Si todo se reduce a que "las grandes tradiciones religiosas desempeñan un papel fecundo de fermento en la vida social y de animación de la democracia", pues apaga y vámonos, que en cuanto se acabe este mundo estaremos todos muy contentos e iguales. El cristianismo no es solo religión, sino vida, puesto que perdura más allá incluso de este mundo. Otras confesiones... confusiones serán, más bien. Cuánto daño se hace al hablar sin reflexionar antes...