Origen del castellano


Vicente Granados


D
ificil es, si no imposible, delimitar, perfilar, fijar en el tiempo y en el espacio el origen de una lengua. El descubrimiento de cualquier documento o nota puede suponer el desmoronamiento de lo que se elaboró con paciencia y creyendo tener la razón.
El primer fragmento que se conserva de lo que pudiéramos llamar castellano -digo «pudiéramos» porque encontramos en él matices dialectales- es un «venerable trozo» del monasterio de San Millán de la Cogolla: una brevísima oración del siglo X. Debido a la falta de documentos resulta sumamente dificil la reconstrucción del origen de una lengua. Pero afortunadamente algunas palabras de las que se hablaban en la lengua vulgar se «escapan» en los documentos latinos. También hay copistas que «anotan» en esos documentos la traducción de algún término que ya no entienden. Esas anotaciones son las glosas, en ellas y en las «faltas» cometidas por el escriba se ha apoyado Menéndez Pidal para reconstruir la lengua que se hablaba en la Península en los siglos X y XI. Esa titánica reconstrucción son los Origenes del español, obra cumbre de la filologia europea, cuya primera. redacción quedó terminada en Julio de 1926.

Situándonos en el origen de las lenguas peninsulares, conviene hablar de dialectos. El dialecto astur-leonés es conservador, esto es, refractario a cambios. León pretende ser el celoso guardián de la tradición visigoda y por eso se rige por el Fuero Juzgo. El gallego es el más conservador de los dialectos del Norte. En el otro extremo, Aragón, figura como reino independiente desde el siglo XI, Alfonso I (1104-1134) conquista Zaragoza (1118), asentándose definitivamente en el valle del Ebro. Tanto el leonés como navarro-aragonés son conservadores, pero el aragonés es «más tosco», en expresión de Rafael Lapesa. Cataluña constituye al principio un grupo de señoríos ligados a Francia. Con el conde Ramón Berenguer III (1096-1131 ), Barcelona empieza a intervenir en el sur de Francia. Al sur de la Península los dialectos mozárabes quedaron aislados y marginados, en cierto modo, al ser el árabe la lengua del cultura.
El grupo de condados situados en el centro norte y dependientes de León fueron unificados por Fernán González en el siglo X, consiguiendo una autonomía que luego se convierte en independencia. Castilla (Castella, los castillos) no se rige por el Fuero Juzgo, sino por los albedríos, o sea, por sus costumbres. El dialecto castellano es el más revolucionario y el de mayor personalidad. Aparte de las innovaciones que veremos sumariamente, su ansia de expansión se cumple, fijándose posteriormente como lengua frente a sus vecinos leoneses y navarro-aragoneses, que no logran remontar su carácter dialectal.

El castellano adopta las innovaciones de sus vecinos, dándoles notas propias, aparte de las suyas características. Palataliza la I de los grupos iniciales (pl-, cl-, ti-), igual que el Noroeste; con el Este realiza las asimilaciones ai > e, au > o mb > m. Como el resto del Centro diptonga é y ó tónicas en ié y ué. Si la influencia de su antiguo dominador (León) no es muy grande, si lo es la de los vascos.
Uno de los rasgos más característicos del castellano es la pérdida de F- (efe inicial). El paso de f a h se da en algunos lugares de la Romania, pero las más notables son castellano y gascón. El origen de la pérdida ha sido muy discutido y Menéndez Pidal piensa que la ausencia de efe se debe a que no existe en las lenguas ibéricas. Sería, por tanto, una pérdida por influencia de los vascos.
Otro fenómeno interesante del castellano es la supresión de g o j iniciales ante e, i átonas (hermano, enero). Los grupos sc, sc + yod, st + yod dan ç frente a las s, que era la solución dominante en el resto de España. Naturalmente que la brevísima relación que antecede no pretende nada más que ilustrar con algunos ejemplos los asertos sobre la «modernidad» del castellano.
Por último, hay que resaltar la evolución del castellano frente a los demás dialectos. Mientras que leonés y aragonés se paraban en castiello, Castilla reducía ié a i ante I. Mientras que los demás dialectos andaban «desvariando», el castellano escoge temprano una forma. Los demás vacilaban entre puoblo, pueblo, puablo, Castilla pronto escoge pueblo.

ORIGEN DEL CASTELLANO VICENTE GRANADOS
Artículo editado en HISTORIA16 para conmemorar "EL nacimiento del idioma castellano". Año III nº. 25, MAYO 1978.

http://www.geocities.com/urunuela23/...s/granados.htm