Dad a Dios lo que es de Dios y al césar lo que es del césar, si nos atenemos a lo que enseñan el Dogma y la Doctrina, en el otro mundo no hay democracia que valga. Ésta no es sino una presunta forma de organizar la convivencia, -y cuya eficacia real es algo que está por ver todavía-, y en la otra vida no hay necesidad de tal, dado que no hay intereses ni de grupos, ni individuales. Pero, una parte de la Iglesia parece haber tomado una deriva errónea muy preocupante, excesivamente terrenal. Aun así, yo siempre recuerdo que todo está escrito en Los Evangelios.