La Ciencia y la Universidad Católica
Uno de los ensayos de Ortdega y Gasset se titula Misión de la Universidad (hay diversas ediciones), en el que se ocupaba de analizar para qué existe la universidad, su misión, la necesidad de "humanizar" las carreras más experimentales y, obviamente, la situación de esta secular institución en relación a su tiempo. Considero que desde aquellos años de actividad docente del propio Ortega, la universidad ha cambiado mucho, tanto que creo que él no sería capaz de reconocerla. Hoy esta institución de creación católica ha dejado de ser una escuela de formación personal, fuente de científicos en diferentes saberes y de profesionales que dirigían la sociedad. Hoy es una fábrica de técnicos y de parados. Hoy se forma por encima y se dota de conocimientos necesarios para el funcionamiento de las empresas, pero no de la sociedad ni de las ciencias. Por ejemplo, ¿para qué sirve un licenciado en Filosofía? aún recuerdo el día en el que estaba buscando un título para comprar en una librería. La dependienta me preguntó si me podía ayudar. Le dije que si, y le expliqué lo que quería. Al decir la temática me preguntó algo así como si tenía idea sobre ello. Le respondí que era mi titulación y a eso comentó "Qué bonito e interesante, pero qué inútil".
La verdad es que podía haber respondido con alguna salida un tanto brusca como, por ejemplo, "¿es usted experta en ello, o sólo lo dice como opinión?. Pero preferí no replicar a su observación y asentir que, en efecto, en este país, o te formas para ser un "ejecutivo vende algo", y de los buenos, o sea, a-moral, competitivo, "pisa-otros" o vulgar trepa, o no tienes nada que hacer. Por supuesto, siempre queda ser abogado, ingeniero, arquitecto, médico o farmacéutico. Pero lo cierto es que para formar ese personal no hacen falta las universidades, al menos las públicas que para eso las pagamos todos y si, en cambio, que las empresas se paguen la formación de sus empleados.
La universidad debería volver a recuperar su sentido, su verdadera vocación y misión, aunque esta patatera sociedad no la entienda, ni aprecie que aquellos por los que pasa la universidad son, precisamente, quienes han de liderar la sociedad, a los que tienen y a los que no. Para ello es preciso que la universidad vuelva a ser católica, y aquellos que la quieran de otro modo, que se la inventen o que la constituyan. Y la primera que debería volver a sus orígenes es la Complutense de Madrid, de fundación e inspiración católicas, aunque los inútiles que hoy se aposentan en el Ayuntamiento madrileño no sean más que una recua de anti-universidad, cosas de la ignorancia, claro.
Ver aquí: Portada. Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe (CRYF). Universidad de Navarra
Y una vez en la portada buscar El gran reto de la universidad católica (mayo-2015) Pdf.
