La historia hay que sentirla para poder entenderla. Este tipo de fotografías desde que tengo memoria siempre me han producido una sensación de inquietud. En ellas veo captado el instante en que se tomaron, pero también percibo la secuencia del tiempo transcurrido y siento la ausencia de quienes están retratados. Me pasa lo mismo con las películas de antaño, particularmente las de blanco y negro. La impresión es que la vida es un soplo y tal vez alguna viva todavía, pero ya prácticamente centenaria, ¿cómo será?