Tema: Cruel definición de Eugenio D'Ors contra Chesterton y su "teología de la gansada"

En mis ratos de esparcimiento me recreo leyendo las Obras Completas del divino Eugenio D’Ors (debo ser el único capaz de ello en el Universo): e inopinadamente me encuentro con este cruel texto contra el pseudo-teólogo británico. Le llama "gordo", "payaso" y "teólogo de la gansada". Dejo constancia de ello (exclusiva mundial) ... ¿A qué vendría ese odio?

LOS CONTEMPORÁNEOS: CHESTERTON

En el antiguo teatro de la India, muchas veces los juglares, digamos, los clowns, encargados de los intermedios cómicos son sacerdotes... No nos extrañemos demasiado; recordemos que entre nosotros toda una escuela y tradición de pintura, no impía ciertamente, ni siquiera satírica o zaheridora, ha tomado las escenas de la vida frailuna como inagotable acervo de picardías.

Chesterton me parece algo así como alguno de aquellos payasos. Chesterton no escribe ya una teología de la paradoja, sino una teología de la gansada.

Agudo, sin duda; pero todavía más gordo que agudo. Obeso “moral y materialmente”, como diría aquel antiguo alcalde de Figueras que un día afirmó que la Rambla de su ciudad estaba bien regada “moral y materialmente”. Tan obeso que cuando decimos que el catolicismo de Chesterton está dentro de la ortodoxia, lo que nos parce ver con los ojos de la imaginación es a Chesterton mismo, dentro de un coche de plaza-dentro de un cupé, para decirlo con más precisión.

No veo en el mundo intelectual contemporáneo-y menos en el mundo piadoso-rastro notable de una influencia de Chesterton. Exceptuamos de esta afirmación Cataluña, donde-por caminos que algún día detallaré- el chestertonismo, es decir, en síntesis, el retorno humorístico al tradicionalismo escolástico y ortodoxo, parece respirarse, manifestándose difusamente en algunas páginas escritas y acaso concretamente en alguna.

Fuera de eso, en Francia, nada. En Inglaterra, nada. En Bélgica, nada. En Roma, menos. El día que Chesterton desocupe el coche, quedará este vacío, y a disposición de quien lo quiera tomar.

(Eugenio D’Ors, “Nuevo Glosario” Vol I, Poussin y El Greco, pág. 392. Año 1921. Editorial Aguilar, 1947.)

Tal vez la razón sea ésta:

https://books.google.es/books?id=fvU...page&q&f=false