Me parece que el tema no se entiende en absoluto.
La confusión sobre esa bandera cuartelada (de la actual “Castilla y León) parece tan generalizada, que supone ignorar precisamente cómo se tejió el entramado “autonómico” actual de los territorios de la antigua Corona de Castilla y León:
En los territorios de la antigua Corona de Castilla, hasta 1977, el único territorio cuyos habitantes parecían desear “autogobierno” (o sea, ser mangoneados en su territorio por gente propia) era el País Vasco.
Pero, rápidamente, a la vista del privilegio autonómico vasco y catalán que diseñaba la UCD, (los apaños de Suárez con el catalán Tarradellas y con el lendakari de turno), aparecieron de la nada (sólo por envidia) los políticos “andalucistas” (Rojas Marcos) agitando y alborotando “Andalucía” con manifestaciones autonomistas y banderas verdiblancas, a fines de 1977, para presionar a aquel des-Gobierno de la UCD.
Galicia... (¡¡qué queda ya de aquella Galicia en que p.ej, en la provincia de Pontevedra: en las elecciones de 1977, Alianza Popular conseguía: ¡¡6 diputados!!; y el PSOE sólo 1!!) ...Galicia, digo, también se sumó al carro poco después, a instancias de sus políticos (aunque los gallegos de entonces pasaron del asunto olímpicamente: su “Estatuto de autonomía” se aprobó con una abstención del ¡¡70%!!).
El resto de provincias (y “regiones” de la Corona Castellano-Leonesa nada de nada.
Ahora bien; los políticos de esas provincias “del resto de la Corona de Castilla y León ”, a la vista de que el chantaje y el compadreo era algo habitual y normal para aquel (des)-gobierno de la UCD, hacían conciliábulos, y tramaban rediseñar el resto del mapa que afectaba a sus provincias respectivas, conforme a estrategias mafiosas de influencias y apetencias, no a la lógica histórica.
Y en base a esas influencias, se fueron agrupando distintas mafias de diputados entre 1977-1983, creando “autonomías” para la ocasión, en base a intereses más bien geográficos, sociales, económicos, de influencias, etc.(Históricos no: porque entonces NO se trataba de Historia, ni importaba lo más mínimo)).
Además, ya en 1982, a la vista de que iba a haber más territorios con “autonomía” que sin ella, convenía hacer un mapa de España donde todas las provincias se adscribieran a alguna “autonomía” (incluso aunque no lo pidieran sus diputados respectivos) para hacer un Estado “autonómico” homogéneo.
Y así, mediante conciliábulos de diputados y caciquillos locales fueron apareciendo “autonomías” ,es decir: territorios mangoneados por mafias propias : (mafia de) “Castilla y León”, (mafia de) “Asturias”, (mafia de) “Extremadura”, (mafia de) “Cantabria”, (mafia de) “Castilla-La Mancha”, (mafia de) “Murcia”, (mafia de) “La Rioja”, (mafia de) “Canarias” y (mafia de) “Madrid” (y a punto estuvo de existir una mafia de “Segovia”).
(Eso conllevaba, por supuesto, que desde entonces pasaba a ser decisivo el lugar de nacimiento o residencia para ocupar algún cargo público en cada territorio. Así, todo español es discriminado por su vecindad, no pudiendo, por lo general, optar a cargo alguno fuera de su región de origen)
El problema ha derivado en que las “autonomías”, (que todavía en los años ochenta parecían algo ridículo, inofensivo y sólo creadas para una mejor gestión de los intereses de esas zonas), al ir creciendo sus “competencias” de todo género y principalmente las culturales y educativas, (copiando a catalanes y vascos) han acabado por convertirse desde los años noventa, en el único referente político cultural de los habitantes de esas zonas, principalmente de los jóvenes.
Por supuesto, todo ese proceso seguido para la desvertebración de España, el invento “autonómico”, es desconocido por los jóvenes actuales, nacidos o educados bajo los planes de educación “come-cocos” de sus autonomías respectivas.
(En este foro el ejemplo es palpable cada vez que entran jóvenes de “Cantabria”, que defienden a capa y espada hasta con argumentos “¡¡académicos!!” ese engendro chorra en que les han “educado” y lavado el cerebro desde los tiempos de la UCD. Lógico: eso era lo que buscaban los creadores de dicho engendro pseudohistórico a principios de los ochenta. Ejemplos pro o anti “castellano-leoneses” se pueden observar también en jóvenes de esos territorios.)
En fin, que por acción de unos y omisión de otros, tras 30 años de “Constitución” y “nacionalidades”, hemos llegado al estado actual cadavérico de España, de lo español, y de todo lo que huela a España: y todo gracias a la UCD; al PSOE; al PP, a sus alianzas con CIU y PNV, y al liberalismo que los parió a todos.
El interés a estas alturas ya no es sino en saber como se repartirá el cadáver de España, cuya carroña multirracial, abortista, pornográfica, blasfema y degenerada se disputan buitres, cuervos, hienas o chacales... (en ciertas zonas, hasta parece que se avecina pelea morbosa de putas callejeras).
Visto ahora ese proceso imparable de descomposición crónica, hay que decir en honor a la verdad, que los únicos que no mintieron y diagnosticaron la muerte de España, ya hace 30 años, como inevitable y como cuestión de tiempo, (dado el cariz que aquello ya iba tomando) fue la prensa patriótica de entonces (“Fuerza Nueva”, “El Alcazar”), ya tachada despectivamente de “ultra”, de “extrema derecha” o “franquista" incluso por los "conservadores biempensantes".
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Sobre las banderas:
Lo lógico es que se hubiera creado UNA región llamada León, con un león en la bandera. Y OTRA región llamada Castilla, con un castillo en la bandera.Lo lógico habría sido que se hubieran inventado otra como la de Andalucía. ¿Qué es eso de un castillo y un león?
Porque la ACTUAL bandera cuartelada de castillos y leones (de las 9 provincias del ente autonómico castellano-leonés) no representa regiones sino TODO el Reino castellano-leonés histórico desde Asturias hasta Cádiz, desde Galicia hasta Murcia.
O efectivamente, dado que se inventaron un engendro de región “castellano-leonesa” que nunca existió(existió UNA Región castellana y UNA Región leonesa), hubiera sido más lógico inventarse un trapo más acorde con la chapuza (por ejemplo un arcoiris de nueve colorines, estilo “trapo riojano”) que total, visto lo que la gente entiende de banderas, sería más honesto y menos fulero.
El problema, en general, es que las regiones geográficas de la Corona castellano-leonesa nunca tuvieron bandera propia como tales, solo el león y el castillo, por lo que al constituirse de la nada como entes políticos hubieron de inventárselas o cogerla de algún baranda descerebrado (Blas Infante), dando como resultado el actual esperpento banderístico “autonómico”.
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