de la Historia hemos estado sujetos a fuerzas sociales diversas, hemos sido más y menos libres, hemos disfrutado y padecido políticos, clérigos, nobles y burgueses de las más variadas cataduras. Hoy, en pleno siglo XXI, la partitocracia se impone en toda la Europa democrática y no hay otro modo de organizar las esferas de poder sino a través del sistema de partidos. A mí tampoco me gusta y no forma parte de nuestra tradición pero la sociedad española está europeizada e impreganada de tal sistema. Es lo que tenemos y, mal que bien, más mal diría yo, funciona.