Comunicado de la FSSPX sobre las próximas ordenaciones sacertotales

COMUNICADO DE LA FSSPX SOBRE LAS PROXIMAS ORDENACIONES SACERDOTALES

Comunicado publicado por el Rector del Seminario de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X donde se celebrarán las ordenaciones sacerdotales del próximo 27 de junio:

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El Seminario del Sagrado Corazón de Jesús de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, en lo concerniente a las ordenaciones al sacerdocio planificadas para el día 27 de junio de 2009, declara lo siguiente:
1. Estas ordenaciones se confieren con la intención de servir a la Iglesia Católica. Conferimos estas ordenaciones porque deseamos expresar nuestra unidad con la Iglesia de Roma. Esta unidad consiste de la misma doctrina, los mismos Sacramentos, y el Santo Sacrificio de la Misa de todos los tiempos. Los que serán ordenados sacerdotes, lo mismo que todos los miembros de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, reconocen el oficio del Papa y la autoridad de la Iglesia. Al igual que todos los clérigos de la Fraternidad, los candidatos para la ordenación rezarán tanto por el Papa reinante como por el Ordinario del lugar – una expresión de solidaridad que la Fraternidad ha practicado desde su fundación hace más de 30 años. No queremos una Iglesia paralela, sino que deseamos preservar el tesoro incalculable de la Tradición Católica dentro de la única y verdadera Iglesia Católica.
2. Cuando Roma, el 21 de enero de 2009, revocó el decreto de excomunión que había sido declarado contra los 4 obispos de la Fraternidad, seguramente el Santo Padre buscó con esto una disposición para la vida, y no para la muerte. El generoso gesto fue primariamente una medida para construir confianza, en vistas a las próximas discusiones teológicas con los representantes de la Santa Sede, en las que, a través de difíciles negociaciones, las dificultades que aún permanecen serán, presumiblemente, eliminadas.
3. Una emergencia requiere y justifica las correspondientes medidas de emergencia. ¿Existe una emergencia en la Iglesia hoy? Hacemos referencia a un apéndice adjunto a esta declaración, en el que están documentadas las declaraciones representativas de papas, cardenales, obispos y teólogos. El Papa Pablo VI, por ejemplo, habla de una “auto-destrucción de la Iglesia”. El Papa Juan Pablo II habla de una “apostasía silenciosa”. Adicionalmente, damos dos ejemplos numéricos: en 1950 en Alemania, 13 millones de católicos atendían regularmente a la Misa dominical. Hoy lo hacen menos de 2 millones – una reducción de más del 85 por ciento. El número de ordenaciones sacerdotales en las diócesis alemanas en 2008 alcanzó un record negativo de menos de 100.
Se trata de la existencia o disolución de la cristiandad en Europa. ¿Acaso debería posponerse la ordenación de estos nuevos sacerdotes, que han sido formados en los fundamentos sólidos de la Tradición Católica, y que son tan necesarios para la supervivencia de la Iglesia? En lugar de esto, y al tiempo en que las vocaciones verdaderas son cada vez menos comunes, ¿no deberíamos agradecer a Dios con gran devoción por la gracia de tales vocaciones? No se puede hablar de un insulto a la unidad de la Iglesia y, sin duda, menos aún de un rechazo a la mano extendida del Santo Padre, por el que rogamos diariamente.
4. Los obispos, en su furia, invocan continuamente al derecho canónico. Pero consideremos una analogía: un edificio valioso se está quemando, un grupo de jóvenes valientes se dirigen apresurados al incendio para extinguir el fuego, o al menos para contenerlo, y luego comenzar con la reconstrucción. Pero los detienen aplicando la ley, porque han excedido el límite de velocidad. ¿No es válido aún hoy el último canon del código de 1983, según el cual la más alta ley de la Iglesia es la salvación de las almas?
5. Dados que los actuales problemas no son de naturaleza disciplinaria, la discusión tiene que ser conducida a un nivel enteramente diferente; en particular, en el nivel de la fe. Cuando el Papa Benedicto XVI, en su carta a los obispos del 10 de marzo de 2009, hizo la dramática declaración según la cual la fe está en peligro de extinguirse en muchas partes del mundo, ¿no es urgente que juntos hagamos todo esfuerzo para establecer las causas de esta crisis de fe, y para utilizar los medios a nuestro disposición para remediar esta crisis? En este espíritu, renovamos nuestra prontitud de comprometernos en el diálogo con los obispos alemanes, en una atmósfera de paz y honestidad intelectual, alejada de toda polémica y acusación inútil.

Zaitzkofen, 13 de junio de 2009

Padre Stefan Frey, Rector del Seminario


SANTA IGLESIA MILITANTE

ORDENACIONES FRATERNIDAD SAN PIO :

SON TODAVIA ILEGITIMAS

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2009 (VIS).-Sigue el comunicado emitido esta mañana por la Oficina de Prensa de la Santa Sede acerca de las ordenaciones anunciadas por la Fraternidad San Pío X.
“En respuesta a las frecuentes preguntas de estos días a propósito de las ordenaciones sacerdotales de la Fraternidad San Pío X previstas para finales de junio, basta recordar lo que afirmó el Santo Padre en su Carta a los Obispos de la Iglesia Católica del pasado10 de marzo: “Hasta que la Fraternidad no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia. (…) Hasta que las cuestiones relativas a la doctrina no se aclaren, la Fraternidad no tiene ningún estado canónico en la Iglesia, y sus ministros (…) no ejercen legítimamente ministerio alguno en la Iglesia”. Por tanto, esas ordenaciones son todavía ilegítimas”.
“En la misma Carta, el Papa anunciaba su intención de dar un nuevo estatus a la Comisión “Ecclesia Dei” asociándola a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Hay razones para pensar que falta poco para ese nuevo estatus. Este hecho constituye la premisa para el inicio del diálogo con los responsables de la Fraternidad San Pío X de cara a la deseada aclaración de las cuestiones doctrinales y, por lo tanto, también disciplinarias, que todavía siguen abiertas”.

Hyeronimus,
¿Las ordenaciones son ilegítimas?
¿No estaba ya todo arreglado?
Un saludo amigo

Cita:

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Iniciado por Toronjo

¿Las ordenaciones son ilegítimas?
¿No estaba ya todo arreglado?
Un saludo amigo

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La pregunta la dirige a Hyeronimus, pero me tomo la libertad de adelantarme. ¿No ha leído la primera entrada de este hilo, Toronjo? Tanto si lo ha hecho como si no, ¿por qué inserta ese despacho? Fíjese lo que escribe alguien que no es afín a la Hermandad de San Pío X, pero tampoco ha perdido el norte:

Cita:

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Carta del Director: De las amenazas infundadas de los obispos alemanes contra la FSSPX

Las amenazas de los obispos alemanes de excomunión a los futuros nuevos sacerdotes que serán ordenados próximamente por monseñor Alfonso Galarreta, uno de los cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), son absolutamente infundadas a tenor de la legislación canónica actualmente en vigor.

Por más que se empeñen los prelados, la Fraternidad no comete ningún delito al ordenar nuevos sacerdotes, pues, efectivamente, tal y como dijo el Papa, no tiene estatus jurídico alguno. Por tanto, hablamos de una situación a-legal, no de ilegalidad, y mucho menos, se puede aplicar el calificativo de “ilegítimas”.

Y es que el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, como ya ocurrió anteriormente con los malentendidos que ésta provocó, no está firmado por nadie. Es decir, no se ha producido un pronunciamiento oficial de ninguna Congregación, o de la misma Secretaría de Estado, sino más bien parece un apaño de Lombardi y su tropa para salir al paso de las preguntas que han recibido desde diferentes lugares.

Vamos que suena más a chapucilla que a otra cosa, la verdad. Y lo de la amenaza de excomunión, es sin duda un farol. Es curioso que estos señores jerarcas de las iglesias particulares alemanas les preocupen más estas ordenaciones que los abusos litúrgicos que constantemente traspasan sus fronteras, por el escándalo mundial que suponen.

Si ellos están cansados de la Fraternidad, más lo estamos el conjunto de los católicos de ellos, que, como el Papa, queremos que la Fraternidad entre en la unidad de la Iglesia. Estos señores no tienen, por desgracia, ya nada que enseñar a sus fieles y lo mejor que podrían hacer es presentar la dimisión y largarse a su casa, pues el daño que están provocando a la unidad de la Iglesia es más que considerable.

¿Obispos alemanes? ¿Pero hay alguno que sea realmente católico?

Juan Miguel Comas

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Atacar a FSSPX, a Tradição e o Santo Padre

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Confesso que, em parte, não compreendo o barulho e as ameaças feitas à Fraternidade de São Pio X por ocasião das anunciadas ordenações sacerdotais que Monsenhor Galarretta realizará na Alemanha, já no final deste mês. A FSSPX, levantadas as excomunhões que recaiam sobre os bispos de Lefebvre, continua a carecer de estatuto canónico para qualquer actividade que desenvolva, especialmemte a sacramental, pelo que condenar estas ordenações e não tomar a mesma atitude para o resto é acto hipócrita e desproporcionado.

Quando a Santa Sé retirou o fardo que pesava nos ombros da Fraternidade, de forma a proporcionar o debate que ambas as partes acordaram e para dar um inequívoco sinal de compreensão do "estado de necessidade", sabia bem que a FSSPX não cessaria a administração dos sacramentos, a pregação, o trabalho pela salvação das almas. O Santo Padre levantou as excomunhões e, embora não tenha autorizado absolutamente nada, não seria de esperar que a vida da Fraternidade ficasse em suspenso depois da dita "compreensão". Quando um sacerdote da FSSPX oferecer hoje a Santa Missa, perdoar os pecados ou baptizar, a sua acção será sacramentalmente válida, mas continuará canonicamente ilícita. Roma sabia que assim seria e tem aceitado (definitivamente compreendido) esta situação com a ausência de procedimentos contra. Se outra atitude fosse tomada sem uma aceitação do prolongamento daquele "estado de necessidade", tudo seria vão e se quebraria no dia seguinte ao levantamento das excomunhões.

É por isso que é inadmissivelmente incoerente que os bispos alemães venham ameaçar com penas quem participe naquelas ordenações. Se querem fazer valer a ilegitimidade formal do acto (já esclarecida pela Santa Sé), teriam de já ter aplicado o mesmo critério ao restante. As suas intenções são claramente contrárias à "compreensão" de Roma e terá de ser o Santo Padre a pedir contas aos bispos modernistas e não à FSSPX. Se o fizer à Fraternidade, terá de ser por todos os sacramentos e não apenas pela consagração dos sacerdotes alemães, possibilidade que me parece, no mínimo, pouco plausível...

Tudo se resume num ataque deliberado à Tradição e aos esforços de diálogo que se iniciaram. O ataque estende-se, por ligação directa, a Bento XVI. O mesmo Bento que, na carta que endereçou ao episcopado sobre o levantamento das excomunhões, frisou o papel dos seminários da FSSPX. Nunca o teria feito se o resultado da sua existência (ordenações) não pudesse ter lugar.

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*na foto: ordenação de treze padres do Seminário de São Tomás de Aquino, ontem no Winona (EUA).


Atacar a FSSPX, a Tradição e o Santo Padre - Tribuna

Os bispos da Alemanha em desespero de causa

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As ameaças de excomunhão que a Conferência Episcopal Alemã tem vindo a fazer à Fraternidade Sacerdotal de São Pio X nas últimas semanas, com respeito às ordenações sacerdotais que esta prevê realizar no próximo dia 27 de Junho, no seu seminário alemão de Zaitzkofen, ainda que graves, têm de ser reputadas como absolutamente irrelevantes. As mesmas traduzem tão-só a exasperação em que se encontra um dos episcopados mais heréticos da Europa, cuja respectiva conferência é presidida pelo modernista Zollitsch, que se notabilizou por negar em público o dogma da redenção. Através delas, tal episcopado, fingindo que zela pelo cumprimento do direito canónico, intenta na verdade atacar a pessoa do Papa e frustrar a vontade deste de regularizar o estatuto da FSSPX no seio da Igreja.

De facto, os bispos alemães - como muitos outros bispos pelo mundo fora, mas estes porventura mais discretos - não se conformam com a eleição de alguém doutrinariamente ortodoxo como Bento XVI para o Trono de São Pedro, bem como não lhe perdoam a obra de restauração gradual da tradição católica que de imediato encetou, e na qual pretende que a Fraternidade venha a desempenhar um papel maior. Por que outra razão o Santo Padre teria escrito o que escreveu, na sua carta de 10 de Março último aos bispos do mundo inteiro? Recordemo-lo:

Poderá deixar-nos totalmente indiferentes uma comunidade onde se encontram 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 6 seminários, 88 escolas, 2 institutos universitários, 117 irmãos, 164 irmãs e milhares de fiéis? Verdadeiramente devemos com toda a tranquilidade deixá-los andar à deriva longe da Igreja? Penso, por exemplo, nos 491 sacerdotes: não podemos conhecer toda a trama das suas motivações; mas penso que não se teriam decidido pelo sacerdócio, se, a par de diversos elementos vesgos e combalidos, não tivesse havido o amor por Cristo e a vontade de anunciá-Lo e, com Ele, o Deus vivo. Poderemos nós simplesmente excluí-los, enquanto representantes de um grupo marginal radical, da busca da reconciliação e da unidade? E depois que será deles?

Assim, em desespero de causa, o episcopado alemão tenta a todo o custo fazer implodir o aparecimento de um quadro que provoca terror puro à sua mente herética modernista: a Fraternidade Sacerdotal de São Pio X completamente regularizada de um ponto de vista canónico no interior da Igreja institucional! Porém, não conseguirão impedir que tal quadro se concretize: primeiro, porque Roma já se demarcou de qualquer ameaça de nova excomunhão da FSSPX, como o perceberá qualquer pessoa que saiba ler nas entrelinhas o comunicado do passado dia 17 de Junho, na condição de não ser um mitómano delirante e sem escrúpulos que tome os seus desejos pela realidade; segundo, porque no dia 21 de Junho último se realizaram as ordenações norte-americanas da FSSPX, no seminário de Winona (foto supra), e Roma não manifestou qualquer criticismo contra as mesmas, bem pelo contrário; e terceiro, simplesmente porque "as portas do Inferno não prevalecerão!"

A Casa de Sarto

FSSPX, estado de necessidade e heresia luterana

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É triste constatar como o farisaísmo monstruoso de certas pessoas só tem paralelo na sua estupidez colossal. Os do costume vêm agora arguir que a Fraternidade Sacerdotal de São Pio X está a afrontar a pessoa do Papa Bento XVI, e que falta àquela a razão quando tenta legitimar as ordenações sacerdotais do próximo Sábado com a invocação da existência de um estado de necessidade na Igreja.

Esta postura merece-me três comentários:

1º) Acho muito curioso que aqueles que constantemente afrontam o Santo Padre, desobedecendo e atacando com ferocidade o seu magistério sobre matérias como o divórcio, a regulação artificial da natalidade, o aborto, a eutanásia, o emparelhamento de homossexuais e a ordenação de mulheres, surjam agora farisaicamente escandalizados com uma imaginária afronta da FSSPX à pessoa do Papa, que de resto nem sequer se sabe qual seja, dado Roma já haver informado publicamente nada ter a declarar sobre este assunto. Os que assim procedem não passam de mentirosos canalhas pertencentes a uma raça infernal de víboras! É caso para dizer: Por que reparas no argueiro que está na vista do teu irmão, e não vês a trave que está na tua vista? Como ousas dizer ao teu irmão: Deixa-me tirar o argueiro da tua vista, tendo tu uma trave na tua? Hipócrita, tira primeiro a trave da tua vista e, então, verás melhor para tirar o argueiro da vista do teu irmão. (Mt 7, 3-5)

2º) Existe à evidência um grave estado de necessidade na Igreja. A FSSPX afirma-o, mas em tal afirmação é corroborada pelo… Papa. Bento XVI reconheceu a existência desse estado de necessidade, ao menos para as situações específicas da França e da Alemanha, na reunião que manteve com Monsenhor Fellay, no Vaticano, no dia 29 de Agosto de 2005. E insiste no reconhecimento dessa existência na carta que escreveu aos bispos do mundo inteiro, datada de 10 de Março último, quando sustenta o seguinte: No nosso tempo em que a fé, em vastas zonas da terra, corre o perigo de apagar-se como uma chama que já não recebe alimento, a prioridade que está acima de todas é tornar Deus presente neste mundo e abrir aos homens o acesso a Deus. Não a um deus qualquer, mas àquele Deus que falou no Sinai; àquele Deus cujo rosto reconhecemos no amor levado até ao extremo (cf. Jo 13, 1) em Jesus Cristo crucificado e ressuscitado. O verdadeiro problema neste momento da nossa história é que Deus possa desaparecer do horizonte dos homens e que, com o apagar-se da luz vinda de Deus, a humanidade seja surpreendida pela falta de orientação, cujos efeitos destrutivos se manifestam cada vez mais.

Ora, como é que se pode ter chegado a este ponto calamitoso, sem que haja um estado de necessidade na Igreja? Obviamente que há um estado de necessidade na Igreja! O Papa di-lo!

3º) Os episcopados alemão e austríaco, como o constata qualquer pessoa que consulte com alguma regularidade o excelente blogue "Cathcon", são dos mais radicalmente dominados pelo espírito do V2, aceitando e propagando todo o fundamental das teses heréticas modernistas e progressistas, numa linha que os reconduz no fundamental - a eles, sim - aos ensinamentos do heresiarca Lutero! Pois de onde vêm a negação do carácter sacrificial propiciatório da Missa e sua redução a uma mera ceia, a recusa da aceitação da Tradição como fonte de revelação, a crença na salvação universal independentemente das obras, a prevalência do livre exame privado sobre o magistério ou a minimização do sacerdócio ministerial face ao sacerdócio comum dos fiéis? Perante este quadro, só um cretino chapado é que pode ter a pretensão de enquadrar a FSSPX no âmbito do luteranismo! Ora, a FSSPX é antes refutação de todas estes erros e a reafirmação do catolicismo de sempre. E também por isto deve ignorar as pretensões abusivas dos bispos alemães e seguir adiante com a sua obra de defesa da tradição católica! A começar já pelas ordenações do próximo Sábado!

A Casa de Sarto

Divisiones y fracturas

En tres partes al menos parece estar dividiéndose la FSSPX junto a sus feligreses.
1 – ACUERDISTAS
Son aquellos que propugnan un acuerdo con la Roma modernista. Dicen los que saben que este grupo está liderado mediáticamente por Panorama Católico Internacional. Cansados ya de la trinchera esperan ansiosos un reconocimiento oficial del Vaticano. Son llamados también la Neofraternidad.
2- METOYONOMES (YO NO ME METO)
Seguidores del facilismo. Aceptan a rajatablas lo que los superiores y sacerdotes acuerdistas dicten. Tienen a los sacerdotes por inspirados y estos les aseguran que por su gracia de estado jamás traicionarán a Mons. Lefebvre. Están en esta posición no por miedo, más bien por decidia. Es el grupo más abundante.
3 – RECALCITRANTES
La vieja guardia. Los recalcitrantes serían los que permanecen donde Dios ha puesto a la Fundación de Mons. Lefebvre, es decir, en la Resistencia Católica. Esto no les incomoda, más bien guardan un secreto orgullo de estar lejos del Vaticano II. Son los menos.

Hyeronimus y Chanza, me gustaria que me dejarais claro donde estamos.
Gracias un saludo

“Los crecientes rumores de un nuevo “Motu Proprio” del Papa sobre la FSSPX”


Texto tomado del blog CLAMAR EN EL DESIERTO…

La publicación “Golias” (semanario católico “progresista”, aunque de católico realmente tiene más bien poco; de hecho estoy seguro de que si no menciono que lo es nadie se daría cuenta de que es una publicación religiosa católica), acaba de publicar un artículo que demuestra el creciente nerviosismo de los “católicos progresistas” ante los crecientes rumores -que parecen ciertos y que ellos desde luego ya dan por hecho- de que el Papa va a obligar a los obispos de todo el mundo a facilitar el trato con la HSSPX y su regularización, así como a dejar de mostrar hostilidad hacia ella.
Yo no tengo muy claro que el contenido de ese anunciado “Motu Proprio” vaya a ser tan contundente en ese tema como ellos afirman (¡¡¡ojalá lo fuera!!!), pero en cualquier caso sigo pensando que el mayor problema de la Iglesia actual no es en absoluto la regularización o no de la HSSPX, sino la necesidad de poner orden en el actual caos doctrinal, litúrgico y disciplinar (las causas reales de la profunda crisis que asola la Iglesia). Sin duda alguna, una institución como la HSSPX (con 500 sacerdotes, otros tantos religiosos, y un número de fieles difícil de establecer con precisión, pero que anda entre los 500.000 y el millón) ayudaría mucho en esa labor, e incluso su papel podría ser decisivo, pero a todas luces sería insuficiente si no hay una verdadera voluntad por parte de Roma (y eso quiere decir que no basta con la voluntad del Santo Padre, aunque ésta sea fundamental, sino que el espíritu en la Curia tiene que ir también en esa dirección).
En el excelente blog “La Buardilla de Jerónimo” (http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2009/06/mas-sobre-el-proximo-motu-proprio.html) se traduce el artículo mencionado. Lo reproduzco tal cual, si bien conviene advertir de que se trata de un artículo en el que la caridad brilla por su ausencia y que ataca tanto a quienes trabajan en estas cuestiones en Roma (aunque parezcan simples descripciones o informaciones de ideas y posturas de los afectados, increíblemente la voluntad es la de mostralas dando por hecho que son criticables y que a sus lectores no les gustan esas posiciones…), como por supuesto a la HSSPX cada vez que la menciona, incluso faltando abiertamente a la verdad (hablando de un falso cisma, descalificándola, etc.).
Algo debe haber de cierto en la noticia cuando estos señores se han puesto tan nerviosos (y las últimas reuniones en éstas semanas del Superior General de la HSSPX, Monseñor Bernard Fellay, con diversas autoridades del Vaticano parece ser que les tiene especialmente preocupados), así que como considero interesante su lectura -eso sí, lectura crítica- ahí dejo el artículo y que cada cual saque sus propias conclusiones:

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Según nuestra información, y estando en la víspera de las ordenaciones de la FSSPX el 27 de junio en Alemania, el Papa desea escribir un segundo motu proprio en los próximos meses. El documento que será publicado esta vez no trata solamente de la Liturgia en latín, sino de una reintegración más global de la FSSPX en la Iglesia. Esto implicará exigir condiciones, por supuesto, pero igualmente involucrará a toda la Iglesia en este proceso. ¡Gravísimo! ( N de la R: ¿Y sin discusiones doctrinales de por medio?)

En otras palabras, los obispos no tendrán más derecho a expresar en una manera tan declarada su abierta renuencia, e incluso tendrán menos derecho a frenar el retorno de los tradicionalistas. Debe comprenderse que los representantes de estas tendencias se quejan regularmente al Papa de los obstáculos que ponen los obispos y sus entornos para su rehabilitación. Hasta ahora, Roma y la Comisión Ecclesia Dei se han venido saltando a los obispos, pero esto, sin desautorizar abiertamente sus posturas.
De esta forma, en 1988, la Comisión regularizó muy rápidamente y en un modo muy cuidado a la Abadía Benedictina de Barroux, sin informar ni consultar al entonces Arzobispo de Avignon, Raymond Bouchex. Más recientemente, Roma procedió de la misma manera con respecto al Instituto Buen Pastor, sin informar al Arzobispo de Bordeaux, en el que fue establecido. Recientemente, llegó otro signo del Vaticano cuando se restableció a un párroco tradicionalista en disenso con su obispo en Calvados, un llamado al orden a los obispos. Después de este Motu Proprio, el obispo que sea considerado como demasiado reacio a dar la bienvenida a los fundamentalistas, recibirá, seguramente, un golpe en los nudillos.
Los obispos ya no podrán expresar sus reservas
Benedicto XVI y sus consejeros intentan aprovechar la tranquilidad del verano para avanzar por el camino de la reconciliación. Después de la autorización que permite la celebración según todos los antiguos libros litúrgicos (Motu proprio de 2007), después del levantamiento de la excomunión de los cuatro obispos cismáticos ordenados por el Arzobispo Lefebvre, se está abriendo una nueva fase, por cierto más delicada: sobre el divisivo terreno teológico, en particular con respecto al Vaticano II y al magisterio de los últimos Papas. Debe tenerse en cuenta que el Papa ha elegido como nuevo secretario de la Comisión Teológica Internacional al sacerdote dominico Chrles Morerod, precisamente por sus sensibilidad hacia los interlocutores tradicionalistas. De hecho, Morerod es el autor de una tesis doctoral por la facultad de teología de la Universidad de Friburgo, Suiza, sobre el superior general de los dominicos y comentador de Santo Tomás de Aquino, (Tomás de Vio) Cayetano (1469-1534) y su debate con Lutero.
El Padre Morerod, para el acuerdo teológico
Pero el Padre Morerod es conocido especialmente por su obra “La Tradición y la unidad cristiana”. El dogma es considerado la condición para la posibilidad del ecumenismo (“Palabra y silencio”, París, 2005). Y golpea duro contra el ecumenismo más liberal (de teólogos como Fries, Rahner o Tillard), al poner énfasis en la naturaleza esencial de un verdadero pensamiento católico, que debe ser verdaderamente teológico y filosófico.
Así, acentúa la diferencia entre el catolicismo y el protestantismo, en un modo que no disgusta a los círculos más “tradis”. El mismo Padre Morerod revisó minuciosamente el pensamiento de un protestante liberal británico, John Hick, y atacó especialmente el espíritu relativista. ¡Oh, esto nos recuerda a otra persona…! ¡La elección del Padre Morerod no es una casualidad! En términos muy concretos, la Comisión Ecclesia Dei se adjuntará a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En un momento se pensó que podría ser unida a la Congregación para al Culto Divino, pero esto implicaría olvidar que el problema no es solamente o primariamente litúrgico. El nuevo Motu Proprio, que será preparado por quien tuvo un rol principal en el bosquejo del Motu proprio del 2007, Monseñor Nicola Bux – profesor de teología en Bari y estimado consultor de Joseph Ratzinger – justificará la importancia que se concede a la dimensión doctrinal de la controversia tradicionalista. No se puede hacer suficiente hincapié en el rol de Don Nicola.
El prelado italiano Nicola Bux, para el nuevo Motu proprio
Consultor de la Congregación para la Doctrina de la fe y a la espera de una promoción estratégica, Monseñor Bux, un sacerdote italiano de 63 años, cordial y discreto pero terriblemente conservador y preciso en sus argumentos, es el decidido e incansable artesano no sólo de un acercamiento a los fundamentalistas sino de una restauración del catolicismo tradicional en su conjunto. Es él quien redactó el Motu Proprio sobre la Misa en latín en el 2007. En su último libro, publicado el pasado mes de octubre en Italia, “La reforma de Benedicto XVI”, con prefacio de Vittorio Messori, Mons. Bux estima que se debe revalorizar la esencia de la “sagrada y divina liturgia”, que no es obra de las manos del hombre. Si así fuera, “no tendría ninguna finalidad distinta a representarse a sí misma y, sobre todo, no salvaría al hombre o al mundo, no lo santificaría”. Está convencido de que la liturgia de San Pío V respeta más el sentido de lo sagrado que la de Pablo VI. Critica también muy duramente a la reforma bautizada con el nombre del papa Montini, según él una verdadera “descomposición” de la liturgia, expresando y agravando lo que el teólogo Louis Bouyer denominaba “descomposición del catolicismo”.
En efecto, Mons. Bux no se limita únicamente al campo litúrgico. Denuncia la apertura al mundo que profana el misterio cristiano; y censura la vida relajada de los sacerdotes, en particular con respecto a la vida privada (celibato). También se opone a la desviación fundamental, según él, de la teología contemporánea, que consiste en un “giro antropológico” (que también fue denunciado, por Cornelio Fabro, en Karl Rahner). A esto opone un nuevo giro teocéntrico y cristocéntrico, simbolizado por el hecho de celebrar nuevamente hacia el Este, de espaldas a los fieles. Es fácil imaginar el contenido y el tono del futuro y próximo Motu Proprio con tal autor. El Cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con problemas de salud, exasperado y afligido, desmoralizado, no tiene más el poder ni el ánimo necesario para oponerse a este cambio ultra-conservador. Lejos de presentarse como una defensa del Concilio, el Motu Proprio propondrá una lectura minimalista, borrando las novedades y cuestionando el espíritu. En resumen, un Concilio “según la tradición”, tal como el arzobispo Lefebvre estaba dispuesto a aceptar. ¿Es éste el mismo Concilio del que Pablo VI proclamó su importancia en 1976 frente a la disidencia integrista? Nada es más incierto.

Ainda que já algo atrasado aqui vai este artigo

Artigo do insuspeito jornal La Croix mostra a confiança de Mons. Fellay em seus contatos com Roma. Resuminho: Roma não disse que sim, mas também não disse que não; "tenho meus contatos: Roma sabe que não é provocação"; levantamento das excomunhões gerou situação necessariamente imperfeita. Reclamar do que fazemos hoje é como apontar uma mancha no uniforme de um soldado no meio da batalha. O problema de interpretação do Vaticano II não é nosso - dentro da Igreja existem maiores diferenças do que as nossas com o Vaticano. É preciso que o Papa interprete o Concílio, como fez Paulo VI com a colegialidade. Condenando a hermenêutica da ruptura o Papa condenou 80% do que se faz hoje na Igreja.


29/06/2009

Os integristas católicos continuam seu combate

Se bem que Roma tenha julgado essas ordenações «ilegítimas», a Fraternidade São Pio X ordenou segunda Feira, 29 de Junho, em Écône, oito novos Padres. Calmamente, cônscio de seu gesto, Mons. Bernard Fellay impõe as mãos aos oito futuros Padres que, dois a dois, vêem ajoelhar-se diante dele. Seguem-se Mons. Tissier de Mallerais e Mons. de Galarretta, depois os 200 Padres da Fraternidade Sacerdotal São Pio X (FSSPX) e sociedades religiosas amigas que, por sua vez, impõem as mãos aos oito jovens ordenados Padres, ontem em Écône, segundo o ritual em vigor antes do Concílio Vaticano II.
Quatro horas de liturgia, em latim, rendas e bordados, tudo sabiamente regulado por palmadas secas dos cerimoniários que indicam quando levantar-se, sentar-se, ajoelhar-se… Sobre o gramado enfeitado com as cores vermelha e branca da Suíça e do Valais, diante dos cumes ainda um tanto nevados dos Alpes onde se agarram algumas raras nuvens, os 2.500 fiéis ficam recolhidos. Entretanto, o ato realizado ontem por Mons. Fellay – como o de Sexta Feira passada em Zaitzkofen (Alemanha) e dez dias atrás em Winona (Estados-Unidos) – era bem um novo desafio lançado a Roma.
Com efeito, a Santa Sé havia prevenido: essas ordenações celebradas por Bispos sem função na Igreja, se bem que válidas, são «ilegítimas». Isto é, ilícitas face ao Direito da Igreja. Desobediência, enquanto a bandeira da Santa Sé flutua todavia sobre o seminário de Écône? Absolutamente não, afirma Mons. Fellay aos jornalistas no fim da Missa. «Por parte de Roma há uma tolerância tácita. Não tivemos ordem explícita de não fazer as ordenações. Tenho contatos com Roma: não digo isso sem base. Roma sabe muito bem que não se trata de uma provocação de nossa parte.»

Um combate «para a restauração do sacerdócio católico»
Em seu sermão, aproveitando habilmente a fluidez jurídica que envolve o estatuto canônico da FSSPX no seio da Igreja Católica, Mons. Fellay explicou que o levantamento das excomunhões, que pesavam sobre os quatro Bispos ordenados ilegitimamente em 1988 por Mons. Lefebvre, criou «uma situação forçosamente imperfeita». «Exigir uma perfeição canônica mostraria uma mesquinhês como a de quem critica uma mancha no uniforme de um soldado no meio do combate», criticou ele.
Porque é bem de um combate que se trata sempre para a FSSPX. Um combate «pela restauração do sacerdócio católico», nesse início do Ano Sacerdotal desejado por Bento XVI. Um ano «em que a Igreja roga por Padres santos», explica Mons. Fellay. Também, quando «tantas almas precisam de Padres», estas ordenações são, pois, perfeitamente justificadas «por causa da situação na qual se acha a Igreja». E o superior geral da FSSPX lembrou então os 30 Padres integristas ordenados este ano, «quando países católicos como a França ou a Alemanha ordenarão menos de 100 » (1). É então um bem para ele «uma situação de necessidade» que justifica essas ordenações.
Isso quer dizer que o gesto de apaziguamento feito no começo do ano por Bento XVI não serviu para nada? A FSSPX, antes de tudo, vê esse gesto papal como a legitimação do combate engajado há perto de quarenta anos por Mons. Lefebvre, e que tinha levado ao cisma de 1988. Aliás, esse é o sentimento geral que predominava ontem nos fiéis reunidos sob o quente sol do Valais esperando que o diálogo doutrinário com Roma permitirá esclarecer as coisas. Um diálogo sobre o qual o Superior geral da FSSPX se diz «otimista», mesmo que ele dure muito tempo.

«Problema de interpretação»
Como tinha anunciado em sua carta aos Bispos em março último, Bento XVI deverá publicar em breve um motu proprio (decreto) pelo qual ligará a Comissão «Ecclesia Dei» (encarregada desde 1988 do diálogo com os integristas) à Congregação para a Doutrina da Fé, sinal de que as discussões com a Fraternidade se colocam doravante no terreno doutrinal. Nessa ocasião, ele deveria lembrar também a linha vermelha fixada: a aceitação do Vaticano II e dos Papas que se seguiram a ele.
«Mas o problema não é conosco, explicou Mons. Fellay aos journalistas. As diferenças de posição no seio da Igreja católica são maiores e mais graves que as que nós temos com Roma.» A seus olhos, a questão seria, pois, hoje, um «problema de interpretação» do Concílio. «Os textos do Concílio abriram caminho a interpretaçòes: será preciso talvez que o Papa os esclareça, como Paulo VI o tinha feito já com a colegialidade, adianta ele. Mas, quando o Papa condena a hermenêutica de ruptura, ele já condena 80 % do que se faz na Igreja!»

Nicolas SENEZE, em ECÔNE