Revisionismo francisquista


En la prensa italiana (diario comunista Il Manifesto, 10 de Mayo) han sacado esta viñeta, un estupendo ejemplar del género 'sin palabras', pura abstracción visual, como un concepto barroco de aquellos que se expresaban igual, una imagen en una tarja. Muchos llevaban lema, empresa, pero, de suyo, no era necesario porque la imagen, dibujo o grabado o pintura, lo decía todo. Lo que sí era necesario para bien entender la imagen era su momento, dígase, si se quiere, contexto.

Esa viñeta con el guardia suizo en color y el Ché en la versión híper-divulgada de su máscara en blanco y negro graffitero haciéndose un selfie, se entiende hoy, no ayer, y se entenderá bien hasta dentro de un tiempo. Cuando haya que explicarlo, será porque su efecto-impacto habrá pasado. Es una imagen actual, con la fuerza del destello efímero.

Una imagen que sería/hubiera sido incomprensible en el contexto de la Roma de Juan Pablo II, cuando se combatió, cominus et eminus, la teología marxistizada o el marxismo cristianizado (o mejor 'catolizado'?) de la heterodoxia conocida como 'teología de la liberación'. Uno de los trabajos de Hércules del Magno JPIIº fue descabezar la hidra ponzoñosa del ultramar latinoamericano, quedando la monstruosa pravedad herida, vencida y muerta. O eso fue, poco más o menos, lo que el juanpablismo entusiasta vitoreó.

Una vez beatificado y canonizado, concluido el triunfo, vemos con estupor que no, que el bicho cristiano-marxista sigue vivo y que tiene incluso guarida y púlpito en el Vaticano, desde donde su progenitor ha proclamado que nunca fue doctrina condenada. Ante semejante desparpajo, parece evidente que el patrocinio de JP2ºMagno o está desactivado o es de muy baja potencia. Diríamos.

¿Y por qué? Por muchas razones, las más graves, jerárquicas: No se nombraron buenos epíscopos, no se eliminaron los malos, no se re-sanaron in rádice las congregaciones, ni los seminarios, ni los centros académicos. Conque al cabo de menos de diez años, lo que no se desarraigó, ha retornado, de la forma más insospechada, por todo lo alto, cápite et in membris.

La viñeta lo cuenta. Si no todo, quasi todo.

Si se atreven Uds. y tienen facultades, imaginen panoramas consecuentes.


+T.

EX ORBE