"Diada", dislates, verdades, distorsión y sedición

Barcelona, 12 septiembre 2012, festividad del Dulcísimo Nombre de María; Beato Tomás del Espíritu Santo O.P., mártir. Muchos dislates se han dicho y escrito estos días a propósito de la conmemoración de ayer martes en el Principado de Cataluña (dislates tanto por parte de separatistas como por parte de separadores, nacionalistas catalanes o nacionalistas españoles, pues ambos comparten la misma ideología centralista, revolucionaria, jacobina, aunque discrepen en la extensión del territorio nacional) y de ciertos hechos y declaraciones que la han rodeado.

La rendición de Barcelona el 11
de septiembre de 1714 se inscribe en el marco de la Guerra de Sucesión. En toda España, también en Cataluña y en Barcelona, se trató de un enfrentamiento entre dos bandos de lo que hoy llamarían "españolistas"; pues acérrimos "españolistas" eran tanto los defensores del legítimo Rey Felipe V como los partidarios del Archiduque Carlos de Habsburgo. Y el más españolista de todos, a juzgar por sus propias palabras y acciones, era el caudillo austracista Rafael de Casanova, defensor de Barcelona, quien tras su rendición fue indultado en 1719 y ejerció la profesión de abogado hasta su muerte por causas naturales en Sant Boi de Llobregat en 1743.

Para sacudirse la desinformación y las mentiras sobre lo ocurrido entonces y sobre su relación (o sobre su absoluta falta de relación) con lo que hoy llaman la "Diada", sugerimos la lectura de los artículos que enlazamos a continuación.



Lo contrario, por ejemplo, de lo que proclamaba pocos días atrás el titular de la diócesis de Solsona, Javier Novell (uno de esos "nuevos y jóvenes obispos que vienen a rectificar las desviaciones de las últimas décadas", como sin fundamento alguno se le ha venido saludando desde los medios conservadores) en una altisonante soflama nacionalista con ribetes de "teología de la liberación". El 8 de septiembre, en la Catedral de Solsona en plena misa en honor de la Patrona, Novell soltó perlas como esta: "Maria del Claustre, nascuda en un país ocupat i oprimit, emigrant per motius polítics, sap bé el que signifiquen aquestes estelades. Què li hem d'explicar nosaltres sobre desitjos d'independència política?". Por descontado, el Gobierno (de ocupación) de España, en manos del PP (tan separatista, de hecho, como CiU o ERC) no ha solicitado al Vaticano la remoción del sedicioso blasfemo.

El nacionalismo, el falso catalanismo son enemigos de Cataluña y ajenos a ella. (Bien lo escenificaron en las manifestaciones del martes, en las que se complacieron en exhibir a mahometanos y otros intrusos portando emblemas separatistas). La tradición catalana, como el resto de la tradición española, se perpetúa, sin solución de continuidad, en el Carlismo
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Agencia FARO