Eso es lo terrible, el clima de odio que genera como reacción en otros. Yo estoy harto de discutir con personas de mi familia y con algunas otras con las que me relaciono (obviamente, no me refiero a carlistas), porque han llegado a tener una mentalidad muy cerrada de oposición a Cataluña y no hay forma de hacerles cambiar de opinión. No son de los que quieren que Cataluña se separe, pero no quieren saber nada de Cataluña (menuda coherencia).
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