Publicada en el portal Actuall - Portada y dirigida a su director, el autor de la misma hace un resumen de lo que pasa en Cataluña con el separatismo. En su condición de abogado apunta parte de las acciones legales que se podrían llevar a cabo contra el independentismo rupturista de esos grupos que usurpan la voluntad mayoritaria de los catalanes. Acciones que deberían llevarse a cabo desde el gobierno, naturalmente si hubiese gobierno, porque para las cuestiones esenciales no existe, tan sólo para pisotear el bolsillo de los españoles, para eso si.
Antonio Gorrita, desde Barcelona,
Buenos días Victor:
Ante todo, gracias por ‘Actuall’. Es un respiro estupendo de aire fresco y puro, dentro de tanta suciedad.
Quisiera dar unas opiniones sobre el "separatismo catalán", dejando constancia que soy hijo, nieto y biznieto de catalanes.
1. Veo, y me indigna, que tanto políticos, como periodistas (salvo raras excepciones), para defender la unidad de España, recurren a la Constitución, y al Tribunal Constitucional, como si no hubiera otros argumentos. A ninguno se les ocurre hablar de la historia de más de dos mil años en vida común sobre tierras ibéricas, ni de los derechos adquiridos, ni de los que no tenemos entre sí todos los españoles, ni de nuestras mezclas de sangre, etcétera.
2. Hay que reafirmar y divulgar que España es una nación imposible de romper. En un edificio construido por varias personas, (por ejemplo) nadie puede intentar quedarse, para sí, con las escaleras, con el ascensor, o con los cimientos. Ésto es lo que pretenden los separatistas (catalanes en este caso). Se quieren quedar con un trozo de la tarta que han construido todos los españoles, desde hace siglos, con sangre, sudor, esfuerzos, alegrías y tristezas.
3. Si observamos cualquier País de Europa, por ejemplo, vemos que todos tienen territorios más ricos, industriales y prósperos que otros y en muchos, existe bilingüismo o varios dialectos, y nadie se ofende o se ve superior.
4. Los catalanes separatistas, se han adiestrado, con muy mala fe, en tácticas psicológicas, históricas, muchas veces falsas, abusivas, y hasta delictivas, para convencer a ciertos catalanes, de lo lógico que es ser separatista. Nos consta, por experiencia, que ninguno de esos señores, no resisten una conversación seria y profunda, con alguien, que, con buenos conocimientos, defienda la unidad española. A los cinco minutos de charla ya se quedan sin argumentos para defender sus teorías y recurren a respuestas absurdas que por otra parte les importa un bledo, pues sus propósitos les justifica todo lo que haga falta sin ningún reparo, incluida la mentira.
5. En el Código Penal, anterior a la llegada de la actual "democracia", era delito, como en casi todos los Códigos Penales del mundo, incluidos los europeos, atentar, en ciertas formas, contra la unidad de España. Con la actual Constitución y Código Penal en la mano, ya no lo es. El Estado y los españoles nos hemos quedado sin armas, y tenemos que recurrir a procedimientos contencioso administrativos, para conseguir muy poca cosa.
6. Sin embargo, si se quisieran ver las cosas como son en realidad, existiría un arma jurídica de carácter penal. A quien se apodera de lo ajeno, se le denomina "ladrón" y ciertos actos previos, como son la "conspiración" la "proposición", y la "provocación para delinquir", también son sancionables, además de la "tentativa" o "delito frustrado" . Y, además de la "autoría" también pueden existir los "cómplices" y los "encubridores".
7. Los separatistas, tienen esa idea en sus mentes: Quedarse con un trozo de España que no les pertenece en exclusiva. Para ellos habría que pasar unos pocos añitos, con algunos posibles apuros y algunas tensiones, pero, en poco tiempo, las aguas se tranquilizarían y seguirían vendiendo sus productos a España. Sobre todo ellos, los instigadores, más ricos y más dueños de lo que quedase de España. Son tan ambiciosos que siempre quieren más y más. No hay que olvidar que los catalanes controlan las grandes empresas de España, y España les ha dado y les ha servido infinitamente. Repsol, La Caixa, la Telefónica, electricidad, gas, etc. etc. están prácticamente en sus manos y Cataluña siempre ha tenido el nivel de vida más alto de España y de muchos lugares de Europa. ¡Ah!, pero “España les roba”. ¿Cabe mayor cinismo? ¿Cómo calificar a toda esa masa de filósofos separatistas?. Más vale calla y que cada uno piense lo que quiera.
8. Algunos escritores del siglo pasado, antecedente de los actuales separatistas decían que los catalanes tenían que hacerse antipáticos a los españoles y que España les llegara a odiar. De esta forma, se producirían actuaciones indignas contra los catalanes y, alegando que España les odiaba, justificarían su deseo de independencia. Había que ser muy malignos para tener tales ideas. ¿Hay algún español que no vea en Artur Mas, Puigdemont u otros muchos, como seres antipáticos? Eso es lo que ellos buscan y están encantados. Ya tienen la excusa para sus pérfidos fines. Pero, no caigamos en la tentación de pasarnos de la raya ni bajemos a su nivel. Los catalanes son también españoles […]
9. Mi conclusión es que si el Gobierno español quisiera podría usar otras armas, además de la Constitución: España existe no porque haya una Constitución, existiría igualmente sin ella. Habría que invocar, sin complejos ni tapujos, más de patriotismo, como lo hacen todos los países del mundo, de historia, de los derechos de las generaciones pasadas de españoles, y también. . . . del Código Penal.
Perdone por la extensión de esta carta. Reciba un cordial saludo.
Antonio Gorrita Torres,
Abogado, Barcelona.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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