Guadalajara (Jalisco) / Ciudad de Méjico / Los Ángeles / Madrid, 2 agosto 2012, festividad de S. Alfonso Mª de Ligorio, obispo, confesor y doctor; S. Esteban I, papa y mártir; S. Pedro de Osma, obispo y confesor. Parece que este próximo otoño verá por fin el estreno de Cristiada en la España peninsular y territorios adyacentes. El primer fin de semana de junio vio el esperado estreno oficial de la película en el actual territorio de los EE.UU., allí titulada For Greater Glory; no mucho antes, en abril, tras superar multitud de obstáculos y en un cierto clima de persecución y sabotaje se estrenó en el de los Estados Unidos Mejicanos.
Dirigida por Dean Wright, cuenta con un reparto internacional de primer orden: entre otros actores, Andy García, Eva Longoria, Peter O'Toole, Rubén Blades, Óscar Isaac, Santiago Cabrera, Néstor Carbonell, Karyme Lozano, Bruce Greenwood, Catalina Sandino Morena, y Eduardo Verástegui (nombre bien conocido de los lectores de FARO) en el papel de Anacleto González Flores. Un buen producto cinematográfico, sin duda, que sin embargo ha suscitado alguna perplejidad en medios católicos y cristeros y en medios historiográficos.
La propia publicidad de la película, los medios "católicos" conservadores y buena parte de la jerarquía eclesiástica --mejicana, española peninsular, estadounidense y vaticana-- han insistido por activa y por pasiva en que los voluntarios de la Primera Guerra Cristera (1926-1929) se alzaron por "la libertad religiosa" o "la libertad de culto" (o incluso "de cultos"). Expresiones que sólo podrían aceptarse, y con matices, en su acepción primitiva y auténtica, esto es, la de la libertad que siempre debe gozar la verdadera Religión (la católica, apostólica y romana) para su culto y propagación y todas las actividades que le son propias a la Iglesia. Pero nunca en la de libertad de religión o de cultos, acepción en que desde el C. Vaticano II se usan esas expresiones en exclusiva. El pueblo católico de Méjico se alzó al grito de ¡Viva Cristo Rey! (de ahí, cristeros), no "¡Viva la libertad!" ni "¡Queremos ser una opción!". ¡Viva Cristo Rey!, grito cristero adoptado enseguida como propio por el Carlismo español. Cristo Rey: realeza social de Nuestro Señor Jesucristo. Cristo Rey, Señor y Legislador efectivo: Rey de Méjico, Rey de España, Rey del Mundo. Tal como lo explica el Papa Pío XI en su encíclica Quas primas(1925).
Reproducimos a continuación una crítica de Cristiadapor el director del Centro de Estudios Cristeros "Anacleto González Flores" de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Ismael Flores Hernández.
PREÁMBULO
Desde su fundación el C.E.C. se propuso ser un lugar de referencia para estudiar y difundir el tema cristero, con el compromiso de respetar la verdad histórica, porque ser ignorante de la historia, y ser muy versado en una historia parcializada y tergiversada, es lo mismo.
La siguiente evaluación la hacemos, primeramente para ser congruentes con los objetivos del C.E.C., pero en especial para responder a las preguntas de nuestra opinión sobre Cristiada que han hecho insistentemente amigos muy cercanos a nosotros, pero también varios simpatizantes de este Centro de Estudios Cristeros, algunos de ellos fuera de las fronteras de nuestro país. Desde luego a cada uno de ellos se las hemos manifestado, por lo general en conversaciones coloquiales, pero como no es posible hablar así con todos, incluimos en el portal del C.E.C. nuestra evaluación para que llegue al mayor número de personas, esperando que esta les ayude a formar su criterio sobre la película en cuestión, tanto a los que ya la vieron como a los que deseen ir a verla.
Sin más comentario entramos en el tema.
El mayor acierto de quienes elaboraron Cristiada es que deja bien en claro el grave conflicto entre el gobierno del General Plutarco Elías Calles (Presidente de Méjico 1924-1928), y el pueblo católico mejicano; el antagonismo es tal que redunda en una conflagración armada, en la cual el derramamiento de sangre es el mayor mal.
Otro acierto es que reduce espacios y tiempos, presentando una síntesis del conflicto, así pues da un conocimiento superficial sobre varios hechos importantes; lo mejor que podemos esperar de este resumen, es que logre interesar a los espectadores para que recuren preguntar a las personas versadas en el tema, o lo que sería mejor, adquieran bibliografía sobre el mismo.
Hasta aquí damos por terminada esta evaluación; pero para las personas que estén interesadas, a continuación incluimos una crítica mucho más extensa en la cual se tratará especialmente de los errores históricos en que por obviar el tiempo, incurre Cristiada. Desde luego aceptamos que en literatura hay bastante libertad para la imaginación y el acomodo de situaciones; sin embargo alguien tiene que poner de manifiesto lo que se sacrifica por hacer una película atractiva.
CRÍTICA EXTENSA
Ya lo dijimos antes, Cristiada reduce tiempo y espacio, la trama de la película apenas abarca cuatro lugares, y la realidad es que la Guerra Cristera abarcó la mayor parte del territorio nacional, desde Chihuahua a Guerrero, desde luego más importantes son los estados del centro de Méjico: Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Colima, y en especial los Altos de Jalisco.
Reducir el drama en el tiempo y en el espacio tiene muchas ventajas técnicas para el rodaje de la película, con el agravante de que le quita mucho contenido, sobre todo si se trata de una etapa histórica tan importante para los católicos como lo fue el Movimiento Cristero. Insistimos: la Guerra Cristera abarcó la mayor parte del territorio nacional, aunque no en todas con la misma intensidad, y en lo referente al tiempo la documentación histórica es concluyente, 1914 a 1940, tomando en cuenta:
- Antecedentes próximos (Revolución Constitucionalista, 1914-1918: Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Manuel Macario Diéguez).
- Resistencia pacifica (Anacleto González Flores, Círculos de estudio ACJM, BB, Unión Popular, LNDLR) 1918-1926.
- Resistencia armada (julio 1926-junio 1929) LNDLR, Brigadas Femeninas Santa Juana de Arco. Movilización de un ejército irregular que sin armas y sin instrucción militar alguna se lanzó a combatir a un ejército de línea. A finales de 1928 los cristeros ya no eran un puñado de campesinos que combatían con la técnica de guerrillas, pega y corre, sino un ejército de más de treinta mil soldados que componían el Ejército Libertador, con el General Enrique Gorostieta Velarde como jefe supremo, y en pocos meses logró poner de rodillas al Ejército callista, provocando que Calles buscara una salida pacífica al conflicto, o sea los famosos "arreglos", para lo cual contó con la asesoría de Morrow (Embajador de los EE.UU. en Méjico) y el entreguismo de los dos únicos obispos anticristeros: Pascual Díaz y Barreto y Leopoldo Ruiz y Flores.
- Consecuencias de los “arreglos”: 1929-1934. Los promotores de los “arreglos” llamaron a esta etapa “el nuevo modus vivendi”, pero en realidad fue el nuevo modus moriendi, porque la mayoría de los jefes que entregaron las armas, fueron asesinados a mansalva por el Gobierno.
- Segunda Cristiada: 1935-1945. General Lauro Rocha.
En Cristiadase elige al beato José Sánchez del Río como prototipo del mártir, es un gran acierto ya que por su tierna edad y la forma de su martirio, hiere profundamente el sentimentalismo de los espectadores; sin embargo no fue el más significativo. Ahora bien: si nos internamos en el trasfondo de este acontecimiento, diremos que aunque la novela permita la alteración de los hechos, existe una grave contradicción en la trama de la película, al haber elegido presentar tal cual el martirio del mártir de Sahuayo, y sin embargo presentar de una forma completamente imaginaria la muerte de Anacleto González Flores, a quien lo eliminan de una forma anodina, de una simple puñalada y en la calle, cuando en realidad fue martirizado en el Cuartel Colorado de Guadalajara y posteriormente fusilado, muriendo perdonando a sus verdugos; por eso encabezó la lista de trece mártires cristeros que fueron beatificados en Guadalajara, Jalisco el 20 de noviembre de 2005, entre esos mártires estaba José Sánchez del Río. Para quienes no saben qué requisitos pone la Iglesia para la beatificación de un católico, les diremos los dos principales: morir por odio a la fe, y perdonar al verdugo.
La broma que José hace al sacerdote de su pueblo contradice la cultura hispánica sobre el respeto debido a la sotana y a la persona del sacerdote, y fueron tres siglos muy difíciles de olvidar, sobre todo en una gran parte de la población de Méjico, todavía con ideas tradicionales. Los mismos jacobinos nunca pensaron en echar materialmente la sotana; solamente en el año 1857 con la Constitución liberal, se les ocurrió una trampa legaloide para acabar con la sotana, prohibiendo a los religiosos que la portasen en público para lo cual pusieron una multa administrativa, de pasar cierto tiempo en la cárcel o pagar cierta cantidad de dinero. Pero sólo lo intentaron, porque la sotana no desapareció por tal motivo, sino que a partir de los años setenta los curas progresistas por mero esnobismo se despojaron de ella.
En varias partes de Cristiada se recurre a los conceptos comunes de la leyenda negra sobre el mejicano, presentándolo como:
- Borracho. Elige a dos personajes clave para esto. El P. Vega, que tan mala forma le hizo la propaganda anticristera ¿por envidia, miedo, realidad? El otro, el General Enrique Gorostieta Velarde (3); lo cual va en contra de su carácter, su formación, su gran gusto por el deporte. Claro, es una película y se habla de seres humanos capaces de las peores cosas, pero ¿y en dónde queda la verdad histórica?
- Ladrón
- . Sutilmente pero también lo pone como amigo de lo ajeno, siendo que en realidad de los constitucionalistas o carrancistas viene el término "carrancear", o sea robar.
- Asesino. Abiertamente habla de los cristeros como hombres sin compasión, dígalo si no la narración del asalto al tren, en donde se quema a los pasajeros inocentes.El beato Anacleto González Flores, no es colocado en el lugar que tiene por su valer; no porque antes no se dijo el por qué se le llamo "maestro", ni tampoco se hace referencia a su capacidad como organizador en: la Gironda (1914, en la ACJM, en el boicot jalisciense) ni de sus capacidades como escritor y orador como líder de la Unión Popular, no se tiene empacho en decir que el boicot no fue idea de él sino de un banquero porque se la sugirió a través de una muchacha. Ni que decir del trabajo que Anacleto realizó con las jovencitas. No obstante es bien conocido el origen de las ideas del beato Anacleto en su lucha contra los agresores del catolicismo; lo primero es su formación católica integra, y segundo su sed inagotable por la lectura de infinidad de temas pero en especial de la literatura romántica y de aquella que habla de la lucha que los hermanos católicos de otras partes del mundo habían llevado o estaban llevando en su país; desde los primeros mártires del cristianismo, la de los irlandeses que siguiendo a Daniel O'Connell, jamás tomaron las armas, la de los católicos alemanes en contra del Kulturkampf o política anticatólica emprendida por Otto von Bismarck.
La realidad es que Anacleto rebosaba de fortaleza espiritual, pero sus fuerzas materiales no correspondían a ella; pero eso nunca fue un obstáculo para su incansable actividad, en donde la mujer tiene una actuación especial. Pero lo peor es que retrata la muerte de Anacleto ordinariamente: de haber sucedido como en la película, entonces Anacleto no sería mártir. Entonces ¿por qué encabeza a los beatos del 20 de noviembre de 2005, en donde se beatificó a José Sánchez del Río? También se adulteran la muerte del Catorce, de Gorostieta, quienes mueren realmente en muy diversas circunstancias y lugares.
En términos generales Cristiada se apega a la idea de que los cristeros fueron igual de inhumanos que los federales: véase el asalto al tren.
Se pone a favor de los "arreglos".
Hace un enfrentamiento llamativo pero inexistente entre Gorostieta y el Catorce. A Gorostieta la pinta tal cual lo tienen los enemigos de la Cristiada, y se deja influenciar por Meyer quien es el único escritor que concluye que Enrique Gorostieta Velarde lo que en realidad buscaba era lograr el poder utilizando a los cristeros.
Desacraliza iglesias con crímenes inexistentes. El Ejército jamás entro al Santuario en 1926, menos tumbando la puerta con troncos. En 1914 fue cuando el Ejército constitucional entró a la Catedral de Guadalajara con caballos y todo; en plena lucha cristera tenemos el caso de la batalla de en la Iglesia de Sayula narrada por el doctor Gutiérrez en Mis Recuerdos de la Gesta Cristera.
Debe respetarse la verdad histórica, y darle la participación debida a los personajes y los lugares que están bien documentados.
La escena de la entrevista de Calles con Gorostieta, está fuera de contexto, hasta un mediano conocedor del tema cristero sabe que al primero que no se tomó en cuenta fue al General Gorostieta quien fungía como jefe de la Guardia Nacional Cristera, y se quejó amargamente por escrito de los "arreglos", porque éstos se hicieron cuando el Ejército Cristero estaba tan fuerte que podía imponer condiciones y no aceptarlos.
CONCLUSIÓN
El mensaje que Cristiada deja al público en general, es aceptable, salvo las deficiencias arriba mencionadas, las cuales es posible subsanar con una buena documentación.
La aparición casi simultánea con una superproducción como Cristiadapuede afectar negativamente, al menos para el gran público, a una película de menor presupuesto como Los últimos cristeros, de la cual también se ha ocupado FARO con anterioridad. Los últimos cristeros / The Last Christeroses una coproducción mejicano-holandesa dirigida por Matías Meyer, adaptada de la novela de Antonio Estrada Rescoldo, los últimos cristeros, y protagonizada por Alejandro Limón, Jesús Moisés Rodríguez, Antonio García, Salvador Ferreiro y Abel Lozano. No ha dejado de cosechar éxitos y premios en festivales independientes, el último hasta ahora en Tolosa del Garona (actual Toulouse), Grand Prix Coup de Coeur Cinélatino 2012.
El domingo 5 de agosto se presentará (D.m.) en Lima, en la Sala Roja del Centro Cultural PUCP, a las 14:30. Su estreno en salas comerciales mejicanas está previsto para el día 14 de septiembre.
Para el período histórico al que se refiere la película Los últimos cristeros, recurrimos de nuevo a don Ismael Flores Hernández, director del Centro de Estudios Cristeros de la UAG:
Después de los "arreglos"* de 1929, se desató una cacería sin tregua principalmente contra los jefes de la Guerra Cristera, y los pocos que no entregaron las armas, se quedaron en el monte, pues consideraron que el juramento que habían hecho a Cristo Rey, era para siempre.
Así fueron pasando los años hasta llegar a 1934, cuando se trató de implantar la educación socialista. Fue entonces cuando los cristeros que no aceptaron el falso armisticio, unidos a los que estaban inconformes por el trato después de los "arreglos", tuvieron un buen motivo para levantarse en armas. Así pues el General Lauro Rocha encabezo lo que se llamó "La segunda Cristiada", concretamente de 1934 a 1939; ésta prendió, como es natural, principalmente en Jalisco, pero también en Durango, que es de donde nos habla la novela Rescoldo. Los últimos cristeros.
Pero en la "Segunda" la situación fue muy diferente: la jerarquía eclesiástica excomulgó a los que tomaron los armas, y prohibió a los católicos de las ciudades y pueblos ayudar de forma alguna a los rebeldes. Si la Cristiada de 1926-1929 fue una guerra de pobres, la segunda fue una guerra de miserables, con todas las desventajas antes señaladas. La primera movilizó 50.000 combatientes, la segunda no más de 7.500.
De lo sucedido en Durango nos habla la novela de Antonio Estrada Muñoz: de ese movimiento desesperado, encabezado por Florencio Estrada, su padre, un ranchero alegre y valeroso que con su mujer y sus hijos, empuñó las armas con un grupo de seguidores, que acabaron por sucumbir ante un ejército mucho más poderoso, pero en especial por las trabas que les puso la jerarquía eclesiástica.
Si Los últimos cristeroses fiel al mensaje de Rescoldo, es una buena cinta. Pero se debe tener en cuenta que es un episodio de la persecución religiosa cohonestado por la misma Jerarquía, ¡qué ironia!
(*) Siempre escribimos "arreglos" porque más que arreglos, lo que se firmó en 1929, fue una capitulación de los obispos, y el gobierno de Portes Gil nunca tuvo el ánimo de cumplir el "nuevo modus vivendi", también entrecomillado porque en realidad fue el nuevo modus moriendi.
Los últimos cristeros, una hermosa y trágica película que esperamos --deseamos-- pueda verse en todo el mundo hispánico.
Santa Fe / Majuro / Madrid, agosto 2012. Podrá sorprender que FARO reúna en un mismo mensaje despachos sobre cine y cristeros mejicanos y sobre un documental acerca de las pruebas nucleares en las Islas Marshall (o, más propiamente, Islas Carolinas Orientales). Sin embargo éstas, al igual que el resto de Micronesia (española hasta 1899), estuvieron adscritas al Virreinato de la Nueva España hasta su extinción, y siguieron en gran medida dependientes de las rutas marítimas mejicanas (el galeón de Manila) hasta su ocupación por Alemania en 1885, y aún después. La triste historia de las Marshall las dejó en 1945 en manos militares estadounidenses. Para sus habitantes, las consecuencias de tal ocupación fueron horribles.
Está también cosechando éxitos en festivales independientes el documental Nuclear Savage: The Islands of Secret Project 4.1. Uno de los más recientes el pasado mes de abril, el Premio del Público a la mejor película en el Festival Internacional CinemaPlaneta de Cuernavaca, Méjico. El domingo 5 de agosto podrá verse (D.m.) en Pensilvania, en el PittsburghCenter for the Arts, en el marco del festival Pittsburgh Filmakers.
Su director, Adam Jonas Horowitz, rodó su primera película en las Islas Marshall en 1986, y quedó muy impresionado por lo que halló en lo que aquel año dejaba de ser oficialmente una colonia militar estadounidense en medio del Pacífico. Cocos radiactivos, almacenes de residuos nucleares con múltiples fugas y grandes barrios de chabolas eran el resultado directo de las 67 explosiones nucleares que los EE.UU. llevaron a cabo allí durante la Guerra Fría; explosiones que hicieron desaparecer islas enteras y devastaron poblaciones. Veinte años más tarde, Horowitz regresó a las Islas para rodar este documental titulado Nuclear Savage, conmovedor e íntimo retrato etnográfico de la lucha de unos isleños por la dignidad y la supervivencia tras décadas de ser víctimas de radiación intencionada por parte del Gobierno estadounidense. El documental recurre a documentos gubernamentales recientemente desclasificados y al testimonio de los supervivientes para mostrar cómo los Estados Unidos convirtieron un paraíso tropical en un infierno radiactivo, y cómo durante tres décadas usaron a la población a manera de conejillos de indias humanos para experimentos sobre los efectos de la radiación nuclear.
Agencia FARO
LOS ÚLTIMOS CRISTEROS
Luego de la exhibición de la cinta Cristiada que reveló fragmentos ocultos de nuestra historia, el joven realizador mexicano Matías Meyer estrenará su ópera prima titulada Los Últimos Cristeros (The Last Christeros), donde analiza la etapa final de esa historia a través de la visión de un grupo de hombres armados que se resiste a dejar la lucha contra el gobierno opresor.
El filme que ha sido visto de forma exitosa en diversos festivales internacionales, se remonta a finales de los años 30, en las montañas áridas de México, donde un coronel cristero y sus últimos seguidores se resisten a dejar las armas. Estos personajes son campesinos, gente humilde y orgullosa. Son perseguidos por el gobierno y para enfrentarlo, necesitan municiones. Sin embargo, el apoyo no llega y la vida en la sierra es cada vez más difícil y la guerra está acabando. En su penitencia, los involucrados van sintiendo el abandono, la enfermedad y la soledad. Son los últimos que quedan. Aunque el indulto sea una opción, su compromiso con Dios está hecho.
Ecce Christianus
Cristiada.
Tomamos la precisa, breve y acertada crítica sobre la película “Cristiada” que escribe el Dr. Antonio Caponnetto, dirigida principalmente a sus errores y desaciertos históricos. Aunque, por supuesto, no deja de ser una película altamente recomendable.
Cristiada
Hemos visto esta película que | tanto deseábamos ver. So*bre todo —porque merced a la generosidad de algunos amigos mexicanos— pudimos tener acceso al guión original, a principios del año 2010. Sabíamos entonces, con bastantes detalles, de sus aciertos y errores, pero no era lo mismo con*templar el fruto terminado. Al fin lo hicimos.
Como el común de la gente, empezando por los católicos, des*conoce completamente la epopeya cristera, que una película les permi*ta anoticiarse de la misma, ya es to*do un logro. Máxime si en ese ano-ticiamiento, los combatientes de Cristo Rey quedan genéricamente exaltados, y sus verdugos suscitan el desprecio por sus conductas ho*micidas. Si a esto se le suma que el aludido público común podrá tomar conciencia, siquiera fugaz, de que existieron sacerdotes como Cristó*bal Magallanes, leales a la Cruz has*ta el derramamiento de la propia sangre, niños mártires como José Sánchez del Río, generales valien*tes y aguerridos como Gorostieta, mujeres bravias como las integran*tes de las Brigadas Juana de Arco, y dirigentes católicos abnegados co*mo Anacleto Gpnzález Flores, todo es ganancia, y sólo restaría decir que recomendamos el filme sin más rodeos. Que circule, que las almas se entusiasmen ante el fulgor de los arquetipos, que le recen a los san*tos y honren a los héroes, y que el buen Dios haga el resto.
Pero no es tan sencillo. Porque la película tiene serios errores con*ceptuales, increíbles tergiversacio*nes históricas y abundantes licen*cias cinematográficas, algunas legí*timas o artísticamente logradas y otras decididamente antoja*dizas o inverosímiles.
De los errores conceptua*les el más pernicioso es el de presentar a los Cristeros co*mo una especie de avant garde de la Dignitatis humanæ. Defensores de la li*bertad religiosa, de los dere*chos humanos, de la socie*dad abierta y plural, de los ideales democráticos y de la convi*vencia pacífica. Es tan explícito el afán de resultar eclesiológica y polí*ticamente correctos, que a quienes estamos medianamente imbuidos del espíritu de aquella gesta, no puede sino resultarnos indignante. Los Cristeros batallaron por la Reyecía de Cristo en su amada y ama*ble patria mexicana, no por la liber*tad de culto. Eran soldados de la Virgen de Guadalupe, no de las ga*rantías democráticas para todos los creyentes. Su guerra justísima se li*braba por la majestad del Hijo, no por los derechos del hombre.
De las tergiversaciones históri*cas, que son muchas, nos preocu*pan dos en particular. La primera, el desdibujamiento imperdonable de la personalidad y de la muerte de Anacleto. A instancias del guión, Verástegui lo compone al modo ghandiano, con perfiles superficia*les y dubitativos, sin el fuego y el arrojo que le fueron tan característi*cos, sin esa oratoria formidable que hacía estremecer los corazones y los puños; y sobre todo, sin ese sa*crificio postrero signado por su do*ble consigna dejada como herencia a las Américas: Dios no muere y Viva Cristo Rey.
La segunda tercedura de la rea*lidad pasada se comete con Victo*riano Ramírez, el legendario “Catorce”, así llamado por liquidarse él solito ese número de federales. No fue ciertamente un glamoroso espa*dachín egresado de academias cas*trenses, pero tampoco el marginal maleducado que responde con es*cupitajos a sus superiores. Se lo muestra salvando su vida a expen*sas de la de José Sánchez del Río, y objeto por eso de severos repro*ches de parte del General Gorostie*ta. Invención pura que menoscaba su real dimensión de hombre de bien.
Otrosí se diga del Padre Vega. No asaltó un tren en la estación La Barca ocupado por inofensivos pa*sajeros, como se lo pinta; y es con*tradictorio que la película lo inculpe de esta tropelía; cuando en la pelí*cula misma se lo muestra particular*mente preocupado de salvaguardar las vidas inocentes. Al igual que en el caso de Victoriano, no diremos que el Padre Vega era un teólogo salmantino, pero ningún cura de entonces, con su catecismo a cues*tas, podía haber quedado sin res*puesta precisa cuando el General Gorostieta, ante la muerte cruel de José Sánchez del Río, le pregunta escéptico: “¿qué clase de Dios puede permitir esto?” Un Dios que dio su sangre inocente por nosotros, era la elementalísima y veraz respuesta.
En su lugar, el Padre Vega des*barra una contestación absurda e imposible, en un diálogo que, por supuesto, tampoco existió en la realidad. Apuntamos este detalle, porque por ser políticamente co*rrecta, la película no podía simpati*zar con aquellos curas que comba*tieron arma al brazo por la Princi-palía de Nuestro Señor. Luego, el Padre Vega, debía ser mostrado más bien torpe, primitivo y algo adicto a la violencia.
Licencias cinematográficas, al fin, son casi todas las secuencias de la película, que entrevera a piacere personajes, lugares, tiempos, diálo*gos, hechos y anécdotas, sin tener el más mínimo cuidado de la reali*dad pasada. Que el General Gorostieta acuda a la tumba fresca de Josecito, abrace su cadáver y mate a sus torturadores, forma parte de la lógica del western. No sucedió, pe*ro emociona y gratifica verlo. El corazón del espectador disfruta con esta feliz invención. En cambio, que se omita expresamente toda re*ferencia a la masonería y a su dia*bólica participación en el desenlace de los hechos, cubriendo de subter*fugios los “arreglos”, más que a li*cencia artística suena a escamoteo de una realidad crucial.
No hacemos juicios técnicos porque no es nuestra competencia.
No abundamos en detalles (cabría hacerlo y con especificidad de da*tos), porque el comentario sería inagotable. Sólo escribimos estas líneas procurando dar algún criterio a quienes la vean. Categóricamen*te afirmamos que es una película digna de ser vista más de una vez; y si fuera posible, al lado de nuestras familias, amigos y alumnos. Con las reservas y prevenciones del ca*so, ya quedó dicho. Pero también con el regocijo espiritual de consta*tar que el cine ha servido, como en pocas ocasiones, para dejar cons*tancia gozosa del plebiscito de los mártires, como decía el beato Anacleto González Flores.
Antonio Caponnetto, revista “Cabildo” nº99, año XIII, 3ª época.
STAT VERITAS
Por fin se va a estrenar en España. Este viernes, 5 de abril, podrá verse Cristiada en los cines españoles. Ahora bien, espero que no la hayan doblado aquí en España como es habitual, sino que venga con el doblaje original mexicano, con el acento, pronunciación y palabras y expresiones mexicanas. De lo contrario harían el ridículo. Yo me alegro de haberla visto ya en versión mexicana, como debe ser. Y ahora a recomendarla a todo el mundo.
Por lo pronto, el cartel con que se anuncia en numerosas paradas de autobús por toda Sevilla (y supongo que también en el resto de España) está con el título de la película en inglés (For Greater Glory),y debajo a la derecha en letras más pequeñas dice Cristiada, que pasa casi desapercibido. Pero bueno, a lo mejor algún despistado piensa que es otra película del Oeste y va a verla y aprende sobre los cristeros.
Cinefórum sobre «La Cristiada»
4 abril, 2013
13 abril, 2013 17:30 a 20:30
El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, dentro de su programa de formación para el curso 2012-2013, tiene el gusto de invitarle al siguiente cinefórum que se celebrará el próximo 13 en Madrid: «La Cristiada»
IntervendránRvdo. P. José Ramón García Gallardo(Oficial de la Orden de la Legitimidad Proscrita)Sr. D. Miguel Navarro Castellanos(Abogado)Sábado 13 de abril de 2013, a las 17:30h
en la Fundación Francisco Elías de Tejada. C/. José Abascal, 38, bajo izquierda, Madrid(Metro Alonso Cano, Gregorio Marañón, Iglesia)La película La Cristiada, titulada en Inglés For Greater Glory, fue estrenada en el actual territorio de los EE.UU. hace diez meses; no mucho antes, en abril de 2012, tras superar multitud de obstáculos y en un cierto clima de persecución y sabotaje, se estrenó en el de los Estados Unidos Mejicanos. Dirigida por Dean Wright, cuenta con un reparto internacional de primer orden: entre otros actores, Andy García, Eva Longoria, Peter O’Toole, Rubén Blades, Óscar Isaac, Santiago Cabrera, Néstor Carbonell, Karyme Lozano, Bruce Greenwood, Catalina Sandino Morena, y Eduardo Verástegui en el papel de Anacleto González Flores. Un buen producto cinematográfico, sin duda, que sin embargo ha suscitado alguna perplejidad en medios católicos y cristeros y en medios historiográficos. La propia publicidad de la película, los medios “católicos” conservadores y buena parte de la jerarquía eclesiástica –mejicana, española peninsular, estadounidense y vaticana– han insistido por activa y por pasiva en que los voluntarios de la Primera Guerra Cristera (1926-1929) se alzaron por “la libertad religiosa” o “la libertad de culto” (o incluso “de cultos”). Expresiones que sólo podrían aceptarse, y con matices, en su acepción primitiva y auténtica, esto es, la de la libertad que siempre debe gozar la verdadera Religión (la católica, apostólica y romana) para su culto y propagación y todas las actividades que le son propias a la Iglesia. Pero nunca en la de libertad de religión o de cultos, acepción en que desde el Concilio Vaticano II se usan esas expresiones en exclusiva. El pueblo católico de Méjico se alzó al grito de ¡Viva Cristo Rey! (de ahí, cristeros), no “¡Viva la libertad!” ni “¡Queremos ser una opción!”. ¡Viva Cristo Rey!, grito cristero adoptado enseguida como propio por el Carlismo español. Cristo Rey: realeza social de Nuestro Señor Jesucristo. Cristo Rey, Señor y Legislador efectivo: Rey de Méjico, Rey de España, Rey del Mundo. Tal como lo explica el Papa Pío XI en su encíclica Quas primas (1925). Agencia FARO
Programa del seminario: Presentación .- Proyección de la película.- Intervención de los directores del seminario.- Diálogo.
La asistencia es gratuita.
Cinefórum sobre «La Cristiada» « Comunión Tradicionalista
Aquí en Sevilla se ha proyectado en tres cines del área metropolitana y otro de la capital, durante escasos días, y la publicidad también se ha retirado pronto. Publicidad que, como dije más arriba, era engañosa. Y encima sucedió en uno de los cines que (¡vaya casualidad!) se estropeó el proyector y no había sonido, y tuvieron que interrumpir la proyección. Para compensar, dieron a los espectadores un vale para volver otro día y ver... ¡otra película!
Eduardo Verástegui y el film For greater glory
«Si no hay persecución, es que algo está mal»
El actor mexicano Eduardo Verástegui ha venido a España para promocionar For greater glory (Cristiada), la última película en la que ha participado. Esta obra pretende «inspirar a los católicos para que no tengamos miedo de defender nuestra fe» hasta dar la vida. Porque, «si pones tu fe en el centro de tu vida, es imposible que no haya persecución»
Eduardo Verástegui durante la entrevista
Esta película cuenta un episodio oscuro de la historia de México, la guerra cristera entre 1926 y 1929. ¿Cómo se vivía el recuerdo de esta guerra en su país, durante su juventud?
De joven, no la conocí. Plutarco Elías Calles, el Presidente que comenzó esta persecución religiosa, fundó un partido político [el PNR, luego PRI], que gobernó México durante muchos años, y sacaron de las escuelas toda esta información, enterraron la historia. En las familias se hablaba muy poco de ello. No es que estuviera oculto del todo, no se puede ocultar el sol con un dedo: había familiares a los que les tocó ser parte de ello. Pero era una herida delicada, no se tocaba mucho, y en su gran mayoría el pueblo no conocía la historia. Yo la descubrí haciendo un retiro espiritual en un monasterio. Uno de los sacerdotes me dijo que por qué no hacía una película sobre la guerra cristera. No sabía de qué me estaba hablando. Me enseñó unos libros y empecé a preguntar, a investigar. Ahí fue donde descubrí esta parte oscura de mi país, que causó la muerte de más de 200.000 mexicanos.
Hoy se viven otras formas de persecución, quizá incruentas. ¿Cómo reaccionar ante ellas?
La Iglesia siempre ha sido perseguida ayer, hoy, y lo seguirá siendo hasta el fin de los tiempos. Esta película, además de entretener, pretende inspirar a los católicos para que no tengamos miedo de defender nuestra fe hasta el grado de que, si tenemos que dar nuestra vida, digamos que sí como nuestros hermanos mayores en la fe, estos mártires que, más que mexicanos, son de la Iglesia universal.
Si no hay persecución es que algo está mal. En el momento en el que pones tu fe en el centro de tu vida, y todos los días intentas dar lo mejor de ti para alcanzar la santidad a la que eres llamado, es imposible que no haya persecución. La va a haber de diferentes maneras, y Dios te va a dar lo que tú puedas aguantar. De esa manera, vas probando tu capacidad de amar. ¿Cómo te das cuenta de cuándo amas? Cuando cuesta trabajo, cuando hay persecución, cuando tienes que aguantar y controlar el impulso de defenderte. La caridad y el amor deben gobernar siempre todos tus actos. Por eso, necesitas una vida sacramental, comulgar y rezar el Rosario todos los días, y poner en práctica todos los instrumentos que nos da la Iglesia para vencer las tentaciones, y salir airosos en esta peregrinación. No estamos solos: Dios más uno es un ejército, y con Su gracia todo es posible.
La guerra cristera provocó la primera oleada de inmigración mexicana a Estados Unidos, donde los hispanos ahora son parte importante de la población. ¿Qué papel juegan en la nueva evangelización de ese país?
Estados Unidos no es un país católico sino protestante. Sin embargo, la Iglesia católica ha ido creciendo, y en gran parte, gracias a la comunidad hispana. Más que inmigrantes, tenemos que vernos como misioneros. Emigramos a un país buscando mejores oportunidades, pero lo principal es vivir nuestra fe, salvar nuestras almas y traernos a cuantas podamos con nosotros. Esto es lo que hace que seas misionero, y éste es el espíritu que tiene la comunidad latina. Es una lucha de todos los días. Tampoco se puede decir que todos los hispanos sean misioneros, porque no es cierto. Pero hay mucha gente buena que está haciendo cosas muy positivas. Creo que, dentro de un tiempo, Estados Unidos será un país católico.
Eduardo Verástegui en un fotograma de la película
Hoy en día, no es fácil abordar un tema como el de esta cinta, ni hablar de las verdades de la fe. ¿Cómo se puede llegar a la gente?
La única manera es contar la verdad con caridad. Cada uno tenemos que pedirle a Dios que nos regale la caridad que necesitamos para que gobierne todo lo que hagamos. También necesitamos formación, estudiar apologética, para poder responder a aquel que nos pregunta por nuestra fe, pero siempre con caridad. Sólo con caridad, sin formación, no podemos evangelizar. Y sólo con formación, sin caridad, causamos que la gente se aleje más porque se siente humillada. Si juntas formación y caridad, ahí está la verdad.
Otra faceta de la evangelización es la acción caritativa.
No puedes hacer una cosa en tu carrera y en el resto de tu vida no hacer nada. Yo trato de que mi carrera y mi labor humanitaria vayan de la mano, se complementen y se ayuden. Tenemos la productora, para hacer películas que entretengan pero también marquen una diferencia en la vida de las personas, elevando la dignidad del ser humano, y elevando el intelecto de la audiencia hacia lo que es bueno, bello y verdadero. Aparte, tenemos dos ONG que pretenden hacer lo mismo, sirviendo a los más necesitados: Manto de Guadalupe, dedicada a la defensa de la vida, y Seamos héroes, para combatir la pobreza extrema. Hay tanta riqueza en este mundo que, si estuviera mejor distribuida y hubiera más amor, no debería existir pobreza.
Alfa y Omega, nº 828 / 11-IV-2013, Testimonio
María Martínez López
CRISTEROS, CRUZADOS DEL SIGLO XX
Hace una semana del estreno en España de la excepcional película Cristiada . No estamos muy acostumbrados en España a un cine de ese tipo. Un cine que trata de ser fiel a la verdad y transmitir unos valores de lealtad, de fe, de martirio, de lucha o de compromiso hasta las últimas consecuencias.
Con motivo de dicho estreno queremos recuperar el nº 34 de la revista carlista AHORA-Información, correspondiente a los meses de julio-agosto de 1998. Fue un número extra y extraordinario dedicado totalmente a los cristeros. En sus páginas se desgranaban los principales aspectos del movimiento cristero: su cronología, los antecedentes, los ataques contra la Iglesia, el desarrollo de las guerras cristeras, los "arreglos", el papel de la mujer o los mártires de la persecución...
Reproducimos para nuestros lectores el editorial de aquel número y lanzamos esta propuesta: ¿no sería posible reeditar dicho número?
El movimiento cristero, prácticamente desconocido en los ambientes católicos, guarda un paralelismo sin parangón con las guerras contrarrevolucionarias europeas. El proceso revolucionario, ya lo hemos denunciado muchas veces desde estas líneas, actúa de forma mecánica. Prácticamente todas las revoluciones han seguido el mismo proceso intentando someter todo al Estado especialmente la Iglesia. La revolución mexicana no ha sido menos. Sucesivos gobiernos revolucionarios mexicanos intentaron aniquilar, a base de leyes cada vez más opresivas, a la Iglesia Católica. Frente a la Revolución el pueblo católico mexicano se alzó en armas al grito de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva la Virgen de Guadalupe!
[…] La guerra cristera fue una manifestación de la Hispanidad viva. Frente al Estado centralista y revolucionario, frente a la modernidad opresiva de los humildes, frente al imperialismo americano y su política de protestantización de la sociedad y de dominio económico, frente a las élites masónicas y liberales, el pueblo mexicano se sublevó. Su propuesta sólo fue una guerra defensiva sino un movimiento con claras aspiraciones sociales y de transformación política.
Sólo la traición, como tantas veces, consiguió extinguir un fuego que estuvo a punto de transformar la historia de México. Hoy nuestro recuerdo para ellos. Pero no un recuerdo desde la nostalgia sino de admiración y deseo de encontrar referentes para construir la civilización del Amor, porque nuestra lucha no es utópica sino real.
Carlistas, historia y cultura
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